02. Retroceder
Italia, 11 de febrero del 2023.
Había dejado a su amado solo.
En el momento justo en que se alejó de la habitación de huéspedes por el pasillo, lo abandonó y no se hizo cargo de sus acciones, huyó del problema como siempre lo hace desde hace meses, o mejor dicho, desde hace años, mucho antes de que se conocieran en el mundial del 2018.
Su vida de cierta forma estaba llena de diversos arrepentimientos, muchos sin arreglo uno, otros que con mucho trabajo y tiempo había logrado remediar, pero había unos que lo atormentaban aún si intentaba resolverlos. Estaba acostado en su cama y sintiendo esta demasiado grande para él.
Llevaba varios días con esa sensación, no solo en mente, también en su propio corazón.
¿Qué le pasaba?
Fácil.
Cuando fue subida a redes aquella foto polémica de Messi pisando la camisa de su selección, hizo bum en redes sociales, siendo sensación el pensar que el famoso Messi estaba pisando la camisa de la selección a la que pertenecía su pareja, Guillermo Ochoa, logrando que varios medios comenzarán con sus noticias amarillistas.
«Messi, ¿Odia a su pareja o a la selección mexicana?»
«Ochoa y Messi en el ojo del huracán»
«¿El fin de un amor de ensueño?»
Eso se leía en los diversos titulares de varios artículos de noticias que circulaban en tan solo un par de horas haberse viralizado la foto, fue cuestión de tiempo que Canelo hiciera presencia en escena donde comenzó a amenazar a su pareja por Twitter, empeorando todo, la derrota del partido era muy fuerte en él y tener que enterarse del desmadre provocado en redes fue la gota que derramó el vaso.
Tanto enojo y estrés acumulados nunca eran una combinación buena, menos en Guillermo.
Recuerda perfectamente llegar a su cuarto de hotel para enfrentar a Canelo en llamada por lo que estaba haciendo, los pitidos del teléfono marcando aún resuenan en mente, así como las palabras claras que dijo una vez que contestaron la llamada.
—¿Qué pendejada estás haciendo Saúl?
Desconocía de dónde salió aquel valor para hablarle de esa forma al que era su amigo de la infancia, cosa que aún le desconcierta. Con tan simples palabras dió inicio a un fuego que no sabía como parar, sus memorias son algo borrosas con respecto a lo ocurrido en esa llamada, solo recuerda varios insultos saliendo de sus bocas, reproches de distintas cosas que no al caso y un momento en específico.
—¿Crees que Messi te amará por siempre? Wey, te recuerdo que ahí está Cristiano Ronaldo, su ex.
Había mencionado de un momento a otro aquél hecho innegable para todos, el silencio fue la respuesta de Memo, quien tenía los labios sellados fuertemente mientras apretaba la mandíbula del enojo junto con los puños por impotencia. Sabía que no merecía a Messi, que a lado de él era poca cosa, era estúpido siquiera el intentar compararlos.
Messi era increíble y él muy simple.
—Recuerda quien eres Memo, el pinche portero de la selección mexicana que solo es la pareja de Messi de momento, ¿Qué harás cuándo ya no te ame como dice hacerlo?
La pregunta resuena con dolor en su mente, lo peor era recordar justamente esas palabras en ese preciso instante, suficiente tenía con estar solo en su cuarto sin tener el calor de unos brazos rodear su cintura, el sentir la cabeza de su amado en su pecho y el adictivo olor de su fragancia natural.
Lo demás fue historia. Guillermo explotó contra Saúl, no quería escuchar más verdades de la boca de su amigo, lo que lo orillo a colgar y decirle que no le hablara. La sentencia dicha por el Canelo fue clara para Guillermo.
—Cuando te deje, no vengas a mi llorando de que no tienes a nadie cabrón. Yo nunca te haría estás chingaderas como tú lo haces.
Se cubre la cara con su almohada y siente las lágrimas caer, Saúl tenía razón, Messi lo iba a dejar y más después de lo que hizo, no quería que su relación terminará de forma abrupta.
No quería que pasara lo mismo con Dulce María.
Odiaba su cobardía de no querer hablar sobre su pasado, de exhibir sus debilidades y miedos a flor de pie, de contar sus sueños y pesares, para que al final sea botado como un juguete de un solo rato. Sabe que Lionel no es así, pero estaba seguro de que se aburriría de él en cualquier momento y ahí acabaría todo.
¿Y si ya se había aburrido? O peor aún ¿Lo había hartado finalmente?
Aquello fue un golpe en seco en su consciencia y corazón, era estúpido pensar que haciendo lo mismo iban a llegar a otro resultado. Sus ojos iniciaron una cascada en cuestión de segundos, sus crisis eran horribles y más en las noches. Sus inseguridades le jugaban siempre en contra.
¿En qué momento todo comenzó a salir mal en él?
Hace años había dejado de ser aquel joven con sueños, esperanza y una confianza inquebrantable en él, la sonrisa segura en todos lados, cuando podía repartir amor para todos por igual, recibir cariño y sentirse merecedor de este sin tener que demostrarse digno de este.
A veces quisiera retroceder en el tiempo para evitar cometer el mismo error que lo llevará a ser lo que es hoy. Un hombre inseguro con poca confianza y temeroso del mañana. Las lágrimas siguen fluyendo con una aterradora facilidad, deja salir los sollozos mientras se aferra con fuerza a la almohada, dolía pensar en que podría ser diferente.
Alguien mejor para Lionel.
Para eso, debía empezar de nuevo. Pero no sabía cómo, porque incluso, el retroceder para avanzar no sonaba tan loco pero era algo muy alejado de ello. Solo quería encontrar la manera de empezar.
—Retroceder… no suena mal… si tan solo pudiera remediar mis errores pasados…—susurra con un hilo de voz.
“Podría salvarme” piensa totalmente ido, dejándose llevar por la tristeza completamente, las cosas serían distintas para ambos, Messi lo amaría más y él podría la persona indicada para el argentino.
Alguien merecedor de su amor.
Por más que engañara a su mente, Saúl tenía la razón esa última vez que hablaron, no merecía a Messi ni un poco, que él se iba a cansar y lo dejaría por alguien a su altura, o regresar con Cristiano.
Pero él sería olvidado.
De repente sintió su vista nublarse ante la oscuridad del inmenso cuarto de su departamento, la mente en blanco, sus oídos plagados de ruido blanco y los párpados cerrarse poco a poco, lucha por permanecer despierto pero algo le impide abrir los ojos. Se siente somnoliento de un momento a otro y cae desmayado en su cama.
La mano que se aferraba a la almohada es soltada y cae grácil ante el piso, el cuerpo de Memo está inserte en la cama y de un momento a otro se desvanece de ahí, como si nunca hubiera estado ahí en primer lugar.
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Anotaciones:
✅ México estuvo en el grupo C durante el mundial de Qatar dónde se enfrentó con Argentina, que le ganó 2-0.
✅ El Canelo retó a Messi por la imagen polémica, se metieron boxeadores argentinos a defenderlo.
La historia llevará una canción de rock latinoamericano como referencia al contenido mismo del capítulo, principalmente porque últimamente es mi gusto dos bandas.
—Newi
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