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Única parte.

Jungkook, 28 años, pelinegro.

Taehyung, 25 años, castaño.

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Jungkook al entrar a su casa después de las trece horas sobre-exigidas de trabajo en su oficina, lo primero en hacer es lanzarse al cómodo sillón de su moderno (y para nada barato) apartamento como si su vida dependiera de ello, aunque para él sí era así.

Suspirando, se recuesta sobre el cómodo sofá de cuero y gime tan satisfactorio al comparar a este como esponjosas nubes por la sensación de relajación que le brinda a su cuerpo.

Maldito sea su trabajo, ya hasta se le caía el cabello por el estrés que este le causaba, no se sorprendería si acabara como ese hombre que sale en el comercial de One Space.

Terminando de quitarse los zapatos de sus cansados pies, escucha su moderno teléfono iPhone sonando desde la mesita de madera que se encontraba cerca de la puerta, ocasionando que toda la frustración volviera a él al escuchar el estruendoso sonido que el aparato emitía

Maldito sea el ser que me esté molestando a esta hora.

Sin importarle la persona que le esté llamando, se vuelve a recostar en el sofá que para él, era el mismo paraíso en esos momentos.

Pero, al parecer el destino no quiso que el pobre de Jungkook descansara en paz, al recibir de nuevo una llamada igual de irritante que la primera.

Haciendo berrinche, se pone de pie y contesta el teléfono de mala gana.

- ¿Qué?- dice él de mala forma a la persona detrás de la pantalla.

- Hola Jungkook ¿Cómo estás? Yo bien por dicha, gracias por preguntar- Jimin dice sarcásticamente a su mejor amigo que parece la copia perfecta de gruñón de los siete enanos.

- Si no tienes nada importante que decir, no molestes entonces- contesta Jungkook a punto de cortar la llamada.

- ¡No! No cortes, ya no seas gruñón, uno ya ni puede preocuparse por su mejor amigo- Jimin dice molesto por su actitud.

- No estoy de juegos Jimin, di rápido lo que tienes que decir o adiós.

- ¡Bueno! Pero no te esponjes- Jungkook suspira ya cansado por la actitud de su amigo, él solo quería descansar y dormir como un lindo bebé y despertar hasta dentro de una semana si fuese posible- solo te llamaba para decirte que tengo una reservación para el sauna Jjimjilbang de Seúl.

¿Es enserio? ¿Jimin lo llamaba a las casi once de la noche, después del trabajo, agotado, solo para decirle que tiene una reservación en el Spa más conocido de Seúl? Por él hasta puede tener una reservación en la casa Blanca y la valdría una grandísima mierda.

- Bien por ti, cuando vayas ni te molestes en llamar ya que me vale un pepino como te va en e-

- Pero déjame terminar hombre- le corta Jimin, Dios, Jungkook era una persona difícil de tratar y se volvía aún peor después de salir del trabajo ¿Cómo es que eran mejores amigos, si los dos eran totalmente diferentes? Son esas las preguntas existenciales que tenía Jimin sobre su vida diaria- te llamaba para decirte que tenía una reservación en un spa, pero no podré ir ya que mañana tendré que viajar por asuntos de trabajo a Daegu y me quedaré por tres días.

- ¿Entonces...?

- Entonces iba a decirte que puedes utilizarla por mí ya que sería una pena cancelarla- se adelanta Jimin, rodando los ojos por la desesperación de su amigo al querer cortar la llamada- pero si no lo quieres le puedo decir a Jin hyung que lo usé por ti.

- Vale, vale, capto. Pero ¿Tendré que pagarlo o algo?

- No, yo lo pagué por adelantado, tu solo tendrás que ir y decir que es a nombre de Park Jimin. Y si algo surge solo llámame y yo lo arreglo.

Jungkook medita unos segundos en silencio, pensando en si aceptar la invitación. Tal vez no le haría mal un masaje a su magullado cuerpo —Bueno, entonces sí, sí lo utilizaré, ¿A qué día y hora dices que es?

- Es para el sábado a las 7 de la noche. Y sé que los sábados son tus días libres así que no te tienes que preocupar por el trabajo.

- Ok, gracias Jimin, eres el mejor.

- Sé que yo, Park Jimin soy el mejor de los amigos, así que no seas tan borde conmigo la próxima vez o no te vuelvo a hablar en tu miserable vida- se jacta Jimin sin algún tipo de humildad hacia su persona.

- No puedo creer, no puedo creer que me valga una mierda— responde sarcásticamente.

- Eres un diota, pero ya en serio, no lo olvides. Igual antes de irme te llamaré por si acaso, sabiendo lo olvidadizo que eres al estar siempre pendiente a tu trabajo, en serio, nunca paras de trabajar hasta ya pareces más robot que humano- Jungkook es quien ahora rueda los ojos por las palabras exageradas que dice su amigo. Si él no estuviera pendiente al trabajo, no tuviera lo que tiene ahora. Entonces es ahí en donde se da cuenta que todo el esfuerzo que ha hecho; ha valido la pena.

- No seas exagerado, la llamada ya se hizo muy larga y voy a cortar porque estoy muy cansado y necesito dormir- ni siquiera pudo terminar la frase al dar un fuerte bostezo que casi deja sordo a Jimin al otro lado del teléfono.

- Vale princeso durmiente, ten una linda noche.

- Igual tu, enano- se burla divertido.

- ¡No me digas enano, rata de alcant– sin siquiera terminar la frase, Jungkook le corta la llamada, sabiendo que al otro lado de la línea telefónica Jimin debe de estar maldiciendolo en mil idiomas. Y se ríe por ello.

Sonriendo de medio lado, Jungkook guarda su movil en el bolsillo de su ajustado pantalón, recogiendo todas sus pertenecias que dejó botadas en la sala de su apartamento; se encamina a su gigantesca habitación para darse una buena y merecida siesta.

Tal vez contestar la llamada no fue tan malo después de todo. Se lo agradecería a Jimin después, sin duda.
 

                            [...]

El día del Spa ya había llegado: vestido con unos pantalones negros ajustados al tal punto que marcaba sus grandes y fuertes muslos, una camisa negra de manga larga con cuello de tortuga y encima de ella uno de sus abrigos favoritos también de color negro, —el frío estaba azotando a Seúl en estos días pero no era tan fuerte como para darte hipotermia si estabas bien abrigado—. También utilizaba una gorra negra y unos botines de, adivinen el color; sí, también eran negros.

Jungkook sería un buen material de protagonista para ser el chico malo, que pena que no sea actor.

Con el tapa bocas puesto y las llaves a mano, entra a su Bertolt que con mucho esfuerzo, a base de cafeína y horas en la madrugada logró comprar.

Según Jimin y el GPS de su precioso carro, el sauna Jjimjilman se encontraba a las afueras de Seúl, lo que sería un viaje de una hora y media. Así que para entretenerse y no aburrirse en el viaje, toma su teléfono y pone la playlist de su cuenta de Spotify. Da click a la canción “God is a woman" de Ariana Grande, la cual empieza a sonar por el altavoz. El que esté casi a sus treinta, no le quita el estilo musical, duh.

En todo lo que dura el viaje, estuvo tarareando y hasta cantando partes de algunas canciones. De vez en cuando miraba a través de la ventana el hermoso paisaje que las afueras de Seúl le ofrecía. Imaginando como si  en un blog de YouTube se tratara.

A unos cuantos metros de la carretera; puede observar como una pintoresca cabaña de madera le da la bienvenida, estacionando su carro frente a esta. Después de unos minutos baja del carro con todo lo necesario y analiza de mejor manera la cabaña: tiene un letrero grande y de bonita caligrafía que (según cree) es el nombre del sauna. Esta estaba rodeada por unos pocos árboles y uno que otro edificio a lo lejos. Dándole una imagen linda para cualquier persona que la viera.

No es tan malo como me lo imaginé.

Sin más que analizar, Jungkook sigue el camino que lo lleva a la entrada de la cabaña. Abriendo la puerta de esta puede ver que en el interior es más moderno que el exterior. Sillones blancos que daban la sensación de parecer tan cómodos como se veían, una que que otra planta en el lugar, un enorme escritorio de caoba el cual al parecer era la recepción del lugar; el cual detrás de este se encontraba un muchacho castaño de cabello medio largo casi llegando a su nuca. Vestido con un suéter color rosa palo y un pantalón color blanco.

Jungkook no podía analizar bien la cara del chico ya que este tenía un tapa bocas que le obstruia, pero por lo poco que dejaba a la vista, parecía tener fracciones delicadas y un poco juveniles, sin perder ese toque tosco de su masculinidad.

Bonito, esa era la palabra para definirlo.

Poniéndose enfrente del escritorio, hace sonar su garganta para que el chico le de su atención. Este inmediatamente sube su mirada de la computadora hasta tenerla sobre él, y se puede observar como detrás de la mascarilla le sonríe con ojos amables.

- Buenas noches señor, ¿en que le podría servir?- dice el recepcionista, su voz suena gravemente masculina, pero siendo dulce a la vez, lo cual deja un poco consternado a Jeon.

- Buenas noches, tengo una reservación a las siete en el sauna- responde Jungkook, su voz bajando unas octavas para escucharse más grave frente al chico bonito.

- Está bien señor, ¿A qué nombre se encuentra la reservación?

- A nombre de Park Jimin.

Con sus delgados dedos -descripción por Jungkook- teclea con profesionalismo, buscando la reverberación por la computadora para verificarla. Dando con ella en segundos—Bien, señor Park, acompañeme y le mostraré el vestidor para que se cambie de ropa antes del masaje.

Rápidamente Jeon le corrige — Jeon, Jeon Jungkook. Park Jimin es el nombre de mi mejor amigo.

El chico lo observa y asiente — Bien señor Jeon, sigame hasta el vestidor, por favor— colocándose de pie, el castaño lo guía para caminar entre la extensión del pasillo. El pelinegro siguiéndole los pasos.

Jungkook un poco extrañado, con su boca curiosa pregunta.

- ¿No es usted el recepcionista del lugar?

El chico al ver la confusión en la cara de Jungkook, se ríe un poco sin perder ese toque encantador lo cual deja más maravillado a Jungkook.

- Lo soy, pero hoy es un día de descanso para los empleados del lugar y es por eso que no se encuentra gente el día de hoy- le dice como si fuese lo más obvio, y Jungkook puede confirmar sus palabras al observar que en el sauna solo él y el chico bonito eran los únicos en el lugar- por aquí, señor Jeon.

Su apellido saliendo de esa boca y con esa voz, logran en él una reacción inesperada en su parte baja. Aunque sabe que el chico no tenía la intención.

Doblando por el pasillo, no logra evitar bajar la mirada sobre el -enorme- trasero del chico.

“Dios, todo en él es tan jodidamente bueno" gime internamente.

Con sus pensamientos en mente y siguiendole el paso, llegan a lo que al parecer es el vestuario; con enormes cubículos de madera que contienen espejos en sus interiores. También hay en ellos algunos percheros para colgar la ropa y no colocarla en el suelo.

- Toma esto y pontelo- le dice el castaño, dándole una toalla blanca para que se cubra sus partes íntimas.– Cuando termine, lo estaré esperando  en la ultima habitación del pasillo, señor Jeon. – Jungkook no sabe cómo interpretar esas palabras o la sonrisa que le da al final de estas.

"Bajale a tus hormonas, Jungkook" se reprende a si mismo. Tantas horas de laburo y poca diversión le están pasando facturas. Viendo cosas en donde no las hay.

- Está bien, mi capitán, no lo defraudaré- contesta Jungkook con una sonrisa coqueta, sacándole una risa al otro.

- Me puedes llamar Taehyung, no me molesta.

- Está bien, Taehyung- como si de un dulce tratara y saboreando el nombre, responde pícaramente; logrando que en el castaño un escalofrío le recorriera los pies hasta la cabeza, claramente sin que el otro se diera cuenta de ello.

Sin nada más que decir, Taehyung sale de los vestidores y Jungkook lo sigue con la mirada hasta que lo pierde de vista. Entrando al primer cubículo del vestuario, Jungkook se empieza a quitar las ropas una por una, pensando en el muchacho bonito de nombre Taehyung.

Tal vez esta noche no sea tan mala después de todo.

Y sí que tenía razón.

                           [...]

Saliendo de los vestuarios, Jungkook sigue el camino como le dijo Taehyung anteriormente, hasta posarse enfrente de una puerta de vidrio. Corriendola de lado, se adentra en ella, escaneando la gran habitación y en como hay diferentes camillas para hacer masajes, divididas como cubículos con cortinas blancas.

También pueder ver como hay antorchas encendidas con fuego dandole un aspecto sensual al lugar y el como música relajante suena por unos altavoces que se encuentran en cada esquina del cuarto, eso si podría llamarse un sauna hermoso.

- Que bien que llegas, recuestate aquí para así comensar con los masajes en tu cuerpo- le dice Taehyung apenas lo ve entrar a la habitación, mirando un poco más de tiempo el cuerpo marcado de su cliente y esa la piel lechosa de este. Al darse cuenta de que se le quedó mirando de más, aparta la mirada rápidamente, ocasionandole una sonrisa divertida a Jungkook.

Acercandose, no quita su mirada sobre el otro, logrando percibir brevemente nervios en el contrario. Ya frente a Taehyung, se recuesta encima de la camilla como le dijo, dejando su cara en el hoyo que se encuentra entre ella.

- Muy bien, ahora tomaré unos aceites especiales para hacer los masajes. Mantente lo más relajado posible- vuelve a decir Taehyung, tomando un aceite esencial de eucalipto, regandolo sobre las manos y frotándolas entre si para lograr el efecto de calentarlo.

Ya listo, posa sus manos sobre la piel contraria y comienza a hacer los masajes, Jungkook se relaja por lo que  esas poderosas manos logran maravillas en su espalda. Subiendo y bajando desde su nuca hasta a su espalda, un patrón que tiene a Jungkook en las estrellas.

¿Que más lograrían esas manos?” falla al no evitar imaginar escenas impuras con esos perfectos falanges, ya sean rodeando el tronco de su-

Tan ensimismado se encontraba con sus cavilaciones, que el movimiento repentino que Taehyung hace en una parte de su espalda: le hace emitir un gemido inevitablemente vergonzoso.

Con ojos abiertos y la vergüenza adueñandose de su ser al creer que Taehyung lo ha escuchado, se sonroja. Pero al no recibir algún comentario por parte de este, piensa que no lo ha escuchado y la vergüenza lo abandona un poco.

Pasados unos minutos y dejando ese momento de lado; Jungkook vuelve a su posición inicial para seguir disfrutando de los masajes. Sin saber que las manos de Taehyung tenían otra cosa en mente.

Sin poder evitarlo de nuevo, Jungkook gime igual que la primera vez.

- Al parecer te encuentras muy tenso, ¿Hay algo que te estrese demasiado?- le dice Taehyung cerca de su oído, con esa voz grave y ronca poniéndole los vellos de punta.

Con la lengua entumida y sin poder formular una respuesta, Taehyung le vuelve a masajear ese lugar que solo le logra causar excesivos gemidos.

Llegando mas abajo de su espalda baja, Tae masajea un poco los glúteos del otro, dejando sus manos sobre ellos.

- Tal vez necesitas un masaje de verdad, y yo te lo daré- Taehyung le dice, masajeando nuevamente las nalgas de Jungkook encima de la toalla- dime, ¿Te gustaría eso?

Jungkook se encontraba ido, bajos gemidos salían de su boca sin poder lograr emitir palabra alguna.

- Dime, ¿Te gustaría? O ¿sería demasiado para ti? Vamos dime- vuelve a decir Taehyung quitandole la toalla, dejando a la vista ese trasero pálido y fuerte, ahora tocandolo sin ningún pudor- no tengo todo el tiempo del mundo, cariño.

Analizando las palabras dichas por Taehyung en su nublada mente, Jungkook empieza a asentir frenéticamente.

- Sí, por favor- dice con voz bajita logrando que el otro no lo escuche.

- Dilo mas alto cariño, no te escuché.

- ¡Que sí quiero! ¡por favor!

- Bien, Entonces comencemos.

Esta vez le da la vuelta al cuerpo de Jungkook, mostrando su gran polla venosa y roja, erecta desde que comenzó con los masajes.

- Pero mira lo que tenemos aquí, ¿Te duele mucho cariño?

Jungkook asiente mirando fijamente su cara con esos ojos negros por la excitación.

- Entonces no creo que te moleste que te ayude ¿Verdad?

Jungkook vuelve a asentir, dándole el paso libre a Taehyung de hacer lo que quiera con él.

Y sin más distracciones, Taehyung vuelve a tomar el frasco de aceite echándose de nuevo en sus finas y grandes manos, comenzando a masajear la polla y abdomen de Jungkook a la vez. Ocasionando que este vuelva a gemir más ronco que las otras veces.

Viendo ese falo rojo e hinchado en su mano, Taehyung se relame los labios deseando chuparlo como un paletin, que le folle la boca hasta que toda su esperma se riegue en ella y en toda su preciosa carita, con solo imaginarlo, logra que una erección se formara en él también.

Que sucio soy, pero me encanta.

Aburrido de estar masajeandole el abdomen al pálido, sin ninguna preparación, mete sus dedos anular y corazón en el anillo de musculos de Jungkook, ocasionando que este brinque por la repentina acción y gime lo más agudo que su voz le permite.

Follandolo con sus dedos, Taehyung se queda fascinado por el gran espectáculo que estos le presentan, el como ese ano rosadito se los traga y en como estos se pierden dentro de él, sin duda era la mejor vista que podría tener. Aún con su otra mano masturbando la polla de Jungkook, hace los movimientos más frenéticos posibles.

Subiendo y bajando su mano, entrando y sacando los dedos de la otra, detiene sus movimientos repentinamente logrando que Jungkook se desespere por ello.

- Tranquilo cariño, haré algo mucho mejor que logrará mandar a volar tu cabeza al infinito y mas allá- dice subiendose en la camilla, quedando enfrente de la erección de Jungkook.

Recargandose sobre sus codos, Jungkook tiene la vista perfecta en como ese hermoso chico se quita la mascarilla de su cara y como con su rojita lengua de gatito lame su glande despacio, logrando que un escalofrío recorra su columna vertebral por la imaginen.

No solo fue un langüetazo, tampoco dos, fueron muchos después de ese; desde la base de su polla hasta la uretra de este, metiendo entre la franja su húmeda lengua. Después tomando entre sus labios todo el glande y succionandoló. Regalandole esa rica sensación lo cual logra que Jungkook gruña de una manera un poco salvaje.

Taehyung mete en su boca un poco más del falo, hasta llegar a la mitad y succionandolo lo sacá de nuevo de allí, vuelve a repetir la acción hasta que intenta meter el gran falo todo lo que puede en su cavidad bucal.

Subiendo y bajando su cabeza lentamente, mira fijamente a los ojos de Jungkook sin apartarlos en algún momento. Subiendo su cabeza hasta sacar la polla de su boca, con voz dulce y con ojos de "inocencia", los cuales no iban con las acciones que el castaño realizaba.

- ¿Lo estoy haciendo bien?

- Ohh precioso, lo haces perfectamente.

Entonces Taehyung vuelve a meter la polla en su boca y se empieza a auto-follar con ella rápida y bruscamente. Jungkook toma entre sus manos la cara de Taehyung, lo folla de una manera más sensual sin perder lo rápido en los movimientos, bajos gruñidos y gemidos saliendo de él.

Ya casi llegando a la cúspide, Taehyung vuelva a sacar el falo de su boca dejando un hilo de saliva conectado a él. También dejando a un Jungkook frustrado por su casi liberación, de la cual no fue concedida.

- Cariño, tengo un mejor lugar para que te corras pero tienes que esperar un poco más- le dice Taehyung empezando a quitarse el pantalón y boxer a la vez, dejando a la vista su gordo trasero color canela y también su larga polla erecta por la falta de atención.

Subiéndose de nuevo en la camilla, pero esta vez tambien encima del regazo de Jungkook, lo besa con pasión comenzando a mover sus caderas logrando que su polla al igual que la de Jungkook se toquen entre ellas. Sin despegar los labios de los contrarios, hacen que los movimientos de sus caderas se vuelvan un poco mas rápidos, sacandoles gemidos a ambos por lo deliciosa que se sintió la acción.

Volviendo los besos más fojosos y los movimientos mas eroticos, desespegan sus labios logrando que una cantidad de saliva cayera entre ellos.

Parando todo movimiento, Jungkook se levanta de donde estaba recostado y hace que Taehyung se posicione boca abajo en la camilla. Posicionandose encima de él, separa los glúteos del más moreno para observar bien ese anillo rosado que lo llama cada vez que se cierra y abre, lamiendo y llevando su dedo índice en él, lo presiona logrando que Taehyung gima bajito por la acción.

Sin más,  mete su dedo hasta el fondo, logrando que llegue hasta su nudillo y también que Taehyung gima sin ningún filtro en su voz. Sacando su dedo de ese cálido interior, vuelve a repetirlo las veces que quiera, ahora siendo tres dedos los que tocaban ese punto dulce en el interior de Taehyung.

Sacando los tres dedos, ve como ese anillo se cerraba por la falta de que algo lo llene, y es donde entonces alinea su falo en el agujero del castaño.

Con voz suave, pero a la vez ronca dice:

- ¿Estas preparado, precioso?- separa más las nalgas de Taehyung para tener una mejor vista en como la cabeza de su pene roza contra la entrada palpitante.

- Desde el momento en que te vi- contesta este, mirándolo sobre su hombro con ojos depredadores y brillantes, iguales a los de un tigre mirando su presa, aunque la situación era al revés.

Entonces sin pensarlo dos veces, Jungkook comienza a adentrarse en ese húmedo agujero lentamente, expandiendo esa cavidad cada vez más hasta adentrar todo su falo; dándole una abrumadora y abrazadora sensación.

Ese era el lugar en donde debía permanecer, ahora y siempre.

Taehyung sin poder aguantar la sensación de ser llenado, abre la boca como una "O" sin poder emitir palabra alguna, ni siquiera pudo prepararse mentalmente para lo que se le vino a continuación. Sintiendo como ese largo y ancho falo sale completamente de él y como vuelve a entrar en un golpe en seco. Logrando que de su garganta salga un fuerte gemido el cual le da ánimos al otro a seguir adelante.

Mete y saca, cada vez más rápido, cada vez más fuerte. Viendo como ese ano se expande cada vez que entra en él y en como se cierra cada vez que sale de su interior, y eso logra excitarlo de sobre manera.

Tomandolo de las caderas y subiendo más su trasero hacia su cadera, remate contra él una y otra vez. Sin importarle ser brusco contra su cuerpo. Aunque al parecer no debía preocuparse, ya que Taehyung parecía gustarle, ya que solo gemía y gemía como si fuese una perra en celo cada que golpeaba su punto "P", volviendolo loco.

Dándole la vuelta para observar mejor esa carita roja y sudada por el ejercicio, ojos cristalinos por la estimulación y esos gemidos que se podían catalogar como música celestial, Jungkook vuelve sus movimientos cada vez más lentos para desesperarlo y así lograr que le pidiera por más.

- ¿Qué pasa nene? ¿Quieres más? Entonces ruegame por más. exige Jeon, sus caderas moviéndose lentas.

- H-hyung por favor, quiero m-más.

- Dilo más alto, di que eres la perra de hyung.

Para obtener su deseo, Taehyung no le importaba ser denigrado, así que gritando – ¡Soy la perra de hyung! intenta follarse contra el falo del contrario, siendo detenido por las grandes y fuertes manos de este, las cuales le dan un azote en cada nalga.

- ¡Más alto! ¡Vamos, vamos!- comienza a golpear sus nalgas cada vez más fuerte, hasta dejarlas de un color rojo vivo.

- ¡SOY LA PERRA DE HYUNG!- dice con toda la fuerza que le queda, adolorido por los golpes recibidos en sus glúteos.

Sin importarle en ser brusco o no, Jungkook toma sus largas y suaves piernas canelas hasta la altura de sus hombros, dejandolas en los mismos y lo jode con fuerza y brusquedad, como si se dedicará a ello en su vida, como si fuese una meta o una vocación para vivir, aunque para ellos si lo era y tal vez en un futuro lo seguirá siendo.

Marcando todo su cuerpo con chupetones y mordidas, dejando en claro que en esa noche era suyo, en esa y en todas las siguientes. Mordiendo y succionando sus pezones cafecitos, arrancandole gemidos, gritos y jadeos a esa dulce y obscena boquita.

Taehyung lloriqueaba y retorcia por el dolor que le ocasionaba su erección por su ya ansiada liberación. Su conciencia ya se encontraba perdida en lo más alto del cielo.

- H-hyung, ya no aguanto más- gimió el castaño cuando los embistes del pelinegro llegaron más a fondo con cada arremetida. Su miembro se sentía explotar.

- V-vamos nene, solo aguanta un poco más.

Los dos se sentían desfallecer por todo el placer que sus cuerpos contenían. Sudados en exceso pegaron sus bocas para un nuevo beso, ni siquiera parecía uno; era desordenado, sucio y más que nada se comían la boca del otro, saciando su hambre.

Taehyung, sin siquiera tocarse se corrió, se dejó ir por el violento y delirante orgasmo que le recorrió el cuerpo entero.

A pesar de que ambos ya se encontraban más que exhaustos, Jungkook seguía rematando en su interior, haciendo lloriquear al pobre castaño por la sensibilidad y la sobre estimulación.

Después de unos minutos Jeon se liberó en su interior, llenandolo con todo su esperma, marcandolo como suyo. Cayendo sobre el castaño sin llegar a estriparlo, olfatea el olor a vainilla que desprende el cuerpo de este. Los dos se encontraban pegajosos y sucios por todos sus fluidos corporales.

Descansando por todo el esfuerzo físico y toda la energía desgastada minutos atrás, Jungkook se reincorpora sobre el cuerpo inerte del castañito, tomando de nuevo su posición anterior.

- Y dime mi lindo Taehyung, ¿Aguantarías otra ronda más?- le dice sacandole un gemido quebradiso al castaño por la repentina embestida que le da en su interior.

- C-claro que sí, todo por mi hyung- dice regalandole unas de sus preciosas sonrisas geométricas.

Todavía en su interior, Jungkook comienza las embestidas para una nueva ronda de sexo. Así perdiéndose en esa burbuja llena de lujuria y placer que conformaban ellos dos, de la cual no van y tampoco querían salir en esa noche.

Esta noche será eternamente larga para disfrutarla.

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