El motochorro del amor es una persona tóxica. Cuando digo eso, no me refiero a son personas cascarrabias y con mal genio, son tóxicos en el sentido que andan por la vida minimizando al otro, sin razón alguna, porque si.

El motochorro del amor siempre le gusta manipular y cuando son rechazados se acobardan diciendo:
" Es que tú y yo no tenemos nada en común" o " Sos de un signo zodiacal que es incompatible con el mío" o
" Presiento que no es posible nuestro amor por culpa de tu pasado" o "Prefiero a alguien sin hijos".

Partamos que todos somos, por lo general, sociables por naturaleza. Nos gusta intercambiar ideas, recibir consejos o elogios y tener una interacción amena y confiable. Por ello, es mejor tener precaución, porque los motochorros del amor utilizan hasta las más sofisticadas estrategias.

No nos permitamos que una persona tóxica, agregue estrés y malestar psíquico.

¿Quién es inmune a las trampas de los motochorros del amor?

Eso depende de cada uno, hay personas que se enamoran con un solo parpadeo. Lo cierto que estos embustes pueden arruinar nuestra perspectiva de vida, rompiendo los lazos afectivos con nuestras familias y amigos.

¿Un perfil tóxico puede llegar a envenenar?

Seguramente, se puede entender y ramificar muy rápido en cualquier momento de flaqueza. El ser humano no nació tóxico, es algo que se estuvo incorporando paulatinamente y se centró como una conducta de efectos negativos, que consiguen afectar a los demás.

¿Existe el amor tóxico?