A veces hay que luchar. Tomar el toro por las astas y no rendirse. Reunir coraje y juntar en un mismo acto, toda la fuerza para vencer a las adversidades que nos afrontan diariamente.

Hay momentos históricos en nuestras vidas donde tenemos que ser felices con lo que tenemos.

Abandonar las certezas y no mirar atrás, dejar de pensar en que nos evoca el pasado.
Porque un día podremos estar de pie en un escenario diferente y singular, y tendremos que dejar todo atrás.

Sé que asusta transitar por la vida cuando todos los días se tornan oscuros y sombríos. Cuando la incertidumbre y la desventura hacen que la ansiedad se multiplique.
Puede que un día el mundo cambie y se vuelva vertiginoso, y dejemos de bucear en un océano lleno de agonías.

¿Creés en el destino?