
Capítulo 7
Y cuando las cosas empezaban a marchar bien en casa, las cosas se complicaron en el trabajo de Max.
— El jefe quiere verte Max— le dice su compañero de trabajo algo preocupado.
Max asiente y va directo a la oficina de Mickey, se saludan y hablan un poco de sus hijos.
— Eso es confidencial mini Goofy, es la primera ronda de despidos— le paso la lista y suspiro un poco aliviado al no ver su nombre ahí.
— Tu trabajo es decirles, no me importa si te odian o no, hazlo— con eso Max se le cayó la sonrisa que traía y ahora sus compañeros lo odiaban.
Al llegar a casa Bradley lo notaba algo distraído y Noah también.
— Papá Max...¿por qué el esqueleto no cruzo el camino?— sonríe y Max mira a Bradley para que le ayude.
— ¿Por qué cielo?— sonríe hacia su hijo.
— Por qué no tenía agallas— sonríe y empieza a reír e igual Bradley pero Max no se reía.
— Papá Max tengo otro...— tratando de animar a su padre pero Max estaba cansado ese día demasiado cansado.
— L-lo siento cachorro no está noche— suspira y se levanta— Gracias amor por la comida— se va directo a la habitación dejando a Bradley y Noah confundidos por la reacción de Max.
Bradley sonríe por la idea que le acaba de llegar para animar a Max, agarra algunos bocadillos y van a la habitación.
Noah sonríe y Max no puede resistirse, lo hace sentir mejor esas cenas improvisadas.
— En halloween papá Max se disfrazó de lápiz— sonríe y Noah ríe divertido— y yo le seguí, fui el borrador—.
— Yo sé todo sobre lápices pero había uno que dejó sin palabras, cuando me enamore de papá Bradley, ¿sabes qué hice?, trate de molestarlo para llamar su atención— sonríe nervioso hacia Bradley.
— ¿Por qué lo molestabas si te gustaba?— pregunta curioso.
— Por qué tú papá había perdido ese día la competencia de skateboard por hacer trampa y me gustaba verlo enojado— Bradley le da un codazo que hace reír al pequeño.
— Pásame ese cuaderno corazón— le señala el que estaba atrás de él— escribí toda nuestra historia aquí, con el mismo lápiz— suspira— y... pensar que ya no los van a fabricar.
— ¿Y por qué no haces uno nuevo?— los mira— Papá Bradley puede dibujarlo y tú crearlo— sonríe y se levanta— me voy a dormir, buenas noches— sonríe y les tire un beso.
Ambos alfas se miran sin entender que acaba de pasar.
Actualidad.
—¿Cómo le dices a tu hijo que no todo es posible?, si tiene tanta fé en ti— suspira y mira a Max.
— Así que esa noche no dormimos para nada intentándolo por nuestro hijo— sonríe.
Septiembre.
No pudimos dormir por días, Bradley empezó hacer bosquejos y Max a tallar.
Bueno resulta que no éramos los únicos haciendo algo pero ambos tuvimos la idea de hacerlo con hojas.
Hasta que lo conseguimos.
—¡No puedo creer que lo hicieron!, ¡Son increíbles!— decía el niño pequeño agarrando el lápiz y saltando de lado a lado.
Actualidad.
La beta niega con la cabeza tratando de analizar mejor la historia— ¿Esperan que les creamos que hicieron un lápiz a base de hojas?—.
— Si— sonríe Bradley.
— Recuerden que si algo de su historia no coincide, lo investigaremos a fondo— se cruza de brazos la beta.
— Está bien— asiente Max con la cabeza para seguir narrando.
Septiembre.
Ese día era Lunes, día de llevar a tu hijo al trabajo y primero se fue con Bradley el pequeño Noah.
Era un día importante en el museo ya que había hecho el retrato del dueño del establecimiento.
Noah vio el retrato y vio a su papá Bradley para negar con la cabeza, claro que no le había gustado nada el retrato.
— Quiero tu opinión jovencito— lo mira desafíante.
Noah no se dejó intimidar— No me gustó para nada—.
— Eres honesto al menos— gruñe levemente y mira el retrato.
— Noah es muy honesto— susurra Bradley.
— El retrato fue hecho por un renombrado artista y el costo fue muy alto— suspira.
— Yo lo hubiera sin cobrar— sonríe Noah.
— Noah— le regaña Bradley.
El jefe de Bradley que era un alfa muy mayor alza una ceja y mira a Noah— ¿Estás sugiriendo que lo harías mejor?—.
— Tal vez, podría intentarlo— sonríe.
— Tienes muchas agallas omega— sonríe y le pasa un lápiz.
— Emm señor, como su padre le recuerdo que Noah solo tiene 10 años y....— agacha la cabeza al ver la mirada enojada de su jefe.
— Bradley de Goof ¿no tiene trabajo que hacer?— le gruñe y Bradley sale corriendo inmediatamente de ahí dejando a Noah con su jefe.
Noah mira al gran alfa y le quita los anteojos, le arregla mejor el cabello, sonríe para sentarse a dibujar el retrato de él.
Pasa una hora y Noah a un no termina el retrato pero algo le incomoda en su calcetín para solo sacar otra hoja de su pierna.
Hasta que entra Bradley con tazas de té y mira impresionado el retrato de su hijo hacia su jefe.
— Es asombró cariño pero...borra eso— le señala una parte y Noah niega con la cabeza.
El jefe se para y observa al niño trantando de no gruñir ese instante.
Actualidad.
— Noah era realmente muy honesto y también tenía la habilidad de Picasso pero...— mira a Max tratando de no reír.
— Dibujó cada detalle, incluso la calvicie que nadie nombra o hacia referencia— se le escapa una ligera risa al recordar como le contaron ese día la anécdota.
Septiembre.
El jefe manda a traer a los demás empleados para saber si opinión sobre él.
— Señor Goof dígame qué más tiene que decir— le sonreí y Bradley estaba demasiado nervioso pero su hijo lo anima a decir la verdad.
— Bueno creo que los trajes a rayas son horribles, el uniforme que tenemos es un muy oscuro, el único chiste que cuenta no es gracioso, nadie puede ver el arte que hay aquí por qué todo es muy oscuro, y esperaba unas felicitaciones por qué sabe lo frustrante que fue tener a Noah con nosotros y he tratado de quererlo pero ni con todo el dinero del mundo, lo logré— suspira mas relajado.
Actualidad.
— Y así fue como mi esposo perdió su trabajo— hace una mueca viendo a Bradley.
— No me arrepiento de lo que dije la verdad— suspira.
Septiembre.
Después tocaba el turno de Max de llevarlo a la fábrica de lápices, le estaba enseñando cuál era su trabajo ahí y Noah estaba muy emocionado por ver cada imperfección de los lápices.
Max sintió que podía hacer todo si Noah le sonreía cada noche, entonces tomo una bocada de aire y fue donde Mickey para darle su gran idea.
— Señor...¿tiene un minuto?— sonríe nervioso.
— Claro que no— le gruñe pero después ve su cara con ilusión— bueno ya que...capaz hoy todos nos quedamos sin trabajo—.
— ¿Y si hacemos un nuevo lápiz?— sonríe más confiado y saca su libreta dónde estaba el borrador.
Mickey comenzo a escuchar la idea con atención y Noah no podía estar más feliz por su padre.
Para el sábado tenían un torneo importante de skateboard pero claro Noah aún era un novato y sería el reemplazo por si alguno llegaba a lesionarse.
Marcus había asistido al evento para ver a su nieto y se acercó a Bradley el cual empezó a gruñir levemente al sentir su aroma.
— Así que mi nieto también le gusta skateboard....¿en qué competencia va a salir?— pregunta curioso.
Bradley respira profundo y mira a su papá— El aún está descansando, no sabemos en qué competencia saldrá—.
— Bueno tengo bastante tiempo para verlo entrar— sonríe.
Bradley lo mira confundido— Me sorprende que estés aquí, jamás fuiste a una de mis competencias—.
— Claro que sí pero cuando iba no competias— mira a Noah— oh creo que ya va a entrar—.
Bradley también mira en dirección a Noah que estaba pasando un vaso de agua a P.j el cual estaba más estresado de lo normal.
— ¿Es el chico de las aguas Bradley— lo mira un tanto molesto.
— No...estoy tratando de trabajar con el todo lo que implica el skateboard— suspira y Marcus procede a irse del lugar.
Bradley miro a Noah, y volvió a sentir el abandono de su padre pero ahora él tenía un hijo, el era más importante que su padre.
Regreso a sentarse junto a Max el cual le dio un beso en la mejilla para tranquilizarlo, sabía que ver a Marcus lo ponía triste o de mal humor.
Por otro lado Noah era bastante feliz siendo el chico de las aguas, les daba palabras de aliento al equipo y siempre tenía agua fresca para todos.
Pero...había algo que Noah no nos había contado..
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