
Capítulo 4
Actualidad.
Ambos alfas se limitaban a reír por recordar ese día que encontraron a Noah.
— ¿Entendieron la historia por dónde va?— pregunto el pelicastaño algo nervioso.
— Hay peores historias pero señores, tik tak, tik tak— señala al reloj.
— Está bien— suspira Max y vuelven a narrar la historia.
Septiembre.
Para la mañana Bradley había amanecido abrazando al niño como si su vida dependiera de eso, y Max se había dormido en el sillón para cuidar el sueño de ambos.
Empezaron a tocar el timbre de la puerta y Noah despertó, seguían tocando pero ambos alfas estaban profundamente dormidos, se removió un poco para liberarse del agarre de Bradley para ir a abrir la puerta.
El niño aún algo dormido abrió la puerta— Hola— sonríe.
La señora que había estado tocando la puerta sonríe y le regresa el saludo— Hola pequeño— lo mira con curiosidad parecía la copia de Max y Bradley.
Bradley comienza a buscar a Noah entre la cama y se despierta asustado al no sentirlo cerca, Max se despierta con el ruido que había abajo.
Ambos alfas se miraron asustados y salieron corriendo hacia la puerta.
— Oh yo llegue ayer en la noche, específicamente del jardín— sonríe.
La señora aún lo mira con curiosidad y ve bajar a Max con Bradley aún en pijama.
— Oh creo que ya se conocieron— sonríe nervioso y esconde al niño atrás— ¡Max!— lo llame y sigue sonriendo.
— Creo que no se acordaron de que...— Max agarra al niño rápidamente y Bradley cierra la puerta.
Lo llevan arriba y buscan más ropa para presentarlo, igual Max busca ropa para ellos dos.
— Yo me encargo de vestirlo, viste rápido— señala a Max y va a vestir a Noah— verás todos los niños que verás salieron de sus madres, mientras que tú...—.
— Salí del jardín— sonríe orgulloso
Bradley un poco preocupado suspira— Creo que tendremos que omitir ese tema y el de tus hojas— le saca la camisa y le pone una de el con su chaleco que aún le quedaba algo grande pero ya crecerá.
—¿Por qué?— lo mira curioso.
— Quizás algunas de esas personas no lo entenderían, ¿entendido?— sonríe y va por un peine para peinarlo.
— Entendido— sonríe.
— Bien, hoy conocerás a muchas personas— sonríe nervioso y termina de darle los últimos detalles para el irse a vestir.
Mientras que Max toma aire y salió hacia el jardín donde estaba toda la familia de él.
— Hola a todos....emmm me alegra que estén aquí— todos se quedan en silencio y van a ver qué decía Max—todo tiene una explicación, para nadie es un secreto que buscamos tener una familia y...buenas noticias— ve a Bradley salir con Noah— se llama Noah y por favor no hagan muchas preguntas— sonríe va a dónde su esposo para ir juntos los tres.
Elizabeth que era la señora que había estado tocando la puerta sonríe a Bradley y se le acerca— ¿Cuántos años tiene?, ¿De dónde vino?, ¿Y cuando pensaban decirnos?—.
— Fue algo repentino y un milagro por así decirlo— sonríe y sigue cortando la fruta.
— Oh...pensé que querían ya saben, un hijo de ustedes digo se parece bastante pero ya sabes algo tuyo— tratando de no molestar al alfa ya que el no tenía muy buen carácter.
— A penas lo ví y fue como si fuera mi cachorro— sonríe y mira la hermosa imagen que tiene al frente, Max enseñando a aprender el asador a Noah, deja a Elizabeth y se acerca a su esposo.
—¿Creés que nos creyeron?— sonríe nervioso.
— Si, nadie hace preguntas incómodas respecto a él, incluso dice que se parece a nosotros— sonríe y ronrea al tacto de su cachorro.
Bradley frunce el ceño al ver quién llega— ¿Quién lo invito?— gruñe levemente al ver a su padre ahí, Elizabeth era su hermana y no tenía problemas pero su padre era otro nivel.
— Pensé que no vendría— sonríe nervioso y ve a su esposo enojado acercarse a su padre.
Noah sin pensarlo fue con Bradley a saludar al señor que vino.
— Hola...— Bradley trata de no sonar tan molesto por qué sintió a Noah atrás de él.
— Hola...— su padre responde un poco seco y ve al niño atrás de él y lo mira curioso.
— Noah es el mi padre— tratando de sonar amable.
— Hola abuelo— sonríe emocionado y sale de atrás de su padre para que lo vea mejor.
El señor sonríe nervioso por aquellas palabras— Puedes decirme Marcus— el niño asiente y va a dónde su papá Max que lo llamaba.
Marcus gruñe levemente a Bradley para que le dé una explicación de por qué un niño le decía abuelo.
Max el agarra la mano a Noah y va a dónde estaba su familia— Mira Noah es el mi papá y su esposa, Goofy y Sylvia—.
— Hola hombrecito— extiende su mano y Noah sonríe divertido.
— Hola hombrecito viejo— ríe levemente, Max se asustó por un momento pensando que sacaría la risa de ellos.
Goofy se quedó un poco confundido y lo observo curioso— ¿Te dijeron que fui el primero en poner mermelada y crema de maní a un sándwich?—.
—¿Te dijeron que yo admiro mucho trabajo?— sonríe y Max no puede evitar reír con Sylvia, Noah se fue corriendo de ahí a presentarse a los demás.
Bradley fue por una pelota que había pedido su papá quería jugar con los niños de la familia de Goofy.
Iban a jugar a quemados, Max le dió una breve introducción a Noah sobre que trataba el juego y creen que lo entendió.
Bradley estaba preocupado por Noah encerio no entendió de que trataba el juego y Max no podía intervenir por qué su suegro le había gruñido a penas y se acercó.
Mientras Bradley trataba de no ser grosero con su hermana, sabía que no estaba de acuerdo con la adopción pero tampoco era para ser tan cruel con sus comentarios.
Se despeja un poco el cielo, haciendo paso al sol y Noah extiende sus brazos haciendo que el juego parara.
— Ves no es un niño normal— le susurra Elizabeth a Bradley el cual le gruñe levemente para que se detenga.
Estuvieron asi un rato hasta que apareció una niña rubia de ojos verdes, Noah sonríe nervioso al verla y cuando estaba por dar un paso, ¡pum! la pelota lo tira al suelo.
—¡Noah!— Bradley corre preocupado por Noah y Max se pone adelante de ellos para empezar a gruñir.
— Por dios no empiecen— suspira Marcus por el drama que estaban metiendo.
Bradley niega con la cabeza y tranquiliza a Max para que no empiecen una pelea.
Actualidad.
— A ver pero, ¿Que dijo tu padre Bradley al golpear al niño con hojas en las piernas?— pregunta un poco confundida.
— Yo no le dije nada— suspira Max.
— Y-yo prometí ser diferente a mi padre, que sería mucho mejor que ese hijo de...— Max le toma de la mano para hablar el.
— Bradley prometió ser mejor padre que el suyo, era un padre ausente— sonríe nervioso, puede sentir la molestia de su esposo.
— ¿Y usted qué decidió señor Goof?— mira a Max.
— Y-yo decidí que tenían que tratar a nuestro hijo como un niño normal, por qué eso era o iba hacer— agacha la cabeza y continúa con la historia.
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