¿T/N Cargill? ¿T/N Potter?

¿Quién era ella?

¿Una niña normal? ¿Una bruja?

¿La hermana del famosísimo Harry Potter? ¿O la hija de un empresario?

–¡T/N! - grito su madre. - Te llegó una carta.

–¡Voy! - respondió ella.

COLEGIO DE HOGWARTS MAGIA Y HECHICERIA:

Director: Albus Dumbledore

Querida señorita: T/N Potter.

Tenemos el placer de informarle que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Por favor, observe la lista del equipo y libros necesarios.
Las clases comienzan el 1 de setiembre.
Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Recuerde que tendrá un examen para adelantarla de curso, sabiendo que llevó educación en casa.

Muy cordialmente.
Albus Dumbledore.

¿T/N...Potter?
Ah, cierto... El apellido de mi hermano.

–Mamá, es una carta de Hogwarts. - dijo T/N.- Quiere que confirme si iré a la Academia.

–Hija... Dime algo. - pregunto su madre.- ¿Te gustaría ir?

–No quiero dejarte, ¿sabes? - susurro ella. - Siempre estuvimos juntas.
Pero me hace tanta ilusión ir, no es lo mismo que aprender en casa.

–Tienes razón. - sonrió su mamá. - Seguro conocerás muchos amigos nuevos.
Unos libros no te enseñaran todo.
Yo estaré bien, hay que alistar tus materiales.

Sus conocimientos no eran tan básicos como muchos creían.

Cuando descubrió que podía hacer magia, se emocionó tanto que se puso a entrenar.

Era muy disciplinada, y eso le ayudó a mejorar bastante.

Había comprado varios libros del callejón Diagon.

Muchos de ellos recomendados por el mismísimo Albus o Hagrid.

Sus padres la apoyaron bastante, y decidieron implementar un cuarto para que ella estudie.
Haga pociones, aprenda a volar, etc.

En verano, su hermano Harry iba a verla a la mansión y le enseñaba muchas cosas que él había aprendido en la escuela.

Ella, escuchaba atentamente todo y luego, practicaba.

Agradecía que sus padres tengan dinero, pues tenía privacidad completa, un espacio grande para volar en escoba y otro para hacer pociones.

Estaba feliz con sus avances, pero al mismo tiempo nerviosa.
No sabía si podía igualarse a los Magos que llevaban estudiando ahí, 3 años en Hogwarts.

Ella era consciente de sus conocimientos, sabía muchísimos hechizos, había preparado un montón de pociones, y volaba a la escoba perfectamente.

Pero una parte de ella, moría de miedo... Miedo a fracasar en el examen.

Él día se acercó y ella estaba tensa, preocupada.

–Lo harás bien T/N.- sonrió su madre. - Eres mi hija.
Y... No te olvides que por más que estés en Hogwarts, debes continuar con tus labores.

–Si mamá, no dejaré de hacer ejercicio y practicar mis líneas de baile. - sonrió ella.

–Y tus ejercicios de ajedrez, ah, y tu estudio en matemáticas y letras. - respondió su mamá. - Puedes ser una Maga, pero también eres "muggle".

–Ya se mamá. - río T/N.- Estoy llevando un montón de libros, los terminaré sin problema.

–Te extrañaremos mucho mi vida. - susurro la mayor. - Te queremos, y siempre estaremos en contacto.
Cuídate.

–Adiós mamá. - sonrió ella. - Mandale saludos a papá. Y dile que me escriba cartas cuando pueda.

Si, su ocupado padre... No pudo despedirla correctamente, pero ella sabía... Qué él la quería mucho, con eso le bastaba.

Ingresó al tren y sensaciones nuevas pasaron con ella.

No se encontró con su hermano, seguro iba en otro vagón.

–Disculpe... - pregunto la castaña. - ¿Me puedo sentar aquí?
El tren esta lleno.

Mentira, no quería buscar más asientos.
Solo se quería sentar en el primer sitio disponible que vio.

–¿Y tú quien eres? - preguntó.

–Soy T/N Cargill, un gusto. - sonrió ella.- ¿Tu eres?

–Draco Malfoy. - sonrió él.- Y no, este espacio es solo para Slytherin.

–Yo aún no pertenezco a una casa.- mencionó T/N.- Pero no importa.
Adiós, Draco Malfoy.

¿Así que ese era el tipo que molesta a mi hermano?

No se ve tan malo después de todo.

–Oye.- dijo él cuando ella salió del vagón. - Es de mala educación dejar a alguien cuando quiere hablar.

–Oh si. Disculpa. - dijo usando sarcasmo. - Pensé que no entraba nadie que no sea Slytherin.

–Puedo hacer una excepción. - dijo Draco. - Me das curiosidad.
Nunca había visto a una bruja que no tiene casa.
Eres bastante mayor, no me digas que entras recién a primer grado. - se río él.

–Ah, no molestes Malfoy. - respondió ella. - Soy nueva aquí, es lo único que se.
Tomaré un examen o una tontería así.

–Veamos que tan buena puedes ser. - dijo Draco.

–Lo suficiente para igualarte o superarte Malfoy. - respondió divertida la castaña.

–Todos a sus asientos por favor. - dijo una voz a través del micrófono.

T/N solo siguió a Draco y ambos se sentaron juntos.

–¿Tus padres son Magos? - preguntó él.- No había escuchado tu apellido.

–Ah, bueno... - susurro T/N sin saber que responder.
Ella sabía el desprecio que él tenía por los muggles, y no quería que la sacará del vagón, que pereza. - Si, son Magos.
Pero... Murieron, y me adoptaron unos muggles.

–¡¿Te criaron unos muggles?! - pregunto Draco con algo de desagrado.

–Bueno, ¿no creo que importe realmente o si? - respondió ella. - Después de todo, lo que importa es la sangre, ¿no?

–Tienes razón. - respondió Draco. - Después de todo, tus padres son Magos.

Un silencio algo incómodo se poso en la habitación.

–Bueno, ellos son. - dijo Draco.- Goyle y Crabble.

–Un gusto. - sonrió la menor. - Creo que ya me presente.
Soy T/N Cargill. Espero llevarme bien con ustedes.

–¿Cuántos años tienes? - pregunto Crabble.

–Tengo 15, pero este año cumplo 16. - respondió ella.

–Ja, eres menor que yo. - dijo Malfoy.

–Pues si. - río T/N.- ¿Algún problema Malfoy?

–No ninguno. - respondió él observandola.

Nunca lo habían retado de una manera tan despreocupada.

–Por cierto T/N...- dijo él- ¿Sabes quienes son las familias de Magos más influyentes?

–No... ¿Me los dirías? - dijo ella.

–Ja, que ignorante. - respondió Goyle.- ¿No sabes qué el joven Malfoy es de las mejores familias aquí?

–Silencio Goyle. - replicó Draco. - Y si, mi familia es la más poderosa.
Los Malfoy y Los Black.

–¿Black? - pregunto T/N.

–El apellido de mi madre. - respondió él.

"Suena un buen apellido" Pensó ella.

–En el Reino Muggle. - dijo ella. - Mis padres también son influyentes.
No creas que es una comparación, simplemente se como se siente estar a la expectativa de las personas.

Crabble y Goyle la miraron dudosos... ¿Expectativas? ¿A qué se refería ella? No creían que a Draco le importara mucho eso.

Por su parte él la miro sorprendido, y por primera vez en mucho tiempo... Se sintió comprendido.

Con unas solas palabras, ella logró hacer lo que nunca otros pudieron

"Mostró que podía comprender a Draco Malfoy"