Las cosas se habían acomodado en la vida de Jungkook y Jimin.

Porque ahora, tenían la certeza de que nada les arruinaría sus planes,, ahora podían estar seguros y tener una vida tranquila.

Porque Jungkook no iba a negar que JoIn representaba un problema para sus vidas, pero ahora, que el alfa ya estaba pagando por sus crímenes, no había porque restringirse en ciertas cosas. Ahora podían salir a cualquier lugar sin el temor de que algo malo podía pasarles.

Además, estaba feliz, muy feliz, mirar a su omega siendo la persona más feliz del mundo era todo para el. Jimin mantenía una sonrisa siempre en su rostro, se sentís más animado y extrovertido.

Cada vez que lo miraba se prometía así mismo hacerlo feliz y hacerlo sonreír siempre. Cuidarlo protegerlo.
Y mucho más ahora que estaban a la espera de su primer cachorrito. Es que Jungkook era el ser más feliz y dichoso, no solo tenía a su lado el omega más hermoso, con un corazón de oro, ahora venía en camino esa personita qué se convertiría en su todo, al igual que Jimin.

Él se encargaría de hacerlos felices a ambos.

Y ahora, Jungkook estaba por disfrutar una de las etapas más lindas, el embarazo de su omega. Su madre le había dicho que el embarazo de un omega era versátil, al momento Jimin podría estar feliz y siendo la una masita, pidiendo sus antojos raros, pero iban a ver momentos donde su omega se sentiría mal, lloraría, se enojaría, lo dejaría durmiendo en el sofá, y en los peores casos, fuera del nido.

Pero Jungkook estaba dispuesto a soportar de todo, a complacer a su omega y hacer las cosas como se las pidiera.

Como justo en ese momento, su omega ya tenía tres meses de gestación. Su pancita no era tan notoria, pero Jungkook esperaba ansioso el día en que creciera.

Su omega le estaba pidiendo fresas con chocolate, y había sido muy específico en pedir chocolate amargo, tal y como su aroma.

Así que Jungkook buscaba como loco el chocolate amargo, y se estaba desesperando al no encontrarlo, había de varios, pero no del amargo.

- Alfa -Le llamó su omega, Jungkook dio respingo, Jimin había ido a buscar las fresas mientras él iba por el chocolate

¿Como le decía a su omega embarazada que no había chocolate amargo?

Lo miro a los ojos y le pidió a la luna piedad.

- Ángel...

- Mira las fresas, están enormes y se ven jugosas. ¿Y el chocolate? -Pregunto.

- Bueno... Mi amor, creo que no hay chocolate amargo.

La sonrisa de Jimin se borró. ¿Como que no había chocolate amargo?.

- Pero hay de este. -Le mostró del chocolate normal. -Mira, también hay con nueces.

- Pero yo quiero amargo -le dijo con un notable puchero. -Así como tu aroma alfa.

Los ojos de Jimin se pusieron acuosos, no quería hacerlo llorar.

- Cariño, podemos ir a otro lugar si quieres, pero no llores. -Le consoló Jungkook abrazándolo y Jimin lloro más.

- Es que quiero chocolate. Pero no se porque me dieron ganas de llorar. Es tonto estarlo haciendo por eso.

- Claro que no. No es tonto.

- Sí lo es. ¿Quien llorar por que no hay de su chocolate favorito? -

Jungkook solo consoló a su omega, las hormonas le estaban afectando así que no jugaría a su omega.

- ¿Le sucede algo a su omega? -la presencia de una omega anciana los interrumpió.

- Oh, no, él... -¿como le explicaba? -Él está en estado. -y entonces la omega entendió.

Sonrió con ternura al verlos, cuando se está así ellos tienden a ser más sensibles. El omega tenía su rostro en el cuello del alfa con un puchero.

- ¿Puedo saber porque llora? -Pregunto.

- Bueno, los antojos han sido muy concurrentes, y hoy quería fresas con chocolate amargo. Pero parece que este día no hay.- explico Jungkook muy amable.

La omega busco entre las cosas de su carrito y sonrió grande cuando encontró una barra grande de chocolate... Amargo.

Jimin levanto su cabeza.

- Tengo una barra, no se si les sirva. - extendió la barra para que el alfa la tomará.

- No es necesario.

- Adelante, tomenla. Se que su omega la necesita. Hay que cumplir todos los antojos de los omegas.

- Pero -

-Sin peros muchacho. ¿No querrás verlo triste todo el día verdad? -Jungkook negó.
- Mi alfa tendrá que conformarse con café esta noche.

Jungkook sonrió ante el último comentario. Miró a su omega que lo miraba atentamente. Le sonrió para seguido tomar el chocolate qué la amable omega le regalaba.

- Muchas gracias, no se como pagarselo. -dijo agarrandolo y haciendo una reverencia ante la anciana, Jimin también lo hizo.

Cuando ella se despidió, Jimin solo pudo ver con ojos grandes y brillantes la barra de chocolate.

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6 meses

La pancita de Jimin había crecido, y a decir verdad, demasiado, parecía que tendría gemelos.

Pero el doctor había dicho que se debía a su buena alimentación.

Amaba tocar la pancita de Jimin y besarla, hablarle a su cachorro y que este le respondiera con pataditas.

También el dormir pegado al vientre de Jimin ya era una costumbre. A lo largo de eso meses había sucedido muchas cosas.

Tanto los cambios de humores de su omega, agradecía qué las náuseas ya habían desaparecido, porque con ellas se ponía peor

Últimamente Jimin estaba con el libido a mil.

Por momentos muy descarado y en otros toda una ternura.

Pero habían otros que daba miedo, como en ese momento. Su omega estaba enojado. Muy enojado

- Jim-

-No hables. Eres un alfa malo con tu omega. No me quieres. ¿Es eso verdad? Ahora que parezco un globo ya no me deseas.

Sus lágrimas bajaban como cascada.

Jungkook negó, claro no. Ante sus ojos, Jimin era la persona más hermosa y sexy,y siempre deseaba su cuerpo.

Pero en esos momentos no podían hacer algo. Jungkook tenía miedo de lastimarlo. Y no deseaba eso.

- No es así amor. Pero debes entender que puedo lastimarte, y eso es algo que no deseo.

Le explico Jungkook, tratando que Jimin entendiera.

- Es eso. No quieres hacerme el amor por mi pancita. -dijo acariciandola.

A él le gustaba, su bebé estaba creciendo cada día más. Y muy pronto estaría con el.

- Amo tu pancita omega. Pero sabes que puede ser peligroso.

Jungkook se acercó a él, levantó el rostro triste de su omega y le dio un beso.

- Puedo hacerte otras cosas, pero no voy a entrar en ti.

Jimin puchero -Yo te quiero dentro. Por favor.

- Aunque me hagas esos ojitos no lo haré. Sabes que soy capaz de hacerte delirar sin necesidad de entrar en ti. - dijo besando el cuello de Jimin. Este hizo a un lado su cabeza para que el alfa siguiera.

- Entonces hazlo.

Empezó a dejar besos húmedos, haciendo lubricar a Jimin.

Lo despojo de sus pantalones y le quito la ropa interior, tomo el pene de su omega y empezó a masturbarlo. Jimin tenía las piernas abiertas, gimiendo cada vez que su alfa le apretaba la polla.

Busco los labios de Jungkook y lo beso necesitado. Ansiaba tenerlo entre sus piernas y penetrando fuerte su entrada.

- Ahhh.. Alfa... Tu dedos. Quiero tus dedos...-

- Está bien, lo haré, pero solo será un poco.

Jimin asintió, en ese momento necesitaba algo dentro de él, y si no sería el pene de su alfa, entonces serían los dedos largos de su alfa.

Jungkook acarició la entrada de Jimin con sus dedos, este dejo salir más de su lubricante llenando los dedos del alfa. Pero ese era su objetivo, lubricar sus dedos para que a la hora de adentrarlos, fuera fácil.

Cuando sus dedos estuvieron llenos del lubricante de su omega, empezo a penetrarlo, lo hizo con dos,
Jimin jadeo más que gustoso.

Los dedos de Jungkook empezaron a follar la entrada de su omega de una manera caliente. Aunque no los metiera por completo, para Jimin era suficiente.

El también decidió darle atención a su alfa. Así metió su manita en los pantalones de Jungkook y empezó a masajear el pene de este.

- ¿Se siente bien así?

-Más... Quiero más... - Jungkook lo hizo un poco más rápido..

Jimin gemia su nombre, las caricias de su omega también eran buenas y muy pronto iba a correrse.

- Oh alfa~no pares... -Jungkook había metido un poco más sus dedos para encontrar el punto dulce de Jimin.

Y lo había encontrado, pues este había empezado a gemir más y su rostro indicaba qué iba a correrse

Luego de unos minutos más lo hizo, ambos lo hicieron.

Jimin cerró sus ojos dispuesto a dormir. Ese orgasmo le había provocado un sueño profundo.

Jungkook se encargó de limpiarlo y ponerle unos pantalones limpios.

Se cambió el también y regreso donde su omega. Acomodo unos mechones de cabellos y beso sus labios.

Se acomodó para poder dormir junto a Jimin, el amor de su vida.

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Yo solo voy a decir que se viene la boda.
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