JunWo llego hasta su equipo de investigación, todos al ver al alfa guardaron silencio, este iba con una expresión de enojo.

- ¿Han encontrado algo? -Pregunto al beta SuJo

-No, señor. Es como si estos alfas hubieran desaparecido sin dejar rastros, o peor aún, como si nunca hubieran existido.

Había estado intentado conseguir al menos una maldita pista de JoIn y Tae. Pero como el beta había dicho en tan solo unos momentos, no había rastro de estos, como si la Tierra se los hubiera tragado.

- Comunícate con Park y Jung, que sigan vigilando las cabañas de JeJu. No sabemos que planean estos alfas, pero estoy seguro que regresarán a ese lugar.

El beta asintió y siguió con su trabajo, llevaban una semana intento encontrar a esos alfas.

Pero JunWo no se rendirá tan fácil, esos alfas morderan el anzuelo tarden o temprano.

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Jungkook ya tenía planeado a donde irían esa tarde, durante una semana habían tenido muchas citas, habían compartido demasiados momentos memorables para ambos.

Tantos besos y caricias que día a día iban sanando el corazón de Jimin. Las heridas estaban sanando con el amor que Jungkook le daba.

El amor que Jungkook le daba era diferente, no se comparaba a cuando conoció a JoIn, en su momento el alfa le gustó, pero muy en el fondo su corazón no se entregaba por completo a él. Pero con Jungkook era diferente, el amor de este era capaz de acelerar su corazón.

Sentía las miles de mariposas dentro de él, Jungkook le trataba con ternura, con amor y delicadeza.

Esa mañana de sábado se habían levantado entre besos y luego habían hecho el desayuno juntos. Jimin leía uno de los libros que Hayun le había regalado. Sintió la presencia de Jungkook a su lado.

- Hola mi hermosa flor. -Jungkook le dejo un beso en su mejilla.

- Hola Kook.

Jimin dejo la lectura y miro a su alfa. Sus mejillas estaban ruborizadas ante las palabras de Jungkook.

- Saldremos más tarde. Así que ve preparándote. -

- Creí que nos quedaríamos en casa. -Habían días donde preferían no salir y quedarse en el calor de la casa.

Esos momentos también eran únicos y especiales para Jimin, se quedaban en casa sin hacer nada.

- No. Iremos a un lugar.

-¿Me dirás? -Preguntó, Jungkook negó con una sonrisa.
-

- Aunque puedo hacerlo, si me das un beso. - le dijo Jungkook, sonriendo cuando Jimin lo miro con los ojos entre cerrados.
- Un beso cariño, y de te diré a donde iremos.

Jimin cerró su libro no sin antes marcar donde se había quedado. Se acercó a Jungkook lentamente, siempre era él quien iniciaba los besos, Jimin lo hacía pero rara vez.

Estampó sus labios con los contrarios, empezó a moverlos iniciando el beso.

Jungkook llevo una de sus manos a su cintura y lo acercó, atrapó los labios de Jimin entre sus labios y profundizó más el beso.

Cuando se separaron un hilo de saliva unía sus labios, esto avergonzo más a Jimin y Jungkook solo pudo sonreír.

- Iremos a la Torre Namsan.

Jimin lo miro sorprendido, creyendo que había escuchado mal. Había escuchado hablar de la Torre Namsan, y siempre quiso visitar Seul por eso. Pero la Universidad y el trabajo que tenia en ese tiempo no se lo permitía. Su padre le había dicho que algún día irían los tres juntos.

- ¿A la Torre Namsan? -Pregunto, solo para senciorarse de que había escuchado bien.

Jungkook asintió mirando el rostro de Jimin. -A la Torre Namsan amor. Así que ve y alistate, en unas horas nos vamos.

Jimin asintió feliz, beso repetidas veces a Jungkook y salió corriendo a su habitación. Jungkook dejó salir una risa, miro correr a Jimin. Verlo cada día más alegre solo lo hacía sentír un buen alfa. Estaba haciendo un buen trabajo y no podía estar más que feliz.

Su omega estaba sanando. Las primeras semanas tenía pesadillas, pero ahora ya no, incluso él ya no soñaba con aquella noche donde su padre murió.

La vida de ambos estaba mejorando, y Jungkook se encargaría de hacer sentir feliz y protegido a su omega.

De demostrarle su amor de todas las maneras posibles.

Miro la fecha en su teléfono y sabía que debía hablar seriamente con Jimin con respecto a sus celos.
Su celo se había atrasado y eso el algo que nunca había pasado, pero como Hayun y Tae-So le habían dicho, su celo iba a coincidir con el de su omega.

Por el momento no pensaría en eso y se encargaría de darle la mejor tarde a Jimin.

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Jimin miraba emocionado la Torre Namsan, claro que de lejos porque Jungkook había decidido tomar un teleférico para acortar el recorrido un poco, ya después seguirían su recorrido caminado hasta la torre.

- Te vez demasiado feliz. -Le dijo Jungkook, Jimin miraba el hermoso paisaje desde el teleferico,

- Siempre quise venir a la Torre Namsan. Gracias por hacer esto.

Dijo y siguió mirando el lugar.

Cuando llegaron, Jungkook tomó la mano de Jimin, la torre se miraba más cerca. Iniciaron su recorrido por todo el lugar, simplemente era hermoso.

Caminaron por senderos y enormes jardines del lugar, si por algo era conocido la Torre Namsan, era por los candados que estaban rejas de todo el lugar.

Un símbolo de amor eterno. Las parejas colgaban los candados con sus nombres en ellos, y Jimin deseaba hacer eso.

Claro que Jungkook sabía sobre esa tradición. Había comprado los dos candados con anterioridad para ese momento.

Jimin miraba los candados con nombres de las parejas.

- ¿Te parecería ridículo si te digo que yo siempre soñé hacer esto? -Pregunto a Jungkook.

- Por supuesto que no. Porque yo también deseo hacerlo contigo. Aunque mi amor ya es eterno para ti. Y no tiene que ver que seamos destinados. Te amor porque eres tú. Eres tu quien saca lo mejor de mi.

Jimin sonrió ante su alfa por las palabras.

- ¿Y si no fuera tu destinado? ¿Me seguirías amando? - Jungkook se acercó a él.

Lo miro a los ojos y sin pensarlo le respondió.

- Aun si no fueras mi destinado, te amaría con todo mi ser.Mi alfa tendría que vivir resignado porque no permitiría que te fueras de mi lado. Pero soy un alfa con mucha suerte, porque eres mi destinado. Así que, fueras o no mi destinado, mi amor por ti no cambiaría.

No dejo que Jimin respondiera y beso sus labios. No importaba que hubieran más personas solo lo hizo. Y Jimin correspondió al beso. Sin duda Jungkook era el mejor alfa.

Cuando se separaron Jungkook saco los candados, Jimin los miro emocionado. Ambos eran amarillos.

- ¿Te encantaría hacer la tradición? -Pregunto dándole un candado. Jimiin asintió. Ambos les pusieron sus nombres junto a un corazón.

Se acercaron a una reja y Jungkook sacó las llaves qué abrían los candados. Jimin no podía quitar la sonrisa que tenía en su rostro.

Ambos los cerraron juntos.

- Gracias alfa. -dijo Jimin.

Jungkook quien miraba los candados y les tomaba fotografía miró a Jimin cuando dijo "alfa".

¿Habia escuchado bien? ¿Jimin le había llamado alfa? Porque si era así, entonces era el mejor día de su vida.

-¿Me llamaste alfa? -Jimin asintió con una sonrisa.

-Mi alfa, eres mi alfa.

Y Jungkook lo beso una vez más, por supuesto que él era el alfa de Jimin, y él era su omega.

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