La confusión no me ha dejado en paz desde la tarde de ayer y todo gracias a la acción que llevó a cabo Hyunjin me ha dejado muy consternado y no sé cómo actuar. Sinceramente, no creía que el pelirosa fuera extra posesivo ya que pensaba que era una persona que no le daba demasiada importancia a los otros que se encuentran a su alrededor, pero me ha demostrado algunas facetas que no creía posibles en él.

El hecho de que no seamos nada me hace sentir demasiadas dudas porque no creo que sea de esas personas que andan marcando a todo aquel que se le pose enfrente. Dejar de lado ese suceso es mi prioridad en estos momentos puesto que debo concentrarme para no quedarme dormido. 

—Ni me mires— dijo Wang tras rodar los ojos. —La pelinegra casi le decía al director sobre mi actuación.

—No seas ridículo. ¿No te gustó el regalo que te envié?

Ayer por la noche le había enviado un costoso reloj de los cuales solamente existen diez en el mundo.

—¿Sabes que me gusta más? — negué con la cabeza a modo de respuesta. —Me gustas tú, guapo.

—¿Por qué le estás coqueteando a mi chico? — Chan posó su brazo sobre mis hombros tras colocarse a mi lado.

—¿No te gusta compartir?

—Mhm, déjame pensarlo.

No me había percatado de la presencia del pelirosa hasta que dejó caer intencionalmente la mochila a la mesa logrando que un fuerte estruendo se escuchara por todo el auditorio.

—Mi tutoría está por comenzar. Hablamos después.

Me despedí de ambos chicos y tras alejar el brazo de Chan, caminé a paso lento hacia Hyunjin que mantiene su mirada sobre el cuaderno.

Tomé asiento frente a él y saqué mis útiles de la mochila para dar inicio a las tutorías que supuestamente las requiero demasiado según el atractivo director y no debo dejar de lado el mantener muy bien oculto el hecho de que soy buenísimo en las matemáticas.

—Responde esto— el pelirosa prácticamente me lanzó su cuaderno en la cara.

"¿Qué le pasa? ¿Por qué demonios está con esa cara larga? No he hecho nada... ¿O sí?", pensé con amargura y frustración.

Decidí continuar en silencio y comencé a resolver el problema de la manera más lenta posible para no encontrarme con la mirada del pelirosa; no cabe duda de que ahora mismo estuviera como un queso con agujeros si eso fuera posible gracias a su intensa mirada.

De pronto, sentí que alguien me apretó el hombro, elevé la mirada y me encontré con la enorme sonrisa de Chan y automáticamente le sonreí de vuelta.

—Minho, ¿podrías prestarme un lapicero?

—¡Claro!

El pelirosa rodó los ojos tras colocar su mentón sobre su mano después de recargarse en la mesa.

Busqué mi lapicero en la mochila hasta que lo encontré y se lo entregué al extranjero. —Aquí tienes.

—¡Gracias! — Chan me dio un ligero pellizco en la nariz después de guiñarme un ojo y se fue.

Lamentablemente, me encontré con la mirada penetrante de Hyunjin y tragué en seco. No tengo ni la menor idea de porque siento como si hubiera cometido un enorme error que será difícil de reparar.

—¿Sucede algo?

—Nop.

—¿Estás seguro?

—Sí.

—¿Por...?

—¿Ya acabaste? — me interrumpió.
Le entregué el cuaderno y esperé con paciencia mi veredicto.

"¿Habrá algo que Hyunjin no pueda hacer?", me pregunté en silencio.

—Tuviste dos errores— el pelirosa los encerró con pluma de tinta roja. —Intentemos con estos problemas...

Me di una bofetada mental tras recordar lo que posiblemente estaba haciendo que el pelirosa estuviese molesto. Soy un completo estúpido porque consideré que no era de suma importancia, pero ahora veo que sí.

Me quité la tirita que había colocado sobre el hematoma que ha sido creado por Hyunjin y la tiré en el interior de la mochila; me quité la corbata y abrí los dos primeros botones de la camisa para que las personas puedan identificarlo y verlo con claridad.

Tomé el cuaderno que ha sido dejado en el olvido por el pelirosa y comencé a responder los problemas que ha señalado. Al parecer, he dado en el clavo tras quitarme la tirita puesto que el semblante de Hyunjin ha cambiado por completo y ahora en su rostro se puede ver la satisfacción.

—Chicos, el tiempo de las tutorías se dará como finalizado dado que el director necesita con urgencia el auditorio— anunció la pelinegra tras entrar. —Es hora de volver a casa.

La mayoría de los estudiantes suspiraron tras recibir esa grandísima noticia y comenzaron a guardar sus pertenencias.

—¿Estás libre? — la pregunta del pelirosa me ha tomado por sorpresa. —¿Qué tal si terminamos la tutoría en mi casa?

⎡👅⎦

Caminé detrás de Hyunjin hasta llegar a su habitación. No sé si he tomado la decisión correcta al momento de aceptar su invitación, sin embargo, ya no hay vuelta atrás y debo aceptar lo que venga.

No me canso de decir que el hogar del pelirosa me encanta porque es extremadamente cálido e ideal para descansar; no es demasiado grande y vacío como lo es la mansión en donde vivo. La mayor parte del tiempo me encuentro solo puesto que mi madre se va con sus amigas todo el día, todos los malditos días y no recuerda que tiene un hijo.

Por otro lado, mi padre solamente me llama cuando quiere que haga cosas terribles como las que sucedieron la vez pasada; sinceramente, estoy harto de tener que soportar su asqueroso comportamiento hacia mí, pero muy en el fondo lo único que deseo es recibir, aunque sea un poco de amor de su parte.

Tomé asiento en la cama tras lanzar mi mochila al suelo, el pelirosa tomó asiento a mi lado y sacó el cuaderno para continuar con los problemas. Sinceramente, creo que hubiese sido mejor elegir el comedor para esto y no su habitación.

Hyunjin comenzó a explicarme el problema, dirigí la mirada hacia el cuaderno y presté atención para que mi mente no divagara en otras tonterías que deben mantenerse lo más alejado de mí en estos momentos.

Miré de reojo al pelirosa y vi que estaba extremadamente concentrando en la explicación y con un movimiento rápido, lo coloqué de espaldas a la cama y me subí sobre él; coloqué mis manos sobre sus muñecas para inmovilizarlo y sonreí abiertamente tras ver su rostro cubierto de sorpresa.

—¿Qué haces?

—¿Crees que solamente tú tienes el derecho de dejarme marcas, Hyunjin? — he usado el tono más seductor que tengo dado que no puedo permitir que él crea tener el control. —Estoy totalmente seguro de que también tengo el derecho de hacerlo.

Rodó los ojos. —¿De qué...? ¡Ah!

Lamí una parte del cuello del pelirosa —al igual que él lo había hecho— y le di unos cuantos besitos antes de succionar con fuerza para crear mi propia obra de arte en su perfecto lienzo en blanco. Hyunjin cerró los ojos e hizo su rostro hacia atrás para darme mejor acceso, así que, comencé a darle besitos por el cuello y en el mentón hasta llegar a sus adictivos labios y cuando estaba a punto de besarlo la puerta de la primera planta fue cerrada con fuerza por lo que rápidamente me alejé de él y tomé asiento en la cama.

—Maldita sea— murmuró el pelirosa.

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[✐━] Capítulo publicado: diciembre 20, 2020.

[✐━] Capítulo corregido: junio 24, 2022.