⌜Hyunjin⌟

No pude evitar sentirme en el cielo cuando Minho comenzó a acariciar suavemente mi miembro que aceptó gustosamente la atención que tanto había deseado. De pronto, el pelinegro llevó mi miembro al interior de su boca y gemí al sentir el húmedo y caliente contacto en mi piel durante unos minutos que parecieron una eternidad.

—Quiero correrme en tu interior— dije mientras lo apartaba de mi miembro.

—Eso me parece bien— admitió el pelinegro sin un atisbo de vergüenza tras lamerse los labios.  —Hyunjin... ¡Mgh...! — el gemido de Minho me hizo sentir más hambre, por lo que, no dudé en continuar con mi trabajo que consiste en lamer y disfrutar al máximo del miembro de Minho.

Minho me señaló un cajón y fui hasta ese lugar para tomar el lubricante. Al parecer, ambos nos encontrábamos en el mismo canal del deseo y me alegro por ello pues deseo ser la primera vez de Minho en muchos aspectos, así como también quiero serlo para él.

Volví a la cama y vertí lubricante en mis dedos. Tras lanzar la botella, tomé el miembro de Minho con una mano y con la otra, me encargué de preparar su rosado agujero que muere por atención y que no dudó en chupar mis dedos.

—¿Podrías meterlo ya?

—Cariño...

—¡Te necesito ya mismo! — me interrumpió.

Dejé en libertad su miembro y después saqué mis dedos al asegurarme de que se encuentra listo para recibir algo más grande y grueso.

Tomé la botella de lubricante, pero esta vez, he puesto líquido en mi miembro y en su agujero para facilitar mi acceso. Lentamente, empujé hasta entrar por completo y me sentí en el cielo. 

—¿Te duele? ¿Debería parar? — le pregunté a Minho cuando escuché un quejido de dolor.

—No... ¡Mierda, me encanta!

—Lee Minho, eres mío y yo soy tuyo— dije con tono ronco mientras lo penetraba lentamente.

—Sí, sí, de acuerdo. Soy todo tuyo— murmuró entre gemidos que son música para mis oídos. —Se un poco más rudo— me pidió.

Y como me encanta complacer a mi novio, no dudé en aumentar la velocidad de las estocadas y esto generó que el pelinegro gimiera cada vez más alto pidiendo por más.

—¿Te gusta esto, bebé? — le pregunté tras ejercer un poco más de rudeza en la estocada.

—Mgh... ¡Sí!

—Se siente tan rico estar en tu interior— admití. Y sin poder evitarlo, lamí sus labios que se abrieron para recibir gustosamente mi atención.

Todo me gusta de Lee Minho y no cambiaría ninguna parte de él porque considero que es perfecto. Me encanta todo esto y espero que nuestra relación sea así durante mucho tiempo.

—Voy a...

—¡Hazlo dentro! — me exigió Minho.

No lo contuve más y me corrí en el interior de Minho, lo que me hizo sentirme en el cielo y lo mejor de todo, es que, él también se corrió junto conmigo, así que el placer aumentó.

—¿Te encuentras bien, cariño? — le pregunté tras darle un beso en su frente una vez que salí de su interior.

—¿Todavía tienes el descaro de preguntarlo algo que es tan obvio?

Hice un puchero y Minho no dudó en decir—: Me encuentro bastante bien porque me has hecho sentir muy satisfecho. Repitámoslo otra vez.

—Me dejarás seco— me quejé falsamente mientras me preparaba para un segundo round que me vendrá de maravilla porque todavía tengo mucha energía. Y una vez que he probado la delicia que es Lee Minho, no podré parar con facilidad.