⌜Minho⌟

Tan pronto llegamos a la heladería, mis nervios aumentaron puesto que no tengo ni la menor idea de lo que sucederá a continuación. Sé que no tenemos una relación, sino una supuesta amistad, pero Hyunjin no duda en actuar como si fuéramos algo más que solo amigos. No, no me importa lo que otros piensen, pero el hecho de que Hyunjin es considerado como un "estudiante modelo", no me facilita la situación.

Tengo la certeza de que las personas me señalarán como el culpable de que el príncipe Hwang haya decidido probar con hombres pues siempre soy señalado como el chico malo.

—¿De qué sabor quieres tu helado? — me preguntó el peligris tan pronto nos bajamos del auto.

—No tengo un sabor favorito.

—En ese caso, ¿debería sorprendente con el sabor?

—Está bien.

El peligris sonrió abiertamente y no pude evitar sonreírle de regreso.

Me siento cómodo cuando estoy con él y no puedo negar que, en el pasado, creía que sería un calvario pasar tiempo con Hyunjin pues tenía una idea completamente diferente a lo que estoy viviendo.

Tomé asiento en uno de los lugares más alejados del bullicio de las personas ruidosas y miré alrededor. No estaba buscando algo en específico, aun así, me encontré con verdadero oro.

Desbloqueé la pantalla de mi celular y fui directamente a la cámara; sin perder el tiempo, inicié con la sesión de fotos que serán mi salvación cuando me encuentre en un momento difícil.

—¿Qué miras? — me preguntó el peligris tan pronto tomó asiento frente a mí.

—El cielo— mentí deliberadamente —¿No te parece bastante lindo?

—Sí, es bastante lindo— respondió sin despegar su mirada de mi rostro.

Rodé los ojos. —Estoy hablando del cielo.

—Y yo de ti.

—Olvídalo.

—Hyung, acepta mi cumplido, ¿ok?

—Yo sé que soy bastante lindo, ¿por qué deberías decírmelo constantemente?

—Eres tan humilde...

—Dame eso— le ordené mientras le arrebataba el helado que ha comprado para mí.

—Estoy seguro de que te encantará— aseguró. —Por cierto, esta es nuestra primera cita, ¿cierto, hyung?

Cuando lo pensé, me sentí nervioso y abrumado, pero al escucharlo salir de su boca me hace sentir emocionado y cómodo. Todas las emociones y sentimientos positivos que estoy experimentando me provocan constantes dolores de cabeza, pero no puedo negar que me gusta.

—Supongo— murmuré.

—Me encanta tu sonrisa— confesó y rápidamente cambié mi expresión a una de seriedad. —¡Hyung! ¿Por qué me dejas deleitarme con esa hermosa sonrisa que tienes?

—¿No te cansas de decir tonterías?

—No son tonterías— se quejó —Te estoy entregando mi corazón en bandeja de oro y tu no dudas en enviarlo a la basura.

—Bien. También me gusta tu sonrisa y todo tú. ¿Ya estás feliz?

—¡Dímelo con cariño!

—Al diablo contigo— dije mientras me ponía de pie, dispuesto a marcharme, sin embargo, él me tomó de la muñeca sin ejercer mucha fuerza y me pidió que tomara asiento de nuevo.

—Me encanta tu manera de ser— admitió —Me has enamorado por completo y tienes que hacerte responsable, hyung.

Me volveré loco gracias a ese atractivo chico que es ajeno a lo discreto. Sin embargo, también tengo la certeza de que mi vida mejorará considerablemente gracias a que tendré a mi lado a una persona a la que en verdad le importo.