⌜Minho⌟

¿Y ahora qué debería hacer?

No deseaba encontrarme con él porque no es correcto.

Es bastante evidente que Jeongin no pude continuar burlándose de su mejor amigo de una manera tan cruel, así que... lo mejor es ponerle un punto final a esta absurda broma que podría tener pésimos resultados.

Después de cinco minutos, regresó Hyunjin y tomó asiento tras entregarme la bebida.

«Te haré pagar por esto, Yang Jeongin», pensé con amargura.

—Innie me envió un mensaje para disculparse porque no podrá venir.

—Sí, lo sé— dijo. —Por cierto, ¿puedo llamarte «hyung»?

¿Y ahora que moscó le picó? Está fingiendo ser amable y educado solo porque desea obtener información sobre la porrista, de lo contrario, ahora mismo estuviéramos ofendiéndonos uno al otro.

Entiendo que él desee acercarse a la porrista, pero no creía que fuera a fingir ser educado, amable y amigable conmigo solo para obtener información sobre la chica que captó su atención. Siempre hemos tenido una mala relación, pero por algún extraño motivo, me sentí cómodo con él cuando me mostró sus obras y cuando fue al partido de hockey...

—Como sea— murmuré.

—Hyung, ¿te incomoda o molesta estar conmigo?

—No, este es mi estado natural.

—Oh, ya veo.

Tan pronto me encontré con su brillante mirada, lo llamé. —Hyunjin.

—¿Sí, hyung?

Ah, estoy detestando por completo que me diga «hyung» y no se el motivo.

No puedo negar lo obvio pues el chico parece un modelo debido a que es demasiado atractivo; sus piernas son largas, su rostro tiene lo necesario para destacar, su cabello es lindo, su actitud y personalidad son tan versátiles... Es casi perfecto. No creo que sea muy inteligente cuando se trata de temas no relacionados con la universidad pues de lo contrario, se hubiera percatado de que la porrista y yo, somos la misma persona y no estuviéramos evitando toda esta mierda incomoda.

—Hablemos sobre la porrista.

La mirada del peligris se iluminó tan pronto mencioné a una persona ficticia.

¿En serio eres tan estúpido?

—Hyung, ¿le hablaste sobre mí?

No pude evitar fruncir el ceño. —No, ¿por qué lo haría?

—Tienes razón. Primero, debería acercarme por mí mismo...

—¿Eres estúpido o finges serlo?

—¿Por qué...?

—Lamento desilusionarte respecto a tu enamoramiento, pero tengo que decirte la verdad. Yo y la porrista somos la misma persona— confesé —Perdí una apuesta y me vi obligado a vestirme de porrista. Jeongin no dudó en burlarse de mí, por lo que te envió a entregarme una caja vacía...

—¿Eres la porrista? —me interrumpió.

—Sí, eso he dicho.

—Ahora tiene sentido el hecho de que te pareces mucho a ella.

—Ya sabes la verdad, por lo que deberías...

—¿Aceptarías salir conmigo, hyung?

¿Qué? Este no era el desenlace que tenía en mente.

—Hyunjin, ¿qué parte de todo lo que dije no entendiste?

—Lo entendí todo— aseguró —, pero eso no elimina la atracción que siento por ti.

Admito que esto es nuevo para mí pues nunca había recibido una confesión de otro hombre, así que no estoy seguro de lo que debo hacer o decir a continuación. ¿Por qué me he metido en este lío que carece de sentido?