𝐎𝟓𝟖┃Explosiones en el bosque
𓂃⊹ ִֶָ CHAPTER O58 (💿)GREED ISLAND.
✩。⋆ ⛓▞▞▞▞ (𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 💗✿˖°!❛ El hombre de la capa oscura...
JISOO LIMPIO LA TIERRA SOBRE SU MEJILLA CON LA MANGA DE SU CAMISETA, y se arrodilló en el suelo con cautela, detrás de un árbol. Un suave suspiro salió de sus labios, y permaneció en silencio, concentrada. La tierra bajo sus pies empezó a temblar, y sin en cuestión de segundos salto hacia otro lado, rodando por el suelo. Ahora de la tierra salía una enredadera llena de espinas, que se lanzó directo a ella con la intención de atravesarla.
Nuevamente, Jisoo salto, pero esta vez alguien apareció detrás de ella, agarrándola del brazo. Sin bajar la guardia, evitó que la enredadera atrapara su pie, y se dio la vuelta con agilidad, permitiendo a la planta seguir derecho justo frente a su usuario, quien la esquivó con un ligero movimiento de cabeza, y en ese descuido Jisoo liberó su brazo. Ahora ella estaba frente a él, con un disco dorado en su mano que amenazaba su cuello.
Una sonrisa orgullosa apareció en los labios del hombre de capa, quien lentamente empezó a levantar sus brazos. Los ojos de Jisoo se rasgaron como los de un gato, su mirada era aterradora, no necesitaba hablar para ordenar que se detenga. Rendido, el hombre frenó su movimiento, y dejó los brazos extendidos a sus lados.
― Eres buena, pero aún eres joven y te falta experiencia. ― Dijo. Jisoo acercó aún más su frisbee, tallando su cuello. Al hacer esto, solo logro hacer que el hombre riera encantado. ― Has cambiado...
― Dame tus cartas.
― Uh, convénceme de hacerlo.
Sus manos empezaron a ser cubiertas por aura, y el suelo empezó a temblar. Detrás del hombre, una gigante bestia de Nen apareció, y sin tocar a su dueño, saltó sobre Jisoo, quien tuvo que lanzar su frisbee dorado con fuerza para atravesarlo.
Le había quitado la cabeza, aun así seguía moviéndose, y luego de unos segundos su cabeza se regeneró como una rosa floreciendo. Jisoo dio un pequeño salto y lo pateó, tirándolo al suelo. Saltó sobre él, enterrándolo en el suelo, y esquivó el golpe de otra de las bestias que lanzó su puño con torpeza. Ella agarró el brazo con sus piernas y se recostó en el suelo, para luego golpearlo en el pecho y lanzarlo detrás de ella. Y así venían los ataques que ella esquivaba sin dificultad, pero que cada vez más alejaban al verdadero objetivo.
Su frisbee dorado voló por el cielo, atravesando el pecho de las bestias, hasta llegar a su mano. Sorpresivamente, para el hombre de capa, las bestias no se levantaron, y desde un árbol aplaudió.
― ¿Cómo llegaste a esa conclusión? Tienes un aspecto poco inteligente, supongo que tal vez te subestime. ― Admitió, y la ojirosa frunció su ceño con molestia.
― Bien, pues ahora es mi turno. ― Dijo, llamando la atención del hombre de capa. La pequeña asomó una sonrisa, y señaló al hombre con su mano. ― Tú, el rarito de voz molesta. ¿Has escuchado sobre el efecto mariposa?
― ¿Disculpa? ― Mariposas doradas empezaron a aparecer de diferentes partes, todas volando a una increíble velocidad hacia él. El hombre se levantó y limpió su capa. ― Por fin, algo interesante.
Las mariposas de Nen empezaron a atravesarlo, mientras que algunas explotaban con solo tocarlo. El hombre se perdió entre el humo de las explosiones, pero Jisoo no quitaba su mirada del lugar.
― No podrás ganar si no apuntas a la cabeza, pequeña. ― El hombre salió de la explosión, aunque solo se tratara de su capa, no estaba ileso. Jisoo dio un paso atrás al cruzar miradas con él y encontrar dos orbes de un hermoso color dorado.
― ¿¡Zeth!? ¿En serio vinieron a Greed Island para asesinarme? ― Exclamó, frunciendo su ceño. Su respiración empezaba a agitarse, nuevamente su cabeza empezaba a doler. Cada vez que estaba cerca de ellos. La marca en sus ojos crecía, cada vez más se parecía a los ojos que su familia poseía, solo que no eran dorados. El hombre negó rápidamente, y se acercó.
― ¿Ese perdedor? No tienes de que preocuparte, soy alguien mejor- ― No pudo terminar su palabra, pues un puño rozó su mejilla y tuvo que esquivarlo rápidamente. Levantó su mirada con preocupación, y encontró a la menor en un estado preocupante. ― Como Hisoka me dijo... Ya empezó.
Lo conocía muy bien, era algo conocido entre todos los Doragon. El aumento de fuerza era notorio, los golpes de Jisoo ahora tenían la intención de matarlo. Sus ojos parecían brillar, era como un animal viendo a su presa. Jisoo empezaba a liberar la naturaleza sellada junto a sus recuerdos.
La joven no frenaba sus ataques, cada vez eran más rápido y mortales, pero para alguien como él no era un trabajo difícil. La verdadera preocupación llegó cuando ella rasgó su propio brazo, como si quisiera liberarse. No era la primera vez que aquella especie de transformación ocurría, y eso era una señal.
― Está sufriendo... ¡Jisoo, escúchame! ¡Soy yo, Navier! ― Dejó de esquivar sus ataques, y agarró sus muñecas para tumbarla al suelo. Con ayuda de sus enredaderas, la agarró de todas sus extremidades, evitando que escapara. ― ¿Cisney no te dio el collar? Esto es grave...
El hombre se quitó la capa para luego acuclillarse frente a la menor. Posó su mano sobre su frente y asintió para el mismo. Jisoo aún gruñía con dificultad, mientras intentaba liberarse. No lo reconoció en ese estado, y no la culpaba, pues también había cambiado su apariencia.
De su mochila saco una aguja, un recipiente de cristal, y una roca de color naranja. Como un médico profesional, alisto la inyección, y con cuidado de no ser atacado, agarro brazo de Jisoo, inyectando el líquido de color amarillo. Tan pronto hizo aquello, Jisoo abrió su boca para atacarlo, pero la pequeña piedra naranja evitó que dijera algo. Como una pastilla, se lo comió, y una mueca asqueada apareció.
― Sé que nunca te gustaron las pastillas, lo siento. Esto calmará los síntomas, pero el proceso no se detendrá. ― Susurro. La herida en el brazo de la joven empezó a cerrarse, al igual que sus ojos, y su respiración también se estabilizó. Las enredaderas desaparecieron, dejando a la ojirosa recostada en el suelo. Con cuidado, Navier quito los mechones negros de su frente. ― Has crecido mucho... Cada vez te pareces más a tu madre.
― Quita tus manos de ella lentamente si no quieres morir. ― Como un filoso cuchillo, alguien detrás de él lo amenazaba con un arma en su cuello. Navier soltó un suspiro, y rodó los ojos.
― ¿Amenazar el cuello de los demás con cosas filosas está de moda entre los jóvenes? ― A una velocidad increíble alejó la mano del menor y apareció frente a él con una sonrisa amigable.
El niño de pelo blanco frente a él frunció su ceño con una mirada oscura, y mantuvo su mano filosa. Esta estaba vendada, pero no tenía problemas en usarla para ese momento, eso logro que Navier lo entendiera. Ambos tenían rostros diferentes, uno estaba a punto de matarlo, mientras el otro parecía estar hablando con un niño pequeño.
― ¿Qué demonio-
― ¡Oh, tú debes ser Killua! ¡Yo me llamo Navier! El señor Ryoma te presume como el novio de Jisoo, ¿Es verdad eso? ¡Vamos, dime! No soy un primo celoso ¿Ya se dieron su primer besito? Los niños de ahora son muy rápidos, no me sorprendería que no. ¡Pero no te asustes, tienes el permiso del señor Ryoma para salir con su hija!
― ¡¿E-eh?! ― Killua retrocedió con un fuerte sonrojo, mientras Navier lo invadía con preguntas que hacían sus ojos brillar. Un primer encuentro algo interesante, y definitivamente inolvidable para ambos.
(💗)
Navier había estado con ellos para rastrear a Jisoo, y lo había logrado. El equipo de Gensuru empezó a matar gente, y él usó sus dotes en medicina para atenderlos cuando nadie se daba cuenta. Luego de entregar las pocas cartas que tenía en su inventario, ahora él estaba esperando a un lado de Jisoo, con su capa cubriendo su rostro.
― Invoca tu libro. ― Ordenó Killua frente a Gensuru, quien permaneció en el suelo, atrapado con una cuerda, junto a sus compañeros. ― Devuelve todas las cartas que robaste a la gente que traicionaste.
― Con una condición... Usa Arca Ángel para curar a Bara. ― Susurro, observando de reojo a uno de sus compañeros, específicamente el que había peleado contra Killua.
― No te preocupes, eso siempre fue parte del plan. ― Gensuru les dio todas las cartas, y empezaron a curar a todos. El primero fue Gon, quien curó todas las heridas que le había dejado Gensuru en su batalla, donde salió victorioso. Luego curaron a Bara, pero al intentar curar al resto, la carta de Clon que usaron para usar más Arca Ángel se destruyó. Alguien estaba en desacuerdo con curarlos
― ¡Si piensas usar Arca Ángel con estos asesinos, no hay trato! ― El chico de sonrisa amable que los estuvo ayudando, llegó, y se paró frente al grupo.
― ¿Y te parece bien que yo lo use? ― inquirió Killua, con las manos en sus bolsillos. Bisky cerró sus ojos, mientras Jisoo mordió su labio y bajó su mirada.
― ¡Por supuesto!
― Yo también soy un asesino. ― Dijo, y la mirada del hombre cambió. ― He matado a más gente que estos. Cada jugador de este juego arriesga su vida de una forma u otra. No está bien matar a los demás, pero las personas a las que yo maté no estaban preparadas para morir. Soy peor que ellos.
― No, no eres como ellos. ¡Me caes bien, pero a ellos los odio!
― ¡Ese no es un motivo válido!
― No necesito una razón. Lo que importa es lo que yo sienta. ¿Acaso no les pasa lo mismo a ustedes?
― No creemos que esté bien dejarlos morir solo porque los odiamos. ― La voz de Bisky interrumpió. A paso lento, ella se acercó al mayor. ― En un combate, ambos bandos se juegan la vida y están preparados para matar. Eso no implica cuando el combate se acaba.
― No he perdonado a Gensuru por haber matado a todos esos jugadores. ― Admitió Gon. ― Pero los cuatro acordamos antes del combate que traeremos seis cartas de clon para curar a todos. Comprendo cómo te sientes, y tampoco podemos hacerte cambiar de idea.
― Lo siento, Killua. ¿Podrías esperar solo un poco más? ― Dijo Jisoo, acercándose al albino, quien levantó sus brazos sin darle importancia.
― Sin problemas, me recuperaré yo solo tras un tiempo. ― Admitió, pero la ojirosa no apartaba su mirada entristecida. Finalmente, curaron a Gensuru, y el chico de sonrisa amable les terminó dando la carta original con todas sus cartas. Junto a Tsezguerra se habían rendido en el juego, ahora todas esas cartas eran para ellos. Con el Arca Ángel original, pudieron curar las manos del albino.
― ¡Sí, ahora estás curado! ― Exclamó Jisoo, agarrando las manos del chico para empezar a dar vueltas con él. Ambos parecían niños pequeños en un carrusel, dando vueltas mientras reían.
Resulta que Tsezguerra había sido contactado por el hombre que ordenó toda la idea a Greed Island, quien había renunciado a ganar el juego. Como rompió su promesa, les había pagado a todos mucho dinero.
― A mí me tocó 5,000 millones.
― ¡¿5.000 millones?! ¡¿Eh?! ¡Podrías compartir un poco de dinero! ― Bisky se acercó con una mueca, insistiendo mientras golpeaba sus brazos.
― ¿P-pero qué dices? ¡Cada uno se quedará 1,000 millones! Es lo justo. ― Los cuatro dejaron escapar exclamaciones sorprendidas. ― No podría haber hecho esto yo solo. Solo fue posible porque formé equipo con ustedes.
― No lo puedo creer. ― Los ojos de Bisky lloraron, y con brillos alrededor abrazó el brazo del mayor, aferrándose a él cómo una garrapata. ― ¡Qué buena persona eres!
El hombre les daría todas las cartas con una condición, y esa era que tendrían que pasarse el juego, y de esa forma ser los primeros. Ahora solo les faltaba la carta número cero, y al ordenar todas las cartas en el libro, un anuncio a todos los jugadores empezó a sonar.
― Un jugador ha conseguido 99 cartas de espacios restringidos. Dentro de diez minutos, para honrar este evento, habrá un concurso de preguntas para todos los jugadores. Habrá un total de 100 preguntas relacionadas con las cartas de espacios restringidos. El jugador con más respuestas correctas ganará la carta número 0, bendición del gobernante. Por favor, esperen con los libros abiertos.
Muchas personas se reunieron para ayudarlos a ganar y venderles la carta si llegaban a ganar, ahora que el juego terminaba, todos querían una parte de la recompensa. Era el final del juego, y los tres menores se enfrentaban a él con una increíble valentía.
(💗)
― ¿Qué pasa con la encuesta? ¿No lo intentarás? ― Pregunto Navier, notando como Jisoo se acercaba a él en silencio, dejando su libro atrás. Estaba en silencio, con sus ojos cristalino― ¿Oye...?
Jisoo lo rodeo, estampándose contra él en un abrazo. Hace mucho tiempo no veía a la persona que la vio crecer, el joven que ahora tenía su pelo teñido de negro, y que ahora era un doctor. Navier acepto su abrazo, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios.
― Dime, ¿por qué te pintaste el pelo de negro? ― Susurro, evitando con dificultad que las lágrimas se escaparan por completo de sus ojos.
― Lo hice unos días antes de escapar, en realidad no fue por rebeldía, porque no me arrepiento. ― Admitió, consintiendo el cabello de Jisoo mientras hablaba. ― Siempre te molestaron por tu color de pelo, quería ver que pasaba si el gran hijo de Cisney se lo pintaba. ¡Fue muy divertido ver su cara de terror!
El delgado hilo que sostenía el llanto de Jisoo se rompió al escuchar aquello, y empezó a llorar con fuerza sobre su pecho, mientras se aferraba a él como si estuviera a punto de perderlo.
― Lo siento, te dejé mucho tiempo sola...
― No te disculpes, lo dices como si te arrepintieras.
― No puedo evitar hacerlo, aun sabiendo como te trataban, yo...
― ¡Deja de disculparte! No podías quedarte para siempre en ese lugar, fuiste valiente y perseguiste tus sueños. No te culpo de nada, Navi. ― Susurro, y se separó de él. Una sonrisa emocionada apareció en su rostro, y tomando por sorpresa al mayor, ella agarró su mano donde descansaba un anillo en uno de sus dedos. ― ¿Quién es la afortunada? No intentes esconderlo.
― ¿Es en serio? Hace solo unos segundos estabas llorando
― ¡No cambies de tema!
Ambos empezaron a corretearse, como en los viejos tiempos. Gon y Killua observaban la escena con pequeñas sonrisas, su amiga no podía esconder la felicidad que derrochaba por todos lados. Navier golpeo su frente con ciudad mientras reía, y se sentó en el suelo.
― ¿Es muy bonita? ¿Cómo se llama? ― Insistió Jisoo, abrazando su cuello por la espalda, casi tumbándose sobre él.
― Es la mujer más bonita del mundo, no bromeo. ― Admitió, para luego negar mientras una suave risa salía de sus labios, y levantando sus brazos se lanzó al suelo rendido. ― ... ¡Miento! No estoy comprometido, estudiar medicina me tiene ocupado, pero no te preocupes, si algún día me caso serás la primera persona a la que invite.
― Bueno, bueno. ― Un suspiro se escapó de sus labios, y nuevamente empezó a reír. ― Me tomaste por sorpresa, se supone que yo te encontraría a ti.
― ¿Cómo pensabas encontrarme? No es por nada, pero estaba muy bien escondido. ― Pregunto, agarrando su largo cabello hasta sus hombros en una coleta.
― ¿Recuerdas la manilla que te dio tu madre? Supuse que podía hacer que las aves mensajeras te encontraran, pero ha pasado mucho tiempo, parece que ya no te reconocen.
Ambos primos hablaron un rato más lejos de todo el mundo, Navier aún mantenía su capa, no le gustaba llamar la atencion de todo el mundo. Con cuidado el mayor saco un frasco morado, y luego de soltar un suave suspiro se lo entrego a Jisoo.
― Hace poco hablé con él y le di el primer frasco de medicina... ― Susurro, mientras la ojirosa agarraba el frasco con demasiada delicadeza. ― Está mejorando con la medicina, pero no puedo asegurarte nada... La próxima vez que lo veas dale esto, debe de poder servir.
― ¿La próxima vez que lo vea? ¿A caso él...?
― Sí, planea irse de Isla Esmeralda. ― Dijo, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras hablaba. ― Sabemos que quieres recuperar lo que te pertenece, Ryoma-san y yo te hemos estado ayudando desde las sombras para lograr vencer a Hebe... Solo es cuestión de tiempo, pronto llegará el día. Ryoma-san es muy fuerte, aun enfermo, encuentra la manera de ayudarte, Jisoo... Eres muy afortunada.
Un capítulo más y este arco se termina TT
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