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𝐎𝟓𝟕┃Beso y decisiones peligrosas

𓂃⊹ ִֶָ CHAPTER O57 (💿)GREED ISLAND.

✩。⋆ ⛓▞▞▞▞ (𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 💗✿˖°!❛ Una carta y un paso para ganar...

RESISTE UN POCO MÁS, JISOO. ― La voz de Killua la despertó, y con cuidado abrió sus ojos cerrados, observando en silencio sus manos juntas. Estaban subiendo las escaleras de una torre del puerto, el albino caminaba más adelante asegurándose de no soltarla, siempre cuidando que se encontrara bien. Usualmente, solo se hacía delante de ella para actuar como un escudo, y en realidad Jisoo no sabía qué opinar de eso. Ahora sus pupilas permanecen rasgadas, y su frente ardía como el fuego, aun así su pequeña sonrisa camuflaba por completo su poca fuerza.

― ¡Este es el lugar! ― Exclamó Gon. Era una ventana grande con una hermosa vista del mar. La misma mujer que le había contado sobre los piratas se acercó, y oprimiendo un ladrillo, una fuerte luz señaló el mar. Luego de una larga historia del juego, finalmente obtuvieron su tan preciada carta, Remanso de la Orilla.

Killua soltó la mano de Jisoo, y chocó los cinco con el peliverde para luego reír con felicidad.

― ¡Lo conseguimos!

― ¡Usemos clonar!

― Sí, nosotros nos quedaremos con las copias.

― Bien, ustedes se ganaron el derecho de tener la original.

Mientras Gon y Killua hablaban con brillos en sus ojos, planeando el futuro de las cartas junto a Tsezguerra, Hisoka asomo una pequeña sonrisa antes de darse la vuelta para irse. La ojirosa lo observó en silencio, y sin pensarlo antes lo llamó, al tener su atención empezó a frotar su mejilla nerviosa.

― Hisoka... ¿De verdad no quieres nada?

― No, fue bastante divertido. ― Respondió, observándola de reojo con ligera duda. Una sonrisa divertida apareció en sus labios, y una carta apareció en sus manos que lanzó con suavidad. Jisoo la atrapó, y su nariz se arrugó con confusión.

― ¿Una reina de picas?

― La carta más importante de Póker, tan importante como lo era tu madre. ― Dijo, y nuevamente le dio la espalda mientras se despedía con un ligero movimiento de mano. ― Nos vemos luego, pequeña mariposa~ Ahora la reina de picas te pertenece.

Sus labios temblaron, y parpadeo varias veces. La necesidad por recordarlo cada vez aumentaba, pero como alguna vez en el Examen de Cazador Hisoka le dijo, recordar el pasado no siempre era una buena opción.

― ¿Por qué no te unes? ― De repente preguntó Killua, acercándose a ella y evitando que el arlequín desapareciera por las escaleras. Su curiosidad por el Ryodan y los misterios del pelirrojo era notoria.

― No estoy interesado en reunir cartas. Si algo más aparece, usen Contacto o Fuerza Magnética para encontrarme. Yo iré donde ustedes. ― Finalmente, el pelirrojo se fue, y Gon se acercó tan rápido como pudo para despedirse. Lentamente, la sonrisa del albino desapareció.

― ¿Eh? ¡Ese mentiroso! ¡No hemos usado Fuerza Magnética desde que se nos unió! ¡Eso significa que conocía las cartas de hechizo antes de encontrarse con nosotros! ― Su mirada se oscureció por un momento, y sus cejas se fruncieron. Banksy se acercó al notar esto.

― Killua, hay mentirosos que solo mienten cuando tienen un motivo, y también hay mentirosos que mienten sin motivo. Tú y yo somos del primer tipo. Él es del segundo. ― Jisoo y Gon escuchaban curiosos su explicación que se terminó extendiendo, en aquel momento se alejaban del puerto y su maestra seguía explicando al albino, quien caminaba más atrás. ― No llegarás a ninguna parte si sigues preocupándote por eso, cálmate de una vez-

― Otro jugador ha usado Contacto en ti. ― Esas palabras lograron que el lugar se quedará en un profundo silencio.

Ha pasado un largo tiempo. ¿Sabes quién soy?

Una voz pausada y suave. Se trataba de Gensuru, el jugador a punto de terminar el juego, el responsable de poner bombas en los cuerpos de muchas personas, y un hombre dispuesto a ganar.

― ¡¿Qué quieres?

Primero me gustaría felicitarte.

― ¿De qué estás hablando?

― No te molestes en intentar engañarme. Te prometo que les perdonaré la vida. ― A lo lejos, en una montaña del terreno rocoso, el hombre rubio observaba al grupo con auriculares y sus tres compañeros. ― A cambio entrégame Remanso de la orilla.

― No seas ridículo. ― Contestó Tsezguerra, y una risa se escuchó.

Bueno, de hecho estoy algo interesado en ver si podría derrotarlos. Si estás dispuesto a hacer el trato, ven solo a la entrada de Masadora dentro de una hora. De lo contrario, tomaremos la carta por la fuerza. No podrás escapar de nosotros. ― El hombre empezó a decir los nombres de los Cazadores que habían entrado con ellos al juego, para luego admitir que todos ellos ya no estaban. Tal vez muertos o fuera del juego, el hombre los había eliminado.

― ¡Gensuru! ― Exclamó Gon con furia.

― ¿Y tú quién eres?

― ¡Gon Freecss! ¡Yo pelearé contra ti!

Jisoo dejó escapar un chillido mientras golpeaba su frente, Killua negó con una mueca, y Bisky palmeo su frente reprimiendo una exclamación molesta.

― Gon... Así que tú eres uno de esos cuatro niños. Al parecer tienes Suerte de Alexandrite. Una vez acabe con Tsezguerra acabaré contigo. ¿O acaso quieres entregarme la carta ahora?

― ¡Ven aquí en este instante! ¡Peleemos! ¡Yo también tengo- ― Jisoo tapo su boca apareciendo detrás de él. Killua bloqueó el paso del peliverde mientras la pelinegra y Bisky lo alejaban del libro para así evitar dar más información.

― ¡Vámonos a otro lugar, Tsezguerra! ― Pidió Killua, con sus cejas fruncidas. Los habían encontrado más rápido de lo que esperaban, y ahora los retaban a pelear. Estaban en una delicada situación.

(💗)

― ¿No sería más rápido ir tras esos niños? Probablemente, tengan una copia de Remanso de la orilla. ― Dijo uno de ellos.

― Pero sería una carta creada con Clonar. No importa, una vez esos niños vean rendirse a Tsezguerra, ellos también lo harán. ― El hombre rubio asomo una sonrisa mientras observa el horizonte. ― Si vamos tras los niños primero, Tsezguerra tendrá tiempo para recuperarse y eso traerá problemas. Él es un Cazador de una estrella, no sabemos de qué trata su poder.

― Yo me encargo de la niña de ojos rosas. ― Se limitó a decir un hombre de capa oscura, dándose la vuelta. ― Podría ser un problema, y es mi prioridad encargarme de ella.

― Como tú digas. ― Gensuru río de forma burlona. Estaba a punto de completar Greed Island, y ahora no tenía planes para perder todo lo que había conseguido gracias a su poder.

Por otro lado, el grupo se reunía en un lugar apartado, armando una estrategia. Aprovecharían el poder de los menores que aún era desconocido para Gensuru. Los mayores, a excepción de Bisky, aprovecharían que Gensuru estaba enfocado en ellos para distraerlos, y de esa forma los menores ganarían energía. No tenían más opción que pelear contra ellos.

― Y justo ahora, ustedes son los únicos con verdaderas oportunidades de ganar. ― Tsezguerra paseó su mirada hasta llegar al peliverde, y su semblante se tensó. ― Pero Gon, justo ahora tus acciones fueron egoístas y estúpidas. Si hubiera aceptado tu reto y hubiera venido directo hasta aquí, ¿Que le hubiera pasado a tus amigos debido a sus heridas?

Su mirada se agachó, en silencio. Detrás de él, Jisoo aún ardía en fiebre y su mirada estaba decaída. Las manos de Killua estaban vendadas, escondiendo una peligrosa herida.

― Te pusiste en peligro no solo a ti, sino que también a tus amigos, ¡Solo por perder el control de tus emociones!

― Lo siento...

― Muy bien. Ahora todo se reduce a acompañar. Si los evadimos podríamos darles bastante tiempo. Pero si pasa mucho tiempo, puede ser que decidan cambiar su objetivo y quieran ir tras ustedes. ― Al final hicieron un trato, pues aunque trabajaran juntos, lo que Tsezguerra hacía era a cambio de una carta. Tendrían tres semanas para recuperarse, y poder idear un plan para derrotar al hombre responsable de más de cincuenta asesinatos en el juego.

Dejando a los tres menores y a Bisky, el grupo de Tsezguerra se fue para rastrear al Gensuru, prometiéndoles tres semanas antes de que el hombre los buscara a ellos.

― Killua, tú concéntrate en curar tus heridas y en pensar en un plan para vencer a Gensuru. Gon y Jisoo, ustedes entrenarán conmigo. Gon, te concentrarás en evitar su Little Flower. Jisoo, es momento de perfeccionar tus técnicas y domar los cambios que empiezas a tener. ¿Entendido?

― ¡Osu!

Empezaron a entrenar sin descanso. Las gotas de sudor bajaban por sus mejillas, pasando por las ojeras que empezaban a aparecer por las seguidas pesadillas. Jisoo permanecía en silencio, de cabeza, sosteniéndose con una mano, mientras liberaba aura en su palma, elevándose al cielo unos cuantos centímetros. Un pequeño bufido se escapó de sus labios.

― Ese entrenamiento es bastante difícil, solo para ser un nivel más alto. ― Dijo Killua a lo lejos, sentado en una roca. Sus ojos azules observaban fijamente a sus amigos, quienes desde hace algunos días entrenaban.

― Naturalmente, es un entrenamiento de nivel cinco.

― ¿Cinco? ¿Puedes saltarte niveles de esa forma?

― Bueno, es una apuesta. Si no funciona, habremos desperdiciado las tres semanas que nos dieron. Si seguimos la secuencia apropiada, podrían llegar fácilmente a nivel tres. Pero eso no les hará ningún bien en combate real. Gon necesita un ataque de emisión para alejar a su enemigo, y Jisoo necesita mejorar sus habilidades de emisión.

― Así que saltaste el nivel cinco. Incluso si pasan el entrenamiento, la efectividad del ataque no está asegurada... ― Concluyó. El pequeño grito de Jisoo llamó su atención automáticamente, y al dirigir su mirada noto como se encontraba en el suelo.

― ¡Te elevaste mucho, Jisoo! ― Exclamó Gon. A comparación de ella, aún se elevaba muy poco. La joven volvió a pararse de manos, asomando una sonrisa complacida. Se estaba esforzando mucho, aquellos días había trabajado y aprendido muchas cosas nuevas junto a Gon. Para ver a Navier primero tendría que vencer a Gensuru y a su grupo, debía estar lista.

Killua alejó su mirada. Sus amigos avanzaban lentamente con el entrenamiento mientras él esperaba a que sus heridas curaran, al mismo tiempo planeaba su estrategia contra Gensuru.

― Primero necesito conocer tu habilidad. Mi trabajo sería mucho más fácil con esa información. ― Admitió Killua. Bisky levantó su dedo proyectando un aura morada, y lentamente esta se transformó en una mujer joven.

― Te mostraré mi habilidad. La pequeña Estética Mágica, ¡Cookie! ― Los ojos de Bisky brillaban mientras hablaba, señalando con su mano a la mujer de largo pelo morado y ojos claros que había aparecido a su lado. ― Ella se especializa en proporcionar masajes de placer puro. Quemará el exceso de grasa y llevará tu cuerpo al paraíso.

Una habilidad de curación mágica, limpieza, y juventud. Los ojos de Killua picaron, y parpadeo varias veces sin creerlo, mientras una gota de sudor bajaba por su cien.

― ¿Eso es todo?

― ¡Por supuesto que no! También puede hacer masajes quiroprácticos, masajes de meditación, de rodamiento... ¡Aún hay mucho más!

― ¿¡Acaso eres idiota!? ¡Eso es completamente inútil!

― ¿¡De qué estás hablando!? ¡Esta es la habilidad más útil en todo el mundo!

― ¡Es por eso que eres una vieja bruja estúpida!

― ¡Te desafío a que lo digas de nuevo!

Y así pasaban los días. Jisoo empezaría a practicar su Habilidad Nen de emisión, había logrado avanzar muy rápido con la prueba, parecía dominar muy bien la expansión de su aura con su ingenioso talento. Antes de empezar a entrenar, le había dejado un pequeño consejo a Gon, aun así este no sirvió de mucho, pues la sensación del aura es diferente para todos.

Empezaba a anochecer, y Jisoo estaba apartada del grupo, por la zona rocosa donde habían empezado a practicar cuando conocieron a su maestra. Sus manos empezaron a liberar aura, y esas empezaron a formar mariposas doradas que iluminaban el lugar. Sus manos permanecen extendidas a sus lados, mientras cerraba sus ojos.

Sentía como esta vez su habilidad tenía más alcance, y aunque parecían mariposas inofensivas, estaban hechas para explotar al tocar al objetivo que ella eligiera. Pero era una habilidad de emisión, sólo eran posibles ver por personas capaces de usar Nen.

― ¡Ya! ― Bisky lanzó una roca cerca de las mariposas, Jisoo levantó sus párpados y fijó el objetivo. Las mariposas se lanzaron directo a la roca que aún no caía al suelo, y apenas la rozaron con sus alas, la roca explotó en pequeños pedazos como si se tratara de arena. Una sonrisa apareció en sus labios, mientras escuchaba la retroalimentación de su maestra. ― Has mejorado, tu rango de alcance es aún es corto, pero tu precisión va en mejora.

― Es el efecto mariposa. ― Dijo Jisoo, y las mariposas desaparecieron, volviendo a hundir el lugar en una profunda oscuridad. ― Son como las Mariposas Estrellas de Isla Esmeralda. Son lindas y delicadas, pero muy poderosas. Sus alas son capaces de crear antídotos contra el veneno, y en realidad mi habilidad es algo parecida.

El Efecto Mariposa es una habilidad de emisión, esta crea muchas mariposas que brillan en la oscuridad con su luz dorada, ellas vuelan con delicadeza en círculos, rodeando al objetivo fijado. Efecto Mariposa tiene dos versiones, la primera, que explota al tocar a su objetivo, y la segundo, que es aún más peligrosa y complicada, pero esta solo funciona cuando Jisoo recita una frase que explica la habilidad y lo que sucederá luego de ser atacado por Efecto mariposa. Restricciones peligrosas a cambio de un poder peligroso.

― También estaba pensando en otra habilidad de ataque directo y rápido, ¡Como un dragón de fuego que pulveriza todo lo que muerde! ― Exclamó Jisoo, levantando sus brazos con emoción, mientras la rubia la escuchaba con una gota de sudor. Aún era joven, con ideas infantiles y creativas.

― Bien, podemos trabajar en eso.

Al mismo tiempo, Killua trabajaba en un plan para vencer, y no pasaron muchos días para que lograra planear uno. Esa tarde Gon y Jisoo finalizaron su entrenamiento, aún quedaban cinco días, pero el albino no estaba dispuesto a esperar.

― El plan es usar esto. ― Dijo, y una sonrisa apareció en sus labios. ― Tendrán que aprender a usarlo a las malas, en especial tú, Gon.

Era momento de enfrentarse a Gensuru, luego de algunas semanas, el equipo de Tsezguerra les había informado de algunos detalles, pero en especial y más importante, ahora toda la confianza estaba en ellos.

Están en marcha. ¿Dónde están ahora mismo?

― Cerca de Soufrabi.

Van hacia Masadora. Cuando se preparen irán por ustedes. ¿Están listos?

― Por supuesto. Gracias a ustedes. ― Jisoo observó las manos de Killua en silencio, y mordió sus labios con nerviosismo. Aún estaban muy heridas, y aunque el albino actuará como si nada, sabía que era no estaba en estado para luchar.

― ¡Jisoo! ― La nombrada dejó escapar una baja exclamación de sorpresa, y volteo a ver a su maestra, quien la llamaba con una sonrisa. ― Cambia las vendas de Killua.

Gon continuó entrenando, solo faltaban horas para encontrarse cara a cara con el responsable de asesinar muchos jugadores, robar cartas, y estar a punto de ganar el Greed Island. Al mismo tiempo, faltaba poco para que Jisoo se encontrará con Naviera, y de esa forma poder curar a su padre.

― ¿Te duele?

― Puedo soportarlo.

― ¡Pero te duele! ― Jisoo empezó a quitar las vendas con cuidado, descubriendo la piel rota del albino. Ambos estaban sentados en el suelo, mientras la ojirosa sostenía la muñeca del ojiazul, quien evitaba la mirada preocupada de Jisoo. ― No tienes que esconderlo, ¡tonto!

― ¿Tonto? ¡Lo digo para que no estés llorando! ― Admitió, frunciendo su ceño. Jisoo rodó los ojos, y acerco su mano herida hacia sus labios rosas. El corazón de Killua se detuvo por un segundo, y vio la escena en cámara lenta mientras sus mejillas se encendían. Los esponjosos labios de su amiga se acercaban a su adolorida mano, era una velocidad tortuosa, y no podía resistirlo. ― ¡Es muy pronto, detente! ¡I-idiota!

Se alejó como si su vida dependiera de eso, y tapó su rostro sonrojado con sus manos, escondiéndose de Jisoo como un niño pequeño. La ojirosa ladeo su cabeza con una mueca confundida, y arqueo su ceja antes de empezar a reír.

― ¡En serio que eres tonto! ― Exclamó con dificultad, carcajeándose. ― ¿Creíste que te iba a besar la mano? ¡Intentaba soplarla para quitar la piel muerta!

― Maldición... ― Susurró, frunciendo sus cejas oscuras. Una gota de sudor bajó por su mejilla sonrojada, y cerró sus ojos con fuerza. La risa de Jisoo aún resonaba por el lugar, y eso solo lograba apenar aún más al pobre y engañado Killua.

― No te preocupes, te puedo dar un besito si quieres.

― ¡Ya cállate, teñida!

Finalmente, terminó de vendar sus manos. Jisoo se alejó del lugar con un aura rosa a su alrededor y sus mejillas rojas, definitivamente molestar a Killua era uno de sus pasatiempos favoritos. Por otro lado, Killua aún sentía un molesto retumbar en su corazón.

― Idiota... ― Susurro, y volvió a fruncir su ceño. Parecía molesto, pero el color carmesí en sus pálidas mejillas lo delataban.

― Jisoo nunca me decepciona. ― Bisky dejó escapar una risa, y se acercó al menor. Posando una de sus manos sobre su hombro, habló en voz baja, asegurándose de que nadie a excepción de él escuchara. ― Si terminas tu enfrentamiento primero, busca a Jisoo. Es fuerte, pero si empieza a sentirse mal durante el combate, podría estar en peligro.

Él asintió con seriedad, y junto a su maestra se acercaron a los dos menores que esperaban pacientemente mientras examinaban a sus alrededores con cautela, buscando a Gensuru. Justo en ese momento, apareció frente a ellos rodeado de un aura blanca, y a sus espaldas sus tres camaradas. Su mejor estrategia era actuar asustados, como si no esperaran su llegada, cuando en realidad estaban completamente preparados.

― ¿Que es lo que quieren? ― Inquirió Killua a la defensiva. Jisoo retrocedió con una mirada asustada, mientras que Bisky tapaba sus labios, aterrada.

― No seas tan hostil, vinimos a proponerles un trato.

― ¿Un trato? ¡No nos interesa!

― No es un mal traro. Tenemos una buena idea que Tsezguerra aprobó. ¿Ahora te interesa? ― Una sonrisa cómplice apareció, y dio un paso al frente, pero los niños retrocedieron.

― ¡Quieto! ¡Habla desde ahí! ― Exclamo Killua. La segunda parte del plan, actuar como si estuvieran en clara desventaja. Tenían que convencerlos, y parecía funcionar.

― Es muy simple. Nos pasaremos el juego de parte de todos, y luego todos volvemos al mundo real. Tras eso, nos dividiremos la recompensa

― No te creo.

― ¿Qué hacemos entonces? ― El sujeto acomodo sus gafas, y una mirada oscura aprecio. ― ¿Quieren morir? ¡Dejen de quejarse y entreguen sus cartas! ¡De lo contrario tendré que matarlos!

Al fin mostraba sus verdaderas intenciones. El grupo empezó a retroceder, y utilizando Acompañar desaparecieron de su vista, pero de esa forma una persecución empezaría. A cualquier lugar que iban, Gensuru los alcanzaba. Dentro del bosque en el que ahora estaban, los acorralaron. Ninguno parecía tener más cartas de Compañía, estaban atrapados. El plan empezaba a salir bien, cada uno lucharía contra uno del equipo de Gensuru.

― ¡Jisoo, huye! ― Exclamó Killua, y Jisoo sacando sus dotes de actriz, negó con tristeza.

― ¡P-pero yo!

― ¡Hazlo! ― Resignada, obedeció y salió corriendo sin mirar atrás, y luego de pocos segundos sintió una presencia a sus espaldas que pisaba sus talones. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Estaba dispuesta a ganar y probar su Efecto Mariposa, ahora era más fuerte, y necesitaba comprobarlo antes de encontrarse con Navier.

Crear la habilidad de Jisoo fue difícil, estaba buscando algo fuerte, pero con restricciones, tenía toda la información guardada en un archivo, estaba bien ordenado con los nombres y todo, pero al parecer lo borré sin querer TT que embarrada. ¡Perdón la demora, y feliz navidad!

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