Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐎𝟓𝐎┃Joyas resplandecientes

𓂃⊹ ִֶָ CHAPTER O50 (💿)GREED ISLAND.

✩。⋆ ⛓▞▞▞▞ (𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 💗✿˖°!❛ Empieza el entrenamiento...

YA TENEMOS AL MAESTRO WING, no necesitamos que nadie más nos enseñe, no estamos desesperados. ― Dijo Killua rápidamente, agitando su mano como si quisiera espantar un insecto. Frente a él, la rubia asomo una sonrisa.

― ¿Wing? ¿Te refieres a ese pequeño niño con el pelo alborotado y lentes? ¿El que nunca usa bien la camisa?

Bisky había sido maestra de Wing hace tiempo atrás, lo que provocó más dudas de Killua sobre su edad. Eso respondió las preguntas de la rubia, pues no sabía que los menores ya eran Cazadores profesionales, a excepción de Killua. También descubrieron que Bisky había sido examinadora.

Como ella era la maestra de su maestro, no tendrían problemas en ser entrenados.

― Eso suponiendo que es verdad. ― Opino Killua, aun sin recibir a su futura maestra. Jisoo dejó escapar una risita tímida, conociendo la actitud de su amigo. La mayor se acercó, señalando su pecho.

― Eres un pequeño muy obstinado. Me encanta ver eso en los niños. ― Admitió, alejándose con las manos en su cintura, examinando al grupo. ― Dijiste que no estaban desesperados, ¿no es así? Libro.

Su libro apareció a un lado, instintivamente los menores se alejaron. Mostrando una carta con la imagen de animales pequeños esponjosos, frunció su ceño.

Era la misma carta que había golpeado a Killua en la cara.

― Es una carta normal que no va en ningún espacio restringido. El problema es que hay muchas personas que hubieran podido obtener esa carta sin esfuerzo alguno, mientras que ustedes tres no pudieron hacerlo. Si encuentra a alguien más fuerte y de malas intenciones... ― De repente sus palabras frenaron, y agachándose hasta sentarse, susurro. ― Siéntense, finjan que estamos hablando. Hay enemigos detrás de mí.

Rápidamente, los menores imitaron la acción, agachándose sin sentarse en el suelo, descansando sus manos sobre sus rodillas. Jisoo pasó su mirada por las rocas, sin notar nada.

― No lo busquen o se dará cuenta. ― Dijo rápidamente, a un lado, Killua tampoco podía sentir algo hasta ese momento.

― ¿Cómo es que lo sentiste? ― Pregunto.

― Dejó escapar una pequeña sed de sangre. El enemigo vio a un grupo de niños indefensos y se relajó por un segundo.

― ¿Acaso eso no significa que es débil?

― Inmediatamente escondió su presencia. Fue una ligera sed de sangre que rápidamente oculto, así que es bastante bueno. ― Nuevamente el albino bajo su mirada. Ni siquiera había podido sentirlo, mucho menos localizarlo. No sabía qué hacer, así que levantando su mirada y le pregunto a la más experimentada.

― ¿Qué deberíamos hacer? ― Bisky levantó sus cejas, el chico lo había asimilado bastante rápido.

Gon opinaba que era mejor ir los cuatro juntos, pues el hombre que los acechaba actuaría con cautela y estaría menos ansioso por atacar. Killua y Jisoo estaban de acuerdo con esa idea, pero estaban equivocados.

― Si voy sola, o con Jisoo, está 100% garantizado que el enemigo vendrá por nosotras. Iremos al sur, ustedes al norte. ― Dijo Bisky, observando de reojo a Jisoo y asentir junto a ella. Los ojos de la mayor frenaron en un gran pilar de rocas. ― Caminen 500 metros sin ocultar su presencia. Diríjase a ese pilar. Una vez lleguen usen Zetsu y vuelvan de inmediato.

― 100%... ¿Por qué Jisoo tiene que ir contigo-

― Jisoo, ¿le podrías dar una cachetada a Killua?

― ¡¿Eh?! ¡No! ― La ojirosa no escondió su sorpresa, escuchando las amables palabras de su maestra, quien casi la miraba con brillos como si fuera normal. Killua frunció su ceño, negándo.

― ¿Qué? Solo tenemos que acechar al acechador, Jisoo vendrá con nosotros- ― Una bofetada volteo su cabeza. Bisky lo había golpeado sin pensarlo, logrando que Killua permaneciera en silencio, Gon con una gota de sudor, y Jisoo con una mueca.

Rápidamente, la mano de la ojirosa se posó sobre la pálida mejilla de Killua, aun sin poder pronunciar palabras. El ojiazul giró su cabeza lentamente, encontrándose de frente con los preocupados ojos de su amiga.

Fue un reflejo que tomó a ambos de imprevisto, pero Killua posó su mano sobre la mano de Jisoo, haciendo presión en su mejilla. Sus ojos brillaban, quería estar cerca de ella, pero como usualmente sucedía, una molestia en su pecho lo despertó. Agarró con cuidado la mano de su amiga y la alejó con leve brusquedad, y desviando su mirada evitó los ojos llenos de sorpresa de la chica.

― Olvídalo, ¡Váyanse ustedes dos donde quieran!

― ¿Qué? ¡Yo quiero ir con ustedes!

― Pues yo no quiero ir contigo, tonta. ― Dijo, golpeando sin fuerza la frente de Jisoo, picoteándola con una mueca. La joven permaneció pasmada, aún sorprendida por esa reacción. Pero totalmente contrario a lo que Killua creía, ella se levantó y frunció su ceño.

― ¡No me importa si quieres o no! Si tanto me quieres lejos, camina por otro lado, ¡Tonto, canoso, pelo de escoba!

― ¿E-eh..? ¿¡Como me dijiste, teñida!

― ¿En serio quieres que te lo repita? ― Ofreciéndole una mirada retadora a Killua, rodó los ojos desviando su atención a Gon, mirándolo con cariño, totalmente diferente al albino.

Los tres terminaron caminando hacia el pilar, mientras Bisky caminaba en dirección contraria. Aún recordaban la sonrisa divertida de la mayor al ver su tonta discusión.

Cualquiera que los viera no pensaría que ambos realmente se gustaban, pero el brillo en sus ojos cuando sus miradas se encontraban era especial, y pronto el albino no podría negarlo.

Bueno, aún faltaba tiempo para eso.

― Idiota.

― Idiota.

Jisoo y Killua caminaban separados por Gon, quien los observaba de reojo con una gota de sudor. No había pasado tanto tiempo, pero ambos jóvenes habían empezado una competencia de insultos. El peliverde parecía confundido, y sin saberlo tenía la mejor manera de detenerlos.

― Aún se gustan, ¿verdad?

La ojirosa y el albino frenaron de golpe. Sus mejillas se incendiaron por la pregunta tan directa, y desviando sus miradas continuaron caminando. Jisoo soltó un suspiro, mientras Killua despeinó su cabello.

Observando de reojo a la joven de largo pelo negro, bajo su mirada al suelo, sintiendo una extraña sensación. Empezaba a doler, no lo negaría, el sentimiento de callar sus sentimientos luego de ser correspondido.

Pero así estaba mejor, ¿no?

― Sí.

― No.

― ¿No? Ya quiero escuchar tu respuesta cuando te conquiste. ― Afirmó Jisoo, inflando su pecho de forma orgullosa. Por otro lado, Killua podía hacerle competencia a los tomates.

― ¡I-idiota! ¡Me estás avergonzando, deja de decir esas cosas! ― Exclamó con una mueca, frunciendo su ceño con molestia.

― ¿Eh? Si dices eso también me pondrás nerviosa. ― Descaradamente, le guiño un ojo, y rápidamente Killua desvío su mirada, chasqueando su lengua con disgusto.

Los tres jóvenes tocaron el pilar de roca, inmediatamente volviendo a correr devolviéndose donde su nueva maestra. Guardando las manos en sus bolsillos, negó suavemente, observando en silencio a su amiga de lindos ojos rosas.

Sus pensamientos empezaban a volverse un enjambre, el miedo de lastimarla o perder toda su atención lo hacía sobre pensar todo, pero lo terminaba ignorando. Y aunque tal vez solo se estaba convenciendo a él mismo, no se detenía a pensar lo que Jisoo también sentía.

Luego de unos minutos llegaron, escondiéndose detrás de unas rocas. La imagen de Bisky con un extraño hombre no los sorprendió. Su maestra estaba frente al hombre que los acechaba, quien tenía un largo mechón de la rubia que pronto metió a su boca.

― Qué asqueroso...―Susurro Jisoo, haciendo una mueca asqueada. Comer el pelo de otras personas le permitía a ese extraño hombre conocer todo sobre su contrincante, misma razón por la que quedó atónito ante el cuerpo de la pequeña niña rubia de cincuenta y siete años.

Sin decir nada, el hombre de pelo rojo y un cinturón lleno de tijeras soltó su equipaje, enfrentados en un combate cuerpo a cuerpo donde salió perdiendo. Los movimientos de Bisky eran simples pero suficientes para dejarlo tendido en el suelo.

― Eres afortunado. Si hubiera estado mi Nen, ya estarías muerto. ― Declaro, dándose la vuelta para ver al hombre en el suelo. Los ojos de Jisoo brillaron de admiración.

Los jóvenes saltaron de su escondite, acercándose a la mayor con curiosidad.

― Durante la pelea, ¿qué fue lo que vieron? ― Pregunto.

― Al tipo dando vueltas por el aire. ― Respondió Gon, sus amigos afirmaron esa idea con un movimiento de cabeza. En realidad el oponente no era nada débil, ella era muy poderosa.

― Si él fuera un personaje del juego, sería de rango D en términos de dificultad. Hubiera sido un Game Over automático para ustedes tres. ― Los jóvenes escuchaban con atención, examinando el cuerpo inconsciente. Esta es la segunda vez que he visto que escapan de la muerte. ¿Cuánto tiempo más durará su buena suerte?

― Señora Bisky...

― Solo llámenme Bisky. Si insisten en ser tan formales, ¡Llámenme señorita Bisky!

― Yo te llamaré Bruja. ― Y Killua salió volando con sólo recibir un golpe. La ojirosa tapo sus labios con sorpresa, sin saber qué hacer. Antes de que pudiera salir corriendo para atraparlo, la voz de Bisky la interrumpió.

― No podrás llegar a tiempo, Jisoo. Además, tu novio se lo merece. ― Dijo, sacudiendo su mano con disgusto. Al decir eso, todos permanecieron en silencio, hasta que la pelinegra se dio la vuelta con una apenada sonrisa.

― No somos novios. ― Admitió, dejando boquiabierta a la rubia. Por otro lado, una gota de sudor se escurrió por la frente del peliverde.

― ¿!Hablas en serio!? ¡Pero se nota en su mirada! Aunque es raro que un niño grosero como él esté con una linda niña, ¿O acaso lo rechazaste? ¡Deberían aprovechar su juventud, si se aman no pierdan el tiempo con estúpidas dudas y-!

― ¿Por qué estás aquí, Bisky? ― Interrumpió Gon luego de notar como el semblante de su amiga empezaba a convertirse en una mueca nerviosa. Había recordado como el joven de ojos azules la había rechazado.

Bueno, en realidad nunca la rechazo directamente, ¿eso era bueno? La cabeza de la ojirosa fue abatida por ese tipo de comentarios. Afortunadamente, la mayor no tomó mal la interrupción, y cruzando sus brazos empezó a hablar con una sonrisa.

― Bueno, estoy aquí para terminar el juego, pero principalmente estoy tras una gema. ― Explico, y al ver la curiosidad en los ojos de los menores, continuo. ― Hay una gema que solo se puede encontrar aquí. Va en el espacio restringido #81... Planeta azul. ¿Qué hay con ustedes, chicos?

Luego de decir eso, Killua cayó al suelo cerca de ellos. Olvidando por completo los tristes pensamientos que llegaron a la cabeza de la ojirosa, ella se acercó para ayudarlo.

―Jisoo va a encontrarse con una persona. ― Respondió el albino, frotando su mejilla adolorida. Frente a él, la pelinegra se limitaba a observarlo con preocupación. Un suave empujón en su frente la tomó por sorpresa. ― Pero principalmente estamos aquí para terminar el juego, es obvio.

― De hecho, mi papá creó este juego. ― Dijo Gon, ganando la atención de la rubia.― Estoy buscando a mi papá, pensé que este juego tendría alguna pista.

― ¿Quién es tu padre?

― Ging Freecss.

― ¡¿Ging?! ¡Él es muy famoso! El presidente Netero una vez dijo que él era uno de los cinco usuarios Nen más poderosos...

― Bisky, si estás dispuesta a posponer tu búsqueda del tesoro... ¡Por favor enséñanos más sobre Nen!

La mayor que aparentaba ser una niña aceptó. Y de esa forma, aunque ella era mucho más ruda que Wing, empezó su primera lección. Entrenarían con el hombre que recién los estaba espiando. Luego de quitarle todas sus cartas, le dio una oportunidad para vivir.

― ¡Tienes que evadir sus ataques durante dos semanas! Si tienes éxito, dejaré que te vayas con vida. Si caes inconsciente y ya no te puedes levantar... Te mataré.

Los menores escucharon en silencio, notando la seriedad con la que hablaba. El hombre pelirrojo se levantó del suelo, asintiendo con un semblante confiado.

― ¿No importa lo que yo les haga a ellos?

― Claro. Pero solo hay una regla. No está permitido que abandones este cráter. Si rompes esta regla, pierdes, y entonces yo te mataré. ― En ese momento, Jisoo cayó en cuenta de que se encontraba dentro de un gran cráter. ― Para ustedes se aplican las mismas reglas, si fallan en derrotarlo en estas dos semanas, serán castigados.

El cazarrecompensas Binoruto, un brutal asesino, se enfrenta a tres jóvenes que apenas empezaban con su entrenamiento de Nen. Con la orden de Bisky, empezaron.

Pronto el sol se asomó por las altas montañas de rocas, iluminando la escena. El hombre estaba de rodillas en el medio del cráter sin ningún rasguño. Parecía descansar del golpe de Bisky. Mientras tanto, los más jóvenes caminaban alrededor con cautela. En las orillas del hueco, en lo más alto, su maestra los vigilaba.

― ¡Intenta recuperarse de sus heridas! ¿Van a permitir que lo haga? ― La voz de la rubia hizo eco por el lugar.

Sin decir nada, Killua se lanzó directo al hombre de pelo rojo, quien con una de sus tijeras lo hizo retroceder luego de rozar su cara. Cuando estuvo en la distancia suficiente, un pequeño rasguño en su pómulo empezó a sangrar.

El albino estaba seguro de que pudo haber perdido su ojo, la suerte estaba de su lado nuevamente, pues el pelirrojo parecía estar herido.

Gon tampoco perdió la oportunidad y lanzó su ataque, pero al igual que su amigo retrocede evitando el filo de las peligrosas tijeras de metal. Justo luego de que esquivara el ataque, Jisoo apareció detrás, y levantando su pierna amenazó por patearlo.

Tuvo que desviar su ataque al ver como su larga melena de dos colores era amenazada. Cayendo al suelo de golpe, empezó a revisar su pelo con su ceño fruncido, asegurándose de que estuviera bien.

― Ese corte de pelo no te queda mal. Torpe. ― El comentario de Killua la dejó pálida.

― ¡No hablas en serio! ― Dijo rápidamente, negando sin esconder su preocupación. Luego de escuchar la molesta risa del ojiazul, supo que nuevamente había sido engañada. ―... Tonto.

― ¿Ese es tu mejor insulto? ― Jisoo se limitó a ofrecerle una mueca burlona, notando como el albino la imitaba.

― No te preocupes, Jisoo, las tijeras no te alcanzaron. ― Gon descanso sus manos sobre sus rodillas, negando con leve diversión, notando la cariñosa mirada de su amiga, aliviada por su cabello.

Luego de estar tanto tiempo concentrados en su entrenamiento, por fin el ojiazul tenía una idea que los podría ayudar. Los tres intercambiaron miradas, atentos a cualquier movimiento del pelirrojo. La mano de Killua resplandeció en un pequeño rayo, pero rápidamente se detuvo. No tenía energía, tampoco otra opción.

Convertirían el enfrentamiento en una batalla de resistencia.

Killua agarró algunas piedras del suelo, y empezando a caminar alrededor del hombre, examinándolo con atención, sus amigos lo miraron con curiosidad, pendientes de su acción.

― Descansen un poco. Yo lo vigilaré y usaré esto para atacar. Luego cambiaremos cada seis horas.

― ¿Piedras? Es una buena idea.― Asintió Gon, dándose la vuelta dirigiéndose a una roca.

Jisoo estiró sus brazos para luego escarbar en su bolsillo. Una curita rosa con detalles de flores fue la causa de su sonrisa. Caminando hasta Killua con un semblante travieso, posó su mano en la pálida mejilla de su amigo, y bajo su atenta mirada dejó una curita sobre su rasguño.

― Tú también eres torpe. ― Afirmó, ofreciéndole una dulce mirada. El ojiazul desvío su mirada de golpe, pasando sus dedos sobre el papel en su pómulo sonrojado.

― N-no tenemos tiempo para eso. ― Dijo rápidamente, cruzando sus brazos.

Totalmente diferente a lo que el hombre pensaba, quien los observaba fijamente, el sonido de una explosión lo tomó por sorpresa. Con un fuerte puño de Gon, la roca donde descansaría se rompió en pedazos.

Agarrando una de las rocas se lanzó sobre el hombre, usándola como escudo. El pelirrojo lo esquivo, retrocediendo.

― Bien hecho, no pueden derrotarlo en una pelea muy larga. ― La voz de Bisky resonó por el cráter. Pronto el enfrentamiento se volvió una pesadilla para el pelirrojo, quien empezó a recibir ataques con piedras gigantes.

Mientras el sol se empezaba a esconder, las piedras volaban de un lado a otro, dejando totalmente acorralado a su contrincante, quien no podía defenderse con sus tijeras.

Jisoo se lanzó hacia él luego de lanzar su ataque con la roca, y abalanzándose con una patada rozó su frente. Rápidamente, fue bloqueada, y cayendo al suelo de pie se agachó, esquivando un tijerazo con agilidad. Las gotas de sudor empezaban a escurrirse por su frente.

Tan pronto sucedió eso, los chicos lo esperaban con dos rocas en sus manos. Tenían mucha energía, parecían no poder cansarse nunca, pues en ningún momento habían descansado. El contrincante estaba agotado y eso era sorprendente, apenas había pasado medio día.

No lo hacen nada mal... ¡Esos chicos son diamantes en bruto! Esa convicción dura como una piedra que yace en sus ojos. ― La mirada de la rubia se fijó solo en Gon. ― Ese potencial infinito y oculto. Si es apropiadamente pulido con el entrenamiento, puede ser transformado... ¡Como un Diamante!

Esta vez, su mirada se paseó por la melena albina del chico con una mirada seria, llena de concentración. La curita rosa en su mejilla era adorable.

― Y ese chico tan tranquilo e indiferente... Puede parecer algo frágil, pero con la cantidad suficiente de calor, podría alcanzar una fuerza semipermanente... ¡Como un Zafiro! ― Su mirada se conectó con unos lindos ojos rosas. La rubia no podía emocionarse más. ― La única niña del grupo... Tiene una llama en su interior que con la suficiente fuerza puede crecer y arrasar con todo. Como una guerrera de brillante armadura con la elegancia de una flor... Justo como un Ámbar.

¿Por qué se sobresalta tanto mi corazón?

Como dos semanas después, ¡Por fin un capítulo! <33

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro