𝐎𝟒𝟖┃El esperado juego comienza
𓂃⊹ ִֶָ CHAPTER O48 (💿)GREED ISLAND.
✩。⋆ ⛓▞▞▞▞ (𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 💗✿˖°!❛ Una hermosa habilidad...
― ME DISCULPO POR LA DEMORA. AHORA COMENZAREMOS LA SELECCIÓN DE LOS NUEVOS JUGADORES. ― Parecía un teatro, un poco simple pero igual de grande al de la subasta. Todos los concursantes esperaban sentados, escuchando las palabras del hombre. ― Como ya todos saben, deben ser capaces de usar Nen.
Primero tendrían que hacer una demostración de sus Nen y capacidades, para así poder tomar una decisión que seleccionaría solo a los más capaces. El juez sería el cazador de tesoros Tsezurera, el mismo que los menores habían conocido hace unos días.
― Que comience la prueba. ― Dijo, cruzando sus brazos. ― Una cortina blanca y una pared metálica bloquearán la vista del escenario, para que así ninguno de los otros aspirantes pueda ver lo que está pasando. En el momento en el que escojamos 32 jugadores, la prueba termina.
El telón sé cerró, escondiendo al Cazador con la pared de metal. Uno por uno empezaron a pasar todas las personas que habían llegado al lugar con la esperanza de poder pasar la prueba, al final una larga fila se formó.
Jisoo no se movió de su lugar, y moviendo sus pies de un lado a otro observaba como todos pasaban con emoción. Quién sabe, en cualquier momento se podrían acabar los cupos. Quería pasar, pero sus amigos no se movían de su silla.
Unos esperaban sentados, otros observaban levantados, y el resto esperaba en la silla. Killua debatía cuál era la opción correcta, pues estaban siendo juzgados desde el inicio, o eso pensaba él.
― ¿No deberíamos hacer la fila? ― Dijo la ojirosa, ganando la atención de sus amigos. ― Todos los que han pasado no han salido, ¿¡Y si ya todos pasaron la prueba!?
― Eso noté. Es bastante extraños, pero-
Las palabras del ojiazul fueron interrumpidas por una molesta risa a sus espaldas, y observando de reojo encontró a un hombre de chaqueta morada y pelo rubio, quien sonreía burlón.
― Esos tipos no tienen remedio, no tienen oportunidad. ― Afirmó el mayor. ― Especialmente los que esperan de pie. Probablemente, esperan a que alguien salga, y así preguntarles que sucede adentro. Si usan su cabeza, descubrirán que no hay prisa alguna.
― ¡Lo tengo! No han escogido a nadie. ― Killua llegó a una conclusión, recordando las palabras del hombre que había comprado el juego. Tenían que escoger cuidadosamente, no al primero que llegara.
― Exacto. Los nuevos jugadores no pueden comenzar si los viejos aún siguen vivos, deben guardar el lugar. Esta vez tal vez seleccionen a unos veinte. Personalmente, creo que los de la fila y los que esperan alrededor no tienen oportunidad. ¿No estás de acuerdo, niño?
La mirada de Jisoo y Killua se dirigió al peliverde, quien desplegó un poco de aura en su mano.
― ¿Ya sabías lo que pasaba, Gon? ― Pregunto el albino, y la respuesta de su amigo ya no le sorprendió.
― Fue una corazonada. ― Admitió, deteniendo su aura. ― Pensé que era algo natural que los anfitriones quisieran probarnos a todos aquí.
El hombre dejó escapar una risa, impresionado. Luego de decir unas cuantas palabras inteligentes se levantó, pues el hombre que controlaba los turnos lo llamó. La fila había desaparecido con el tiempo, era turno de los que permanecen sentados.
― La gente que normalmente actúa como alguien listo generalmente falla. ― Las palabras de Killua lograron que el hombre flaqueara. Aun así, tenía razón.
Él estaba concentrado en deducir todo con lógica, cuando en realidad no era necesario. Esta vez mostraría su verdadera fuerza para pasar, justo lo que su padre siempre le había enseñado a evitar.
Pero ya no era un asesino, ¡Ahora es un Cazador!
― Me voy a adelantar.
― ¡Buena suerte, Killua!
― ¡Nos vemos luego!
Gon y Jisoo permanecieron en silencio, aun así, sus caras demostraban que empezaban a sentir la emoción recorrer su cuerpo. No fueron necesarias las palabras para entenderse. Ambos mostraron sus puños, frunciendo su ceño, y asintieron.
¡Piedra, papel, o tijera!
Jisoo se derrumbó con una mueca de derrota, mientras el peliverde dejaba escapar una exclamación de emoción. Y así decidieron quién pasaría primero, pero con el pasar de los minutos se acercó el turno de la pelinegra.
― Practiqué toda la noche para esto... Puedos lograrlo, ¡No son preguntas, no es difícil! ― Se animó ella sola, dando pasos seguros hasta llegar a la entrada donde un pasillo oscuro le dio la bienvenida.
― Muéstrame tu Ren. ― Dijo el hombre, sosteniendo una manzana. Su traje militar y mirada seria eran penetrantes, pero como la menor acostumbraba no alejó su mirada.
― Te aseguro que mi Hatsu es asombroso.
― Haz lo que quieras, solo muéstrame tu poder. Prueba que el débil Ren que me enseñaste hace unos días no demuestra tu verdadera fuerza.
Sus brazos se extendieron de forma elegante, y dando una pequeña vuelta como si estuviera emocionada, varias mariposas doradas salieron de su palma iluminando el oscuro lugar, volando alrededor.
Sus curiosos y raros ojos rosados se fijaron en la roja manzana que sostenía el hombre y asomó una sonrisa.
― Le recomendaría lanzar esa manzana lejos.
El hombre no tuvo que pensarlo al ver la mirada de la menor. Seria y peligrosa, un pequeño brillo de esfuerzo y tenacidad. La manzana salió volando por los aires, y las mariposas que flotaban pacíficamente salieron disparadas como balas directo a la manzana.
Una elegante y peligrosa mariposa fue suficiente para que la manzana desapareciera.
¿Ocurriría lo mismo con una persona?
Una habilidad realmente curiosa que demostraba cómo la belleza podía ser en realidad un objeto letal que puede derrumbarte con un suave suspiro.
― ¿Qué le parece? ¿O le gustaría otra demostración? ― Pregunto Jisoo, sonriendo como una niña emocionada, orgullosa de su habilidad que tanto se había esforzado por perfeccionar. Aún faltaban cosas que mejorar y trucos que mostrar, esa habilidad solo era una de las que Jisoo tenía planeadas.
― Con eso es suficiente. ― En tan solo cuatro días había logrado algo increíble. Esos tres jóvenes eran deslumbrantes, llenos de energía y habilidad.
Aterradores.
― Has aprobado.
Jisoo se asomó por la puerta, buscando con la mirada a sus amigos. Una gran sonrisa apareció en sus labios al verlos sentados a lo lejos, extendiendo los brazos para llamar su atención.
― ¡Sabía qué pasarían! ― La pelinegra se acercó, asintiendo. Sentándose en la silla y posando sus manos en el hueco entre sus piernas ladeo la cabeza.
― ¡Sí!, ¿ese extraño ruido de explosión fue obra tuya?
― ¿Se escuchó muy fuerte? ¡Intenté que no fuera tan escandaloso!
― Sí, fue llamativo, pero... Gon, ¿Lo dices por la explosión o porque tiene manzana en la cabeza? ― Las mejillas de la menor se sonrojaron con pena al escuchar las palabras del albino. Sus mejillas se volvieron carmesí de nuevo, sintiendo como su amigo de ojos azules alejaba todo rastro de fruta con delicadeza de su cabello. ― Qué descuidada... ¡Ahora estás muy roja!
Y una escandalosa risa salió de los labios del albino, molestando a Jisoo, quien frunció su ceño, escondiéndose detrás de Gon con una pequeña mueca de derrota.
― ¡No es justo! ¡Yo soy la que te molesta por eso! ― Dijo con nerviosismo, sintiendo como su corazón latía bastante rápido, Tal vez por la situación, o porque su atención sólo podía fijarse en la animada risa de su amigo.
Finalmente, se cruzó de brazos, desviando la mirada con un tono rosa decorando sus mejillas. A diferencia de Killua, ella no podía ignorar lo que sentía.
Gon solo podía reír, palmeando la espalda de su amiga.
― Bueno, permítanme que los felicite. Las 22 personas aquí se han ganado el derecho de jugar Greed Island. Una vez que terminen el juego recibirán la suma de 50 billones de jennys. Los detalles están en el contrato, léanlo y firmen antes de nuestra partida a las 5 pm.
(💗)
― ¡Salud! ― Leorio levantó su vaso, logrando de milagro no salpicar el contenido. ― Han pasado la primera ronda.
― ¿Podrías ver esto por nosotros? ― Pidió Gon, extendiéndole el papel que tenían que firmar. Primero necesitaban mostrárselo a un hombre de confianza.
― ¿Huh? Claro, ¿Qué es esto? ¿Un contrato? ― El mayor terminó su bebida al mismo tiempo que terminaba de leerlo. ― Al parecer puede resumirse en tres puntos. Primero, no pueden quejarse si terminas lastimado o muerto. Segundo, cualquier artículo que saquen del juego pertenece al señor Battera. Tercero, si terminan el juego, recibirán 50 billones de jennys como recompensa. No veo ningún problema.
― ¡Bien! ¡Firmaremos!
― Entonces una vez que firmen, están listos para ir.
― ¡Sí, vamos! ¡Estoy lista! ― Jisoo extendió sus brazos, mientras que, por otro lado, el albino permanecía tranquilo, sosteniendo la bebida de la ojirosa que casi cae al suelo.
― El segundo punto parece importante. ― Sus ojos permanecen cerrados, mientras apoyaba su cabeza sobre su mano. ― "Cualquier artículo que saquen del juego." Por eso están pagando tanto dinero.
― ¿Cualquier artículo? ¿Cómo qué? ― Pregunto Leorio.
― Estoy dispuesto a entregarlo. No estoy en la búsqueda de ningún artículo.― Los ojos de Gon brillaron. ― ¡Solo quiero acercarme más a Ging!
Leorio dejó escapar una suave risa, apoyando su mano sobre su mejilla, descansando su cabeza. Su mirada se dirigió a Jisoo, quien comía con entusiasmo pequeños rollos de canela.
― Por cierto, Jisoo... Encontrarás a Navier en Greed Island, ¿no? ― Inquirió, notando como la menor le ofrecía toda su atención. ― ¿Qué sientes al respecto? Tu padre pronto mejorará con el remedio de tu primo, si el señor Ryoma mejora podrá salir de Isla Esmeralda, ¿verdad?
La atención de todos se dirigieron a ella, quien bajo su mirada levemente, y soltando un suave suspiro asintió.
― Quiero agradecerle a mi padre por todo lo que tuvo que hacer para cuidarme. A pesar de estar enfermo nunca permitió que nada me faltará... ― Admitió en voz baja, jugueteando con el pitillo de su bebida. ― Por esa razón quiero cuidarlo, y asegurarme de que pueda disfrutar de muchas cosas que no pudo por culpa de mi familia. Es un pequeño paso para poder terminar con el sufrimiento de mi papá...
Sus ojos rosas destellaron energía, y su ceño se frunció levemente.
― Pero para dar un paso más grande necesito desafiar a mi familia, y liberar a mi padre de su engaño.
Ahora con una meta fija solo necesitaba empezar su plan. Empezaba a florecer, al mismo tiempo que un destino peligroso empezaba a dirigirse a ella. El mismo destino del que su madre había escapado, pero que Jisoo había decidido enfrentar.
Esa tarde luego de comer era momento de despedirse. Nuevamente, sus caminos se separarían por un tiempo. Leorio se preparaba para un examen de medicina, y los más jóvenes se alistaban para jugar un videojuego mortal.
Leorio no se fue sin antes recibir un fuerte abrazo por parte de Gon y Jisoo, mientras que, por otro lado, Killua se limitaba a despedirse con un simple movimiento de mano.
Aun así, el hombre de corbata no lo dejó ir fácilmente. Su mano se posó sobre el hombro del albino, y luego de asegurarse que sus amigos se encontraran lejos, le dio un simple golpe en la cabeza. Aunque Killua podía esquivarlo, no lo hizo.
Tenía un presentimiento sobre lo que podía decirle, y si ese fuera el caso podría merecer aquel golpe.
― ¡¿Viejo, y eso porque fue?! ― Se quejó, frunciendo su ceño. Leorio mantuvo su semblante serio, y de repente su mirada se suavizó.
― Puedes tener tus razones, y deben ser importantes si tomaste esa rescisión. ― Dijo, cruzando sus brazos. Su mano se posó sobre el esponjoso pelo del menor. ― Pero Jisoo es terca, y tú tienes una boca que puede ser muy filosa... Ten eso en cuenta, no digas palabras con las que ambos pueden salir heridos.
Y el mayor se empezó a alejar, sosteniendo su maletín. Antes de que pudiera alejarse mucho, Killua se dio la vuelta con un semblante serio. Quería decir algo, pero ninguna palabra salía de sus labios.
― ¡Vamos, Killua! ¡Te demoras mucho! ― La voz de Jisoo erizo su piel.
Sí cedía a sus emociones y caía sobre los brazos de aquella joven sería el fin para ella. La voz lejana en su cabeza le repetía eso y se encargaba de recordárselo cada día.
El suave roce que cosquilleo en su palma lo sacó de sus pensamientos. Jisoo le ofrecía una sonrisa, mientras Gon levantaba sus brazos con entusiasmo.
― Tenemos que llegar temprano, ¡Es hora! ― Exclamó Gon, levantando su puño.
Viajaron en tren por algunos minutos, caminaron por un oscuro bosque, y finalmente llegaron a un gran castillo en una montaña rocosa cubierta de árboles.
Las paredes eran de roca y las puertas de madera, como una construcción antigua. El Cazador que guiaría la expedición posó su dedo sobre una pequeña pantalla a un lado de la puerta y esta se abrió, permitiéndoles ver varios computadores sobre las mesas. Algunos ocupaban la pantalla con imágenes de jugadores que jugaban en ese instante.
― Antes de comenzar les explicaré algunas cosas. Las copias individuales del juego no son independientes. No importa con que consola comienzan, todas llegarán al mismo lugar.
Jisoo observó de reojo a los demás concursantes mientras escuchaba las palabras del hombre. Su atención se desvió por completo al encontrar una joven de pelo rubio y un vestido rosa.
― Ahora repartiremos las Memory Cards, así serán llevadas de inmediato al juego. Pero primero, decidiremos el orden. Solo se puede entrar de a uno a la vez. Decidiremos el orden ahora para así evitar cualquier tipo de peleas dentro del juego.
― Entonces usemos "Piedra, papel o tijeras" ― Dijo el hombre de pelo rubio que habían conocido hace poco. Al parecer había pasado a pesar de su actitud. Tal vez sí era inteligente.
Luego de unos minutos el ganador fue obvio al escuchar su exclamación de emoción.
― ¡Sí! ¡Soy el primero! ― Exclamó Gon.
― Maldición, soy el número diecisiete.
― Número doce, no es tan malo...
Gon se puso el anillo que encontró en la caja de su padre, se acercó al computador y dejó escapar un suspiro emocionado.
― Gon, espera al inicio hasta que lleguemos. ― Aviso Killua, recibiendo una animada afirmación.
Introduciendo la pequeña tarjeta su cuerpo empezó a desplegar aura, y bajo la atenta mirada de todos, Gon desapareció de repente sin dejar rastro alguno.
― Una vez aparezca la palabra "Jugando" en el computador, el próximo puede pasar.
Jisoo tuvo que esperar varios minutos para poder pasar. Introduciendo la tarjeta, al igual que su amigo, desapareció.
Sus ojos rosas encontraron a una mujer de pelo blanco y ojos azules, quien se encontraba sentada en una especie de nave que flotaba. La habitación era blanca con toques negros, como un laberinto.
Bienvenida a Greed Island. Ahora le explicaré cómo funciona el juego.
Volví.
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