𝐎𝟒𝟔┃En busca del Greed Island
𓂃⊹ ִֶָ CHAPTER O46 (💿)
✩。⋆ ⛓▞▞▞▞ (𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑)🎀 ꏍ !❛ El lindo vestido de Jisoo...
― ESPERO QUE LA FIEBRE DE KURAPIKA NO EMPEORE. ― Dijo Gon, recostando su espalda sobre la cama, sentado en el suelo, disfrutando de un pequeño paquete de papas fritas.
― Si... Un momento, ¿Acabas de decir lo que creo que dijiste? ― inquirió Killua sin disimular su sorpresa, mientras Jisoo dejaba escapar una risita por su reacción.
― Kurapika no debería volver a pelear contra el Ryodan. ― Asintió el menor.
― Sí, también pienso que es lo mejor. ― Opinó la ojirosa, acostada en la cama con las manos detrás de su cabeza y sus piernas flexionadas. ― Su rostro estaba muy cansado y demacrado... Lo mejor es que descanse luego de todo lo que sucedió.
― Pensé en algo cuando me contó sobre sus habilidades. Si él solo quería venganza, hubiera escogido diferentes habilidades... ― Dijo Gon, asintiendo por las palabras de su amiga. ― Si solo quería matarlos, no se hubiera tomado la molestia de ponerles una cadena en el corazón.
― Quizás si solo fuera un objetivo. Pero Kurapika se está enfrentando a todo el Ryodan. Incluso si captura a uno, no puede matarlo inmediatamente. Necesita primero sacarle información sobre los demás miembros.― La explicación de Killua fue interrumpida por el suave tono de celular de la joven pelinegra, quien se levantó rápidamente con una sonrisa entusiasmada.
― ¡Lo siento, te interrumpí! Tu tranquilo, continua. ― Exclamó rápidamente, dando pequeños saltos dirigiéndose a la salida de la pequeña habitación donde se quedaban. Killua ladeo la cabeza, notando la emoción de su amiga.
― ¿Qué ocurre?
― ¡No lo puedo decir!
― ¿¡Eh?! ¿Por qué no?
― Tiene que ver con el plan secreto de Gon, ¡Qué emoción, es hoy! ― Dijo, abriendo la puerta, despidiéndose con la mano mientras reía feliz. ― ¡Nos vemos! Leorio me llevará a probarme muchos vestidos.
La mirada del albino se dirigió a Gon, quien asomó una pequeña sonrisa nerviosa, notando la molestia de su amigo al ser el último en enterarse.
― Entonces, ¿De verdad tienes un plan para obtener una copia del Greed Island? ¡Tu plan es todo lo que tenemos ahora!
― S-sí, pero solo es un 50-50.
― Originalmente, ¿no dijiste que era un 70%? ¡Explícame!
Una subasta en el salón B de un gran edificio donde se presentaron objetos de todo tipo, y ellos participarían. De hecho, el plan tenía mucha probabilidad de funcionar, según las palabras de Killua, un 80%.
Mientras los jóvenes consiguen sus trajes, Jisoo se encontraba en un lugar bastante curioso donde una mujer de avanzada edad la media con una cinta métrica, manteniendo una mueca gruñona mientras masticaba un extremo de un palillo.
Un kimono, vestidos rojos, con muchos moños, largos, cortos, amarillos, azules, verdes, grandes, esponjosos. La pequeña Jisoo sé probó todo tipo de ropa que nunca antes había utilizado, pero al final hubo uno que logró conquistarla completamente, el indicado.
― ¿Por qué se demoran tanto? ― Inquirió el albino de brazos cruzados, ganando una mirada ligeramente divertida por parte de su amigo de pelo verde.
― No te angusties, Jisoo no tardará en llegar. ― Dijo mientras acomodaba su corbata, y sin poder evitarlo, dejó escapar una risa divertida, observando a su amigo con ternura. ― ¿Tan nervioso estás por verla?
― ¡¿Eh? ¡No es eso, idiota!
― ¿Quieres verla utilizando un lindo vestido?
― ¡Que no, no digas estupideces!
― ¿Entonces- ¡Mira, Jisoo llegó!
― ¿¡Donde?!
― ¡Era broma!
El peliverde empezó a reír, recibiendo un golpe en la cabeza por el apenado Killua, empezando así una especie de forcejeo entre los dos amigos. De repente, los ojos azules del chico más alto brillaron, notando como una bella joven se acercaba luciendo un elegante, pero simple vestido, su largo pelo en dos trenzas cayendo por sus hombros, y una sonrisa.
Otra vez Jisoo haciendo de las suyas, logrando dejar sin palabras al joven ojiazul.
Un sentimiento de nerviosismo inundó a Killua y un cosquilleo consintió su cuerpo, sintiendo la sangre subir a sus pómulos. Su cuerpo se congeló, examinando a Jisoo con detalle, quien hablaba de forma animada con Gon.
― ¡Killua estaba muy emocionado por verte! ¡Te ves muy bien, Jisoo! ― Tan pronto escuchó la voz de su amigo, la mirada de Killua se desvió y entró en pánico, pues se había quedado viendo a su amiga por un buen rato. ― ¡Mira, te ve como un t-
― ¡Cállate, Gon! ¡N-no digas cosas tan vergonzosas! ― Exclamó, evitando la mirada de la ojirosa, quien dejó escapar una carcajada divertida sin disimular, sintiendo sus mejillas empezar a tomar un color carmín.
― ¡Se ven muy bien! ― Dijo, asomando una risita divertida, notando como el sonrojo de su amigo parecía aumentar. Cuando Jisoo guiño su ojo, fue la perdición para el albino. ― No te ves nada mal, Killua.
― ¡I-idiota, no digas cosas tan...! ¡Agh! ¡Entremos de una vez! ― Con las manos en sus bolsillos y su ceño fruncido empezó a caminar, sintiendo su corazón latir rápidamente, amenazando por salirse. Una sonrisa apareció en sus labios y negó, intentando despejar su mente.
El grupo caminó por los pasillos, hasta acercarse a una gran puerta que se abrió frente a ellos, permitiéndoles ver un elegante lugar con muchas sillas y personas en traje.
Los ojos de Jisoo brillaron, empezando a caminar junto con sus amigos, quienes estaban pendientes de que la ojirosa no se sintiera incómoda o tuviera algún ataque de pánico. Pero no fue así, ella caminó feliz y segura, olvidando poco a poco su miedo por la emoción que sentía.
Tal vez era por la compañía de sus amigos, o era ella, venciendo lentamente su horrible miedo.
Sus pasos frenaron de golpe, encontrando a dos personas conocidas en uno de los puestos de la subasta, y sin pensarlos, entraron en un profundo pánico.
― ¿Eh?
Los tres salieron corriendo de forma atacada, asomando muecas asustadas en sus rostros, buscando una salida para salvar sus cortas vidas. Feitan y Phinks del Ryodan, con trajes elegantes, se encontraban en aquel lugar.
― ¿Por qué están aquí?
― ¿¡Cómo podría saberlo!?
― ¡Por qué hoy! ¡No!
Frente a ellos, el hombre rubio apareció bloqueándoles el paso, y detrás de ellos, el de baja estatura impidió que escaparan, con las manos en sus bolsillos. Jisoo frenó de golpe, estrellándose contra sus amigos, quienes también frenaron, con miradas nerviosas.
― Oigan, eso fue descortés. No tiene por qué huir. ― Dijo el más alto, asomando una sonrisa.
― No se preocupen. No vamos a matarlos... No podemos matar al usuario de la cadena por ahora.
― ¿Qué quieren decir?
― ¿Acaso no uso sus cadenas en el líder? Eso significa que no podemos matarlo.
― No entiendo. ¿No debería ser al revés? ― Pregunto Jisoo.
― El Nen no necesariamente desaparece después de la muerte. El Nen que es impulsado por el odio y el resentimiento puede persistir por mucho tiempo después de la muerte. El Nen se dirigirá hacia el objetivo de esas emociones. Ya que el Líder no puede utilizar Nen, podría verse abrumado por ese hecho.
El hombre dejó de hablar por un momento, empezando a caminar entre los niños, entendiendo la mirada molesta de su compañero de pelo oscuro. Estaba hablando mucho.
― Así que, ya hemos terminado con ustedes, chicos. ― Finalizó, alejándose algunos pasos. ― Solo venimos a disfrutar de la subasta. Los otros miembros quieren ir a casa.
― Disculpa, ¿Qué le pasó a la señorita Pakunoda? ― Pregunto el peliverde, dando un paso.
― Murió.
― ¿Eh...? ― Susurro Jisoo, bajando su mirada con un semblante sorprendido, levemente entristecido. Los ojos de sus amigos resplandecieron, sin esperar aquella noticia. Apenas había pasado un día desde que habían hablado y escapado de ella.
El hombre permaneció en silencio, recordando uno de los recuerdos que su querida amiga le había dado con uno de los disparos. Una pequeña conversación con los menores mientras caminaban directo al intercambio.
¿Por qué no huyen?
¿Huir? ¿Por qué?
Con mis heridas serían capaces de escapar fácilmente. Sí lo hacen, entonces yo perdería mi ventaja y el usuario de la cadena mataría al Líder. ¿Así que por qué no huyen? ¿Acaso no están de su lado?
Porque somos sus amigos. Porque somos sus amigos, no queremos que mate a nadie más.
Así que preferimos resolver esto como un intercambio.
― ¿Qué sucede? ― Pregunto Gon, notando como el hombre aún no decía nada mientras los miraba con atención, como si estuviera pensando sus palabras antes de decir algo.
― Paku... ― Dijo, y antes de darse la vuelta, completo su oración, sintiendo la indescriptible mirada de los jóvenes que habían logrado enseñarle algo a la rubia antes de morir. ― Paku quería darles las gracias.
(💿)
― ¡Nuestro siguiente artículo es el legendario juego, Greed Island! ― La mujer que presentaba aquel día en la subasta levantó una de sus manos, mientras hablaba con el potente micrófono. Una imagen del juego apareció en la pantalla detrás de ella, mientras que frente ella el verdadero juego descansaba sobre una mesa de madera. ― Echemos un vistazo al misterioso poder que contiene este juego.
Un hombre gigante con un martillo del mismo tamaño se acercó, provocando que el suelo se tambaleara. La presentadora se alejó, mientras el recién llegaba con un fuerte impulso golpeó el juego, pero terminó rompiendo la mesa.
Las personas empezaron a exclamar todo tipo de cosas con emoción, sin creer lo sus ojos que acaban de presenciar.
― Como pueden ver, hay un misterioso poder que protege la consola de cualquier daño siempre que alguien esté jugando adentro. ― En la pantalla la imagen de un hombre de mirada seria y barba apareció. ― Este hombre es Jeitsai, el jugador que está dentro en este momento. De hecho, él es quien firmó un contrato permitiéndonos subastarlo.
Los menores lo observaron atentamente, mientras sus ojos resplandecían de completa decisión.
"Si no podemos terminar el juego antes de la fecha especificada en el contrato, ocho jugadores en activo, contando yo mismo, presentamos ocho copias del juego y la consola a la subasta de Southrem Piece, de tal forma que nuestros jóvenes y talentosos Cazadores puedan terminar el juego y cumplir nuestro sueño"
Ese fue el testamento que dejó el jugador.
― Desafortunadamente, cuando obtuvimos estas copias dos ya mostraban game over en la pantalla, eso significa que los jugadores también murieron en la vida real. Estén seguros de estar preparados para ofertar...
Los menores estaban decididos por conseguir el juego, pues estaban seguros de que no morirían.
― ¡Comencemos la subasta con 900 millones de jenny!
Las ofertas llegaron como gotas de lluvia en una tormenta. Todos querían el juego y cada vez más el dinero que pedían aumentaba. A lo lejos un joven de pelo corto color negro escondido entre las sillas levantó la mano, duplicando el dinero. Killua frunció su ceño, reconociéndolo.
― ¿Así que indicas cuánto estás ofertando con la mano? ― Pregunto el peliverde al mayor sentado a un lado de ellos, quien había llegado hace algunos minutos. Sepairu.
― Sí, el subastador es capaz de conseguir una oferta más alta. ― Explicó, escuchando como la oferta subía por un señor mayor.
― ¿Qué es esto? ― Pregunto, levantando su pulgar, pero sin saberlo, aumentó la oferta.
― ¡El #201 lo duplica a 24 Millones!
Una mueca apareció en los labios del mayor, mientras Gon se congelaba sin saber qué había hecho.
― ¡El #16 ofrece 25 billones!
Gon dejó escapar un suspiro aliviado, pues había recibido otra oferta y ahora no tendría que pagar todo ese dinero. El hermano de Killua aumentó la oferta, provocando que el joven alvino apretara sus puños con una mueca molesta, pues no paraba de ofertar.
― ¡El #16 sube hasta 30.5 billones!
Ya nadie podía hacer nada, y el hombre ganó la subasta, ofreciendo una exagerada, pero realmente justa cantidad de dinero por un juego mágico. Gon, Jisoo y Killua ya sabían qué hacer, así que sin perder el tiempo buscaron al hombre ganador, adentrándose a una elegante sala llena de personas de seguridad.
Jisoo frunció su ceño levemente al ganar la mirada del hombre, quien los observó curioso.
― Um, somos Cazadores.
― Estamos dispuestos a ayudarlo a terminar Greed Island.
― ¿Qué opina? No tenemos problema en...
Jisoo frenó sus palabras, notando como los hombres de seguridad hacían una barrera frente ellos, bloqueando la vista, sin permitirles ver al hombre que había ganado el preciado juego.
― No estén bromeando. Váyanse a casa.
La joven ojirosa frunció su ceño, arqueando una de sus cejas, mientras Killua se limitaba a cambiar su semblante tranquilo a uno curioso, y Gon permanencia sería.
― No es ninguna broma. Soy una Cazadora profesional. ― Dijo Jisoo, ganando miradas burlonas.
― ¡No estamos bromeando! Es en serio. ― Asintió Gon, cruzando sus brazos.
― Qué tontería. ¿Tienen una licencia? ― El hombre mayor se acercó, pasando entre sus hombres de seguridad para ver a los niños.
― ¡Sí!
― Uh, no la tienes. Está en la tienda de empeños. ― recordó Killua, provocando que una mueca apareciera en los labios de Gon. ― Jisoo, ¿tienes la tuya?
― Uh... ― La joven revisó sus bolsillos, recordando algo. ― No la traje, la deje en mi otra ropa... No la tengo conmigo.
Los hombres mayores volvieron a fijar su atención en los chicos, sin creer nada de lo que decían. Según ellos, estaban mintiendo, pero aun así, los niños no paraban de decir lo contrario.
― Espera... El hecho de que estén aquí significa que ciertamente no son ordinarios. Sin embargo, no puedo aceptar ciegamente todo lo que digan. ― El mayor los observó mientras hablaba. ― Efectivamente, busco contratar Cazadores para terminar este juego, pero no puedo contratarlos en este momento. Solo puede haber cierto número de jugadores.
Los menores bajaron su mirada, cuando de repente, los ojos de Gon brillaron, y levantó su mirada, aún sediento de respuestas. No se rendirán, convencieron al hombre.
― ¿Solo puede haber cierto número de jugadores? ― Pregunto el peliverde.
El hombre les explicó cómo cada Memory Card podía guardar la información de solo un jugador. Y con múltiples conexiones era posible tener un máximo de nueve jugadores por consola. Solo podrían escoger unos cuantos, y aquellos deberían ser avanzados.
Si querían un cupo para entrar al juego, deberían mostrar su valor.
― Oh, cierto. Esa partida guardada de Greed Island uso todos los treinta espacios de la Memory Card.
― Oh... Entonces eso era. ― Dijo Jisoo asombrada por las palabras de Gon, mientras Killua asentía a un lado de ella.
― ¿¡Cómo sabían eso!? ― La sorprendida voz del hombre llamó su atención automáticamente.
― Tenemos un archivo guardado de Greed Island.
― ¿Ya han jugado antes el juego? ― Pregunto, interesado. Jisoo asomo una sonrisa al notarlo, pues antes no los tomaba en serio. Killua notó aquello, y posando su mano sobre el hombro de su amiga ambos sonrieron.
― No, solo tenemos una Memory Card. ― Los ojos del hombre brillaron al escuchar las palabras del menor de pelo verde puntiagudo, y con notoria emoción habló.
― Si la Memory Card es real, necesitan otro objeto para removerla de la consola.
― Eso sería...
― ¡El anillo!
Gon y Killua asintieron al mismo tiempo con brillos en sus ojos, mientras la ojirosa asentía repetidas veces con su sonrisa aún más grande de la emoción. El hombre mayor los observó en silencio, con sus ojos deslumbrando sorpresa.
Luego de unos segundos, llamó a uno de sus acompañantes. Joven y alto, de piel morena, barba afilada y cejas blancas.
― Al parecer vale la pena tomarlos en consideración. ― Opino, mientras el nuevo sujeto se acercaba.
― Asumo que pueden usar Nen. Muéstrenme su Ren. ― Los menores asintieron emocionados, y tal como les enseñó su maestro Wing, utilizaron Ren, empujando sus auras al mismo tiempo que la comprimían.
― No sirven. Dejarlos jugar sería una pérdida de tiempo. Correrían en círculos hasta morir.
Jisoo frunció sus labios, mientras Gon apretaba sus puños y fruncía sus cejas. Killua dejó de utilizar Nen, y se limitó a escuchar de brazos cruzados.
― ¿¡Cómo puedes estar tan seguro cuando ni siquiera lo hemos intentado!? ― Se quejó el peliverde.
― ¡¿Es porque somos más jóvenes, Verdad?! ― Dijo Jisoo, recibiendo una mirada divertida.
― Una vez que estén en el juego será demasiado tarde, a menos que mueran inmediatamente. ― Los menores asomaron semblantes sorprendidos mientras escuchaba al hombre que permanecía de brazos cruzados. ― No necesito personas que prolonguen lo inevitable. Mientras un jugador esté vivo dentro del juego, no se puede enviar jugadores nuevos.
― He contratado alrededor de cien Cazadores profesionales para jugar este juego, y más de la mitad se han dado por vencidos en regresar al mundo real, eligiendo vivir dentro del juego. ― Dijo el hombre mayor, recibiendo miradas de sorpresa. ― Es por eso que debo ser cuidadoso al seleccionar nuevos jugadores. Necesitamos personas fuertes como para obtener objetos que los regresen al mundo real.
― ¿¡Estás diciendo que no somos lo suficientemente fuertes!? ― Se quejó Gon levemente molesto.
― ¿Cómo puedes saberlo? ― Señaló Killua.
― Porque él es un Cazador profesional que ya ha jugado Greed Island. ― Señaló el mayor y los menores no escondieron sus miradas de sorpresa.
― Según mi propia experiencia, los objetos para regresar al mundo real son relativamente fáciles de conseguir. Pero con su Nen, es imposible. De hecho, pronto aparecerá Game Over.
― ¡Somos fuertes! ¿Cómo lo podemos demostrar? ― Pregunto Jisoo, frunciendo su ceño con una mueca molesta, escuchando las palabras del más alto.
― Hay una prueba el último día de la subasta. Si están interesados en participar, necesitan mejorar su Nen.
― ¡Eso íbamos a hacer de cualquier forma! ― Exclamo Gon molesto, empezando a caminar fuera de aquella habitación. ― ¡Vámonos, Jisoo, Killua!
Los menores se alejaron sin esconder su disgusto, siendo seguidos con la mirada por los mayores, quienes permanecieron de brazos cruzados.
― Chico, antes de que te vayas...― El hombre mayor asomo una ligera mueca, recibiendo una mirada molesta por los menores. ― ¿Cómo conseguiste una Memory Card?
― ¡No voy a decirte!
Ahora estaban molestos, tendrían que pasar esa prueba y jugar al Greed Island cueste lo que cueste, aprender Nen, y demostrar que no eran simples niños que deseaban jugar un juego solo por curiosidad.
― Maldición, ahora estoy molesto.
La próxima actualización aún está en proceso, tal vez me demore, pues Phantom Rouge contara con más de 10.500 palabras. TT Me emociona escribir, pero creo que terminaré agotada. Los quiero <333
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro