𝐎𝟑𝟓┃Web para Cazadores
ִֶָ 𓂃⊹ ִֶָ CHAPTER O35 (💿)
✩。⋆ ⛓▞▞▞▞ (𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑)🎀 ꏍ !❛ ¡Te extrañé tanto!...
― ¡MITO-SAN! ¡VOY A ENCONTRAR A GING! LUEGO DE VER A GING, REGRESARÉ A LA ISLA. ¡CUÍDATE HASTA ENTONCES! ― Exclamó Gon con fuerza y una gran sonrisa, mientras el barco se alejaba del puerto.
Desde lejos, Mito agitaba su mano de un lado a otro, observando con un brillo en sus ojos como aquel chico partía de la isla, dispuesto a cumplir su meta de encontrar a su padre, yendo a Ciudad York Shin junto con sus amigos.
Era seguro que no se verían en un largo tiempo.
Jisoo recostó su espalda en el mástil de barco con sus ojos cerrados, escuchando como sus amigos señalaban una isla cercana con emoción. Luego de algunas horas, por fin se acercaban a su destino.
― Ya quiero ver a Kurapika y Leorio ¡No puedo esperar! ― Exclamó Gon, parado a un lado de ella.
― Te estás precipitando. ― Exclamó el albino, sentado a un lado del peliverde. ― Aún nos quedan dos semanas antes de que se suponga que nos veamos.
― Oh, tienes razón. ¡Han pasado seis meses desde que los vimos, así que estoy emocionado! ― Gon asintió, aun con emoción.
― ¿Tanto tiempo ha pasado? ― Susurro la ojirosa, cruzando sus piernas mientras dejaba escapar un bostezo.
― Hace seis meses jamás hubiese soñado que vendríamos a York Shin por una razón como esta. ― Dijo Killua ― La subasta comienza el primero de septiembre. Tenemos que conseguir tanta información como sea posible antes de eso.
― Sí, podría haber información acerca de Ging.
― Dejó una tarjeta de memoria con su mensaje. Debe haber una conexión. De cualquier modo, una vez consiga la dirección para la página web solo para Cazadores de mi hermano, podremos revisarla.
Jisoo se levantó rápidamente, tomando por sorpresa a sus amigos, quienes observaron curiosos como una sonrisa entusiasmada aparecía en sus labios. A lo lejos, una mancha se acercaba a toda velocidad.
― ¡Llego! ― Exclamó, elevando su brazo. Para su sorpresa, en vez de una gaviota, un águila se posó en su brazo con fuerza, provocando que retrocediera unos pasos. Una mueca sorprendida apareció en los labios del albino.
― Es esta. Mi hermano envió la dirección. ― Killua dejó escapar una risa, notando la mirada molesta de Jisoo. ― Tendrás que esperar más, yo gano la apuesta. ¡Perdedora!
― Suertudo... ― Susurro la pelinegra, volviendo a sentarse. Ahora tendría que hacerle un favor a aquel chico, quien sabe que se inventaría, y todo por decidir apostar cuál de los dos paquetes llegaría primero.
Definitivamente, fue una mala idea.
(💿)
― ¿Esta es la página Web para Cazadores? ― inquirió Gon, observando la pantalla del computador con curiosidad, a un lado de la ojirosa, quien se encontraba sentada con sus manos sobre el teclado.
― Sí, he escuchado que los Cazadores de todo el mundo publican información aquí. ― Asintió el albino, con su mano sobre el hombro de la joven, quien sacaba su licencia de Cazador con una pequeña sonrisa.
Por favor deslice su licencia de Cazador y escriba su código de licencia.
Jisoo pasó su tarjeta en una parte al lado del computador, escribiendo algunas cosas antes de poder entrar a la página. Los ojos de los tres brillaron al ver como la imagen de un elegante bar aparecía.
― Pon el cursor sobre el cantinero. ― Exclamó el albino, mientras la joven asentía. Sobre la persona, un cuadro con palabras apareció.
¿Qué clase de información le gustaría?
― ¿E-eh? ¡Es mucha! ― Exclamó Jisoo con sorpresa, notando como montones de temas aparecían a un lado de la pantalla. A un lado, Killua silbo con sorpresa.
― Selecciona la categoría de juego. ― Como dijo el albino, la ojirosa empezó a buscar aquella opción entre toda la información, mientras su amigo de pelo puntiagudo le ayudaba a buscar con la mirada.
― ¡Hay está, Greed Island! ― Aviso el peliverde.
― ¿¡Veinte millones de jenni?! ― Exclamó con el ceño fruncido, soltando un suspiro y negando con una mueca. ― ¿En serio me van a cobrar por buscar sobre un juego?
― No nos darán la información gratis... ― Se lamentó Killua, frunciendo el ceño. ― Bueno, en verdad no tenemos otra opción.
La ojirosa cerró sus ojos por un momento. No podía pensar en su decisión, pues como había dicho el ojiazul, no tenían otra opción si querían descubrir más sobre aquel juego. Posando su mano sobre la tecla, la oprimió.
Depositando veinte millones de jenni...
Una fuerte aura empezó a salir del monitor, rodeando sus cuerpos completamente, y luego de unos segundos, aparecieron en otro lugar. Todo a su alrededor era diferente, pues no había más monitores. Con sorpresa, se dieron cuenta de que estaban en el bar que les había aparecido en la pantalla.
― Supongo que solo los usuarios Nen pueden entrar a este sitio... ― Susurró el albino, desviando su atención al cantinero.
Muy bien, ahora escuchen con cuidado. Greed Island es un juego creado por practicantes de Nen. Aparentemente, hubo varios creadores, pero nadie conoce su objetivo.
Los jóvenes abrieron sus bocas con sorpresa, escuchando las palabras del hombre, quien mientras explicaba secaba un vaso con cuidado.
Pusieron Nen dentro de las 100 copias del juego. Cuando comienzas el juego, el Nen se activa, arrastrando al jugador dentro del juego. Solo los practicantes de Nen pueden jugar. Mientras el jugador permanezca con vida dentro del juego, seguirá funcionando, incluso si la consola es desconectada. Se detendrá si el jugador muere.
Esta vez, el hombre empezaba a mezclar dos bebidas diferentes de manera bastante hábil, llamando la atención de la ojirosa, quien luchaba por concentrarse en la conversación.
Una persona que tuvo el juego contrató a 50 Cazadores para intentarlo, pero ninguno de ellos regresó con vida. Escuche que puedes regresar si encuentras un punto para guardar.
― ¿Eso es verdad? ― Pregunto el peliverde al albino, quien cruzó sus brazos bajo su pecho.
― Esta información viene del sitio web para Cazadores. Debe ser correcta.
El cantinero le extendió un vaso de cristal con un líquido a Jisoo, quien lo observó con curiosidad, agradeciendo en voz baja. Una mueca apareció en su cara al notar como no podía agarrar el vaso.
― ¿Eh? ¡Es un holograma! ― Exclamó con brillos en sus ojos, jalando las chaquetas de sus amigos para enseñarles con una sonrisa de oreja a oreja.
― ¿Qué esperabas? ― Respondió Killua con burla, dejando escapar una suave risa con un pequeño sonrojo. Por otro lado, Gon también intentó agarrarlo.
En la subasta de Ciudad York Shin, se pondrán a la venta ocho copias del Greed Island. La oferta más baja empieza con 8.9 billones de jenni.
― ¡¿8.9 billones de jenni?! ― Exclamó Gon con sus labios abiertos.
― ¡El precio se disparó! ― Se quejó el albino despeinando su propio cabello. ― ¡Eso es tres billones más que el precio de venta al público!
― Ya, ya... ― Susurro Jisoo, palmeando la espalda del joven con una pequeña sonrisa, reprimiendo una carcajada. ― Si te estresas tanto té saldrán más canas.
― ¿¡Ah?! ― Exclamó el joven con el ceño fruncido, escuchando como la ojirosa empezaba a reírse de su propio comentario, negando divertida, sin poder formular alguna palabra.
Negando levemente, se limitó a empujar la cabeza de la joven, asomando una pequeña sonrisa sin darse cuenta.
La dificultad de obtención es de rango G. Este juego es considerado una leyenda, pero hay muchas copias. Si tienes suficiente dinero, es relativamente fácil de conseguir.
― Hmm, una G... Es menor de lo que esperaba. ― Repitió el ojiazul, cruzando sus brazos. ― Aun así, el dinero es un gran problema.
Nuevamente, un destello los cubrió, esta vez volviendo a aparecer en la sala donde se encontraban al principio, frente al computador.
Gon cerró sus ojos por un momento, soltando un suspiro emocionado. Si ni siquiera podía conseguir un simple juego, nunca podría encontrar a Ging. Ahora estaba más emocionado, pues un reto se le cruzaba en el camino.
― Hey, ¿podemos participar en la subasta?
― ¡Sería emocionante! ― Exclamó Jisoo, asintiendo, emocionada al escuchar la pregunta del peliverde. ― ¡Y podremos utilizar ropa elegante!
― ¡Están comenzando con 8.9 billones! Eso está fuera de nuestro alcance. ― Negó Killua, con una mano en su cintura.
― No, quiero decir vendiendo cosas. ― Aviso Gon, provocando que el ojiazul chasqueaba los dedos con una sonrisa emocionada. ―Podemos buscar tesoros y luego subastarlos.
― ¡Eso es! Podemos comenzar con los 800 millones que ganamos en el Coliseo del Cielo.
― ¿Pero cómo empezamos a buscar lugares para subastar o encontrar tesoros? ― Inquirió Jisoo, notando como el joven de pelo blanco se sentaba a un lado de ella, llevando el computador de una mesa.
― En el mercado de pulgas en línea y en los sitios web de subastas. Ya veremos que encontramos. ¡Incrementaremos nuestro dinero y conseguiremos una copia de Greed Island!
Casi toda la tarde aquel grupo se la pasó investigando sobre tesoros y sus precios, llamando a todo tipo de personas intentando conseguir lo que buscaban. Luego de algunas horas decidieron salir, sentándose cerca de una fuente, bebiendo latas de gaseosa.
― ¿Cuánto nos queda? ― Pregunto el peliverde, tomando un sorbo de su bebida.
― Combinando, estamos en 10.84 millones. ― Respondió Killua. Automáticamente, los tres soltaron un suspiro cansado. ― Maldición... Inicialmente, estábamos haciendo una ganancia.
― Es por eso que dije que solo deberíamos confiar en sitios públicos seguros. ― Reprendió Jisoo, negando levemente, pasando una mano por su cabello. ― Pero te decidiste arriesgar...
― ¡No pude evitarlo! Solo los sitios arriesgados son lucrativos.
― No está funcionando... ― Susurro Gon, bajando la mirada, soltando otro suspiro.
El lejano sonido de un graznido llamó su atención. Jisoo levantó su mirada, asomando una sonrisa, notando como una gaviota normal se acercaba a ella con un pequeño bolsillo en su pata. Rápidamente, levantó el brazo, y la gaviota se posó, bajo la curiosa mirada de sus amigos.
― ¡Oh, una gaviota! ― Exclamó Gon, riendo levemente, consintiendo la espalda del animal con curiosidad. ― ¡Es muy tranquilo!
― Sí, está entrenado. ― Respondió la ojirosa, desamarrando el lazo que sostenía el mensaje. La gaviota levantaba su cuello, disfrutando de la atención del peliverde. ― Viene desde muy lejos, es muy fuerte...
― ¿Qué dice el mensaje? ― inquirió el albino, asomándose a un lado de la joven, notando como desenrollaba un papel, logrando ver una manilla en el fondo. ― ¿Esa cosita es lo que te ayudará a encontrar a tu hermano?
― ¿Encontrarás a tu hermano? ¡Ah! ¿Lo que me explicabas en el barco? ― Exclamó Gon mientras Jisoo asentía.
― Esta manilla le pertenecía a Navior... Es una de las únicas cosas que dejo en Isla Esmeralda.― Susurro, con una pequeña sonrisa, deslizando por su muñeca aquel grande accesorio, observándolo con melancolía. ― Con esto podré acercarme un poco a su escondite.
Una delgada manilla de cuero con una flor de oro. Con aquel objeto, su plan podría empezar. Pero como su familia acostumbraba a hacer, tendría que cumplir un pequeño favor en York Shin.
Solo esperaba que no se tratara de ninguna trampa.
(💿)
Por fin era el primero de septiembre, el día donde los cinco amigos se reunirán después de tanto tiempo. Mientras tanto, los menores paseaban por el mercado de York Shin, un lugar bastante ajetreado y popular.
― ¡Asombroso, hay mucha gente! ― Exclamó Gon, paseando con su brazo enrollado en el de la ojirosa, quien procuraba que ninguno de sus dos amigos se perdiera o separaran demasiado.
― Pero el propósito de este mercado es estafar a la gente que ha venido a la subasta. ― Advirtió el albino, con las manos en sus bolsillos y una sonrisa, mientras la joven lo agarraba del brazo.
― ¿Eh? ¿Este lugar no es la subasta? ― Pregunto Jisoo, con sus labios entreabiertos.
― Obviamente. La subasta soñada de York Shin se lleva a cabo una vez al año en la casa de subastas más grande del mundo. ― Explicó el ojiazul. ― Dicen que, solo durante los diez días de oferta oficial, decenas de trillones de jenni cambian de mano.
― ¿Decenas de trillones? ― Exclamó Gon, frenando para ver uno de los objetos en una de las estanterías para luego seguir caminando.
― Sí, un artículo vendido por diez mil puede ser cambiado por cien millones al día siguiente. Puedes hacer una fortuna al instante. Es donde los sueños se hacen realidad. Por eso muchas subastas se hacen al mismo tiempo.
Jisoo frenó su paso, desviándose a una de las tiendas con brillos en sus ojos, examinando con sorpresa las muñecas detrás de la vitrina, siendo seguida por sus amigos.
― Qué lindas son... Siempre quise una cuando era más pequeña. ― Exclamó, con una sonrisa de oreja a oreja, posando su mano. Cuando noto el precio, se quedó congelada. ― ¿¡Por qué son tan caras?!
Los tres siguieron caminando, observando muchos de los objetos alrededor. Cosas brillantes y antiguas, juguetes descontinuados, marcas perdidas con el tiempo. Todo tipo de cosas nuevas para Jisoo.
Y como todo en aquel lugar, se vendían a precios exagerados.
― En fin, ¿crees que Kurapika y Leorio aparezcan? ― inquirió Killua.
― Prometieron vernos aquí. Estoy seguro de que vendrán. ― Respondió Gon, asintiendo para el mismo.
― No será difícil reconocerlos. ― Opino Jisoo, con una pequeña sonrisa. ― ¡Ya quiero ver a Leorio y Kurapika!
― También podrían tratar de contactarnos. ― Exclamó el albino, sacando su teléfono, notando como no había ningún mensaje. De repente, su ceño se frunció, observando a sus amigos. ― ¡Tienen que comprar un celular! Es equipo de Cazador estándar.
― Ah, es verdad. ― Respondió Gon, frotando su cuello con una sonrisa nerviosa.
― Nunca pensé en tener un celular... ― Susurro Jisoo, dejando escapar una risa nerviosa, siguiendo a Killua, quien en apenas unos segundos, los guio a una tienda de celulares.
Había tantos en la mesa de diferentes colores y diseños que Gon y Jisoo no sabían qué explorar primero.
― ¡Hey, bienvenidos! Este es el modelo actual. Es superdelgado y no es más grande que una tarjeta de crédito. ― Empezó a explicar el señor de la tienda. ― Tiene GPS, que es muy útil para reunirse con personas.
― No se molesten. ― Exclamó una voz a sus espaldas, llamando su atención. ― Esa función no sirve en muchos países y ni siquiera es aprueba de agua. Ese modelo es para personas que solo hacen llamadas.
Rápidamente, Jisoo se dio la vuelta, dejando escapar una exclamación llena de alegría mientras una sonrisa aparecía en su rostro.
― ¡Leorio! ― Sin poder retener su ataque de energía, la joven ojirosa se lanzó a abrazar al mayor, quien dejó escapar una risa, palmeando la cabeza de la menor, aceptando su corto abrazo.
― ¡Jisoo, estás más alta! ¡Hey, tanto tiempo! ― Exclamó, acercándose a los chicos, quienes lo observaban con sonrisas en sus rostros. Sus pasos se detuvieron frente a la mesa, arqueando una ceja. ― Recomendaría... Este, "Beattle 07." Es un poco grande y caro, pero incluye un traductor para los 100 idiomas utilizados en todo el mundo.
― ¿Qué? ¿En serio? ― Exclamó el albino, asintiendo en dirección al peliverde y la ojirosa, cruzando sus brazos. ― ¡Escojan ese!
Ambos asintieron con pequeñas sonrisas, observando el modelo del que su amigo de gafas hablaba con tanta emoción. No sabían nada sobre celulares, pero seguramente eran buenos.
― Tres, por favor. ― Pidió el hombre, con una pequeña sonrisa que desapareció al escuchar el precio.
― Tres costarán 600.000.
― ¿¡600.000?! ¡Eso es muy caro, viejo!
Al final si los compro.
― ¡Gracias, Leorio! ― Exclamó Gon, sosteniendo su caja correctamente, con una pequeña sonrisa.
Jisoo caminaba feliz con su cajita, escuchando aún las quejas del mayor. Era la primera vez que tenía un celular, no podía esperar a empezar a tomar fotos o descargar juegos para pasar el rato. Además, podría comunicarse con su padre sin problemas.
― Pero demonios, 110, 580 jenni cada uno, ¿huh? Es un modelo nuevo, así que ese es un precio justo en el mercado...
― Aun así, hablando de exagerar. Nunca había visto una compra de un celular ser recibida con aplausos antes. ― Exclamó el albino, también con una caja. Una mueca se formó en su rostro al recordar la escena.
Las personas se habían acercado, aplaudiendo con emoción alrededor de ellos. Leorio sonreía feliz, disfrutando de la atención, mientras que, por otro lado, los menores se limitaban a reír nerviosos.
― Sí, fue un poco raro. ― Admitió Jisoo, dejando escapar una risa al recordarlo. ― Parecía una subasta.
― Pero en verdad nos salvaste. ― Exclamó Gon, también riendo levemente.
― Solo para que lo sepan, eso no fue nada. El trato serio solo empieza cuando el vendedor te dice que te vayas ― De repente, el hombre empezó a reír de manera animada, caminando detrás de los menores. ― Entonces, ¿cómo están, chicos?
― ¿A qué te refieres? ― Pregunto Gon.
― Han entrenado y se han vuelto más fuertes, ¿no? ― Al escuchar aquello, Killua reprimió una risa. No podía esperar a ver la reacción del hombre cuando Gon y Jisoo le contaran de todo.
Leorio los llevó a un restaurante, mientras le explicaban con calma algunas de las cosas que habían pasado mientras estaban separados. Killua comió un pedazo de su hamburguesa, notando como el mayor se levantaba de la silla con sorpresa, negando rápidamente.
― ¿¡Qué?! ¿Le regresaste la etiqueta a Hisoka en el Coliseo del Cielo? ¿¡Cómo que intentaron matar a Jisoo!? ¿¡Ah!? ¿A qué se refieren? Tienen que ser muy buenos para llegar a los 200... ― Con una gota de sudor, Leorio volvió a sentarse, tapando su rostro con una mano, sin palabras al ver a los pequeños niños ― ¿Qué tan fuertes son ahora?
― Hey, ¿aprendiste Nen, Leorio? ― Pregunto Jisoo, notando como el hombre cambiaba su semblante y ordenaba sus gafas con una mirada orgullosa, asintiendo con un aura brillante.
― Sí, puedes apostarlo.
― ¿En serio? ― Inquirió Killua, con una ceja alzada, observando al mayor con duda, mientras los menores exclamaban entusiasmados por el logro de Leorio.
― ¿Por qué les mentiría? ― Respondió, posando las manos sobre su pecho con seguridad. ― Es la habilidad de reunir un manto de aura, la energía vital...
Killua soltó un suspiro rendido, mientras Jisoo ladeaba la cabeza con una ligera mueca, comiendo un trozo de su comida. Gon asomo una pequeña sonrisa apenada.
― Eso es Ten, uno de los cuatro principios principales para aprender Nen. ― Aviso el peliverde, provocando una mueca sorprendida en Leorio.
― ¿¡Eh!? ¿Hay más?
― Lo imaginaba... ― Se limitó a decir el albino, terminando de comer su hamburguesa.
(💿)
― ¿Isla Greed? ¿Qué es eso? ― inquirió Leorio, sentado en el sofá con una taza de té sobre su mano, escuchando las palabras de los menores. Una mueca sorprendida apareció en su rostro. ― ¿Huh? ¿Una pista para encontrar a tu papá? ¿A qué te refieres?
― Bueno, es una larga historia... ― Respondió Gon, frotando su cuello.
― De cualquier modo, el precio es el problema. ― Dijo Killua, sentando en la ventana con un dulce en sus labios.
― ¿De cuánto estamos hablando?
― La oferta inicial más baja es de 8.9 billones de jenni. ― Respondió el albino, escuchando como el mayor dejaba escapar una fuerte exclamación.
― ¿¡8.9 billones de jenni!? ¿Cuánto tienen?
― Bueno, hicimos algunas malas inversiones. ― Respondió Jisoo, observando de reojo al albino, quien se limitó a hacer una mueca y desviar su mirada de brazos cruzados. ― Nos quedan cinco millones.
Leorio dejó su taza de té en la mesa y cruzó sus piernas, asomando una pequeña sonrisa mientras cerraba sus ojos.
― Escuchen niños... Este evento se lleva a cabo en Sazan Piace, la casa de subastas más prestigiosa del mundo. El dinero que tienen no cubrirá la cuota de admisión.
― Pero el juego tiene un rango de dificultad bajo en la lista de tesoros en el sitio de cazadores. Solo es necesario conseguir una copia.― Respondió el peliverde, notando como Leorio descansaba sus brazos en el respaldo del sillón.
― Siempre se trata de dinero. ¡Este mundo funciona con dinero!
― Bueno... ― Interrumpió el ojiazul, evitando que la extraña aura del mayor se extendiera. ― Eso solo significa que un verdadero tesoro no puede ser comprado. Si no puedes obtener un objeto como es con facilidad, no puedes ser considerado un Cazador profesional, ¿no?
Gon y Leorio fruncieron sus ceños, mientras Jisoo se levantaba de su asiento y negaba con las manos en su cintura y un semblante un poco molesto, observando de reojo al peliblanco.
― No es necesario que lo digas así, Killua... ― Exclamó, soltando un suspiro, dándose la vuelta, acercándose al peliverde. Una pequeña sonrisa apareció. ― ¡Ahora estoy más emocionada por conseguirlo!
Killua cruzó sus brazos, desviando la mirada al paisaje fuera de la ventana. Lograba escuchar como el hombre de gafas exclamaba entusiasmado, buscando maneras para ganar dinero.
Una mueca apareció en su rostro.
― Un simple tonto. Probablemente, Leorio también es un Potenciador o un Emisor.
Con las manos en sus bolsillos, decidió acercarse al grupo, quienes estaban observando con curiosidad el computador, buscando todo tipo de información, llamando su atención.
"Intercambio" Una técnica de subasta. Modismo para el intercambio de bienes. También mira "Remate"
"Remate" El vendedor nombra una condición además de dinero como su precio. La oferta ganadora será la que se acerque más en lograr esa condición.
― Entonces eso es... ―El mayor empezó a reír mientras sostenía su mentón. Se le había ocurrido una idea. ― Entonces hay otro tipo de subasta... ¡Encontré la forma de ganar dinero!
Gon levantó el puño con energía, mientras Jisoo reía levemente con entusiasmo. El albino se limitó a cruzar sus brazos, arqueando una ceja con duda, soltando un suspiro rendido.
Quien sabe que se había inventado aquel hombre amante del dinero, pero sin importar que fuera, era seguro que sus amigos lo seguirán, y él no tenía otra opción.
JASHHAJS Extrañaba a Leorio
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro