𝐎𝟑𝐎┃Pelear de verdad
:✧。CHAPTER O30🍒
✩。⋆ 💌(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) ꏍ !❛Adivinación de agua...
GON Y KILLUA SEGUÍAN A JISOO CON LA MIRADA, NOTANDO COMO LA JOVEN CAMINABA DE EXTREMO A EXTREMO MOLESTA, susurrando cosas entendibles para sus amigos, quienes suspiraron con una gota de sudor y una mirada preocupada.
El ceño de Jisoo permanecía fruncido, mientras apretaba una bolsa con hielos sobre su mejilla hinchada, sin prestarle atencion al dolor que aquel toque le provocaba.
― ¡Ya estoy harta! ¡¿Por qué personas que no conozco saben de donde vengo?! ¡No tiene sentido! ― Exclamó, frenando por un momento y ver a sus amigos. Sin esperar respuesta volvió a empezar a caminar. ― ¿Cómo ese tonto de dos metros y Mist saben sobre mi familia? ¿Será una trampa? ¡Ahg! ¡Para descubrirlo tengo que enfrentarme a Mist! ¡Estoy tan molesta!
― ¡Jisoo! ― Llamó Gon con fuerza, agarrando a la joven de las manos, obligándola a que fijara su atención en él. ― ¡Ya clámate! Entiendo que estés nerviosa, pero me preocupas... Siéntate un rato, aún estás herida.
Gon empujo a Jisoo, sentándola a un lado de él. Por otro lado, Killua la observo de reojo, cruzando sus piernas y examinar el semblante estresado de su amiga. El tema realmente parecía afectarle.
― Yo podría... ― Antes de que el albino pudiera completar su frase, Jisoo lo interrumpió, ya imaginando a que se refería su amigo ojiazul.
― Yo me encargaré de esto. No tienes por qué preocuparte, Killua. ― Respondió la joven, sin mirarlo, perdida en sus pensamientos. ― Los temas que involucren información de los Doragon son más serios de lo que parece, tienen que ser solucionados por un Doragon.
Sin decir nada más, el peliblanco asintió, observando de reojo el semblante totalmente serio de Jisoo. Al parecer ya estaba decidida, y no habría manera para hacerla cambiar de opinión.
Ella podría encargarse sola.
― ¡Ganaré mi encuentro! Estoy segura de que lo haré. ― Exclamó, levantándose de la cama y fruncir su ceño decidida.
(💌)
Hoy, finalmente Gon, Killua, Jisoo y Zushi empezarían a entrenar Hatsu. Por esa razón se encontraban en la casa de Wing, escuchando con atencion las palabras de su maestro.
― Una vez que dominen el Hatsu, habrán aprendido los principios básicos del Nen. Después de eso, tendrán que trabajar desarrollando su estilo individual de Nen. ― Explicó Wing, destapando la tapa de su marcador y empezar a escribir. ― Hay seis categorías distintas.
Potenciador
Los potenciadores son capaces de fortalecer objetos o alguna parte de su cuerpo con su aura.
Emisores
Los emisores pueden controlar el despliegue de su aura mientras lo separa de su cuerpo.
Transmutador
Los transmutadores pueden alterar las cualidades de sus auras y utilizar su energía.
Mago
Los magos pueden manifestar su aura y crear objetos independientes del material físico fuera del aura de una persona.
Manipuladores
Los manipuladores pueden usar sus auras para controlar objetos y criaturas.
Especialista
Los especialistas son aquellos que tienen un aura especial que no cae dentro de las cinco otras clases.
― La clave es encontrar el poder que se adapte mejor a ti. ― Explico, notando las miradas curiosas de los menores. ― El Nen está asociado a la habilidad individual con dos áreas de prominencia particulares. La primera sería tu potencial natural. La segunda será el potencial refinado después en la vida. Gon-kun, por ejemplo, cae en una de las seis categorías.
― ¿Es posible que el tipo de aura cambie con el tiempo? ― Pregunto Jisoo, llamando la atención del pelinegro, quien asintió, notando como la joven separaba sus labios con sorpresa.
― Suena raro, pero es posible. ― Nuevamente, el maestro se acercó al tablero, dibujando un hexágono. ― Si intentas aprender una habilidad que no va acorde con tu inclinación, te será muy difícil.
Los jóvenes observaron con atención como el mayor empezaba a escribir en el tablero, asomándose por los lados intentando ver. Wing escribió en cada uno de los lados de la figura las categorías, señalando el tablero mientras explicaba.
― Este hexágono representa la relación entre las seis categorías. Mientras más cerca está una clase de la tuya, mayor es tu compatibilidad para aprenderla. Si naces con un aura de la categoría potenciador, encontrarás ese tipo de habilidades más fáciles de dominar. Las categorías que le siguen también serán más fáciles de aprender. ― Explicó, señalando el dibujo. ― Mientras más lejos este la categoría, ser más difícil de aprender.
Wing les explico más cosas, dándoles ejemplos de habilidades que se vieron en la pelea de Hisoka, como el aura del arlequín, que es Transmutador. Guido, que es Potenciador. Y Kastro, cuya habilidad es bastante fuerte, es de categoría Potenciador, sin embargo, su habilidad de crear dobles es de categoría Mago y Manipulador.
También les explico lo importante de las categorías, pues si son utilizadas de manera equivocada, poniendo de ejemplo Kastro, el potencial del Nen podría perderse fácilmente.
― ¿Y bien? ¿Ven la importancia de comprender sus propias auras e inclinaciones? ― El maestro recibió la afirmación de los menores, desviando su mirada a Killua, quien empezó a hablar.
― En ese caso, ¿hay alguna manera de saber en qué categoría cae tu aura? ― Pregunto el albino, recibiendo una pequeña afirmación, notando como el maestro se dirigía a la cocina y volvía con una copa de cristal.
Rápidamente, Wing lleno la copa de agua. Cualquier movimiento brusco podría provocar que el agua se desbordara por los lados. Por último, el maestro dejo caer una pequeña hoja verde sobre el agua.
― Adivinación de Agua, una técnica Shingen-ryu para clasificar tu aura. También es usada en el entrenamiento del Hatsu. Ponen las manos al lado de la copa y usas Ren. El resultado revelará tu categoría.
Wing hizo justo lo que explico bajo la atenta mirada de sus estudiantes, quienes observaron con atencion como el aura poco a poco provoco que el agua se levantara levemente junto con la hoja, empezando a regarse sin detenerse.
― ¡El agua se está desbordando! ― Exclamó Gon con sorpresa, notando como no dejaba de aparecer cada vez más agua.
― Si la cantidad de agua cambia, eso significa que eres potenciador. Esto demuestra que mi aura cae dentro de la categoría de Potenciador. ― Explicó, agarrando un paño y empezar a secar el agua que se esparcía por toda la mesa. ― Bien, ahora es su turno.
Gon fue el primero en pasar con una sonrisa emocionada, posicionando sus manos a los lados de la copa y emitir Ren. Killua, Jisoo y Zushi se asomaron curiosos, atentos a cualquier cambio.
La ojirosa dejo escapar una exclamación al notar como el agua empezaba a caer por los lados.
― ¿Gon también es un potenciador? ― Dijo Killua con una sonrisa, mientras Gon asentía con emoción, alejándose de la mesa, dándole paso al menor de todos.
Luego fue turno de Zushi, quien se acercó a la copa, y siguiendo los pasos que su maestro le enseñó, noto como la hoja de su baso empezaba a moverse.
― Si la hoja se mueve, esto te convierte en un Manipulador. ― Explicó Wing, asomando una pequeña sonrisa, reposando sus brazos detrás de su espalda. ― Es tu turno, Killua.
El albino estiró sus manos, asomando una pequeña sonrisa emocionada, emitiendo Ren. Su pequeña sonrisa poco a poco se convirtió en una mueca, notando como no ocurría nada, permaneciendo el agua igual.
― No pasa nada... ― Susurro, frunciendo su ceño levemente con desilusión.
― Ciertamente, la hoja no se está moviendo, o el agua no se desborda de la copa. ― Exclamó Gon, observando a Wing en busca de respuestas.
― ¿Tengo algún potencial? ― Pregunto Killua con una gota de sudor bajando por su frente.
― Prueben el agua. ― Se limitó a decir. Los cuatro jóvenes tocaron el agua y luego la probaron con sus dedos, asomando muecas de sorpresa.
― ¡Sabe dulce! ― Exclamó Jisoo, ofreciéndole una sonrisa emocionada al albino, para luego observar a su maestro con sorpresa. ― ¿Esto no es solo agua?
― Es solo agua, pero el sabor cambio debido al aura de Killua-kun. Eso significa que es Transmutador.
El albino poso su mano sobre su mentón, asomando una sonrisa creída mientras asentía, escuchando con gusto los halagos de su amiga ojirosa. Luego de unos segundos, su mirada se dirigió a Jisoo y palmeo su espalda con emoción.
― ¡Ahora es tu turno, Jisoo! ― La joven asintió, acercándose a la copa con una sonrisa llena de emoción, sintiendo como la mano del albino reposaba sobre su hombro y Gon se asomaba a un lado de ella.
Sus palmas se posaron a los lados de la copa, y soltando un bajo suspiro, empezó a emitir una suave capa de Ren. El aura cubrió la copa, y luego de unos segundos el color transparente del agua empezó a cambiar, tiñéndose de un suave y casi invisible color.
― ¡A-ah! ¡Cambio de color! ― Exclamó con brillos en sus ojos, acercándose a la copa y ver más de cera, dejando escapar una suave risa de sorpresa.
― Así es, si el agua cambia de color significa que corresponde a la categoría de un Emisor. Eres Emisora, Jisoo. ― Explicó, logrando que Jisoo formara una O con sus labios y asintiera emocionada, aun observando la copa con curiosidad. ― Ahora, los tres saben cómo están clasificadas sus auras. Usen las siguientes cuatro semanas para entrenar duro, para que los resultados de la adivinación de agua se vuelvan más pronunciados.
― ¡Osu!
(💌)
― Entonces tu encuentro con Mist será el 24 de junio, ¿verdad? ― inquirió Killua, levantando una de sus cejas, observando con curiosidad como Jisoo mordía levemente sus labios y fruncía su ceño, emitiendo Ren en sus palmas, practicando la prueba de adivinación con agua.
― Síp, en nueve días... ―Respondió, sin quitar su mirada del agua, que cambia levemente de un suave color naranja. Sus ojos brillaron por unos segundos, demostrando el torbellino de emociones que sentía. ― Tengo que admitirlo, estoy nerviosa...
― ¿Por todo el público que tendrás? Hace rato vi que estaban haciendo largas filas para comprar las boletas. ― Dijo el albino, notando como Jisoo levantaba su cabeza de golpe y lo observaba con una mueca de sorpresa casi aterrada.
― ¡¿En serio?! ― Killua asintió, provocando que Jisoo soltara un suspiro tembloroso.
― Pero sabes, últimamente los lugares con tantas personas no te afectan tanto como antes. Aunque claro, es diferente estar entre personas a estar más alejada. ― Exclamó Gon, quien salía del baño con la copa en la mano, acercándose a la mesa y agarrar una pequeña toalla.
El peliverde había preferido entrenar en aquella habitación para evitar hacer regueros de agua y tener que limpiarlos, pero al parecer esta vez se había desbordado tanto el agua que se había mojado la camisa.
― Tienes razón, Gon. En mi encuentro con Kerim no me afectó mucho el público, pero cuando fui a ver el encuentro de Kastro y Hisoka... eso fue horrible... ― Admitió, dejando escapar una risa y observar a Killua de reojo. ― Bueno, no fue tan malo.
El peliblanco se sonrojó levemente, haciéndose el desentendido, fijando su vista en su copa de cristal. Por otro lado, Gon rio divertido, pues Jisoo le había contado todo lo que había sucedido.
―Pero eso no es lo que me tiene nerviosa. ― Admitió Jisoo, frunciendo su ceño levemente. ― La única manera de que Mist haya logrado obtener esa información es por una persona externa, y las únicas personas que están enteradas de todos esos temas son los Doragon, mi familia.
Killua frunció su ceño, observando a Jisoo de reojo. Realmente tenía un fuerte impulso por ir a buscar a Mist y pedir información a su manera, similar a lo que había ocurrido con los tres molestos del piso 200. Podía hacerlo fácilmente, pero no lo tenía permitido.
Jisoo podía encargarse sola, aun así, estaría dispuesto a intervenir si algo malo ocurría.
― ¿Es aquel hombre que tenías que ver antes de irte de Isla Esmeralda? ― Preguntó Gon, con una mirada extrañada.
― Yo... La verdad no lo sé, tengo mis sospechas, pero... Todo esto es muy raro, por primera vez parece que se preocupa por mí, pero al mismo tiempo... ― Respondió la joven, estirando sus manos y dejar una carta sobre la mesa. ― El mismo día que mi tío me envió esta carta, conocí a Mist.
― ¿Puedo ver? ― Inquirió el albino, recibiendo un asentimiento por parte de Jisoo.
Rápidamente, Gon se acercó, asomándose por el hombro de Killua, quien destapaba la carta con cuidado y empezaba a leer con curiosidad.
Joven Jisoo Callisa Doragon, el ópalo de fuego se ha roto en pedazos.
Debes saber lo que esto significa, pero te lo recordaré para evitar que tu terquedad ponga en aprietos a la familia. Ya tienes doce años, y eso significa tu sangre está floreciendo. De ahora en adelante, sin el ópalo sellando tu energía defectuosa, tendrás que aprender a controlarte. Mantén en calma tu cuerpo y alma, no dejes que tu río se desborde, o las consecuencias serán peligrosas.
No intentes acelerar el proceso, o podrás salir gravemente herida. Y si decides ignorar mis advertencias, recuerda que un baño de agua helada es la solución.
Cisney Doragon.
Tan pronto como los dos jóvenes leyeron la carta, levantaron sus cabezas, observando a Jisoo con una mueca confundida. Una de las pocas cosas que habían entendido era sobre el peligro que Jisoo podría sufrir, y eso no los aliviaba en absoluto.
― ¿Qué estará tramando Cisney-sama? ¿O será alguien más? ― Susurró, asomando una pequeña sonrisa, desviando su atención a sus amigos. ― Definitivamente, será interesante o tal vez muy desastroso.
(💌)
Las luces en lo alto del coliseo cegaban su vista, por instinto poso su mano frente sus ojos intentando tapar la luz, mientras caminaba a paso lento dirigiéndose al cuadrilátero. Las voces de los presentes inundaba todo el lugar, con diferentes barras y emoción.
Había llegado el momento, tan esperado para aquellas dos jóvenes y los presentes en aquel lugar.
Era el día donde Jisoo aseguraría su victoria para escuchar los secretos y misterios que Mist escondió desde que se conocieron, pero que también podrían poner en peligro a la pelimorada, y la ojirosa quería evitar eso...
¡Hoy, en el piso 200 del Coliseo del Cielo, tenemos un enfrentamiento especial!
Se escuchó por el parlante. Las gradas se encontraban totalmente llenas, todas aquellas personas llenas de emoción, expectantes a lo que podría suceder, fijando su vista en el cuadrilátero.
¡Dos pequeñas jóvenes se encuentran el día de hoy! ¡Pero que su apariencia no los engañe! ¡Son más fuertes y capaces que muchos aquí!
Las luces del estadio apuntaban a aquellos pequeños cuerpos, quienes se miraban fijamente con una mirada de emoción y adrenalina. Sus imágenes eran transmitidas por grandes televisores en lo alto, dejándolas a la vista de todos allí.
¡Jisoo, la fiera indomable como las llamas del fuego! ¡Y Miston, la florida fantasma del Coliseo del Cielo!
Mist guardo las manos en sus bolsillos, asomando una sonrisa bajo su burbuja de chicle al escuchar aquellos sobre nombres, notando como Jisoo también dejaba escapar una suave risa. Sabía que aquella joven de ojos rosas no la decepcionaría, ahora solo quedaba confirmarlo por sí misma.
Tendría que estar alerta a cualquier cambio de ambiente, pues si las palabras de aquel hombre eran ciertas, estaba en peligro.
― Estoy emocionada de por fin poder enfrentarme a ti, Jisoo... ― Exclamó Mist, señalando a la pelinegra y agachar su pecho en una corta reverencia. ― Es realmente un honor.
¡Comiencen!
A pensar de haber comenzado, ninguna de las dos se movió de su lugar, observándose fíjame mente a los ojos. El suave suspiro llamó la atencion de Mist, quien ladeo su cabeza.
― ¿Quién te dio toda esa información? Y más importante... ¿Quién te pidió que te enfrentaras a mí? ― Exclamó Jisoo, manteniendo su semblante serio, notando como Mist se limitaba a levantar sus hombros. ― Yo solo-
― Averígualo cuando el resultado sea tu victoria. ― Respondió, sacando su lengua y agarrar el chicle con cuidado. ― Yo te invité, lo más adecuado es que yo del primer paso, ¿no?
Sin dejar que Jisoo respondiera, Mist se movió con agilidad, logrando escabullirse hasta llegar frente a la joven, casi rozando sus narices. El chicle pasó frente a los ojos de Jisoo, amenazando por estamparse contra su frente. En cuestión de segundos, Jisoo reacciono, junto a una mueca asqueada.
Para sorpresa de Mist, la ojirosa separo sus piernas, quedando casi sentada en el suelo. Rápidamente, aquella posición que parecía indefensa se convirtió en un fuerte signo de peligro, pues Jisoo se impulsó con sus manos y empujo a Mist con una fuerte patada, empujándola lejos.
― Genial... Te mueves mejor de lo que pensaba. ― Admitió, notando como Jisoo fruncía su ceño con molestia.
― ¿¡Qué crees que ibas a hacer con ese chicle!? ― Exclamó la ojirosa, pero Mist no le permitió responder, volviendo a acercarse con el chicle en mano dispuesta a atacar a Jisoo de una forma muy curiosa.
Jisoo esquivó la mano de Mist, desviando el brazo de la pelimorada con su mano, observándola con una mueca confusa. Nuevamente, otro ataque llegó directo a la ojirosa, pero nuevamente fue bloqueado.
La paciencia de la pelinegra se agotaba, y aunque era lo que Mist buscaba, la joven ojirosa no reacciono como ella quería. Jisoo agarró la muñeca de Mist, provocando que votará el chicle, y le dio una vuelta como si se tratara de un baile, empujándola por la espalda.
― Deja de intentar eso, es desagradable. ― Exclamó Jisoo, frotando su cuello con una gota de sudor nerviosa. ― Tu definición de dar el primer paso es bastante llamativa...
La pelimorada asomo una sonrisa más seria, y posando las manos detrás de su espalda examinó a Jisoo. No lo negaría, aquella joven ojirosa realmente parecía ser bastante hábil, y cuando esquivo su ataque que parecía ser solo una travesura lo confirmó. Pero tal como le había explicado aquel hombre, le faltaba práctica.
Por más habilidosa e increíble que fuera Jisoo, sin práctica no lograría ningún progreso, y sus habilidades terminarían por perderse.
Tendría que presionar un poco más a su contrincante.
― Dime, Jisoo. ¿Te gustan las flores?
― ¿Eh? Supongo que si...
Mist levantó su mano al cielo, donde poco a poco empezaban a aparecer flores que caían con suavidad, hasta poco a poco caer al suelo, mientras aún mantenía su vista fija en Jisoo, quien utilizando Zetsu logró ver las esporas moradas que también aparecían.
― Entonces te daré todas las que pueda... Antes de que venga la mejor parte.
Poco a poco, aquel polen era posible de ver sin la necesidad de Zetsu, confundiendo a la ojirosa, quien examinaba la situación con atención. Poco a poco el polen era más visible, rodeándola completamente.
¡Oh, no, Jisoo parece estar en problemas! ¡Las Zinnias de la ilusión! ¡La más reciente habilidad de Miston! ¡¿Jisoo podrá salir de esta, o no podrá escapar de la prisión de polen?!
Mist se adentró a la capa de polen que se formó alrededor de Jisoo, que se extendía lentamente por el cuadrilátero, evitando que los espectadores vieran lo que sucedía dentro. Su mirada se fijó en Jisoo, quien tapaba su boca mientras tosía, evitando respirar el aire color morado, pero eso era inevitable.
― Yo solo... No quiero que tu vida corra peligro, Mist. ― Susurró la ojirosa, cuyas pupilas se dilataban lentamente y su cabeza empezaba a doler, sintiendo los efectos del polen. ― ¿No crees que es ilógico que un Doragon le cuente aquellas cosas a alguien como tú? Si lo hicieron, es porque pueden matarte en cualquier momento... Y yo no quiero que nada malo te ocurra, Mist... Alguien inocente no merece morir por mi culpa.
Su vista se nubló completamente, y el dolor de cabeza aumentaba cada vez más, entendiendo solo balbuceos al escuchar las palabras de Mist, quien consintió su mejilla con cariño antes de que todo se volviera totalmente negro.
Ya no había tiempo para lamentar lo que había hecho.
Tan pronto como Jisoo respiro apenas una leve cantidad de polen, Mist se involucraba en aquel atentado contra la ojirosa, dirigido por alguien de poderosos ojos dorados...
― Alguien como yo no merece tu preocupación, Jisoo...
Un fuerte puño se estampó contra la mejilla de la ojirosa, quien cayó al suelo en un charco de barro, escuchando una cálida risa conocida. Sus ojos se abrieron rápidamente, sentándose correctamente, sintiendo como su cabeza retumbaba por su rápida acción.
Tan pronto su vista se estabilizó, su cuerpo se congeló al ver la persona frente a ella, quedándose casi sin aire, pestañeando varias veces con confusión.
Imposible, no podía ser el de verdad...
― ¿Navier...?
― ¡A-ah! ¡¿Cómo me acabas de decir, irrespetuosa?! ― Exclamó el hombre frente a ella, poniendo su mano en el corazón con una mueca ofendida. ― ¡Dime Navi, N-a-v-i! ¡No me llames por mi nombre, suena raro!
Jisoo no dijo nada, levantándose del suelo mientras fruncía su ceño. Aunque un fuerte sentimiento de melancolía y tristeza le provocará escuchar aquella voz que tanto extrañaba, tenía que salir de aquel lugar.
Todo era falso, no podía dejarse engañar.
― ¿Una ilusión? ¿Cómo es que Mist pudo hacer eso? Wing dijo algo sobre las habilidades Nen, entonces Mist... ¡La Zinnia de la ilusión, claro, el nombre dice todo!
Unas grandes manos se posaron sobre sus hombros, obligándola a fijar su vista en los dorados ojos de un joven mayor, quien tenía una mueca en su rostro llena de preocupación.
― ¿Te golpeé muy duro? ― Exclamó, pasando su mano por la frente de Jisoo. ― ¿O terminaste de enloquecer?
― ¿Eh? ¡¿Cómo que termine de enloquecer?
― ¡Sí! Primero quieres cortar tu linda melena hasta tus hombros, luego, quieres hablar con Cisney-sama sobre tu entrenamiento, ¡Y tercero, estás actuando muy raro, me asustas!
Jisoo quedó nuevamente en silencio.
No podía soportar estar más con su hermano, aquel joven Doragon que la trató con cariño y le enseñó muchas cosas. Pero también aquel joven que escapó de las garras de su padre por descubrir el mundo, pero que al mismo tiempo la dejó olvidada en aquella prisión de oro sin siquiera despedirse.
― Tengo que irme de aquí...
― Oye, oye... Estás muy alterada. ― Susurró Navior, despeinando su propio cabello dorado con desespero. ― ¡Ya sé! Vamos al jardín, te mostraré cómo están creciendo mis girasoles.
― Ya basta...
― Oh ¿Quieres ir a comer? ¡Te conseguiré muchos dulces de fresa! ¿Es eso?
― Solo quiero irme...
― ¡Muchos dulces y postres! ¿O también pollo? ¡Tú eliges!, pero no quiero verte más triste...
― Y-ya no más... ― Susurró, sintiendo como sus ojos amenazaban por soltar lágrimas, sintiendo el falso abrazo que su hermano le brindaba con tanto cariño. Era una lástima que fuera una ilusión.
Jisoo realmente deseaba verlo. No solo porque la ojirosa confiaba en que su hermano podría curar a su padre, ella quería darle un último abrazo antes de dejarlo ir...
Un fuerte golpe en su abdomen la lanzó nuevamente al suelo, sintiendo como todo a su alrededor se desvanecía nuevamente. Por un momento, logró ver la imagen borrosa de Mist, quien le había asestado aquel golpe sin piedad.
Otro golpe en su mandíbula le arrancó un quejido. Sus manos taparon su rostro con fuerza, protegiendo sus mejillas de aquellos golpes que la tomaban por sorpresa y empezaban a molestarle.
Jisoo prefería un combate justo, no una oportunidad para que Mist escarbara en su memoria. Sus puños se cerraron con fuerza, y despeinando su cabello dejó escapar un suspiro molesto.
― Muñeca, ¿me estás prestando atención? ― Jisoo pegó un pequeño salto al escuchar la voz de su padre, levantando su cabeza de manera apurada para ver la imagen de aquel animado hombre.
― ¿Papá?
― Si, ese soy yo, ahora escucha. Como te decía, asegúrate de recoger las fresas más grandes y rojas que encuentres, si no la mermelada quedara agria. ― Explicó, señalando las fresas, explicando con atención, mientras Jisoo lo observaba hipnotizado. ―Más tarde te enseñaré como prepararlas, y luego practicaremos como hacer arroz, ¿bien?... Presta atencion, es importante que aprendas a cocinar de una vez. ¿Qué harás cuando ya no este en este mundo? ¿Eh?
Un fuerte dolor en el pecho invadió a Jisoo aunque su padre lo dijera en broma.
No quería estar ahí, odiaba ver a su padre sentir dolor, ¿por qué tenía que ver aquella ilusión por segunda vez? Aún recordaba la horrible sensación que sintió en aquel momento, sin saber como ayudar a su padre, quien se desmoronaba esforzándose por mostrarle una sonrisa aunque sufriera.
Ryoma empezó a toser, agachándose, intentando esconder su cara y la mancha de sangre que empezaba a aparecer en su mano, agarrando su pecho con su otra mano y apretar con fuerza.
― N-no te acerques, Jisoo... No es nada...
― ¡P-papá! ― Exclamó, acercándose y abrazarlo como podía mientras las lágrimas se resbalaban por sus mejillas, escuchando la fuerte tos que atacaba a su padre y le impedía respirar.
Aún recordaba aquel día, el horrible día donde se enteró de la peligrosa enfermedad atada a su padre y que amenazaba con arrebatarle su única compañía en aquella isla.
Aquel instante fue la razón para que Jisoo empezará a esforzarse tanto cada día, decidida a demostrarle a su familia que si tenía futuro. Jisoo quería salvar a su padre, lo único importante que tenía en aquel momento...
― Yo... Te salvaré, seré fuerte, y dejarás de pensar en un futuro donde no estés presente, padre.
Es verdad.
Ella estaba decidida a ser fuerte para vivir muchos años más junto a su padre. Esa era la razón de todo lo que había comenzado. El trato con Cisney, encontrar a su hermano desaparecido, y demostrar que no era la misma niña indefensa de antes que se dejaba controlar por su familia.
Aunque no era igual de fuerte como su madre, Jisoo se aseguraría de demostrar que podía lograr mucho más que ella, y sobrevivir aún con sangre impura recorriendo por sus venas.
Un fuerte golpe la volvió a sacar de sus pensamientos, y nuevamente por unos segundos logró ver la imagen de Mist más detallada. Los efectos del polen empezaban a desaparecer, debía aprovechar aquello.
La ilusión y el cuadrilátero de su encuentro parecían estar conectados, y si aquello era cierto, su plan tenía que funcionar. Una fuerte patada se estampó contra su abdomen, tomándola por sorpresa, empujándola hasta caer al suelo.
¡Otro golpe limpio!
Limpiando sus lágrimas, se dio la vuelta con agilidad y se levantó.
Había logrado escuchar la voz de la presentadora.
El sonido de pasos apurados llamó su atención, pero fue demasiado tarde cuando otro golpe se estampó contra ella. A pesar del dolor, una sonrisa se asomó en su rostro. Lograba escuchar los pasos de Mist fuera de la ilusión que poco a poco se desvanecía.
Sus párpados se cerraron, respirando profundamente, intentando concentrarse, esforzándose por escuchar más cosas de las que podría guiarse.
Flores crujiendo, quejidos y el público gritando. Jisoo se agachó, sintiendo una suave briza rozar su cabeza. Otra vez, se movió a un lado, esquivando otro golpe que rozó su mejilla que ya se encontraba lastimada por anteriores golpes.
Se había distraído tanto con sus sentimientos que no prestó atención a los detalles tan obvios que la rodeaban en todo momento. Su mirada se levantó de golpe y sus ojos brillaron con fuerza, escuchando los pasos de la pelimorada. Era el momento justo, no podía permitirse perder aquella oportunidad. Jisoo dio un fuerte puñetazo, confiando en sus instintos. Para su sorpresa, su puño se estampó contra la mandíbula de alguien, escuchando un quejido.
Había funcionado.
La fuerte luz del coliseo la cegó por segunda vez, escuchando los gritos animados del público con fuerza y la briza golpear su rostro. Rápidamente, logró escuchar la voz de la presentadora.
Jisoo por fin logró despertar de su trance, y viene con toda. ¡Golpe Limpio!
― No te vuelvas a meter con mis recuerdos. ― Exclamó, frunciendo su ceño, sintiendo como las pupilas de sus ojos se rasgaban y las venas se empezaban a extender por su frente. ― Y mucho menos aprovecharte de mí.
Mist se levantó lentamente, frotando su mandíbula con dolor, sintiendo como sus piernas se tambaleaban levemente, y observó a Jisoo sin esconder su sorpresa. Aquel golpe había sido mucho más fuerte de lo que esperaba.
― Eres fuerte. ― admitió, lanzándose directo a Jisoo, intentando dar otro golpe. Para su sorpresa, la ojirosa esta vez no solo la esquivo, sino que también respondió al golpe con uno más fuerte.
Esta vez Jisoo iba en serio, y cada que podía se lanzaba directo a atacar a Mist, quien reaccionaba con dificultad a los movimientos rápidos y directos de Jisoo. Su fuerza parecía incrementar sorprendentemente, y su amigable mirada de color rosa había desaparecido.
Las flores blancas antes repartidas por el lugar se habían esfumado, dándole paso al enfrentamiento cuerpo a cuerpo de ambas jóvenes, emocionando notablemente al público.
― ¿Esto es lo que querías? ¿No? ― Susurró Jisoo con un delgado hilo de voz. Su cabeza empezaba a doler y su respiración se agitaba cada vez más, sintiendo como su corazón parecía querer estallar con cada rápido latido.― Mi familia no pierde ninguna oportunidad para intentar matarme...
No quería hacerle daño a nadie, pero poco a poco sentía como sus instintos le ganaban. Empezaba a perder el control sobre su mente y acciones.
Mist esquivo la patada que Jisoo acababa de intentar darle, sintiendo como su piel se erizaba al ver como el suelo se agrietaba, recibiendo la fuerte patada de la joven. Si hubiera recibió aquel golpe su encuentro ya hubiera terminado.
La cara de Jisoo empezaba a presentar cambios, sus ojos rasgados, sus intimidantes colmillos y sus movimientos que parecían cada vez más ser disparejos y bruscos. La joven no estaba completamente en sus casillas, y aunque no dijera nada, parecía estar sufriendo, pues de sus ojos caían delgadas lágrimas.
― Lo siento, Jisoo. ― Susurró la pelimorada, estirando sus brazos. Se encontraba lastimada y su labio sangraba, todo por aquella joven de ojos rosas que al principio llamaba a su nombre con tanta emoción. ― Aunque luzcas diferente, eres igual que ellos... No, tal vez peor... Tal vez por eso me pidieron acabar con tu vida.
Nuevamente, Mist levantó su mano como antes, pero en vez de flores, un montón de enredaderas se sujetaron a las paredes del coliseo. Antes de que Jisoo pudiera decir algo, las enredaderas la levantaron con fuerza, enredando su cuerpo y dejándola suspendida de cabeza en el cielo, impidiéndole moverse de cualquier forma.
Mist sabía que su derrota no tardaría en llegar, pues un humano no es nada a comparación de un Doragon, y eso lo tenía muy claro al momento de completar el trato con aquel hombre. En realidad, Jisoo era capaz de eliminarla en aquel encuentro, por esa razón aquel hombre no la mataría.
― Si lograba hacer que perdieras el control, él me pagaría mucho dinero... ― Susurró Mist, aun con su mano levantada, observando a Jisoo con una mirada ligeramente entristecida. ― Aunque me explico que parte de la transformación provoca tu sufrimiento, yo acepte por algunos billetes... Por eso me acerqué a ti, Jisoo... El hombre que me ofreció el dinero se llama Zeth...
Escuchar aquello fue la gota que rompió la copa de cristal que sostenía su cordura, ¿Zeth? No era posible, debía haber alguna explicación. Zeth era como un hermano, un joven del que nunca espero la traición. Su ceño se frunció completamente y su mirada se oscureció, empezando a moverse intentando salir de aquellas ramas que la sostenían.
Zeth, un joven divertido, perteneciente a los escuadrones de Hebe. Aquel hombre que la trató bien solo se escondía detrás de una máscara, y como el resto de su familia, buscaba terminar con su corta vida.
Las espinas de las enredaderas se enterraban en su piel cada vez que se movía, provocando que de sus brazos y piernas empezaran a caer gotas que se convertían en ríos de sangre, deslizándose por las plantas lentamente.
Sin darse cuenta, de sus ojos empezaron a brotar amargas lágrimas, y estirando su mano con fuerza intentó gritar, pero su voz no lograba salir y clamar por ayuda como quería.
Su cabeza era un desastre lleno de furia, desespero y confusión.
Sentía como si su piel se quemara, mientras las llamas en su interior crecían cada vez más. Su mano estirada lentamente empezó a tornarse rojiza, y tomando por sorpresa a todos allí, su sangre se convirtió en llamaradas de fuego que lastimaron la piel de Jisoo y el brazo de Mist.
La pelinegra cayó al suelo de golpe, Y al momento de escuchar el fuerte grito de la pelimorada despertó completamente. Por un momento, logro observar las miradas asustadas de sus amigos en las gradas, ¿ellos también se alejarían de ella por ser un monstruo?
Jisoo se acurrucó en el suelo con lágrimas escurriéndose por sus mejillas al pensar aquello, ignorando el dolor que sentía en todo su cuerpo empapado en sangre. En aquel momento odiaba poder escuchar, pues lo único que lograba distinguir eran comentarios asustados de las personas.
No podía ocultarlo por más tiempo, y su pequeño llanto aumentó, dejando a una pequeña niña tendida en el suelo llorando con desespero. En realidad, por más que Jisoo se esforzara por cambiar la perspectiva de los demás, ella no dejaría de ser un fenómeno peligroso.
Por esa razón odiaba tener que pelear de verdad.
¡Jisoo gana el emocionante encuentro de hoy, pero tenemos dos heridos de gravedad que serán llevados a urgencias en unos instantes! ¡El público puede ir retirándose por las puertas uno y dos!
Perdón la tardanza del cap, fue un poco complicado escribir el encuentro de Mist y Jisoo. TT sé que puedo escribir algo mejor, pero me bloquee.
Tal vez la llegada de un nuevo personaje es un poco repentino, por esa razón necesito editar HUNTER para darle más sentido a todo. Ya estoy decidida. Cuando terminé el arco del Coliseo del Cielo, editaré HUNTER.
JAJSJAJA a pesar de que agregue un nuevo personaje no explique lo que quería. ¡Tendrán que esperar para saber el misterio detrás de aquel atentado contra Jisoo!...
Faltan solo dos capítulos para que empiece por fin el arco de YorkShin.
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