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𝐎𝟐𝟗 ┃El esperado debut

:✧。CHAPTER O29🍒

✩。⋆ 💌(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) ꏍ !❛ Poder para vengar...

GON FRUNCIÓ SU CEÑO, ESCUCHANDO EL ESCÁNDALO DEL PÚBLICO Y SUS INCONTABLES QUEJAS. Sadaso no se había presentado al encuentro con el que tanto insistió, logrando que el público se molestara.

Había ocurrido lo mismo con Killua, y al día siguiente, luego del encuentro con el peliverde, ocurrió lo mismo con Jisoo. Luego de aquello, los tres jóvenes siguieron entrenando sin darle mucha importancia, sintiendo un leve alivio al no volver a cruzarse con ese molesto hombre que provoco tantos problemas en su momento.

Cada día que pasaba sus habilidades mejoraban gracias a las enseñanzas de Wing, quien se aseguraba de enseñarles lo suficiente para que se defendieran en sus futuros enfrentamientos, hasta poco a poco llegar al encuentro del peliverde.

― Bien, Gon-kun peleará contra Guido hoy. Killua-kun estará enfrentando a Riluberto. Y Jisoo-chan tendrá pronto su enfrentamiento contra Kerim. ― Luego de que Wing dijera aquello, los tres chicos observaron de reojo a su amiga sin esconder su curiosidad.

La ojirosa se limitó a sonreír de medio lado, asintiendo con emoción. Por otro lado, Killua frunció su ceño con una mirada de desconfianza. Pues todos los enfrentamientos que Jisoo tendría con Guido y Riluberto no pudieron suceder por la intromisión de otra persona.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por las palabras de Wing.

― Gon-kun, esta será tu segunda pelea contra Guido. ¿Tienes un plan?

― Sí. Umm, Wing-san, de hecho... ― El peliverde estiro sus manos como si estuviera sujetando algo, haciendo el ademán de pescar. ― Estoy planeando utilizar esto.

Todos los que observaban el combate de aquel pequeño niño peliverde estaban seguros de algo: Gon claramente no era la misma persona de hace dos meses.

El joven logro recibir a los trompos sin daño alguno, usando Ren. Y haciéndole creer a Guido que había fallado, atrajo uno de los cuadrados del piso hacia delante atropellando al hombre, dejándolo en clara desventaja sobre Gon.

Un fuerte puño impactó la prótesis de pierna de Guido, lugar donde se encontraba la punta metálica de un trompo, fragmentando esta en pedazos, dejando temblando al hombre.

― Si estás dispuesto a hacer lo que sea necesario, no me contendré.― Gon apretó su puño con fuerza, donde goteaban gotas de sangre por el golpe. ― ¡Pero si tocas a Zushi de nuevo, te destrozaré el rostro!

¡Gon es el ganador del encuentro, con su récord de 2-1!

El público estaba emocionado, pues aquel encuentro sería el debut de Killua en los 200, ya que en su anterior pelea su contrincante no se había presentado. El albino camino con tranquilidad, encontrándose con el hombre de silla de ruedas frente él.

Tan pronto el encuentro comenzó, Killua desapareció de la vista de Riluberto, y en apenas unos segundos apareció detrás del hombre, listo para atacar. Para su sorpresa, Riluberto se impulsó con rápidamente, alejándose del él.

El ojiazul saco su lengua divertido, examinando los movimientos del hombre, quien saco dos látigos con formas de serpientes que empezaron a moverse a una velocidad increíble.

― Es una lástima, ¡una persona normal ni siquiera puede ver a los látigos moverse! ― Exclamo el hombre con una sonrisa confiada. ― Y este pequeño cuadrilátero no ofrece medios para ocultarse o escapar.

Killua se limitó a soltar un suspiro, y guardando las manos en sus bolsillos empezó a acercarse sin inmutarse.

― ¡Toma esto! ― Los látigos golpearon el suelo hasta llegar directamente al albino con intención de lastimarlos, pero el joven los agarro con sus manos frenándolos.

― Lo siento, pero no soy una persona normal.

Riluberto no escondió su sorpresa, pero tenía un truco bajo la manga. Los látigos con cabezas de serpientes se incrustaron en los brazos del joven, golpeándolo con una descarga eléctrica.

Jisoo dejo escapar un bajo grito de preocupación, observando con angustia como su amigo aún no reaccionaba, recibiendo toda aquella electricidad directamente.

― Estoy asombrado, Killua. Eres la primera persona con la que he peleado que pudo ver a mis látigos moverse. Así que tengo un regalo para ti... Juntos, mis látigos pueden cargar un millón de voltios. Suficiente para paralizar al más grande de los hombres. ¡Cualquier tonto que se resista a mis látigos caerá presa de mi serpiente trueno!

Para sorpresa de todos, el hombre salió volando al ser jalado de sus propios látigos.Killua sonrió de medio lado, aun sosteniendo las armas de su contrincante sin hacer alguna mueca de dolor, hablando con tranquilidad.

― Estoy acostumbrado a las corrientes eléctricas por el entrenamiento de tortura que he soportado. Esto no tiene efecto sobre mí. ― Exclamo el chico ― Pero eso solo significa que puedo soportar el sufrimiento, aun así sigue doliendo. Es por eso que estoy un poco enfadado.

Killua observo con atención como el hombre caía nuevamente al suelo desde una altura bastante alta, con una mueca de angustia en su rostro.

― ¡Si caes desde esas alturas, morirás!

― ¡P-por favor atrápame!

― Está bien, si eso quieres. Solo ven a mí. ― Ofreció el joven con una pequeña sonrisa, aun con electricidad de un fuerte color azul recorriendo todo su cuerpo.

Una descarga junto a un estruendoso ruido ilumino todo el lugar.

Riluberto cayó al suelo casi convulsionando, mientras que el albino empezó a estirar sus brazos con su ceño levemente fruncido.

― ¿Ahora te das cuenta de lo doloroso que es, idiota?

¡El ganador es Killua!

El albino caminaba por el pasillo de manera tranquila con las manos en sus bolsillos y sus ojos cerrados de manera pensativa, soltando un suave suspiro. Sus ojos azules se abrieron con fuerza al escuchar la animada voz de Gon y los pasos apurados de Jisoo.

― ¡Bien hecho, Killua! ― Exclamo Gon, levantando su dedo pulgar con una pequeña sonrisa.

― ¡Killua! ― Llamo la ojirosa con una pequeña sonrisa entusiasmada, y con sus mejillas levemente sonrojadas de la emoción. ― ¡Eres asombroso!

Antes de que los tres empezaran a caminar juntos, Jisoo recostó su mano sobre el hombro del albino, pero tuvo que alejarse rápidamente, llamando la atención del ojiazul, quien noto como su amiga agitaba su mano al sentir una ligera corriente de electricidad recorrer su brazo.

― No es nada, solo fue la sorpresa. ― Dijo la joven, volviendo a trepar su mano sobre el hombre del albino, mientras una sonrisa decoraba su rostro. ― Toda esa electricidad fue dolorosa de ver, pero tú la tocas durante varios minutos como si nada. ¿Te encuentras bien, Killua?

― Sí, no fue nada. ― Respondió, recibiendo un asentimiento por parte de la ojirosa y el peliverde. ― Ahora es tu turno, Jisoo. Tu encuentro con Kerim está por comenzar. ¿Tienes un plan?

― ¿Un plan?... No había pensado en eso. ― Susurro la ojirosa frotando su cabeza con una mueca apenada, recibiendo un golpe en la frente por parte del albino.

― Déjame adivinar, tampoco sabes exactamente contra quien te enfrentas... ― Inquirió el ojiazul, frunciendo su ceño al recibir una respuesta afirmativa dándole la razón. ― ¡Tonta, por lo menos tuviste que informarte más sobre tu contrincante!

― Hasta ahora escucho ese nombre, ¿cómo decidiste tu encuentro con Kerim, Jisoo? ― Pregunto Gon, con una mirada curiosa.

― Bueno... En realidad no sé muy bien quien es. Una chica llamada Mist lo inscribió para un encuentro conmigo... ― Respondió, mientras sus amigos la observaban con muecas nerviosas.

― Qué desastre... ― Se lamentó el albino, negando de brazos cruzados. ― ¿Cómo fue que terminaste inscrita para un encuentro con alguien que nunca has visto?

― ¡No lo sé! ¡Si lo dices de esa manera me haces pensar que fue una decisión muy tonta! ― Exclamo, con sus manos apoyadas en sus mejillas. ― Mist me convenció de que sería buena idea...

― ¿Ah? ¡¿Te convenció de algo?! ― Dijo Gon con sorpresa, notando como Jisoo asentía con una mueca divertida al ver la expresión de su amigo.

― Sí, parecía muy emocionada por verme en un enfrentamiento. Además, insistió en que pelear con desconocidos me ayudaría a dejar de contener mi fuerza.... ¡Así luego podré enfrentarme a Mist!

― ¿Confías en esa tal Mist? ― Inquirió el albino luego de unos segundos, frunciendo su ceño levemente con desconfianza, notando como Jisoo asentía con duda. ― No te confíes tanto, Jisoo. No siempre las personas que parecen ser buena tienen buenas intenciones.

Dicho aquello, los tres jóvenes empezaron a caminar escuchando la explicación del albino, quien se había tomado el tiempo de averiguar algunas cosas sobre la persona con la que Jisoo se enfrentaría.

En realidad, Kerim no parecía ser fuera de lo común.

Aun así, Killua seguía con sus dudas sobre Mist, y la razón por la cual aquella joven de la que Jisoo hablaba con tanta emoción parecía esforzarse por alejar a Jisoo de otros luchadores fuera de su círculo de conocidos.

¡Ha llegado el día, el tan esperado debut de Jisoo en el piso 200! ¿Esta joven seguirá con su récord de victorias, o sentirá la derrota de una vez por todas? ¡El resultado es un total misterio!

Jisoo camino hasta llegar al cuadrilátero con una sonrisa ansiosa, apretando sus puños con fuerza, sintiendo la emoción recorrer su pecho sin control. No lo negaría, estaba emocionada por aquel encuentro.

Sus ojos rosas se fijaron en su contrincante, esforzándose por ignorar toda la atención de la multitud que gritaba con emoción, ansiosos por ve el enfrentamiento que parecía tan desigual.

― No lo puedo creer... Mist me trajo una mocosa para divertirme. ― Exclamo el hombre frente ella, tapando su frente con una mueca disgustada, dejando escapar un suspiro. ― Prefiero las mujeres mayores y maduras, ya me está cansando tanto repetirlo.

¡Kerim, el gigante gladiador peli naranja de dos metros con su récord de 4-2! ¡¿Esta será su oportunidad para domar otra fiera y estar un paso más cerca de su llega a ser Amo del Piso?!

― No vine para divertirte. ― Se limitó a responder la joven, estirando sus brazos de un lado a otro, acomodando su frisbee sobre su hombro.

― ¡Inclusive trajiste un juguete! ― Dijo el hombre con diversión, ignorando las palabras de la menor. ― No me hagas reír. ¿Qué crees que me podrás hacer con un simple plato?

― Veamos cuanto tiempo aguantas. ― Susurro Jisoo, levantando su mirada y observarlo a los ojos, notando como el hombre aún seguía bromeando mientras mostraba sus músculos.

¡Comiencen!

Kerim rio fuertemente, acercándose a la joven, apretando sus puños donde reposaban unas gruesas manoplas de metal. ― ¡Vamos, mocosa! ¡No escapes de tu derrota!

El hombre se lanzó directo a Jisoo, soltando un fuerte grito con su ceño fruncido y una sonrisa llena de confianza, fijando su vista en la joven, quien mantenía un semblante serio. Para su sorpresa, su ataque fue esquivado con un ligero movimiento, logrando ver por unos segundos la pequeña sonrisa que se formaba en los labios de la menor.

― ¿Eso es todo? Hablas más de lo que prometes...

― ¡Solo calentaba, maldita mocosa! ¡Esta vez no te escaparás! ― Kerim golpeo sus puños, provocando que sus manoplas brillaran de un fuerte color morado.

Nuevamente, el hombre se lanzó hacia Jisoo, volviendo a ser esquivado con facilidad. Esta vez Kerim no frunció su ceño, pues tan pronto fue esquivado, el peli naranja se arrodilló, flexionando uno de sus puños hacia delante, y su manopla salió volando directo a la joven.

¡Golpe limpio! ¡Kerim gana el primer punto!

Jisoo agacho su pecho levemente, sintiendo la fuerte presión de la manopla que la amenazaba con empujar fuera del cuadrilátero. La joven frunció su ceño, intentando alejar las manoplas de su abdomen, permitiéndole ver a todos los presentes en aquel coliseo como su mano en realidad había detenido gran parte del golpe que la había arrastrado algunos metros hacían atrás.

― Asombroso, pensé que en realidad solo sabias hablar. ― La ojirosa limpio su camisa y tiro la manopla de metal a un lado, asomando sonrisa sorprendida. Aquel golpe realmente había sido fuerte, pero no lo suficiente.

― ¿Qué...? ¡¿Por qué hablas como si nada?! ¡Ese golpe tuvo que haberte dejado sin aire!

― ¿Eh? ¿Lo dices en serio? ― Susurro la joven, frotando su mejilla con una mueca confundida. ― Al parecer mi tío tenía razón... Recibir tantos golpes aumentaría mi resistencia al dolor.

― ¡Cállate de una vez, maldita teñida!

― ¡¿Cómo me dijiste?!

El ceño de Jisoo se frunció al escuchar aquello y muchos más insultos que salían de la boca de aquel hombre, quien se encontraba rojo de la furia. Lentamente, la ojirosa descolgó el frisbee de su hombro, empezando a girarlo con ayuda del lazo rojo que colgaba en el centro.

― ¡Basta de juegos, no haces nada más que esquivar y sonreír! ¡¿Por qué no me atacas?! ¡No es divertido! ― Jisoo ladeo su cabeza dejando escapar un suspiro cansado, aburrida de escuchar la voz de Kerim, quien se quejaba como un niño haciendo una pataleta.

El hombre se lanzó nuevamente a Jisoo, lanzando golpe tras golpe, frunciendo cada vez más su ceño. Para sorpresa de la ojirosa, los movimientos del peli naranja, a pesar de ser disparejos, cada vez parecían volverse más fuertes, al mismo tiempo, el color de su última manopla cambiaba de un fuerte color rojo llamativo.

Jisoo salto sobre el puño del hombre, impulsándose para golpear la cabeza del peli naranja con su frisbee, intentando noquearlo, pero no funciono. Una mueca apareció en la cara de la joven al ver cómo el hombre no se inmutaba por el golpe.

Solo bastó un descuido para que Jisoo recibiera otro fuerte golpe en el abdomen, y la risa de Kerim resonara por el lugar.

El ceño de Gon y Killua se frunció, notando como su amiga se mantenía agachada, oprimiendo el lugar afectado con fuerza y una pequeña mueca de dolor. Su preocupación fue mayor al ver como Jisoo escupió sangre a un lado, parándose lentamente.

― Sus manoplas cambiaron de color, y al parecer su fuerza también. ― Exclamó Gon, observando el combate con atención. ― Tal y como lo dijiste, Killua.

― El color de sus manoplas cambió cuando Kerim se molestó. Cambio de morado a rojo. Lo sabía, su habilidad tiene que ver con sus estados de ánimo. ― Asintió Killua, recostando sus brazos detrás de su cuello.

La atención de ambos se desvió a un lado al escuchar una fuerte exclamación de sorpresa, notando como una joven de pelo morado y piel morena los observaba como si se tratara de una celebridad, con sus manos tapando su boca reprimiendo un falso grito de emoción.

― ¡Pero si son el enamorado de Jisoo y su tierno hermano! ― Exclamo con fuerza, aplaudiendo con diversión, notando como el albino se sonrojaba a más no poder mientras renegaba y el peliverde frotaba su cabeza confundida.

― ¡Oh, no somos hermanos! ¿De verdad lo parecemos?, solo somos buenos amigos. ― Respondió Gon con una sonrisa apenada, dirigiéndole una mirada confundida a la joven. ― Por cierto, me llamo Gon, él es Killua. ¿Cómo nos conoces?

― Es fácil, siempre veo a Jisoo junto a ustedes. ― Respondió, dejando escapar una risa al ver como el albino aún parecía tener un corto circuito mientras negaba rápidamente con una mirada casi asustada. ― Yo me llamo, Miston.

― ¿¡Qué?! ¿Tú eres Mist? ― Exclamaron los dos jóvenes al tiempo, abriendo sus ojos con fuerza.

Killua negó rápidamente, regresar en sí solo para fijar su vista en la joven de pelo morado, observándola sin esconder su duda y disgusto. Por otro lado, Gon hablo un poco más con la joven. 

¡Golpe limpio!

La atención de los tres se dirigió al combate al escuchar la fuerte voz del parlante, fijando su vista en Jisoo, quien frotaba su mejilla con una mirada levemente estresada. Los gritos del hombre empezaban a desconcentrarla.

Su frisbee se encontraba incrustado en una de las paredes del coliseo, mientras la pañoleta roja descansaba sobre su mano, escuchando con una mirada aburría las palabras escandalosas de Kerim.

― ¡Mist insistió en que tienes mucho potencial, pero veo que es una farsa! ¡Tu juguete no sirvió de nada! ¿Ahora qué harás? ¡¿Eh?! ¡Con razón tu familia te echo de la casa, maldita fenómeno Dorag-

Las palabras del hombre frenaron de golpe al sentir un fuerte impacto en su mandíbula, lanzándolo de lleno al suelo, destrozando parte del pavimento.

El público grito con emoción, viendo como el gigante Kerim era desplomado por una niña de apenas doce años.

Sin darle tiempo de reaccionar, sintió otro golpe en su estómago que le impido pararse, mientras sentía un lazo amarrase al rededor de su cuello y boca, y al abrir los ojos se encontró con la aterradora mirada de Jisoo.

― Adelante, repite eso. ― La voz de la joven resonó por toda la sala que ahora estaba totalmente en silencio, observando expectantes lo que sucedía.

El hombre sintió como su cuerpo empezaba a temblar, tendido en el suelo adolorido, totalmente impotente ante la fuerte presencia dorada de Jisoo.

― No quiero volver a escuchar esas palabras de tu sucia boca, ¿entendiste? ― Exclamo con fuerza, sintiendo como su puño hacía aún más presión sobre el lazo rojo, apretando el cuello de Kerim. ― No eres nadie para decirme eso... ¡No permitiré que nadie me diga así nunca más!

El hombre asintió como pudo de manera asustada, desviando su mirada al público, fijando su vista en una joven de pelo morado, mientras su vista se nublaba y su cara se ponía roja por la falta de aire. 

Al darse cuenta de ello, Jisoo lo suelto rápidamente, aun con su ceño frunció y sus pupilas rasgadas de la furia, sintiendo una extraña presión en su pecho. Tal vez aquel collar si le era necesario. El pobre hombre había pronunciado las únicas palabras que lograban enfurecer a Jisoo como nunca, y había sufrido parte de las consecuencias.

¡Kerim no puede levantarse! ¡Jisoo gana por noqueo!

Su mirada se desvió a las gradas, fijando su rosa mirada en Mist, quien sonreía con satisfacción al ver la situación de la ojirosa. La pelimorada podía notar la mirada confundida y furiosa de Jisoo, sonriendo al ver el estado tan sediento de preguntas de la menor.

Pero ella no estaba dispuesta a dar respuestas sin antes recibir algo a cambio, y Jisoo sabía exactamente lo que Mist quería. 

Ese mismo día, luego de otro de los enfrentamientos de Gon, Hisoka apareció a la salida, tomando por sorpresa el peliverde. Mirando los claros ojos cafés del pequeño, radiantes de curiosidad, el arlequín le dio una buena noticia.

Todos los esfuerzos que Gon había hecho para llegar a aquel piso, y demostrarle al pelirrojo que estaba listo, habían dado sus frutos.

―Siéntete libre de escoger una fecha y lugar... Seré tu oponente.

Su encuentro con Hisoka ahora era una realidad, y no una meta como lo fue al principio. 

Siguiente cap, ¡Tipos de Nen! Qué emoción. ¿Qué tipo de Nen creen que tendrá Jisoo? 

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