Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐎𝟐𝟖 ┃Una vacía amenaza

:✧。CHAPTER O28🍒

✩。⋆ 💌(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) ꏍ !❛ Una vacía amenaza...

― ¿NO CONTENERME? ¿DE QUÉ HABLAS? ― Susurro la ojirosa haciéndose la desentendida, mordiendo un trozo de la galleta entre sus dedos, notando como una mueca se apoderaba del semblante de Mist.

― En todos los combates en los que te vi, note algo...

La mirada de la pelinegra se levantó ligeramente, ofreciéndole toda su atención a la joven, quien entrelazo sus dedos al mismo tiempo que pausaba sus palabras para contemplar a Jisoo.

― ¡No me dejes con la intriga! ―Exclamo la ojirosa, posando sus manos sobre la mesa e inclinarse hacia delante. ― ¡Dime, Mist! 

― No importa contra quien te encuentre en el coliseo, siempre te contienes... ― Al ver la mueca de confusión de Jisoo, Mist continuo.― Dejame explicarme con más detalle... Es fácil notar que algo te detiene a liberar todo tu potencial al momento de luchar, y eso te detiene a mejorar.

Dijo la pelimorada con ligera gracia, cruzando sus piernas. Jisoo froto su mejilla levemente, desviando su mirada por un momento de manera pensativa.

― No eres capaz de golpear con todas tus fuerzas a alguien, siempre procuras no hacerle daños graves. ― Mist agrando la sonrisa en sus labios, y se acercó a Jisoo como si estuviera a punto de hacer una propuesta muy importante. ― Te presentaré algunas personas para que te vayas soltando, y así en nuestro encuentro... Quiero que no te contengas en absoluto.

― ¿No contenerme...? No es tan fácil como parece... 

― ¡Vamos! Golpéame sin pena, libera tu fuerza y rabia, ¡Patéame con actitud!― Exclamo la joven, asintiendo convencida, con aires de maestro. ― Si sigues peleando de esa manera tan tímida, no lograrás sobrevivir. No tengas miedo, Jisoo. No temas de tu fuerza, ni de tu victoria.

Jisoo caminaba con una mirada pensativa por el pasillo del piso 200, pasando la recepción, donde acaba de inscribirse en un encuentro junto con la extraña joven que conoció recientemente y una persona diferente...

Las palabras de Mist volaban por su cabeza una y otra vez, haciendo eco en su memoria. Tenía un mal presentimiento. Su mano se posó sobre el pomo de su puerta, girándola levemente y entrar, dejando escapar un bostezo. Sentía sus párpados pesados y todas sus extremidades entumecidas.

Sin pensarlo se lanzó a la cama, hundiendo su cabeza entre el colchón.

― Por fin llegas, ya es tarde. ¿Dónde estabas? ― Escucho una voz conocida desde una de las habitaciones del lugar.

La joven volteó su cabeza, observando con una expresión llena de cansancio al albino, quien se encontraba apoyado contra la pared de brazos cruzados, examinando a la ojirosa con detalle, asegurándose de que estuviera bien.

― Estaba decidiendo la fecha para un encuentro... oh, y también tuve una "cita" o algo así...

La joven sintió un peso sobre la cama, notando como el albino tomaba asiento a un lado de ella, quien aún permanecía recostada.

Desde hace algunas semanas sus amigos acostumbraban a entrar a las habitaciones de ellos como si fueran de todos, pero era especialmente el albino quien se acercaba de curioso donde Jisoo cuando estaba aburrido. Ya no era raro para ellos.

― ¿Un encuentro? ― Exclamo el albino, cruzando sus piernas y observarla de reojo. ― No es con los idiotas que siempre encontramos, ¿verdad?

La joven negó, recordando aquellos tres extraños hombre mayores molestos. Su ceño se frunció levemente, sentándose correctamente a un lado del ojiazul.

― Sobre ellos... Tengo un mal presentimiento. No dejan de insistir, ya se está volviendo molesto.― Susurro Jisoo, escuchando como Killua soltaba un suspiro y asentía.

― Están decididos a tener un encuentro con nosotros, tanto que intentan amenazarnos. Utilizaron a Zushi-

― ¡¿Zushi?! ¿Cómo está él?

― ¡Ya, ya, no te alteres tanto! ― Exclamo el albino rodando los ojos de manera molesta, para luego señalarse a sí mismo con una sonrisa creída. ― Tu pequeño consentido está vivo gracias a mí.

El albino le explico todo a su amiga, quien mantenía un semblante preocupado en todo momento, olvidando por un momento todo el sueño que sentía en aquellos momentos.

La joven despeinó su cabello, dejando escapar un bajo quejido preocupado. La ojirosa no dejaba de regañarse mentalmente. Sabía que tenía que acompañar al menor hasta su casa.

― Eres increíble, Killua... ― Susurro Jisoo, bajando su mirada. ― Es asombroso como manejas este tipo de situaciones con tanta calma... ¿De verdad tienes que regalarles una victoria?

― Es solo por esta vez, si llegan a romper su promesa... ― Exclamo Killua, asomando una ligera sonrisa en sus labios al escuchar los halagos de Jisoo. ― el punto es, definitivamente no querrán romper su promesa.

Ambos jóvenes hablaron algunos minutos más antes de despedirse, pues ya estaba bastante tarde, y Jisoo no parecía poder resistir más tiempo despierta por más que se esforzara. El albino salió de la habitación, guardando las manos en sus bolsillos y caminar despreocupadamente a su habitación.

Una ligera sonrisa de alivio apreció en sus labios, sintiendo como un extraño sentimiento recorría su pecho al ver a su amiga en buen estado.

Su pequeña sonrisa se transformó en una suave risa, negando suavemente. Jisoo aún no se daba cuenta de que su lazo rosa no se encontraba en su lugar. No podía esperar a ver la reacción de sorpresa de la joven cuando pudiera recuperarlo.

(💌)

✩𝐌𝐈𝐒𝐓𝐎𝐍!! 👾ᴍɪꜱᴛ

Killua guardó las manos en sus bolsillos, empezando a caminar a paso lento por la plaza fuera del Coliseo del Cielo. El sol era radiante y fuerte, pero no tenía que preocuparse, pues una gorra morada lo tapaba.

Lograba escuchar las voces entusiasmadas de todos los que pasaban, desesperados por tener boletos, haciendo largas filas en una pequeña tienda.

― Estos están recién impresos... ¡Gon contra Sadaso! ― Los pasos de Killua se detuvieron abruptamente al escuchar aquello. ― Y aquí tengo otra sorpresita... ¡Jisoo contra Sadaso! Y aquí está Killua contra Sadaso. ¡Si no los compran ahora lo lamentarán!

El albino se dio la vuelta, acercándose al hombre mayor.

― Viejo. ¿Sadaso solo tiene un brazo? ― Pregunto el menor sin dejar ver su cara.

― Sí, el luchador de un solo brazo, con el rostro como una máscara. ― Respondió el hombre con una voz animada, sujetando los boletos en una mano. ― Si te atrapa con su brazo izquierdo invisible, estás acabado. Lo llaman él aplasta novatos...

El hombre se quedó congelado del miedo, dejando de hablar. La mirada vacía y amenazadora de aquel pequeño niño albino parecía la de una peligrosa bestia a punto de atacar.

― Ese bastardo.

.  .  .

― ¡A-ah! Killua. ― Exclamo Gon con una gota de sudor, mientras Jisoo levantaba su cabeza rápidamente hacia la misma dirección.

― ¡No sabía que vendrías! ― Exclamo la joven, acercándose con una pequeña sonrisa divertida. Aun así, el ojiazul noto con facilidad como su amiga se encontraba levemente nerviosa. ― ¿Ahora quien llego tarde?

El albino ladeo la cabeza levemente, descansando sus manos detrás de su cuello. Su mirada se desvió, notando como su maestro y Zushi también se acercaban.

― Killua-kun, creo que ayudaste a Zushi anoche. Gracias. ― Dijo el hombre de gafas con una pequeña sonrisa, recibiendo un asentimiento del albino.

― ¿Te sientes bien? ― Pregunto el joven, observando de reojo al menor.

― Sí, estoy bien. Probablemente estaba cansado. ¡Perdón por preocuparte! ― Respondió el chico, haciendo una pequeña reverencia en agradecimiento. Zushi también se acercó a Jisoo, haciendo otra reverencia, recordando lo mal que se sentía la joven al llegar. ― ¡No quise preocuparte, Jisoo-san! ¡Perdón!

― Lo importante es que estés bien, Zushi. ― Respondió la joven, despeinando su cabello con una mueca cansada, sintiendo como nuevamente su pelo se desordenaba. ― De casualidad, ¿han visto mi lazo rosa?

― Pronto lo recuperaré, no te preocupes por eso. ― Respondió el albino frunciendo su ceño levemente, escuchando como la pelinegra dejaba escapar una exclamación confundida.

La atención del albino se desvió a su maestro, y señalándose a sí mismo, exclamo con confianza.

― Oh, Wing-san. ¿Podemos ver ese video de nuevo? He aprendido a usar Gyo.

Los presentes sonrieron con asombro menos Zushi, quien sentía como gotas nerviosas caían de su frente. No podía creer que el albino hubiera aprendido en solo una noche.

Jisoo sonrió con asombro, observando la fuerte aura que emitía del cuerpo de Killua, quien tenía fija su vista en el televisor con sus puños apretados y una mirada concentrada.

― Quince hilos, ¿cierto? Trece para las cartas, uno para el pañuelo y uno bien oculto que lleva el brazo que lo arrojo. Prosigo. ― Exclamo el albino, sintiendo el aura en sus ojos, permitiéndole observar el video con más claridad. ― El aura de Hisoka parece crecer y contraerse. ¿O acaso atrae ciertos objetos, similar a un imán? ¿De qué otra forma su brazo se pegaría de nuevo? ¿O volaría al mentón de su oponente?

Jisoo escuchaba con asombro cada palabra que salía de los labios del albino, mientras sus ojos brillaban sin esconder su asombro. Para ella era sorprendente la habilidad de deducción de aquel chico.

― Su aura es elástica, como hule. Eso explica la mayoría de sus trucos. ― Finalizo Killua, bajando su cabeza levemente.

Wing apago el televisor, reposando su mano detrás de su espalda y caminar, acercándose frente a sus estudiantes.

― Muy bien... Pasaste. ― Asintió el hombre, dejando el control sobre la mesa. ― Pero estoy sorprendido. No esperaba que aprendieran a usar Gyo durante la noche. O bueno, también durante la mañana.

La mirada del albino se dirigió a sus amigos rápidamente, quienes asintieron con pequeñas sonrisas.

― Si, pero aún no pude comprender el poder de Hisoka. ― Respondió Gon, frotando su cabello puntiagudo de manera apenada.

― Yo no entendí completamente todo lo que tú pudiste deducir en segundos, Killua. ― Susurro la ojirosa, para luego levantar su pulgar de manera animada.― Pero ya sé utilizar Gyo.

― Entonces, Killua-kun... Ya que terminaste tu tarea, asumo que quieres pelear, ¿No? ― Al escuchar las palabras de Wing, su mirada se dirigió nuevamente a sus amigos.

― O-oh, no estaba tratando de adelantarme a ti. Solo tengo ansias de pelear. ― Respondió el peliverde rápidamente, notando como Killua asienta sin preocupación.

― Sí, entiendo. ― Dijo el albino, observando de reojo con Jisoo se limitaba a asentir y alejar la mirada. Era evidente que los habían amenazado. ― De hecho, yo ya he elegido mi día para pelear. 29 de mayo.

― El mío es el 30 de mayo.

― Mi encuentro es el 31 de mayo.

― Está bien. Subestime que tan rápido podrían aprender. Pasen los días restantes aprendiendo Ren y Ten. Asegúrense de descansar y dormir mucho

― ¡Osu!

El sol se escondió rápidamente, y sin darse cuenta había atardecido. Los tres jóvenes salieron de la casa de su maestro, despidiéndose del menor. Ahora se encontraban caminando al Coliseo, mientras eran golpeados por los suaves rayos del sol.

― Killua, yo... ― Susurro Jisoo, pero el albino la interrumpió sin dirigirle la mirada, logrando decir justo lo que ella quería explicarle desde que estaban en la cada de Wing.

― Deben haberlos amenazado.

Ahora estoy enfadado... ― Admitió Gon, frunciendo su ceño levemente y apretar sus puños, moviendo su cabeza de un lado a otro con desaprobación. Nunca pensó que aquellas personas llegaran tan lejos con sus acciones.

― Sí, pero mi más grande preocupación era el maestro, y estuvo de acuerdo.

― Me preocupa que vayan a utilizar de nuevo a Zushi y que esta vez lo puedan herir. ― Dijo Jisoo, bajando su mirada, soltando un suspiro con preocupación, pasando su mano por su cabello desordenado. ― Ya lo hicieron una vez, nada los detiene a hacerlo una segunda vez.

Estará bien. ― Respondió Killua, muy seguro de su mismo, sintiendo la mirada de sus dos amigos. ― No necesitan preocuparse...

(💌)

🎭𝐒𝐀𝐃𝐀𝐒𝐎!!   ⛩𝐆𝐔𝐈𝐃𝐎!!  🛞𝐑𝐈𝐋𝐔𝐁𝐄𝐑𝐓𝐎!!

― Hoy venceré a Killua-chan para mi sexta victoria. Mañana, venceré a Gon-chan para mi séptima victoria. Pasado mañana, venceré a Jisoo-chan para mi octava victoria... entonces necesito solo encontrar a dos tontos más para. Y seré un Amo de Piso.― El hombre de larga bata oscura empezó a reír levemente, mirando su reflejo en el espejo con una sonrisa victoriosa. ― Tendré toda la riqueza y la gloria para arreglármelas por el resto de mi vida.

Su sangre se heló al sentir una intimidante presencia a sus espaldas. En apenas unos segundos, todo en sus sentidos gritaba peligro, quedándose totalmente congelado al sentir un filo contra su cabeza.

― Muévete y te mataré...― Killua agarro el afilado cuchillo con una mano, y una mirada totalmente oscura y amenazante. ― Usa Nen y te mataré... Has un sonido y te mataré... Si entiendes, cierra tus ojos lentamente.

El hombre empezó a temblar, escuchando como las palabras de aquel joven mucho menor que él sonaban totalmente serias, sin ningún escrúpulo de mentira. Killua estaba dispuesto a asesinarlo si era necesario.

― ¿Sabes lo que pasara si rompes tu promesa? ― Inquirió, gradando una de sus manos en su bolsillo― Si lo sabes, abre tus ojos lentamente. Mírame al espejo y escúchame cuidadosamente.
El hombre levantó su mirada lentamente, observando el reflejo en el espejo.

Lograba escuchar los latidos asustados de su corazón, y sus piernas temblar con desespero, observando con terror los ojos bestiales de aquel joven.

Era evidente su impotencia ante él.

― Nunca muestres tu asqueroso rostro ante nosotros de nuevo. Esa es una promesa.

El albino agarró el lazo rosa de Jisoo, que reposaba sobre la mesa de aquel sujeto, quien aún temblaba descontroladamente, sintiendo el cuchillo que hacía presión sobre su cabeza.

Había subestimado a aquel joven albino, pensando que era un chico normal, y ahora era de lo que más se arrepentía. 

Ese mismo día, Sadaso no se presentó a su encuentro con Killua, otorgándole al joven una victoria por retiro, abriendo la batalla con el trío persistente, dando inicio a una batalla real en el Coliseo del Cielo. 

― ¡Killua!, ¿por qué tan serio? ― Exclamo Jisoo, acercándose con emoción al joven albino, quien caminaba con las manos en sus bolsillos y una cara pensativa, levantando su mirada al escuchar la inolvidable voz de su amiga. ― ¡Acabas de ganar un encuentro!

― Fue una victoria por retiro... No fue para nada emocionante. ― Contesto él, levantando sus hombros y hacer una mueca. ― Además, aunque me hubiera enfrentado a Sadaso, hubiera sido aún más deprimente.

― Qué amargado eres, canoso... Pero tienes toda la razón. ― Susurro la joven, asintiendo levemente, caminando a un lado de Killua.

A pesar de haber recibido una respuesta, lo observo con duda. El ceño del albino aún se mantenía serio, de cierta forma también parecía estar aliviado por algo, pero también entusiasmado.

― ¿Qué pasa? Me vas a desgastar de tanto mirar. ― Jisoo dejo escapar una risa al escuchar aquello, negando rápidamente.

― Pareces entusiasmado por algo, pero estás demasiado tranquilo... ― Exclamo la joven, frotando su cabello como si estuviera buscando ordenar sus palabras mejor. ― No lo sé, pero si quieres decir algo, yo puedo escucharte con gusto.

Killua la observo de reojo para luego alejar su mirada con un pequeño sonrojo, negando suavemente con una pequeña sonrisa y un semblante pensativo.

― Esta mañana me encargué de un pequeño estorbo, solo estoy algo pensativo por lo que ahora vendrá. ― Respondió con calma, sintiendo como la mano de Jisoo se estampó contra su pelo, tomándolo por sorpresa.

― ¡Es que estás demasiado serio, me gusta más cuando sonríes! ― Exclamo la ojirosa, desordenando el esponjoso y suave pelo de su compañero, quien se quejaba en voz baja, intentando apartar las manos de la chica.

Las manos del ojiazul llegaron a la melena de la joven al no poder frenarla, empezando también a desordenarla, escuchando las enfadadas quejas de Jisoo, sacándole una ligera risa divertida.

― Ahora pareces un nido de pájaros. ― Afirmo Killua, ordenando como podía el pelo de su amiga, dejando el lazo rosa sobre su coronilla de manera cautelosa. ― Bueno, al menos está un poco decorado.

Sin decir nada más, Killua siguió caminando con las manos detrás de su cuello y una pequeña sonrisa en sus labios, escuchando como Jisoo dejaba escapar una fuerte exclamación de sorpresa y alegría.

(💌)

Voy a desaparecer... porque no quiero morir. Tengan cuidado., porque pueden seguir ustedes.

― ¿Qué hacemos? ― Exclamo el hombre de bata roja luego de escuchar el mensaje de Sadaso, quien en aquel momento ya había abandonado el Coliseo del Cielo.

― Aun así seguiré. Haré lo que sea necesario. Estoy muy cerca de convertirme en amo de piso. Diez victorias en los 200 te da el derecho de retar a un Amo del Piso. Si triunfas, te dan un piso solo para ti. 

El hombre de bata roja y bastón empezó a reír, notando la insistencia de su compañero por lograr aquel futuro lleno de fama. 

― Y una vez que haya ganado el título de Amo del Piso, puedes dar una conferencia, servir como un consejero, o empezar una nueva escuela de artes marciales... Puedes vivir a costa de ese título por toda la vida. 

― ¿Ese niño tratará de amenazarnos? 

― El chico no conoce mi poder.―Contesto el hombre, asomando una sonrisa confiada.― Mientras seamos cuidadosos, podremos encargarnos de él.

― Te equivocas.

La mirada de ambos hombre se dirigió a la puerta de su habitación, donde el joven de pelo blanco descansaba recostado sobre la pared con sus brazos cruzados contra su pecho.

― No importa cuál sea tu poder. Puedo amenazarlos cuando quiera. ― Esta vez, el joven apareció sentado de manera despreocupada en la ventana, en la mitad de ambos hombres, quienes retrocedieron con sorpresa. ―Cuando sea y donde sea que elija... Cuando estén profundamente dormidos... Cuando estén en el baño... ¿Entienden?

Killua empezó a caminar lentamente, pasando entre los dos luchadores como si nada, quienes los observaban con cautela. El joven guardó las manos en sus bolsillos y freno su caminata.

― Ahora, escuchen. ― La mirada del ojiazul los observo de reojo. ― Tienen que seguir las reglas. Sin reglas, somos nosotros los que nos beneficiaríamos.

Nuevamente, el menor continuo con su camino, saliendo de la habitación con la misma calma con la que entro, desapareciendo de la vista de los dos hombres.

― Hacer trampa en verdad es una mala idea.― Exclamo el hombre de los lentes y silla de ruedas, levantando su mano convencido mientras una gota de sudor bajaba por su mejilla. ― Tendremos una pelea justa. 


Estoy pensando seriamente en editar HUNTER, pero primero terminaré el arco del Coliseo del Cielo. Estaré avisándoles que pasara con el fic :DD

Ya edité las partes que necesitaba para continuar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro