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𝐎𝟐𝟏 ┃Entrenar y mejorar


:✧。CHAPTER O21🍒

✩。⋆ 💌(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) ꏍ !❛llegada al Coliseo del Cielo...

HASTA QUE NOS VOLVAMOS A VER... EL PRIMERO DE SEPTIEMBRE, EN CIUDAD YORK SHIN.

Kurapika, dispuesto a encontrar un cliente que lo contrate como cazador y así poder cumplir poco a poco con su venganza, se despide del grupo junto con Leorio, quien se prepara para realizar sus estudios en medicina, y así seguir su sueño de ser doctor.

Cada uno seguiría su camino, para luego así reencontrarse luego de algunos meses en una famosa subasta, pero mientras tanto, Jisoo, Gon y Killua se preparan para su próxima aventura.

―Solo quedamos nosotros tres. ― Exclamó Gon, observando como sus dos amigos mayores desaparecían entre las personas, para luego dirigir su vista a sus compañeros frente a él y sonreír ―¿Qué quieren hacer?

―Mmm. Tal vez podríamos... ― Susurro Jisoo, frotando su mejilla con un dedo, siendo interrumpida por el albino.

―¿Tienes que preguntar? Entrenemos, obviamente.

―¿Eh? ― Exclamó Gon, ladeando su cabeza pensativo ― ¿Entrenar? ¿Para qué? ¿No deberíamos divertirnos un poco?

―Sí, sí. Estoy de acuerdo, justo eso iba a decir. No estaría mal un poco de diversión...― Las palabras de Jisoo fueron interrumpidas por la pequeña sonrisa de Killua, quien al mismo tiempo los observaba con un semblante enojado, bastante cerca de ellos.

―¿Recuerdas lo que acabas de decir, Gon? ¿Crees que puedes golpear a Hisoka sin entrenar? ¡No podrás encestar un golpe en 10 años y mucho menos en 6 meses! Y tú, Jisoo. ¡Deja de apoyar su idea! ¿No querías ser más fuerte? ¡Tú también tienes que entrenar si quieres defenderte de tu familia y tus estúpidos familiares!

Ambos jóvenes asintieron obedientemente con una gota de sudor nerviosa, recordando como antes de llagar Gon se comprometió a encestarle un puñetazo al arlequín para así devolveré la placa del Examen de Cazador, y Jisoo declaraba querer ser más fuerte. El albino tenía toda la razón.

―Miren, lo haré fácil de entender.― Exclamo el ojiazul agachándose en el suelo, dibujando en la tierra una corta línea. Jisoo y Gon se agacharon a un lado de él. ― Este es Hisoka. Este es Hanzo. Si esta es la brecha entre Hisoka y Hanzo, en términos de fuerza...―La brecha entre Hisoka y Gon... ― El albino empezó a dibujar una línea bastante alejada de ambos chicos ― ¡Es está! Y estoy siendo generoso. 

Jisoo tapo su boca intentando evitar reírse, observando como su amigo peliverde fruncía su ceño molesto. Reprimir aquella risa fue casi imposible para ella al ver como nuevamente su amigo hacía una mueca.

―Tu situación no es muy diferente, Jisoo. ― Aviso Killua, notando la risa de la pelinegra. ― ¡Es probable que tu brecha de fuerza este en otro continente!

―¡Ahora si me enoje! ― Exclamo la joven con su ceño fruncido, apretando sus puños, acercándose a Killua de brazos cruzados. ― ¿Entonces en donde estás tú?

―¿Yo?... Bueno, probablemente por aquí. ― Contesto el chico, dibujando una pequeña línea, mostrando una sonrisa gatuna mientras asentía.

―Oh, ¿Hanzo es más fuerte? ― Susurro Gon, entreabriendo sus labios sorprendidos.

―En verdad eres muy asombroso, Killua. ― Admitio Jisoo, provocando un pequeño sonrojo en las mejillas del albino.

―Ya basta con eso... Es vergonzoso. ― Se limitó a responder el chico, sintiendo las miradas maravilladas de sus amigos.

―No sé cómo ver la diferencia en fuerza entre mi oponente y yo. ― Admito el peliverde, mientras Jisoo asentía a un lado de él, aún levemente molesta por la comparación de su fuerza.

―Estúpido. No importa. Solo estoy haciendo una estimación. ― Exclamo Killua caminando, dirigiéndose a un edifico frente ellos. ― Probablemente, tienes una idea general. Una vez tengas suficiente experiencia, tu suposición ser más exacta. Además, mientras más fuerte sea alguien, mejor es ocultando esa fuerza. Bueno, de cualquier modo, Hisoka es fuerte. No le asestarás un golpe en 6 meses a través de métodos normales.

El peliverde asintió, escuchando con atención las palabras de su amigo.

―Gon, Jisoo ¿Tienen algo de dinero? ― Pregunto el albino, guardando sus manos en sus bolsillos, observando como sus amigos buscaban en sus maletas.

―Sí, pero no es mucho... ―Respondió la ojirosa con una gota de sudor, contando las pocas monedas y billetes en sus manos.

―De hecho, se me está acabando. ― Admito el peliverde, también levemente apenado.

―Yo tampoco tengo mucho. Pero hay un lugar donde podemos entrenar y ganar dinero al mismo tiempo.

―¿Entrenar y ganar dinero al mismo tiempo? ― Repitio Jisoo sorprendida, recibiendo la afirmación de Killua.

―El Coliseo del Cielo.― Respondió el albino, notando las miradas curiosas y confundidas de sus amigos. ― Lo explicaré luego. Debemos ponernos en marcha.

(💌)

― Mira ¡Es muy alta y grande! ― Exclamo Jisoo sentada a un lado de Gon, observando la vista que la aeronave les obsequiaba con una mirada entusiasmada.

― Ese es el Colise del cielo. ― Afirmo Killua, dirigiendo su vista a la ventana luego de mirar de reojo la mirada emocionada de su amiga ― 251 pisos. 991 metros de altura. El cuarto edificio más alto del mundo.

― Entonces aquí es donde entrenaremos... ― Susurro Gon posando su mano sobre el cristal de la ventana.

― Use todo mi dinero en el boleto para el viaje. Tendremos que hacer más dinero aquí. Luego de desembarcar, empezaremos desde cero. ― Aviso el albino, notando como la aeronave empezaba a descender, llegando por fin a su destino.

El grupo bajo rápidamente del transporte, apresurándose por llegar al gigante Coliseo del Cielo. Tan pronto llegaron, se toparon con una larga fila llena de personas dispuestas a inscribirse en el Coliseo.

― Aquí no hay condiciones como las había en el Examen de Cazador. Solo tienes que derrotar a tu oponente. ― Explico Killua, sintiendo la mirada curiosa de sus amigos. ― Mientras más alto llegues, más será el dinero del premio que ganes. Esto es lo mejor que hay para aquellos que buscan ganarse la vida con sus puños.

Poco a poco el turno de los tres jóvenes llegaba, acercándose a una pequeña ventanilla donde una señora mayor los recibió con una sonrisa.

― Bienvenidos al Coliseo del Cielo. Por favor llenen este formulario. ― La mujer les entrego tres hojas, siendo recibidas por el trío, quienes llenaron la información que les pedían. La mujer tecleó algo en el computador y levanto la mirada. ― Killua Zoldyck-sama, es el #2054. Gon Freecss-sama, es el #2055. Jisoo Callisa-sama, es la #2056. Llamarán su número en el primer piso de la torre, así que asegúrense de recordarlo. Por favor sigan.

Los ojos de Jisoo se agrandaron con sorpresa, escuchando los gritos animados de la gente. Cada vez que se acercaban a una habitación de donde emitía una brillante luz, lograba escuchar cada vez más y más gritos entusiasmados.

Gon dejo escapar una exclamación de sorpresa, fijando su vista en el coliseo frente ellos. Muchas personas se encontraban cada una en su combate, siendo observados y animados por muchas personas en la parte que rodeaba el coliseo.

― Ha pasado tiempo, pero el lugar no ha cambiado nada. ― Susurro Killua empezando a caminar, acercándose a los asientos, escogiendo uno más alejado de todos para sentarse.

― ¿Uh? ¿Has estado aquí antes? ― Pregunto Gon, tomando asiento a un lado.

― Sí, cuando tenía seis años.

― ¡¿Seis años?! Estabas muy pequeño.― Exclamo Jisoo sin esconder su sorpresa. Killua asintió a un lado de ella como si nada.

― Mi papá me dejo aquí sin un centavo. Dijo que debía llegar al piso 200 antes de ir a casa. Tomo dos años. ― Explico, dirigiendo nuevamente su mirada a sus amigos, quienes lo escuchaban con atención. ― Si quieren pelear contra gente del mismo nivel de Hisoka, tendrán que ir más alto.

#1973 #2055 Por favor entren al cuadrilátero E.

La atención del peliverde se dirigió totalmente al centro del coliceo, formando una mueca nerviosa en su cara al reconocer su número.

― ¡Ese soy yo!, ahora me estoy poniendo nervioso. ― Admitió el peliverde quitando su mochila de su espalda, dejándola en su puesto.

― ¡Eres muy fuerte, Gon! ¡Tú puedes! ― Exclamo Jisoo, sosteniendo la maleta del chico mientras le ofrecía una sonrisa.

― Atravesaste la puerta de la prueba, ¿no? ― Inquirió Killua mientras el peliverde asentía. ― En ese caso...

Jisoo y Killua observaban atentamente el contrincante de su amigo, quien esperaba en el área de combate. En el momento en que Gon llego, notaron rápidamente la diferencia. Un hombre de gran tamaño contra un pequeño niño.

― ¡Miren eso! ¡Es un niñito! ― Exclamo una persona. ― ¡Esta es tu última oportunidad para escapar! ¡Esto no es un juego!

El combate empezó, y Gon aún mantenía un semblante tranquilo. Confiaba en las palabras de su amigo, así que no sentía la necesidad de preocuparse. "Todo lo que tienes que hacer es empujar con fuerza". El joven siguió la instrucción al pie de la letra, y con solo un golpe logro que su contrincante saliera disparado, quedando fuera de combate.

Automáticamente, Gon subió al piso 50.

Jisoo dejo escapar un grito emocionado, animando a su amigo desde las gradas. A un lado de ella, el albino la observo con una gota de sudor al ver tanta emoción, aunque de cierta manera le divertía e intrigaba.

Esta vez fue turno de la ojirosa, quien parecía más emocionada que nerviosa. A pesar de todos los comentarios del público, Jisoo terminó su combate bastante rápido, pues solo fue necesaria una patada para dejar a su contrincante noqueado.

― ¡Hey, aquí hay otro niño que es una bestia! ― Exclamo la persona del megáfono con sorpresa.

Killua noqueo a su oponente con un toque en el hombro. El grito animado de Jisoo no se hizo esperar, logrando sacarle una sonrisa satisfecha al albino, quien observo de reojo a la pelinegra, notando como seguía festejando su victoria.

― Ya has estado en el piso 200. Y esta fue una fuerte demostración. ― Exclamo el árbitro sorprendido, recibiendo una corta mirada del ojiazul. ― Muy bien. Puedes ir al piso 180...

― Empezaré desde el piso 50. ― Respondió interrumpiendo al hombre, observando de reojo a sus amigos. ― Quiero tomarlo con calma.

La atención del albino fue desviada al combate de al lado, notando como un niño menor que él también vencía a su oponente con un golpe. Aquello de cierta forma le provoco curiosidad.

(💌)

― Los primeros 200 pisos del Coliseo del Cielo, están divididos en clases, cada una compuesta por 10 pisos. Así que luego de que alguien derrota a un oponente en los pisos 50, avanza a los 70. Si pierde, entonces baja de regreso a los 40.

Explico la señorita a un lado de la puerta del ascensor, observando a los únicos cuatro jóvenes que se encontraban en aquel momento en el cuarto, subiendo al piso número 50.

― Además, ¡He escuchado que después de que pasas el piso 100, te dan tu propia habitación! ― Exclamó un chico moreno con traje blanco detrás del grupo, tomándolos por sorpresa, recibiendo miradas curiosas. ― Oh, olvide presentarme. ¡Osu! ¡Mi nombre es Zushi! ¿Qué hay de ustedes?

― Soy Killua.

― Soy Gon. Gusto en conocerte.

― Yo me llamo Jisoo.

Los tres mayores se presentaron, pero la mirada del menor se dirigió a la pelinegra de ojos de un hermoso tono color rosado, quien logro llamar toda su atención por un momento, y sin darse cuenta, las mejillas del menor se sonrojaron levemente, notando como la chica le sonreía amablemente.

― Hemos llegado al piso 50. ― Aviso la señorita, llamando la atención de todos los presentes.

La puerta del ascensor se abrió, dejando ver una sala normal con más personas dentro. El grupo empezó a caminar, escuchando como Zushi no paraba de hablar sobre sus peleas con una sonrisa asombrada.

― ¿De qué estás hablando? Tú también llegaste aquí con una sola pelea. ― Exclamo Killua, Jisoo y Gon asintieron a un lado de él, pues también habían visto su combate.

― Es cierto, fue muy asombroso. ― Asintió Gon.

― No... Aún tengo un largo camino por recorrer. Por cierto, ¿Qué disciplinas de artes marciales practican? Yo estudio la técnica de lucha Shingen-Ryu.

― ¿Escuela? No tenemos una, ¿cierto? ― Susuroo el albino observando a sus amigos de reojo, quienes negaron levemente.

― ¡¿Qué?! ¿Son tan fuertes sin un entrenamiento? Estoy sorprendido. ― Exclamo el chico bajando la mirada un poco decepcionado, para luego levantar la cabeza animado. ― ¡Aún tengo mucho camino por recorrer!

Los aplausos de una persona acercándose llamo la atención del grupo, quienes se voltearon para poder ver de quien se trataba, encontrando a un hombre joven pelinegro con letes.

― Zushi. Lo hiciste bien. ― Llamo el hombre con una pequeña sonrisa. ― Te apegaste a mis enseñanzas.

―¡Osu! ¡Estoy honrado! ― Exclamo el chico, desviando su mirada a la camisa rosa del hombre―Maestro, su camisa está fuera del pantalón de nuevo.

― Oh, perdón por eso. ― Respondió, fijando su vista a los tres jóvenes a un lado de su estudiante, quienes lo miraban con curiosidad. ― ¿Quiénes son ellos?

― Estos son Killua-san, Gon-san y Jisoo-san.

― Gusto en conocerlos. Soy Wing. ― Los tres jóvenes asintieron levemente, y poniéndose en fila, exclamaron "Osu", sorprendiendo al hombre― No esperaba encontrar otros niños aquí. ¿Por qué están aquí?

― Uh... Bueno, queremos volvernos más fuertes. Pero también estamos en quiebra, así que estamos haciendo dinero al mismo tiempo. ― Contesto el albino.

― Killua es un veterano aquí. ― Dijo Jisoo con una pequeña sonrisa.

― Oh, si están aquí arriba deben ser bastante habilidosos. Pero deben prestar mucha atención al cuerpo de su oponente, así como también al suyo. 

(💌)

― ¿Killua-sama, Jisoo-sama, Gon-sama y Zushi-sama? Por favor denme sus boletos. ― Pidió la señora de la ventanilla, recibiendo cuatro papeles que indicaban la subida al piso cincuenta por parte de los jóvenes. Luego de unos segundos la señora les pasó cuatro sobres cafés. ― Aquí está su dinero del premio.

― 153 jenis... ― Susurro Jisoo, observando la propina dentro de aquel empaque sobre su palma, contando las monedas con leve decepción. ― Solo me alcanzará para una bebida.

― Así es. En el primer piso, ganen o pierdan, su premio cubre una bebida enlatada. ― Explicó el albino frente a una de las máquinas de bebidas, comprando una, gastando sus primeras monedas rápidamente ― Pero más allá de eso, una derrota no les da nada. Una victoria en los 50 les da 50 mil

― 50 mil... Eso es mucho. ― Admitió el peliverde mientras Zushi asentía pensativo.

La ojirosa se acercó al albino, ofreciéndole una pequeña sonrisa al encontrarse con su mirada, agachándose frente a la máquina de refrescos, buscando aquella bebida que casi le provoca una intoxicación en el Examen de Cazador.

Su mirada se entusiasmó aún más al ver que si estaba, apresurándose por gastar sus pocas monedas y comprarla. Luego de unos segundos, su mirada se desvió a Killua, quien seguía explicándoles más sobre los pisos del coliseo.

― En los 100 creo que las victorias valen 1 millón. ― Gon y Zushi se vieron entre ellos boquiabiertos, escuchando atentamente al albino, quien les explicaba de manera tranquila. ― Una vez que pasan al piso 150, obtienen 10 millones.

― ¡10 millones! ¿No llegaste al piso 200 cuando estuviste aquí antes?―Preguntó Gon, provocando que Zushi abriera sus ojos aún más sorprendidos.

― ¿E-el piso 200? ¿Cuánto obtienes por ganar en el piso 200? ― Pregunto el menor.

― Bueno... En realidad no lo sé, porque renuncié una vez llegué al piso 200. Pero cuando estaba ganando en los pisos 190, tenía alrededor de 200 millones en total.

Gon y Zushi se quedaron congelados al escuchar aquella exagerada cantidad de dinero.

― ¿En dónde está todo ese dinero ahora? ― Pregunto Jisoo levantándose del suelo, recostándose sobre la máquina de bebidas, observando a Killua con una ceja alzada.

― Eso fue hace 4 años. Por supuesto que ya desapareció. ¡Lo gasté todo en chocorobots! ― Respondió, recibiendo una mirada divertida de la ojirosa.

― ¿200 millones en golosinas, en 4 años? ― Exclamó el peliverde aun sin creerlo, notando como el albino asentía sin mostrar signos de que se arrepintiera.

― Hey, vamos a la sala de espera. ― Aviso el albino luego de botar su lata de bebida ya acabada. ― No recibimos ningún daño en la última pelea, así que es probable que nos asignaran otra pelea hoy.

Killua empezó a caminar a paso lento, siendo seguido por el peliverde y Zushi, quienes se encontraban un poco más alejados, hablando aún sorprendidos por las exageradas sumas de dinero que podrían ganar combatiendo.

Jisoo observó en silencio por un momento la lata de jugo de naranja sobre sus manos, desviando su mirada al albino, quien cada vez más se alejaba de ella. Sorprendida por un pensamiento, un pequeño sonrojo apareció en sus mejillas, y empezó a correr acercándose al ojiazul, caminando a un lado de él con una sonrisa en sus labios.

― ¡Killua, mira!― Exclamo Jisoo emocionada, mostrándole la lata al albino, quien ladeo la cabeza confundido sin entender. ― ¿Te acuerdas? Gracias a una lata como esta es que pude conocerte.

Un fuerte sonrojo se formó en las mejillas del albino al escuchar aquel comentario tan despreocupado, recordando la primera vez que se topó de casualidad con aquellos hermosos ojos rosas que le provocaron una extraña sensación, y que ahora, aunque le costara admitirlo, no podía dejar de ver.

― ¡Deja de decir cosas tan vergonzosas! ¡Idiota!


¿Idiota o Baka?... La verdad no sé de qué manera escribirlo, ¿cómo les gustaría?

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