Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐎𝟏𝟏 ┃Un tierno asesino

𓂃⊹ ִֶָ𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢11(🌸)

✩。⋆ ▞▞▞▞(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 🌷ꏍ !Preguntas y secretos...

A PESAR DE QUE SU MORTAL ENCUENTRO CON GITTARACKUR YA HUBIERA PASADO, Jisoo permanecía con una actitud más asustada y desconfiada, recordar la cara de aquel sujeto le helaba la sangre y la desanimada.

No podía recorrer la isla tranquila con el constante sentimiento de que en cualquier momento alguien podría atacarla, y uno de ellos podría ser Gittarackur.

Por suerte había recorrido el lugar en donde casi la matan y salir con vida, como pudo arreglo su pequeño collar, pero al darse cuenta de que sería imposible se limitó a recoger las piedras naranjas y guardarlas en sus bolsillos. Lo importante era no perder aquellos fragmentos.

Su piel se erizó y ladeo su cabeza al escuchar una voz conocida a lo lejos. No tardo en reconocer el tono confiado y creído de Killua. Sin pensarlo mucho, Jisoo empezó a correr por las ramas de los árboles en busca de su amigo con una sonrisa.

Sus pasos frenaron y se arrodilló, escondiéndose detrás de un tronco al notar que Killua se encontraba ocupado con otras personas.

― Qué fastidio... ― Susurro el ojiazul con una mano en su bolsillo, mientras que con la otra sostenía su patineta ― Si no vas a dar la cara, iré yo a buscarte.

La joven recostó su espalda, acomodándose mejor en la rama del árbol sin despegar sus ojos de su amigo albino, quien parecía no notar su presencia, o al menos eso aparentaba.

Tres aspirantes a Cazador se encontraban rodeando a su amigo, rápidamente Jisoo los reconoció. Se trataba de los tres hermanos que al principio Tonpa les había advertido, porque según él, su táctica en equipo era peligrosa aunque no pareciera.

¿Debería preocuparse por él?, cuando pensó en aquello la imagen de él caminando directo a ellos confiado le llego a la mente.

Nah, estará bien. ― Pensó ladeando la cabeza, pero estaría dispuesta a entrar en cualquier momento si se salía de control.

Uno de los hermanos se acercó peligrosamente al albino, quien se limitó a verlo con una mueca sin tomarlo en serio.

― Oye mocoso, dame esa placa de identificación. Has lo que te digo y no saldrás herido.

Killua lo observo fijamente, ladeo la cabeza y contesto con simpleza.

― Idiota.

El mayor frunció su ceño y golpeo a Killua en el pecho con fuerza, provocando que el ojiazul retrocediera varios pasos atrás hasta caer al suelo sin decir nada.

― Vaya, no digas que no te avisé. ― Exclamo el aspirante haciendo un ademán con sus manos― Justo en la boca del estómago. Debe dolerle una barbaridad.

Jisoo dirigió una mirada preocupada a Killua luego de regalarle una mala mirada al culpable. Sus labios se entreabrieron sorprendida, pues la mirada del albino era la misma, no había ningún rastro de dolor en él.

Utilizando únicamente sus pies, el joven logro pararse tomando impulso, poniéndose en pie como si nada hubiera pasado.

― ¿Cómo?, ¿te contuviste al pegarle? ― Pregunto uno de ellos con burla a su hermano.

― Eres demasiado blando, Imori ― Dijo el otro.

El hombre asintió sin ocultar su nerviosismo. En realidad había atacado a Killua con las esperanzas de que no volviera a pararse, no se había contenido.

Killua alzo una ceja curiosos y escarbo en su bolsillo, sacando la palca de identificación de su presa, quien lo observo boquiabierto. ¿En qué momento le había quitado su placa?

― El Número #198, ¿eh?

― ¡No puede ser! ― El sujeto también busco en su bolsillo sudando nervioso sin encontrar su ficha.

― Como solo tienes un número menos que mi objetivo, ¿cabe la posibilidad de que el 199 sea uno de tus amigos? ― El albino empezó a jugar con la placa tirándola de arriba abajo.

En un instante logro tener la situación a su favor. Esta vez los tres hermanos se encontraban nerviosos.

― Imori, Umori. ― El que parecía ser el hermano mayor los llamo con una mirada seria ― Colóquense en formación. Este no es un mocoso cualquiera.

Killua sonrió con un extraño brillo en sus ojos mientras observaba con atención como los tres se separaban, parecían querer rodearlo, pero eso no funcionaria.

La ojirosa parpadeo varias veces al notar como Killua desaparecía a una velocidad impresionante, en cuestión de segundos apareció detrás del mayor dándole un golpe en la rodilla, provocando que se arrodillara.

― No te muevas ― Se limitó a decir con una de sus manos en el cuello del sujeto. ― Mis dedos son más afilados que unos cuchillos.

Jisoo frunció su ceño al ver lo afiladas que estaban estas, en aquel momento algunos recuerdos de hace algunos días le llegaron a la mente. Aquella sangre que Killua tenía en su mejilla, ¿realmente era de él? No lo había visto herido, pero sí recordaba sus manos afiladas, similar a las de un gato.

La ojirosa se levantó de su silla improvisada y apretó el tronco con fuerza, observando la escena cuidadosamente con leve preocupación.

Killua estaba haciendo más presión en el cuello del hombre, algunas gotas de sangre empezaron a gotear de este preocupando a la joven. Entendía que lo estaba haciendo para lograr encontrar a su presa, además de que lo habían golpeado, pero ella no quería ver a nadie herido.

― ¿Eres el número 197? ― El ojiazul pregunto a los dos hombres que se encontraban frente a él observando la escena preocupados por su hermano― Que mal se me da adivinar estas cosas...

Su mirada se dirigió a uno de ellos, quien lo observo con miedo al ver su tierna apariencia y la manera en la que tenía amenazado a su hermano menor.

― ¿Eres el número #199? ― El sujeto asintió ante la pregunta del menor de manera cautelosa ― Dámela.

El mayor apretó su mandíbula y lanzo su placa al chico albino, quien agradeció con una sonrisa como si nada.

― Y ahora, en cuanto a las placas que no necesito... ― Con fuerza el joven lanzo la primera placa desapareciendo de la vista de todos atravesando los árboles ― Y la otra va para allá. ― La última rozo las cabezas de los hermanos, para luego también desaparecer entre las plantas. ― Todavía tienen tres días. Buena suerte encontrándolas. ¡Nos vemos!

Nuevamente, Killua desapareció de la vista de todos, dejando a los hermanos sin placas, quienes tan pronto lo perdieron de vista entraron en pánico quejándose entre ellos. La joven se lamentó en silencio al no encontrarlo por más que buscara, cruzándose de brazos, la sonrisa que decoraba sus labios al ver al albino desapareció. Otra vez se encontraba sola.

Rápidamente, acomodo su maleta y se dio la vuelta preparada para saltar a otra rama, cuando se encontró a Killua de frente con una sonrisa gatuna, asustando a Jisoo.

― ¿Qué hacías espiándome?, ¿ah? ― La joven retrocedió lo que pudo por la cercanía, sintiendo sus mejillas colorarse de la sorpresa.

― ¡Killua! ¡Estás vivo! ― Dijo con una gran sonrisa, ignorando la pregunta de su amigo y ladear la cabeza pensativa ― Espera, ¿Cómo sabías que estaba aquí?

― No parabas de mirarme, ¿Cómo no iba a darme cuenta? ― Respondió, sonriendo levemente y observar a la joven de arriba abajo con una mueca ― Diablos, ¿Qué te paso? Estás hecha un asco.

La ojirosa se quedó en silencio por un momento y soltó un suspiro, lamentándose en silencio, el albino no quito su mirada de ella leyendo sus expresiones con facilidad.

― Tuve un encuentro con mi objetivo ― Respondió, escarbando en su bolsillo, sacando la placa de este que se encontraba con algunas manchas de sangre.

― ¿Lo mataste o qué? ― Pregunto divertido, agarrando la placa observando las manchas rojas, curioso.

― Casi me mata a mí. Espero nunca más encontrarme con ese hombre.― Susurro, frunciendo su ceño. El ojiazul no tardo en notar como los ojos de su amiga temblaban al hablar de su presa, seguro que había sido un encuentro muy peligroso.

Pero el joven no dejo pasar un pequeño detalle. Jisoo no parecía tener ninguna herida en su cuerpo, lo único manchado de sangre era su ropa. Aun así no dijo nada, después de todo, todos guardaban sus secretos.

― Si sigues frunciendo el ceño te saldrán arrugas ― Exclamo golpeado la frente de Jisoo con una sonrisa divertida cambiando de tema ― Ningún chico se fijará en ti.

― ¡Jump!― Se quejó molesta, apartando la mano del albino, desviando la mirada ― ¡Eso no es ningún problema para mí!

Un extraño gruñido interrumpió su conversación.

Jisoo se sonrojó levemente con una sonrisa apenada, y apretando sus puños dejo escapar un soplido molesto. Su estómago había gruñido provocando escandalosas risas de Killua que solo lograron apenar más a la joven.

― Vamos, busquemos algo para comer. ― Propuso el chico bajando del árbol, siendo seguido por la joven, quien seguía apenada.

A pesar de las incontables burlas y comentarios sarcásticos de su compañero, Jisoo se encontraba feliz de estar acompañada por su amigo, aunque de vez en cuando terminaban discutiendo.

La joven le respondía como podía, pero el albino era bastante ingenioso, no perdía ninguna oportunidad para molestarla. Al final ambos terminaron riéndose.

Definitivamente, era mejor que estar sola.

Los dos jóvenes frenaron en un lago. Gran variedad de peces pasaban nadando de un lado a otro, no habían encontrado nada más de comer, aparte de algunas diminutas bayas, pero no parecían seguras, así que decidieron pescar.

― Según Gon, tenemos que pensar como el pez. Pero... ¡No tenemos caña de pescar! ― Exclamo Jisoo ladeando la cabeza, escuchando la voz de Killua llamándola.

― Hay más maneras de pescar, Jisoo ― El albino quito sus zapatos y medias, entrando al lago mojándose hasta las rodillas ― ¡Vamos! No está hondo, miedosa.

Jisoo sonrió animada remangando sus mangas, también quitando sus zapatos y medias para luego acercándose al albino, pero cuando entro su primer pie lo alejo rápidamente. Ahora que había logrado mantener su cuerpo caliente, tenía que volver a sumergirse en agua helada.

Aunque eso no era lo que la preocupaba.

― ¡El agua está muy fría! ― Mintió, la verdad temía lo que pudiera pasar con su cuerpo, como la anterior vez en la que salto a un río y su piel empezó a brillar, regenerándose. No quería que su amigo se alejara.

El albino no le permitió decir algo más cuando ya la había jalado con fuerza de la muñeca, metiéndola al lago junto a él, riendo al ver la expresión de aquella joven.

― No seas llorona ¿No qué tenías hambre? ― Exclamo divertido, ignorando las quejas de su amiga, quien observaba sus piernas preocupadas, confundiendo al chico ― ¿Ahora que te pasa, teñida?

― No soy teñida. ― Respondió, levantando su mirada rápidamente para verlo con el ceño fruncido, ignorando su pregunta.

― Si lo eres, acéptalo de una vez. ― Dijo sin prestarle mucha atención, metiendo sus manos en el agua en busca de peces.

― ¡Que no lo soy! ― Ella se acercó molesta cruzando sus brazos. ― Es totalmente real, lo tengo desde hace mucho. Molesto pelo de esponja.

― ¿E-eh? ¿¡Pelo de esponja?!

― ¡S! ¡Descolorido!

― ¡Teñida!

― Pedazo de tonto.

― Cabeza dura, ¡Pelo de zanahoria!

Al final ambos terminaron compitiendo por quien lograba pescar más peces, mientras se tiraban todo tipo de insultos tontos, que al parecer parecían divertir a Killua y molestar a Jisoo, quien nunca antes había tenido que decir tantas cosas como las que se encontraba diciendo. 

¿Era mal momento para decir que no le gustaba el pescado? Jisoo bajo la mirada con una sonrisa nerviosa. Casi puede jurar escuchar la voz de su padre reprendiéndola por ser quisquillosa.

Ambos jóvenes metían sus manos al agua en busca de los peces, pero estos lograban escapar de sus manos muy fácilmente, además de que algunos no se acercaban a ellos a no ser que se quedaran quietos, y ellos estaban haciendo totalmente lo contrario.

Killua y Jisoo se salpicaban agua entre ellos, pero a la joven parecía afectarle más que a su amigo, quien no se inmutaba al sentir la fría agua en su ropa. Al final ella terminó escapando del albino mientras este le lanzaba agua y se burlaba al ver como la joven casi se resbala por culpa de las rocas.

La noche no tardó en llegar, apenas pudiendo atrapar en total de nueve peces pequeños.

Ambos jóvenes, sin comer nada aún por estar jugando, decidieron buscar refugio luego de ponerse sus zapatos. Jisoo logro encontrar una cueva pequeña, dejando allí las cosas de ambos.

Con un par de ramas hicieron una fogata y empalaron los peces, dejándolos en el fuego, ahora solo faltaba esperar a que pudieran comerlos. Jisoo arrugo su nariz al sentir el olor de estos, de cierta manera aquel aroma le molestaba y recordaba cosas que prefería olvidar, y eso no le gustaba en absoluto.

― No me digas que no te gusta el pescado ― Exclamo Killua, quien noto los gestos de la pelinegra. Al no obtener respuestas confirmo sus sospechas ― No sé qué harás, pero no tenemos nada más aparte de pescado para comer.

― Lo sé... ― Susurro ella, recostándose en el suelo, dejando caer su cabeza en su maleta ― Una vez mi padre me dijo que si aguanto la respiración mientras mastico, la comida no sabrá a nada, creo que intentaré eso.

Ambos se quedaron en silencio observando como los peces se doraban en las llamas. Killua se encontraba recostado contra la pared con su codo reposando sobre su rodilla flexionada, observando a la joven de reojo.

Su semblante brillaba por las llamas del fuego, al mismo tiempo que sus ojos rosas resplandecían. El albino se perdió en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Jisoo lo estaba mirando confundida.

― ¿Qué pasa? ― Pregunto la ojirosa, divertida, viendo el sonrojo que ahora se encontraba en las mejillas de su amigo.

― ¿Por qué quieres ser cazadora?, nunca pudiste decirnos... ― Cambio de tema, esta vez observando fuera de la cueva.― ¿Escondes algo o qué?

Jisoo guardo silencio, pensativa, para luego sonreírle con una mirada dudosa. No estaría mal contarle, pues parte de la respuesta sería verdadera. Además, era una forma de agradecerle por lograr hacer que se olvidara de Gittarackur por aquel día.

― En realidad hacer el examen no fue mi elección, pero conseguir la licencia me ayudará. ― Killua escucho atentamente, notando como la joven fruncía su ceño molesta. ― Mi padre enfermo, no estoy segura, pero parece ser una enfermedad terminal... Mi meta es encontrar a mi hermano mayor, estoy segura de que él puede salvarlo.

― Ohhhh ¿Tienes hermanos? ― Pregunto sorprendido, inclinándose hacia Jisoo con curiosidad.

― Oh, no. Soy hija única. Mi "Hermano mayor" en realidad es mi primo, pero es lo más cercano que tengo a un hermano. ― Admitió, frotando su cuello para luego golpear su frente con molestia. ― Sabes que, ¡Es mi hermano!

― Decídete.

El olor a quemado interrumpió su conversación. Ambos retiraron los peces del fuego con muecas en sus caras mientras se lamentaban en silencio.

Jisoo acerco pescado a sus labios bajo la atenta y divertida mirada de Killua. La joven frunció su ceño poniendo una de sus manos en su boca, evitando escupir el pequeño pedazo que había mordido. Al final aguantar la respiración si funcionó, el pescado casi no sabía a nada además del sabor a quemado. Aun así, no siguió comiendo más luego de algunas mordidas más.

Ambos chicos terminaron de comer, siendo Killua quien se terminó la mayoría. Hablaron un rato más para luego apagar la fogata, pues si lo dejaban más tiempo encendido el humo atraería la atención de otros aspirantes.

― ¡Duerme bien, Killua!― Exclamo la joven haciéndose volita en su lugar y así evitar sentir frío, ofreciéndole una sonrisa al chico.

― Eso intentaré. ― Susurro recostado con sus manos detrás de su cabeza. Su mirada se dirigió a la chica, quien dejó escapar un bostezo. Sin darse cuenta, el albino sonrió. ― Duerme bien, Jisoo...

Ambos se encontraban cansados, pescar en realidad necesitaba mucho esfuerzo, más del que pensaban. Aquel día ambos rieron sin parar y jugaron como los jóvenes que eran, por fin había llegado la noche y podrían descansar.

Quiero agradecer a  @Acosadora_De_Vatos2d y  @Bumgen  por darle tanto amor a HUNTER <333 Gracias por acompañarme mientras escribo este fic con sus divertidos comentarios, los quiero mucho TT <3.

Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro