𝐎𝟏𝐎┃Sangre en el agua
𓂃⊹ ִֶָ𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢1O(🌸)
✩。⋆ ✹ ▞▞▞▞(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 🌷ꏍ !❛Cazador y presa...
JISOO INCLINO SU ESPALDA ESQUIVANDO UN PUÑO DEL CONTRARIO, aprovechando aquel momento para lanzar una patada dándole en el abdomen, apartándolo de ella.
El hombre cayó al suelo, pero no se rindió, volviendo a pararse para volver a intentar atacar a la joven, siendo fácilmente esquivado como sus anteriores intentos. La ojirosa volvió a golpearlo, esta vez un puño suave detrás en la espalda intentando frenar al hombre.
No tenía ganas de pelear, solo quería dormir, pero a mitad de su siesta un extraño hombre apareció, además de que sentía la constante mirada de alguien más que no le permitía descansar.
― No tienes oportunidades de quitar mi placa, ¿por qué no vas en busca de alguien más? ― La joven volvió a esquivar al hombre provocando que callera al suelo ― No quiero terminar haciéndote daño.
― ¡Cállate mocosa teñida! ¿¡Que va a saber una niñita sobre hacer daño!?
Jisoo resoplo rodando los ojos agarrando el puño del hombre con fuerza, para luego encestarle otro golpe noqueándolo en el suelo.
― No soy teñida ― Se limitó a decir limpiando las mangas de su prenda para luego ponerse su maleta ― Si quieres completar el examen de Cazador, al menos asegúrate de saber defenderte.
Con un poco de esfuerzo cargo el cuerpo del hombre dejándolo bajo un árbol de manzanas. Dependiendo de la fuerza del sujeto, este tendría que despertar en alrededor de cuatro horas.
Agachándose le quito la placa al hombre y la guardo en uno de los bolsillos de su short, junto a su placa.
― ¿Hay alguien más que quiera intentar quitar mi placa? ― Pregunto con pereza al aire, pero lo único que recibió como respuesta fue el sonido de las luciérnagas entre la oscuridad de la noche. Aun así, lograba sentir una incesante mirada sobre ella. ― ¡Bien, si no quieres aparecer déjame dormir!
Obviamente, la joven no se recostaría y dormiría profundamente con alguien acechándola, así que decidió alejarse de su anterior lugar de descanso, esperando dejar de ser observada.
Pero la curiosidad le ganaba, quería saber quién era al sujeto que no dejaba de observarla. No lo sabía, tal vez era valiente o simplemente idiota por ponerse en peligro ella solita.
Aún consciente de ello no le tomo mucha importancia, no sintió que la mirada fuese peligrosa.
Sus pies saltaban en las ramas de los árboles, teniendo cuidado de no resbalarse, no sabía cómo, pero lograba mantenerse parada aún con todo el sueño que sentía. ¿En qué momento había gastado tantas energías?
Una carta casi le rebana la nariz provocando que callera al suelo de espaldas, provocando un ruido en seco.
― Auch... ― Susurro mientras se levantaba y observaba alrededor en busca del objeto que casi la mata y que también logro despertarla completamente.
― Fufufu, eso estuvo cerca, pequeña mariposa~ ― Escucho una voz burlona de entre los árboles.
Su mirada se dirigió al lugar con notoria sorpresa en su mirada, entrecerrando los ojos al ver como una sombra se acercaba lentamente de brazos cruzados.
― ¿Hisoka? ― Pregunto al aire. Sus sospechas fueron acertadas cuando escucho una ligera risa divertida y tétrica bastante conocida que le erizo la piel.
El hombre se acercó a ella hasta ser totalmente visible, lentamente se agachó para estar a la altura de la joven, quien retrocedió con una mirada desconfiada y su ceño fruncido.
― Así que tú eres quien no paraba de verme durante estos días, ¿Qué quieres, Hisoka? ― Pregunto de manera seria, sin apartar su mirada del mayor, frunciendo su ceño.
El pelirrojo curvo sus labios en una sonrisa, ladeando la cabeza con diversión por la reacción.
― Al principio no confié en sus palabras, pero al parecer es cierto... No recuerdas nada. ― Concluyo alejándose de Jisoo dejándola totalmente perpleja aun sentada en el pasto. ― Eso incluye que en este momento soy un total desconocido para ti.
― Estás loco. ― Dijo la joven, desviando su mirada al pasto mientras retrocedía aún más, escuchando los fuertes latidos de su corazón.
― Oh, sabes que es verdad.
Los ojos rosas de la chica examinaron a Hisoka con atención y sorpresa, pero no lograba recordarlo de ningún lado, aun así, su subconsciente sentía que no era alguien de temer, sino todo lo contrario.
― ¡No recuerdas nada, es como si una parte de tu alma hubiera desaparecido! ― Susurraba el hombre, jugando con las cartas. De un momento a otro se detuvo, observando a Jisoo. ― Es realmente una lástima... Estaba emocionado por ver que ocurriría con tu familia luego de aquel incidente, pero al parecer recurrieron a un asqueroso truco.
Los labios de la ojirosa temblaron y ladeo la cabeza no muy convencida. Su memoria se bloqueó luego de un evento traumático que era mejor no recordar, o eso le dijo una vez su padre. Esa información no la tenía cualquier persona, y al parecer Hisoka conocía más detalles que para ella eran imposibles de descubrir.
― ¡Mariposita, no pongas esa cara!~ ― Exclamo el hombre, riendo en voz baja de manera burlona.
Ambos se quedaron en silencio por unos segundos hasta que la joven levanto la mirada con su ceño fruncido. El pelirrojo noto como lentamente Jisoo apretaba sus puños con fuerza.
― Entonces... ¿Por eso en el Humedal Numere habías dicho, "Ya has crecido mucho, Jisoo? ― Susurro sorprendida, negando levemente. ― En ese momento pensé que estabas loco, fue aterrador. ¿Por qué me conoces? ¿Quién eres? No lo puedo creer, ¡Tú podrías decirme todo lo que mi familia esconde sobre la vida que olvide!
― Pequeña mariposa~ ― Interrumpió Hisoka, recostándose en un árbol, observando a la ojirosa divertido. ― Es mejor que no te fueres a recordar todo, con el tiempo tus recuerdos regresaran, y no garantizo que aquello sea del todo bueno.
Jisoo se quedó en silencio por un momento, escuchando las palabras del mayor para luego asentir y sonreír de manera nerviosa, pues de cierta manera le asustaba todo lo que aquel hombre peligroso pudiera saber de ella.
― ¿Por qué me dices "Pequeña mariposa"? ― Pregunto la fémina cambiando de tema.
El mayor reposo una de sus grandes manos sobre la cabeza de la joven, riendo al notar como se tensaba nerviosa y retrocedía.
― Esa es otra cosa que con el tiempo descubrirás.
Jisoo frunció su seño al escuchar su vaga respuesta.
― Bien, bien. ― Se cruzó de brazos y enarco una ceja ganando la atención del hombre ― No creo que me hubieras observado casi por cuatro horas solo para decirme que nos conocíamos y comprobar que no recuerdo muchas cosas.
― Estás en lo cierto, en realidad quiero proponerte un pequeño trato. ― El pelirrojo se acercó a Jisoo luego de ver cómo asentía lentamente. ― Pero antes, necesito que tú hagas algo pequeño por mí...
(🌷)
Jisoo caminaba por la orilla de un río sumergida en sus pensamientos mientras observaba una carta de póker que sostenía firmemente en su mano, mientras que su otra mano se encontraba reposando en su bolsillo lugar donde ahora únicamente permanecía su placa.
Su mirada se desvió por un momento al agua del río mientras quitaba su mano de su short para sujetar el collar bajo su blusa y asentía.
Soltando un suspiro empezó a correr separándose de aquella corriente de agua directo a su objetivo, el número #301, Gittarackur.
Tal vez era muy apresurado cazar a su objetivo apenas en el segundo día en aquella isla, pero estaba segura de que no encontraría otro mejor momento como aquel día.
― Tengo solo una oportunidad, no puedo permitirme perderla ― Susurro, corriendo entre los árboles, sintiendo la adrenalina cosquillear en cada parte de su cuerpo.
Sus piernas pararon abruptamente al escuchar la voz de Hisoka salir de una especie de celular, objeto que tenía su presa en sus manos.
Según Hisoka, Gittarackur no dudaría en asesinarla apenas se acercara, además de que seguramente sentiría su presencia antes de que se acercara por completo a ella. En aquel momento no sabía si confiar en aquel arlequín era buena idea.
Tenía que estar preparada para todo, incluso a romperse algún hueso o estar cerca de la muerte. Solo tenía que lograr agarrar la placa de su objetivo y seguir el "plan".
Su mirada se asomó por la rama examinando a su presa con atención. Su piel morada con agujas incrustadas seguían asqueándola un poco, rápidamente ubico la placa del hombre y asintió para ella misma.
Jisoo salió disparada de un matorral, estirando su brazo, intentando agarrar la placa de su objetivo, encontrándose cara a cara con Gittarackur, una mirada fría sin sentimientos, logrando intimidar por completo a la joven.
El hombre no le permitió ni parpadear cuando ya la tenía contra un árbol apretándole la garganta. Su cara empezó a moverse como un robot tétricamente mientras hacía más presión sobre la joven.
Jisoo empezó a empujarlo con sus piernas dándole golpes en el pecho, pero este parecía no sentir nada, al igual que sus intentos por liberarse del agarre del letal número #301.
Sus pupilas se rasgaron como las de un gato y las venas se marcaron en su frente al sentir como el hombre apretaba su muñeca con fuerza, observándola fijamente a los ojos. No tardo en romper esta como si de papel se tratara.
El fuerte grito de la joven resonó por todo el lugar luego de escuchar como su hueso era roto, pero aquello también la molesto más. Con más furia sus manos hicieron un esfuerzo por agarrar la placa, logrando sentirla por un momento en sus dedos cuando fue nuevamente abruptamente tirada contra el suelo.
Casi parecía que Gittarackur tenía algo contra ella, pues buscaba torturarla de cualquier manera sin matarla al instante.
El hombre no quito su mano del cuello de la joven, cada vez apretando más y dificultando la respiración de la ojirosa. Con fuerza levanto su cabeza del suelo para volver a estamparla contra el suelo, tintando el pasto de un fuerte color rojo, también manchando las prendas de la joven, quien a pesar de estar desangrándose en aquel momento, seguía batallando contra Gittarackur.
Su vista se nublaba por los incesantes golpes que recibía mientras sentía la sangre escurriéndose por su frente y brazos. A pesar de que sus uñas fueran afiladas, no lograba herir a su presa.
Jisoo se aferró firmemente a la placa del hombre, arrancándola de un tirón rasgando la ropa del hombre, pero al parecer él estaba concentrado en torturarla que no le tomo importancia a aquello.
Su cabeza palpitaba del dolor y sentía cómo sus fuerzas disminuían, se estaba desangrando poco a poco.
Gittarackur volvía a estamparla contra el suelo, esta vez rompiendo el collar que la joven llevaba bien escondido tirándolo al suelo, rompiendo la gema dorada que este traía en pedacitos.
Jisoo abrió sus ojos de golpe, sintiendo como poco a poco sus fuerzas volvían, además de que su aura crecía cada vez más volviendo el ambiente bastante sofocante para cualquier persona.
Sus pupilas se dilataban y volvían a estabilizarse como si estuviese fuera de control, su mandíbula se apretó y estampo un puño en la mejilla del hombre, quien no se inmutó, pero sí la perdió de vista por pequeños segundos que fueron suficientes.
Jisoo había salido corriendo dejando un gran charco de sangre al mismo tiempo que sus pisadas coloreaban el suelo. Cualquiera que la viese en ese estado pensaría que estaba muerta.
Sus piernas no pararon, dirigiéndose al río que anteriormente había visto. Por otro lado, Gittarackur freno en seco antes de empezar a perseguirla, sintiendo la mano de alguien en su hombro.
― ¿Por qué evitas que la mate?
― No te metas con ella y mucho menos con su familia ― Se limitó a decir con una pequeña sonrisa, confundiendo al hombre, sobre todo al ser Hisoka quien le advertía.
En aquel momento noto como su placa no se encontraba en su lugar, volviendo a dirigir su mirada por donde Jisoo había escapado viva.
(🌷)
Aun con ropa y todo, Jisoo se lanzó al río sin dudarlo. Aquel líquido frio y transparente se coló por todas las heridas de su cuerpo. Sus labios se apretaron y una mueca de dolor apareció bajo el agua.
Sentía como sus heridas se cerraban lentamente y eso le provocaba una rara sensación de dolor y alivio por el cuerpo. Sus ojos se abrieron por unos segundos, logrando ver un leve resplandor dorado emitir de su pequeño cuerpo.
El agua fría le permitía despejar sus pensamientos y los recuerdos de su presa, en aquel momento todo parecía una pesadilla. Y aunque había logrado salir viva y con la placa, no se sentía tan feliz como esperaba.
Luego de unos segundos se levantó sacando la cabeza para así poder llenar sus pulmones de oxígeno. Su respiración se encontraba agitada mientras de vez en cuando se escapaban algunos quejidos adoloridos. Su larga melena se pegaba a su cara y sus pestañas goteaban.
―Estoy en problemas... ― Susurro, pasando sus manos por su cabello con una cara irritada. Una de las reglas que su familia había puesto era no romper aquel collar, y aunque ella estuvo dispuesta a hacerlo, no podía evitar sentir miedo al recordar las órdenes que le fueron dadas.
Luego tendría que ir a buscarlo y posiblemente volver a correr peligro, pero lo importante era conseguirlos y así evitar problemas.
La joven suspiró quitando sus prendas lentamente luego de asegurarse de que nadie se encontrara cerca. Se levantó y dejo todo a una orilla donde también se sentó. Sus largos mechones tapaban gran parte de su cuerpo además de sus prendas básicas.
Rápidamente, hizo un intento de limpiar su ropa, pero la sangre realmente difícil de quitar. Luego de muchos intentos se resignó y dejo la prenda secando en una rama.
En alrededor de una hora todo se encontraba casi seco, sin perder el tiempo se colocó sus prendas y peino su melena también seca, aun así se podía sentir levemente el olor metálico de la sangre.
― Tengo hambre. ― Dijo con las manos en su cintura, observando alrededor.
Sus piernas se acercaron nuevamente a la orilla del río donde se encontraba su maleta, pudiendo también ver su reflejo. Su apariencia era la misma de antes, sin ninguna diferencia.
Rápidamente, se alejó de allí con su maleta en su espalda, esta vez iría en busca de comida, quien sabe esta vez que aventuras encontraría en aquella isla, y que otras cosas estaría obligada a hacer.
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