𝐎𝐎𝟗┃La isla Zevil
𓂃⊹ ִֶָ𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢𝗢9(🌸)
✩。⋆ ✹ ▞▞▞▞(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 🌷ꏍ !❛Dale al objetivo...
LOS VEINTISÉIS ASPIRANTES QUE HAN LOGRADO SUPERAR la tercera fase del examen de cazador, abandonan la Trick Tower, uno a uno, para luego de tres días dar una esperada bocanada de aire fresco.
Todos observaban el lugar al mismo tiempo que examinaban a los aspirantes con atención, pero la mirada de Jisoo buscaba a su alrededor a dos personas en especial.
Una sonrisa apareció en su cara al encontrarlos. Más alejados de ella se encontraban Pokkle y Ponzu, y cuando iba a dar un paso para acercarse, se detuvo abrumante. Tenía la posibilidad de acercarse a saludarlos libremente, pero prefirió no decir nada para no llamar la atención.
― Señoras y señores, felicidades por haber escapado de la Trick Tower. ― Tan pronto el examinador hablo, muchos se dieron cuenta de que se trataba del hombre que estuvo hablándoles por los parlantes durante el recorrido de sus pruebas. ― Solo quedan la cuarta fase y la fase final del examen.
El hombre señaló a sus espaldas, permitiéndoles ver una gran isla llena de vegetación.
― La cuarta fase tendrá lugar allí, en la isla Zevil. ― El examinador chasqueo sus dedos y una persona desconocida trajo con él una caja en una mesa de ruedas ― Les pediré que saquen un papel cada uno.
― ¿Un papel? ― Pregunto un joven de pelo rosa, Pokkle ― ¿Para qué?
El examinador sonrió de manera tétrica escondiendo sus manos detrás de su espalda. ― Para determinar quién cazará y quien será cazado. Aquí hay veintiséis tarjetas numeradas. Es decir, que sus números de identificación están en estas tarjetas. Ahora necesito que cada uno de ustedes saque una, en el orden en el que salieron de la torre. Muy bien, el primero.
Los participantes se observaron entre ellos esperando que alguien se acercara. No fue sorpresa para algunos que Hisoka fuese el primero en acercarse y agarrar una carta de manera elegante, sosteniéndola entre sus dedos.
Gon no paso por alto el hecho de que el pelirrojo tuviera dos heridas en su hombro y cintura, parecían profundas, frunciendo su ceño levemente.
El siguiente fue un hombre que dejo boquiabierta a la joven ojirosa. Un sujeto con agujas enterradas en casi todo su cuerpo, además de que tenía una altura considerable y su piel era totalmente morada. Definitivamente el Examen de Cazador estaba lleno de personas curiosas.
Y así empezaron todos a sacar su tarjeta de la caja, mientras los tres jóvenes esperaban ansiosos su turno.
― Oigan, chicos ― Llamo Gon, ganándose la atención de ellos― Dijo algo de cazar y ser cazado. ¿Significa eso que vamos a luchar entre nosotros?
― Sí, seguramente. ― Respondió Killua con una sonrisa sin darle mucha importancia, emprendiendo camino hasta la caja para sacar su tarjeta, bajo la atenta mirada de Gon y Jisoo.
― No puedo ni imaginar que pasaría si tiene que cazar a alguno de los dos ― Susurro la joven sin ocultar su nerviosismo, observando al albino quien se acercaba a ellos girando la carta con uno de sus dedos.
― Espero que eso no suceda ― Respondió Gon, ofreciéndole una sonrisa preocupada a su amiga para luego dirigirse a la caja a paso lento.
Jisoo se acercó a Killua por la espalda, intentando ver qué número le había tocado luego de ver como la observaba con una pequeña sonrisa emocionada. El albino esquivo a la joven ágilmente, encontrándosela de frente.
― Ni lo pienses, porque no te diré a quién tengo que cazar ― Dijo golpeado suavemente a la ojirosa en la frente mientras sonreía burlón, recibiendo una mala mirada de ella.
― ¡Hmp!, yo tampoco te diré a quién tendré que cazar ― Respondió, empezando a caminar dirigiéndose a la caja, fingiendo estar molesta.
No quería tardarse mucho, así que se apresuró a escoger una carta y alejarse del lugar. No negaría que estaba nerviosa, además de que el pesado ambiente que inundaba el sitio no era de mucha ayuda. Tan pronto se acercó a sus amigos, la joven reviso su tarjeta, notando como tenía un papel cubriendo el número.
Su mirada se dirigió a Killua, quien le mostró su tarjeta con una risita burlona, permitiéndole ver el mismo papel que cubría su carta.
Luego de unos minutos todos los aspirantes ya tenían una tarjeta en sus manos. Esta seguramente contenía un número del alguien allí presente, al mismo tiempo que alguien tenía el número de aquella persona. Esto se trataba de cazar y ser cazado.
― Bien, quiten el papel de la tarjeta. ― Todos los presentes le obedecieron al examinador, todos con diferentes expresiones en sus caras ― La tarjeta le indica su objetivo.
Por instinto, la joven apretó su identificación con una mano, mientras que en su otra palma mantenía su tarjeta. Sus pupilas se dilataron levemente al leer el número que mostraba su papel, y sin darse cuenta empezó a sudar nerviosa.
La suerte no estaba de su lado, inclusive empezó a dudar de poder convertirse en cazadora aquel año, pero rápidamente alejo esos pensamientos de su mente. No tenía otra opción si quería ser Cazadora.
― Esta caja grabó el número de tarjeta que sacaron cada uno de ustedes. Lo cual quiere decir que pueden deshacerse de ella si así lo desean ― Explico el examinador paseando su mirada en los presentes ― El objetivo es robar la placa de identificación de su objetivo.
― Oh, entonces no tenemos que matarnos los unos a los otros. ― Dijo aliviado uno de los aspirantes, siendo interrumpido por el examinador.
― Y por supuesto, son libres de usar cualquier método que deseen para recuperar las placas. Pueden matarlo para luego quitarle la placa con tranquilidad.
Algunos de los presentes parecían asustados, mientras que otros más confiados. Jisoo en aquel momento solo podía crear escenarios imaginarios buscando posibilidades de quitarle la placa a su objetivo donde no perdiera la vida.
― ¡Escúchenme bien! La placa de su objetivo vale tres puntos. Su propia placa también vale tres puntos. Todas las demás valen un punto. Necesitan seis puntos para pasar a la fase final. ― El examinador alzo la voz para ser escuchado ― Así que en isla Zevil, tendrán que conseguir placas suficientes como para sumar seis puntos. Esa es la condición para superar la cuarta fase del examen de cazador.
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―¡Me gustaría felicitar a todo el mundo por su excelente trabajo durante la tercera fase del examen de cazador! ― Exclamo una mujer de pelo naranja y ojos verdosos, con una gran sonrisa ― Yo seré su guía, ¡Me llamo Khara! Este barco tardará dos horas en llegar a Isla Zevil.
Todos se encontraba sentados mientras sentían como el barco se tambaleaba bajo el suelo de madera, recibiendo la suave briza del viento. Un lugar muy tranquilo a diferencia de lo que les esperaría.
―¡Los veinticuatro aspirantes que aquí quedan están automáticamente cualificados para el examen que viene! ― Siguió hablando la bella mujer guiñando un ojo, intentando alegrar el ambiente ― Así que si este año no logran aprobarlo, no tienen por qué deprimirse. Por favor, inténtenlo de nuevo el año que viene.
La voz de la mujer cada vez se volvía más bajita al ver el aura deprimente de todo el barco. La mayoría tenía la mirada perdida con una mueca triste, otros simplemente se encontraban observando a la mujer sin expresión alguna, cansados de escucharla.
― ¡Hola! ― Jisoo ladeo su cabeza al escuchar la alegre voz de Gon, quien se acercaba junto a Killua.
La joven se limitó a asentir con una sonrisa, observando como los chicos se sentaban a un lado de ella, quedando en silencio sin mirarse. El pensamiento de que uno de ellos podría ser presa del otro los atormentaba.
― ¿Qué número sacaron? ― Pregunto el albino rompiendo el deprimente silencio, cruzando sus piernas.
― ¿Y tú? ― Inquirió Jisoo, esperando que esta vez sí le respondiera, recibiendo una corta mirada divertida.
― Es un secreto ― Se limitó a contestar desviando la mirada, al mismo tiempo que Gon y Jisoo asentían seriamente, también apartando sus miradas.
Los tres se encontraban bastante nerviosos, temían que alguno de ellos tuviera que atacar a alguno de sus amigos para convertirse en Cazadores, y ninguno de ellos quería eso. Luego de unos segundos los tres sonrieron divertidos con gotas de sudor en sus frentes pensando lo mismo.
― No tiene por qué preocuparse. No son mi objetivo. ― Por fin el albino había dicho las palabras que sus dos compañeros querían oír.
― Ustedes tampoco son mi objetivo ― Aviso el peliverde más animado, para luego desviar su mirada al cielo.
― Tampoco el mío ― Susurro, la joven aliviada, apretando su tarjeta bajo su manga sin hacer mucha fuerza para no lastimar sus manos.
Otra vez los tres jóvenes permanecieron en silencio. Aunque ya no tuvieran tanto de que preocuparse, seguían teniendo curiosidad por ver qué aspirante tendrían que cazar.
― ¿Nos enseñamos nuestros números a la vez? ― Killua decidió tomar la iniciativa y preguntar.
― ¡Está bien! ― Respondió el peliverde con una sonrisa mientras Jisoo asentía.
― Preparados, listos...― La ojirosa observo a sus compañeros con una pequeña sonrisa, para luego completar la frase― ¡Ya!
Killua formo una o con sus labios luego de leer las tarjetas de sus amigos, para luego ladear la cabeza sorprendido. Gon tendría que cazar al arlequín, número 44#, personas que todos preferían evitar. Y Jisoo cazaría al hombre de las agujas incrustadas en el cuerpo, número 301#.
― En serio, tienen muy mala suerte ― Concluyo el ojiazul.
― ¿Eso crees? ― Exclamo Gon apenado frotando su cuello.
Jisoo se limitó a alzar sus hombros sin darle mucha importancia a las palabras de Killua, cuando en realidad estaba segura de que su suerte estaba por el suelo.
― ¿Quién es el 199? ― Pregunto la pelinegra, inclinándose hacia delante, observando la carta del albino.
― ¿Tú tampoco lo sabes? ― Susurro decepcionado, empezando a despeinar su cabello cerrando sus ojos ― No me he molestado en memorizarme los números de todos. Cuando nos explicaron el asunto, comencé a comprobar las placas de todos, pero ya se las habían quitado. Qué mezquinos.
La joven lo observo de reojo, recostando sus brazos cruzados sobre sus rodillas, acercando estas a su cuerpo. El ojiazul no parecía nervioso, de hecho era todo lo contrario, parecía estar muy confiado.
Sin darse cuenta, sus ojos rosas se aguaron al mismo tiempo que resplandecían con un extraño brillo, que de alguna manera cautivaron al albino, provocando que dejara de hablar para observarla.
― Desearía poder sentirme tan confiada como tú... ― Susurro Jisoo, soltando un suspiro, recostando su cabeza en la pared detrás de ella, obligando al albino a alejar la mirada confundido, con un pequeño sonrojo.
Frunciendo sus labios por un momento, la mirada de Killua se fijó en Gon, quien movía sus pies de un lado a otro con una mirada extraña-
― ¿Están alegres o asustados? ― Pregunto curioso, desviando su mirada al cielo, intentando esconder su sonrojo de Jisoo.
― Las dos cosas, supongo ― Susurro Jisoo, soltando un suspiro, para luego reír en voz baja ― Una de las cosas que más me emocionaba era poder enfrentarme a alguien fuerte, pero ahora que lo pienso, mi prioridad es ser Cazadora, no divertirme.
― Yo... ¡Esto es muy confuso! ― Exclamo Gon, cuyos ojos también titilaban mostrando una mezcla de sentimientos. ― En un combate directo, no tendría ninguna oportunidad. Pero si solo tengo que quitarle la placa de identificación, entonces seguro de que hay algún modo de hacerlo. Eso me da algo de miedo. Pero creo que vale la pena.
― Comprendo ― Killua cerro sus ojos mientras una pequeña sonrisa se asomaba en sus labios, escuchando las palabras de sus amigos. Luego de unos segundos, el albino se levantó del suelo agarrando su patineta, ― Bueno, hagamos todo lo posible.
El joven empezó a alejarse con las manos en sus bolsillos y la patineta bajo su brazo, siendo seguido por la atenta mirada de sus amigos, notando como se detenía y los observaba de reojo.
― Jisoo, Gon. Procuren mantenerse con vida.
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― Gracias a todos por su paciencia, ¡Ya hemos llegado a la isla Zevil! ― La señorita de pelo naranja sonrió animadamente parándose frente a la puerta del barco. ― ¡Y ahora, por favor, desembarquen en el mismo orden en el que superaron la tercera fase! Cuando una persona desembarque, la siguiente tendrá que esperar dos minutos para hacer lo mismo.
De su bolsillo saco un pequeño cronómetro, abriendo las puertas de la embarcación, al mismo tiempo que una tabla de madera se desplegaba a la isla.
― Eso significa que vamos a estar aquí un rato. ― Dijo Killua mientras sus compañeros asentían.
― Estarán en esta isla durante exactamente una semana. ― Siguió explicando la señorita ― Durante ese tiempo, deben conseguir la identificación con valor de seis puntos y volver aquí. ¡Muy bien, la primera persona ya puede partir!
Hisoka dio un paso delante, para luego caminar tranquilamente saliendo del barco, y poco a poco desaparecer entre los árboles.
― Los que desembarcan primero tienen ventaja ― Opino Jisoo.
― Sí, pueden esconderse y observar los movimientos de su objetivo. ― Asintió Killua, observando con una ceja arqueada al siguiente en abandonar el barco ― Y ahí va tu objetivo.
El hombre de piel morada avanzo dejando asombrada a la mujer del cronómetro, quien mostró una mueca asustada mientras observaba como el sujeto se alejaba haciendo extraños movimientos con sus hombros. Jisoo dejo escapar un soplido para luego desviar su mirada al cielo, como si estuviera pidiendo ayuda.
―¿Por qué mi objetivo tiene que ser tan aterrador? ― La joven apretó sus labios siendo observada de reojo por el ojiazul. Ambos escuchaban como cada dos minutas llamaban a una persona diferente.
― La persona número veintiuno puede desembarcar ― Aviso la señorita, dándole espacio a Kurapika para salir del barco. ― Ya han pasado dos minutos ¡Que desembarque la persona número veintidós!
― Nos vemos ― Dijo el albino aferrando su agarre a su patineta, para luego avanzar a paso lento dándoles la espalda.
― Si, nos vemos luego ― Asintió Gon con una sonrisa despidiéndose con la mano.
― Ve con cuidado, Killua ― Susurro la ojirosa sin apartar su vista del chico, apartando por fin la mirada cuando desapareció entre la maleza.
Esta vez su mirada se fijó en su amigo peliverde, notando como mantenía su mirada al frente y apretaba las correas de su mochila, mientras un semblante más serio aparecía en su cara. Al chico también le había tocado alguien peligroso, y seguramente seguía dándole vueltas al asunto.
― ¡La persona número veintitrés puede desembarcar! ― Gon levanto su mirada tan pronto como escucho su número, volteando a ver a su amiga con una pequeña sonrisa listo para despedirse.
― Nos vemos lueg- ― Antes de que pudiera terminar de completar la palabra, la joven despeino los pinchudos cabellos peliverdes de su amigo, logrando así sacarle algunas pequeñas risas.
― Cuídate mucho, Gon. ― La joven le ofreció una gran sonrisa a su amigo esforzándose por subirle el ánimo, y al parecer lo había logrado, lo que la animo más a ella misma ― Si necesitas ayuda en algo, no dudes en buscarme.
Gon asintió empezando a trotar hasta salir del barco, y como los demás concursantes, desaparecer entre los árboles. Jisoo bajo su mirada esperando su turno, para luego observar el barco de reojo buscando a Leorio, quien se encontraba junto a Tonpa.
― El número veinticuatro, ¡ya es hora de desembarcar! ― Aviso la señora aun con su sonrisa, esperando a la joven en la entrada.
― Hasta luego ― Dijo con una pequeña sonrisa a los últimos que quedaban en aquel barco, empezando a caminar dándoles la espalda.
― ¡Suerte! ― Exclamo Leorio mostrándole su dedo pulgar con una sonrisa, mientras que Tonpa la ignoraba.
Luego de que los pies de la joven tocaran el suelo, empezó a trotar perdiéndose entre las plantas mientras intentaba agudizar su oído.
Encontrar y vencer a su objetivo tal vez sería lo más difícil por el momento, así que empezaría por buscar agua y alimentos. Tendría que mantenerse alerta en todo momento, pues seguramente alguien la estaba buscando a ella. Para su fortuna, la joven no había escuchado a ninguna persona siguiéndola.
Luego de caminar por algunos minutos logro escuchar una fuente de agua, sus piernas empezaron a trotar dirigiéndose a aquel lugar intentando no hacer mucho ruido.
Sus ojos rosas examinaron el lugar con cautela, buscando rastro de alguna persona cerca que pudiera interrumpirla, pero no encontró ninguna.
― ¿Dónde estará en este momento?, ¿y como le quito su identificación? ― Susurro mientras observaba su reflejo en el agua con una mueca afligida. Sus piernas se encontraban flexionadas, casi sentada. ― Fue el segundo en completar la tercera fase... debe ser alguien muy hábil.
La joven se descolgó su mochila sacando una botella vacía, y luego de verificar que las corrientes de aquel manantial fluyeran correctamente, empezó a llenar aquel recipiente. Aparte de encontrar a su objetivo tendría que sobrevivir con elemento básicos.
Sus piernas se enderezaron luego de llenar por completo la botella, alejándose de allí sin dejar rastro.
― No tengo más opción que buscar a mi objetivo y conocer más sobre sus movimientos, eso tal vez me dé una pista sobre como atacar ― Jisoo se trepó al árbol más alto que encontró en aquel lugar, recostándose en una de las ramas ― Ahora que lo pienso, Hisoka y Gittarackur casi siempre parecen estar juntos... Tal vez sí encuentro a ese payaso, mi presa este con él... ¡Pero Hisoka es peligroso!
Su mirada se desvió a suelo luego de escuchar pisadas, encontrando a tres personas caminando por un pasto bastante alto que tapaba casi todo su cuerpo. Ninguno caminaba en dirección a Jisoo, lo que le indicaba que no la habían visto.
De inmediato la joven reconoció a Pokkle, quien se encontraba persiguiendo cautelosamente a un sujeto de camisa morada y una espada. Al mismo tiempo, aquella persona perseguía a su objetivo quien se encontraba más alejado.
El chico de pelo rosa preparo una flecha que disparo directo a la persona de camisa morada, pero el hombre consiguió esquivar el proyectil, evitando así recibir daños graves. Aun así, el hombre cayó al suelo mientras temblaba.
La flecha tenía veneno.
Jisoo se alejó del lugar con una sonrisa, agradeciéndole a Pokkle internamente. Ahora tenía una idea de cómo cazar a su objetivo, tendría que pensar en varias trampas que le permitieran ganar, aunque pareciera estar en desventaja, tal como lo había hecho el pelirrosa.
Definitivamente, aquel día tendría mucho en que pensar.
Mientras saltaba de rama en rama su mano desabrocho su placa y la escondió en su bolsillo, tal vez así evitaría que alguien se la quitara o la reconociera.
El resto del día la pelinegra decidió explorar la isla, encontrando algunas manzanas y sitios cómodos para descansar, siempre estando alerta de cualquier movimiento.
― Primero tengo que acercarme a él sin que me descubra ― Jisoo frunció su ceño mientras se cruzaba de brazos, recostando su espalda en una roca ― También tengo que pensar en todos los escenarios posibles, como en que hacer si él llega a quitarme mi placa...
La joven cerró sus ojos con una gota de sudor, estirando sus brazos mientras se levantaba de la roca. Su rosa mirada examinó el cielo nocturno, observando con una sonrisa calmada las estrellas, mientras el frío de la noche golpeaba su cuerpo.
― Si algo sale mal, no tendré otra opción... ― Susurro, aferrándose con fuerza a un collar de un suave color naranja, escondido en el cuello de su camisa. Una gota de sudor bajo por su frente. ― Espero que el castigo valga la pena.
Aquella noche Jisoo decidió dormir en la rama de un árbol, sin darse cuenta de que una penetrante mirada la observaba desde lejos.
Holaaa <3 ¡Ya falta un día para navidad!
¡Gracias por todo el apoyo que le dan a HUNTER! ¡Ya llegamos a 1k de votos y 8.6 vistas!, cuando lo vi no lo podía creer.
Todos los días me llegan votos y comentarios de ustedes, pensar que están leyendo lo que en un principio solo eran escenarios sobre mi serie favorita y ahora es un fanfic me hace sentir feliz. ¡Seguiré esforzándome!
¡Gracias por leer, estoy muy agradecida con ustedes!
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