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𝐎𝐎𝟔┃Un breve descanso

𓂃⊹ ִֶָ𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗢𝗢6(🌸)

✩。⋆ ▞▞▞▞(𝐇𝐔𝐍𝐓𝐄𝐑) 🌷ꏍ !Confrontación en la aeronave...

― PERMÍTANME QUE ME PRESENTE A LOS CUARENTA Y CUATRO ASPIRANTES RESTANTES. Soy Netero, presidente del comité de Selección del examen de Cazador de este año.

La voz del presidente logro despertar a Jisoo, quien ladeo la cabeza esforzándose en mantenerse despierta, dejando escapar un bajo bostezo. Su mirada se desvió al cielo que la ventana de la aeronave les permitía ver, pero la noche estrellada solo logro darle más sueño.

En aquel momento lo único que quería era dejar caer sus extremidades en una suave cama con aroma a recién lavado y cobijas calentitas. Con tan solo pensar aquello agacho su cabeza adormilada y parpadeo varias veces en un pequeño esfuerzo por no caer rendida.

― Yo soy su secretario, Beans. ― exclamó una personita color verde a un lado de Netero, el mismo que les había entregado los broches al iniciar el Examen.

―Originalmente, tenía previsto presentarme ante ustedes durante la fase final del examen, pero ya que estoy aquí...

Los parpados de la joven se cerraban cada vez más con cada palabra que decía Netero hasta llegar al punto de únicamente entender balbuceos por parte del presidente, y sin poder evitarlo la ojirosa callo rendida sobre el hombro de Leorio, dejando escapar un bajo quejido cansado. No sabía cómo se mantenía de pie en aquel momento.

― Tenemos previsto llegar a nuestro destino por la mañana a las ocho en punto. Su cena está preparada en el comedor. También son libres de descansar si así lo desean. Pueden hacer lo que deseen hasta que los contactemos.

Tan pronto como los aspirantes escucharon esto empezaron a susurrar todo tipo de cosas, pero las voces que la joven logro escuchar más fueron las de sus dos amigos de su misma edad, quienes hablaban entre ellos animados.

― ¡Muy bien, Gon, Jisoo! ¡Vayamos a explorar la aeronave! ― Propuso Killua con una sonrisa emocionada, mientras Gon asentía a un lado de él.

Jisoo dejo escapar un quejido en voz baja al sentir como ambos jóvenes la arrastraban de sus manos mientras reían y hablaban divertidos. Leorio y Kurapika observaban con una leve mueca de lástima como la pelinegra amenazaba con caer dormida en cualquier momento mientras se quejaba en voz baja.

― ¿Cómo pueden tener tanta energía? Yo me iré a dormir un buen rato ― Susurró Leorio, bajando la mirada y guardar sus manos en los bolsillos.

― Lo mismo digo. ― Asintió Kurapika observando como los jóvenes desaparecían por el pasillo.

(🌷)

La joven parpadeó lentamente mientras aderezaba su espalda, notando como se encontraba recostada en una mesa pegada a la pared que rodeaba gran parte del pasillo.

Sus ojos rosas observaron a los lados al darse cuenta de que se encontraba sola, pero no encontró algún rastro de sus animados amigos. Con pereza termino observando la ventana frente a ella mientras volvía a recostarse y dejaba escapar un sonoro bostezo, observando con sueño el paisaje nocturno.

― ¡Oigan, ustedes! ¡Mocosos! ¡Fuera de la cocina! ― Los regaños de una voz desconocida llamo la atención de la joven, quien se dio la vuelta levemente. ― ¡Si tienen hambre, vayan al comedor!

Gon y Killua fueron rápidamente echados de una de las tantas puertas de la aeronave, pero seguramente aquella se trataba de la cocina. Jisoo rio suavemente, ganando la atención de ambos jóvenes, quienes se acercaron a paso rápido con carne en sus manos y grandes sonrisas en sus bocas.

― Por fin despiertas ― Killua se acercó a la joven, parándose a un lado de ella sin sentarse para luego dar un gran mordisco a su carne. ― Te quedaste dormida mientras caminábamos.

La ojirosa froto su cuello, sintiendo como aun sus parpados pesaban. Un fuerte sonrojo apareció en su cara al escuchar lo fuerte que rugió su estómago en señal del hambre que sentía en aquel momento. Inevitablemente, Gon se dio cuenta, para luego también pararse a un lado de ella, dejando a la pelinegra como la única sentada.

― ¡Jisoo!, ¿tienes hambre? ― Señalo Gon curioso para luego empezar a hablar con una pequeña sonrisa ―Killua estaba preocupado porque no habías comido nada y te traj-

― ¡Gon! ― Exclamo el albino interrumpiendo a su amigo con una mirada un poco alterada y un diminuto sonrojo luego de ver como la joven ojirosa de repente parecía ya no tener sueño. ― ¡No estaba preocupado! Solo encontré una comida que le dará más energías para poder continuar, la próxima vez no la llevaré cuando se desmaye del sueño.

De un rápido movimiento arrastro una cajita transparente, dejándola delante de Jisoo. El albino se dio la vuelta, evitando verla. Aquello fue inevitable, y termino observándola de reojo, intentando ver la reacción de la joven.

Tan pronto destapo la cajita noto una fresa sobresalir de la crema glaseada del pequeño postre, inmediatamente su sonrisa se agrandó y observo al albino con sorpresa mientras sus ojos se llenaron de brillos.

― ¡Muchas gracias Killua! ― Exclamo emocionada, con una linda sonrisa ― y gracias por no dejarme tirada cuando me dormí.

La joven no tardó en notar como el albino evitaba su mirada con un pequeño sonrojo en sus pálidas mejillas, provocando risas por parte de la joven.

― ¡Increíble! ― Exclamo Gon, apuntando a la ventana con un brillo en sus ojos.

― ¿Eh? ¿Qué cosa? ― Pregunto Killua, también observando la ventana arqueando una ceja para luego abrir sus labios con asombro.

Jisoo ladeo la cabeza en dirección a la ventana, abriendo ambos ojos con sorpresa. Cada vez más la aeronave se alejaban de las montañas, permitiéndoles ver una gigantesca ciudad con miles de luces, cada una de un tono e intensidad diferente.

― ¡Parecen joyas! ― Dijo el peliverde sonriendo, mientras sus compañeros asentían con sorpresa.

― Es realmente bonito... nunca antes había visto una ciudad tan grande― Susurró Jisoo, frotando el puente de su nariz levemente para luego observar su comida.

La joven frotó sus manos con una pequeña sonrisa ansiosa, apresurándose a probar el primer pedazo, sonriendo satisfecha, dejando un poco de crema sobre su labio.

Killua la observo de reojo curioso para luego desviar su mirada con una diminuta sonrisa y una mirada un poco apenada. Gon dejo escapar una pequeña risa al ver la cara de Jisoo, parecía una niña pequeña que acababa de recibir un dulce.

― Oigan... me estaba preguntando ― Gon recostó sus hombros sobre la mesa mientras ladeaba su cabeza un poco ― ¿Dónde están sus padres y madres?

― Siguen vivos ― El primero en responder fue Killua ― Supongo.

― ¿A qué se dedican? ― Esta vez pregunto Jisoo, recostada sobre la mesa mientras probaba otro bocado de su comida.

― Son asesinos.

― ¿Eh? ¿Los dos? ― Exclamo Gon confundido, apartando su mirada de la ventana y ver al albino con curiosidad.

Jisoo solo lo observo de reojo arqueando una ceja para luego silbar sorprendida, aun con la boca llena.

― ¿Esa es su reacción? ¡De verdad que son muy interesantes! ― Killua se sentó en la silla, acercándose levemente a Jisoo mientras recargaba su cabeza sobre su mano y observar a ambos jóvenes con una gran sonrisa divertida ― Son las primeras personas que no me han mirado con cara rara al decirles eso.

― Bueno, me estás diciendo la verdad, ¿no? ― Dijo Gon.

― ¿Qué te hace pensar eso?

― Es un presentimiento.

― Que raro... Mi característica más atractiva es que nadie sabe cuando hablo en serio.

― ¿Uhm? Eso no es muy atractivo... ― Opino Jisoo.

― Provengo de una familia de asesinos. Todos los miembros de mi familia son asesinos. Y digamos que tienen muchas esperanzas puestas en mí... Pero no lo soporto, ¿Quién va a querer una vida ya programada? Cuando les dije que yo mismo decidiría mi futuro, ¡todos se volvieron locos! Mi madre empezó a llorar mientras me decía que tenía un potencial para ser un gran asesino.

Jisoo y Gon intercambiaron miradas, riendo levemente, mientras escuchaban con atención cada palabra del albino.

―Unos padres horribles, ¿no creen? Es normal que les salga un hijo como yo. Acabamos discutiendo. Apuñale a mi madre en la cara, a mi hermano en el costado, y hui de mi casa. Estoy seguro de que buscan venganza ― Dijo con una sonrisa entusiasmada ― Pero si me encuentran, seré yo quien les haga algo.

Jisoo no pudo evitar agrandar sus ojos con sorpresa al imaginarse aquel chico de su misma edad haciendo aquellas cosas sin misericordia alguna. Ahora que lo pensaba, Killua no tenía la apariencia de un asesino, aquel pensamiento le provoco una pequeña risa.

― Cuando me convierta en cazador, lo primero que haré será capturar a mi familia. Estoy seguro de que me darán una buena recompensa por ellos... ― Exclamo el albino con brillos en sus ojos, una extraña sonrisa soñadora, y un aura rosa de burbujas de diferentes tonos rosas a su alrededor. Jisoo y Gon rieron un poco apenados sin saber qué decir.

Killua volvió a recostar sus brazos sobre la mesa para esta vez observar a Jisoo con una ceja arqueada, quien evito su mirada y observo la ventana con atención como si fuera lo más interesante del mundo. Antes de que el albino le dijera algo, Gon le pregunto primero con una pequeña sonrisa.

― ¿Qué hay de ti?, Jisoo ― Cuestiono el peliverde, ladeando su cabeza ― ¿Dónde están tus padres?

― Bueno... ― La chica se quedó en silencio por unos segundo intentando encontrar las palabras adecuadas, mientras su mirada se mantenía fija en la ventana y su sonrisa se transformaba en una mueca sin darse cuenta ― Mi padre está vivo, pero su salud es muy delicada.Mmmm... Tengo otros familiares, pero son demasiados, los aburriría.

― ¿Y tu madre? ― Pregunto Gon. El albino observó al peliverde como si fuera algo demasiado obvio, pero no dijo nada al ver como la ojirosa abría sus labios para iniciar a hablar.

― Mi madre murió cuando era mucho más joven ― Susurro observando las luces de la ciudad con una mirada perdida pero aun con una leve sonrisa ― fue asesinada...

― ¡Eh! Lo lamento, yo... ― Exclamo Gon apenado, negando con la cabeza, pero Jisoo lo interrumpió antes de que siguiera hablando.

― No, no te preocupes. Sucedió hace mucho y no me afecta hablar de eso. ― la joven rio levemente, intentando aliviar el ambiente mientras daba otro bocado a su comida y volvía a sonreír animada.

― ¿Ohm? Es una familia grande ― dijo Killua cambiando de tema para luego recostar su cabeza en su otra mano.

La joven asintió, divertida, apoyando su cara en su otra mano pensativa, mientras su ceño se fruncía levemente y bufaba.

― Sí... Es una familia muy grande. ― Susurro en un tono demasiado bajo, con una pequeña mueca de molestia. ― Pero la verdad no conozco a la mayoría, y no quiero hacerlo. Así que... Mi única familia es mi padre. 

Antes de que la joven pudiera formular alguna palabra más, otra cosa llamo la atención del trío, poniéndolos muy alerta al sentir una extraña sensación. La sorpresa fue tanta que logro que las pupilas de Jisoo se dilataran.

Killua se puso de pie rápidamente al igual que Gon, dejando a Jisoo otra vez como la única sentada. La rosa mirada de la joven llego a un pasillo oscuro, lugar del que había venido aquel ruido extraño que los había inquietado.

A un lado de ella, Gon ladeo su cabeza confundido al ver el pasillo totalmente vacío.

― ¿Ocurre algo? ― La voz del presidente Netero resonó por el pasillo.

Los tres jóvenes voltearon sus caras para mirarlo, pues el hombre venía caminando del lado contrario al extraño ruido.

El presidente se acercaba a los chicos a un paso lento y una mirada extrañamente amigable, con una sonrisa, pero la mirada que Killua le ofreció fue una totalmente diferente.

Gon y Jisoo relajaron su mirada para ofrecerle una mueca confundida al presidente.

― Netero-san ¿Ha visto a alguien venir desde aquel lado? ― Pregunto Gon, señalando aquel pasillo oscuro.

― No ― Contesto el presidente negando levemente. Jisoo lo examino con la mirada arqueando una de sus cejas, provocando que Netero dirigiera su mirada a la joven notando su mueca un poco dudosa.

Killua frunció su seño un poco más.

― Es muy rápido para ser tan viejo ― Admitió el albino, guardando sus manos en sus bolsillos, mirando fijamente al hombre con un semblante serio.

― ¿Lo dices por lo de recién? ― El presidente sonrió levemente, inclinándose hacia Killua ― Si apenas me he movido.

Ambos se miraron fijamente por algunos segundos más, algo que pareció una guerra de miradas entre ellos. Mientras esto pasaba, Gon los observaban en la mitad de ellos curiosos, mientras que Jisoo resoplaba un poco apenada por la escena y se apresuraba en terminar su comida.

― ¿Qué es lo que quieres? No hará nada hasta la última fase, ¿verdad? ― Inquirió Killua a la defensiva, con una mirada para nada amable.

― No seas tan desagradable. Me aburría y buscaba a alguien con quien jugar, solo eso. ― Contesto para luego cerrar sus ojos y sonreír ― Por cierto, me gustaría hacerles una pregunta... ¿Qué impresiones tienen de su primer intento en el examen de cazador?

― ¡Es divertido! ― Exclamo Gon con una gran sonrisa ― Y no he tenido que hacer ninguno de esos horribles exámenes escritos.

― No está nada mal ― Admitió la ojirosa luego de reír levemente por el comentario de Gon ― Las pruebas tienen mucha variedad, es emocionante.

― Estoy decepcionado. Pensaba que el examen sería mucho más difícil ― Opino Killua, aun con su seño fruncido. Jisoo a un lado del él no puedo evitar hacer una pequeña mueca indescriptible ― ¿Puedo suponer que la siguiente fase será más entretenida?

― Bueno, pues... Lo cierto es que no lo sé ― Contesto Netero sin importancia, aun con su sonrisita amigable, que de cierta forma fastidio más al albino.

― ¡Vámonos, Gon, Jisoo! ― Killua se dio la vuelta, empezando a caminar con una mirada molesta sin mirar atrás. Jisoo siguió atentamente sus movimientos, frunciendo su ceño, preparándose para caminar detrás del albino y traerlo nuevamente, acción que no fue necesaria al ver como la voz del presidente lo hizo frenar.

― Espera un momento... ¿No les gustaría jugar algo conmigo?

― ¿A algo? ― Pregunto Gon curioso, ladeando su cabeza.

― ¡Si consiguen derrotarme, los nombraré Cazadores! ― Aquella simple frase logro emocionar al peliverde y a la chica, quienes asintieron emocionados al mismo tiempo.

― ¿En serio? ¡Lo haré! ― Exclamo Jisoo, apartando su mirada del ojiazul. Una gran sonrisa apareció en su cara olvidándose de unos segundos del sueño que sentía en aquel momento.

La mirada de Netero se desvió a la de Killua, quien se giró para observar a sus amigos por unos segundos y conectar miradas con el presidente.

― ¿Qué te parece?

(🌷)

El repetitivo sonido de una pelota golpeando el suelo inundaba aquella gran sala, donde los tres jóvenes se encontraban luego de haber aceptado participar en aquel pequeño juego que el presidente Netero les había ofrecido para convertirse en cazadores más rápido.

Una propuesta muy tentadora, ¿Cómo no aceptarla? Solo tendrían que vencer al presidente de la asociación de Cazadores, y ahora que Jisoo lo pensaba mejor, estaba segura de que aquello sería casi imposible, el viejo solo quería observar su destreza.

No se convertiría en cazadora tan rápido, pero estaba decidía a dar su mejor esfuerzo e intentar sorprender al presidente.

― Bien, estas son las reglas del juego. Si logran quitarme esta pelota antes de que la aeronave llegue a su destino, habrán ganado. ―Explico el presidente girando la pelota sobre uno de sus dedos. Esta vez el hombre llevaba una camisa azul marino puesta.― Si no recuerdo mal, está previsto que lleguemos a las ocho de la mañana. Son libres de atacarme como deseen. Yo no les haré nada.

― ¿Eh? Entonces será muy sencillo ― Exclamo Gon ― No será un juego.

― ¿Y si lo intentas antes de hablar? ― Contesto Netero con una pequeña sonrisa, aun sosteniendo la pequeña pelota color amarilla con franjas negras.

― En total tenemos... ― Jisoo puso su dedo índice sobre su mejilla y parpadeo asombrada ― Tenemos nueve horas para intentarlo, es mucho tiempo.

― ¿Solo tenemos que conseguir quitarle la pelota? ― Confirmo Killua con las manos en sus bolsillos ― Entonces yo lo intentaré primero.

― Adelante ― Exclamo Netero.

El albino empezó a caminar alrededor de Netero, con su mirada fija en él, y no era para nada una mirada amable. Killua no tenía problemas en demostrar su disgusto. Sus pasos eran lentos y cuidadosos, además de que sus pisadas no se escuchaban. Los ojos de Jisoo y Gon se agrandaron con sorpresa al ver como varios Killua aparecían detrás de él, rodeando al presidente lentamente.

― ¡Veo muchos Killuas! ― Exclamo Gon sin poder creerlo.

Luego de unos segundos el albino decidió saltar directo hacia Netero, cada uno de sus ataques parecían muy directos y difíciles de evitar, pero el presidente conseguía esquivar cada uno de ellos sin esfuerzo.

Gon y Jisoo observaban todo asombrados, los movimientos del albino y el presidente eran sorprendentes, pero por más esfuerzo que Killua hiciera parecía imposible tocar al presidente.

― ¿Qué?, ¿eso es todo? ― El hombre empezó a jugar con la pelota equilibrándola sobre su cabeza irritando al ojiazul.

Killua frunció su ceño retrocediendo un par de pasos, para nuevamente intentar atacar al presidente con una patada, que fue directo a la pierna de apoyo del presidente.

El peliverde y la ojirosa no pudieron evitar entrecerrar sus ojos adoloridos al ver aquello, pues recibir el dolor de un golpe en aquel lugar era indescriptible. A pesar de aquel doloroso ataque, el presidente no tuvo reacción alguna, pero Killua sí.

El albino exclamó adolorido mientras retrocedía apretando su pierna contra su pecho, el golpe le afecto más al que al presidente, y eso que parecía ser una muy buena patada.

― ¡Killua! ― Exclamó la chica, acercándose por la espalda ― ¡Es mi turno!

Jisoo paso a un lado del albino dándole una suave palmada en el hombro, mientras le ofrecía una amable pero retadora mirada al presidente.

― ¡Aquí voy! ― Dijo con una dulce sonrisa luego de estirar sus brazos.

La joven se abalanzó sin dudar sobre el presidente, lanzando cortos ataques sin muchas intenciones de quitarle la pelota, parecía una joven sin experiencia. Pero luego de un momento a otro sus movimientos se volvieron más experimentados y elegantes, casi parecía bailar con el presidente.

No importaba el número de patadas que Jisoo le lanzara, no logra tocar al hombre con ninguna.

Cada vez más la joven se acercaba al hombre, estirando sus brazos lo más que podía, intentando al menos tocar la pelota, pero todo parecía imposible. Estaba haciendo lo mismo que Killua, tendría que intentar otra cosa.

La joven retrocedió un par de pasos mientras ataba su pelo en una coleta alta.

Detrás de ella pudo sentir la mirada fija de sus amigos, cosa que la animo un poco más. Luego tendría que volver a agradecerle a Killua, aquella dulce comida le había dado muchas más energías.

Nuevamente, la joven volvió a acercarse a Netero, quien mantenía una mirada neutral con una pequeña sonrisa. El ceño de Jisoo se frunció un poco, su meta no era quitarle el balón, era conseguir que Netero bajara la guardia, tomarlo por sorpresa.

Los pies de la joven se enredaron en los de Netero, consiguiendo posicionarse detrás del hombre por un par de segundos. Sus movimientos eran bastante ágiles, pero no era suficiente. Fácilmente, Netero volvió a hacerle frente. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, lo intentaría otra vez.

La chica volvió a imitar la acción de antes, pero esta vez dio una fuerte pisada detrás de Netero y dio una vuelta girándose frente al hombre dando un gran salto y encestarle un fuerte cabezazo tomándolo por sorpresa.

Netero observo de reojo como la joven por poco consigue rozar con sus largas uñas el balón que ahora se mantenía girando en su mano. Su mirada examinó a la chica con curiosidad, no cualquier niña sería capaz de darle un cabezazo a alguien sin dudarlo, además de que parecía no dolerle.

La joven volvió a acercarse con una mirada muy decidida, pero esta vez resulto cayendo al suelo de trasero. El golpe en la cabeza ya empezaba a hacerle efecto.

― ¡Auch!, duele, ¡y mucho! ― Exclamo, ignorando la mancha roja que aparecía poco a poco en su frente y le prestaba más atención al golpe en su trasero.

― ¡Por más cabeza dura que seas piensa un poco!, ¡por un momento habías conseguido que el viejo bajara la guardia!

― ¡Tú no digas nada, Killua! ― Mascullo Jisoo frotando su colita con una cara irritada.

La chica se acercó a Gon para chocar sus palmas, y luego pararse a un lado de Killua, quien la observaba con una ceja arqueada, notando la herida en la frente de la joven.

― ¡Cambio! ― Exclamo el peliverde estirando sus piernas y brazos, calentando con una mirada entusiasmada.

― ¿Un cabezazo? ― Exclamo el albino ladeando la cabeza ― El viejo no es normal, ¿de verdad creías que funcionaria?

― ¿Lo dices por qué tu patada no hizo ningún efecto en él? ― El ojiazul rodó los ojos sin responder, escuchando como Jisoo reía un poco ― Precisamente por eso lo hice, mi intención no era lastimarlo. Si el escenario hubiese sido diferente y Netero-san hubiera salido lastimado con tu ataque no lo hubiera hecho. Solo quería despistarlo, pero no sirvió de mucho. Estamos jugando contra del presidente de la asociación de cazadores, era de esperarse.

Las miradas de ambos se dirigieron al frente, notando como Gon saltaba tan alto que terminaba golpeándose contra el techo para luego caer al suelo y frotar su cabeza. El joven no tardó en levantarse apenado y sonreír, siendo observado fijamente por Netero. Aquellos Jóvenes lo mantendrían entretenido hasta por la mañana...

(🌷)

Jisoo recostó sus manos sobre sus rodillas, respirando agitadamente. Recién había vuelto a intentar atrapar el balón de Netero, pero todo era imposible, estaba muy cansada y poco a poco sus energías se acababan.

Su atencion fue ganada al escuchar el balón rebotando contra las paredes. Sus ojos se agrandaron sorprendida al ver como Killua se chocaba contra la espalda del presidente y caía al suelo de cara.

Jisoo no pudo evitar soltar una carcajada sin pena alguna, pues en aquel tiempo el albino no había parado de burlarse de sus intentos contra Netero, del anterior cabezazo y de su tonta caída de trasero.

― Chicos, así no llegamos a ninguna parte ― Exclamo Netero divertido. ― ¿Por qué no atacan los tres a la vez?

― ¡Bastardo! ― Exclamo el albino, saltando nuevamente directo al hombre, esta vez con Jisoo y Gon en diferentes direcciones.

― ¡Aquí vienen! ― Dijo el mayor guiñando un ojo, esquivando un ataque de Gon luego de empujar a la ojirosa por la espalda.

― Netero-san no ha sudado ni una gota ― Exclamó el peliverde frotando su mejilla, quitando las gotas de sudor que bajaban de este.

Gon se había quitado su chaqueta para estar más cómodo, quedando en una camisa blanca; por otro lado, Killua se había retirado su camisa blanca, quedando en una de color azul de manga larga que llevaba debajo; y por último Jisoo, quien solo se había remangado sus mangas hasta sus codos y recogió su cabello. Todos igualmente sudando cansados.

Los tres jóvenes empezaron a tirar ataques directos a Netero, pero nada servía, el presidente siempre los esquivaba sin ningún esfuerzo. Los tres jóvenes se encontraron frente a frente, chocando entre ellos luego de intentar quitarle el balón al viejo.

Jisoo dio algunas vueltas, enredándose con sus propios pies y caer al suelo, tapando su frente con uno de sus brazos.

― Me duele todo... Mi cabeza da muchas vueltas ― Susurro la joven dejándose caer en el suelo mientras se quejaba en voz baja.

― Así que no podremos vencerlo sin tenderle una trampa― Tan pronto como dijo esto, Gon salto directo a Netero lanzándole una patada, pero esta vez su bota se resbaló de sus pies casi golpeando la cara del hombre.

Killua salto detrás de Netero logrando golpearle la espalda con ambas piernas, y gracias a Jisoo quien se encontraba acostada con sus piernas extendidas a mitad de la sala, termino haciéndole una zancadilla a Netero, provocando que este se tropezara y alejara del balón.

Tan pronto como Jisoo vio esto se paró lo más rápido que pudo sacando las últimas fuerzas que le quedaban y se abalanzó al balón con una sonrisa de esperanza en su cara, al mismo tiempo que Killua llegaba frente a ella intentando lo mismo.

La pierna de Netero fue más rápida, logrando alejar el balón de ambos jóvenes utilizando su pie, provocando que estos chocaran contra ellos, golpeándose en la frente.

― ¡Mira por donde vas canoso!

―¡Lo dice la que estaba acostada en la mitad de la sala!

― ¡Tonto!

―¡Teñida!

― ¡Pelo de trapero!

― ¡Cabeza dura!

Ambos dejaron de discutir al ver como Gon lograba alejar a un más la pelota con ayuda de su otra bota. El albino y la ojirosa no dudaron en acercarse directo a la pelota, y junto con el peliverde estiraron sus brazos esforzándose por atrapar aquel juguete.

Y cuando sus manos ya se estaban acercando, Netero los tomo por sorpresa pasado entre ellos para luego atrapar la pelota con una mano y mandar a los jóvenes volando en diferentes direcciones.

― Admiro el esfuerzo que han hecho. ― Admitió el presidente con la pelota en sus manos.

― ¡Es impresionante Netero-san! ― Exclamo Gon con su vista fija en el suelo, lugar donde se encontraba marcado el pie del presidente con humo saliendo de él. El viejo había utilizado mucha fuerza para impulsarse a ellos y atrapar la pelota.

Luego de ver esto, Jisoo soltó un suspiro lleno de cansancio y se volvió a tirar en el suelo con pereza.

― ¡Olvídalo!, me rindo. ― Exclamo Killua, parándose del suelo, frunciendo su ceño y hablando entre dientes ― ¡He perdido!

― ¿Por qué? Si todavía tenemos tiempo. Y recién estuvimos a punto de lograrlo― Dijo Gon mientras Jisoo asentía repetidas veces a un lado de él.

― Rayos. No entienden nada, ¿verdad? ― El albino agarro su camisa y se la colgó en su hombro ― El viejo casi no ha utilizado su mano derecha y su pierna izquierda.

―¿Qué? ― Exclamo Gon abriendo sus ojos como platos.

― Y aun así no tenemos ninguna oportunidad contra él. Podríamos perseguirlo durante todo un año, pero no podríamos quitarle la pelota.

Las miradas de Gon y Jisoo se dirigieron al presidente.

― Vaya, ¿me has descubierto? Y yo que pensaba que los había engañado.

― Así que eso ha hecho ― Exclamo el peliverde con sorpresa.

― Ya no puedo más... ― Susurro Jisoo, dejando escapar un sonoro bostezo mientras frotaba sus ojos.

Killua soltó una risa con su ceño fruncido acercándose a la puerta de salida― Me sacas de mis casillas, viejo. ¡Vámonos, Gon, Jisoo!

― ¡Oh, yo lo voy a intentar un rato más! ― Respondió el peliverde con una sonrisa.

― Creo que yo también me voy― Contesto Jisoo, apoyada contra una pared en el fondo, dejando escapara un bostezo para luego pararse con dificultad. ― Ya tuve suficiente. Voy a dormir.

Con pereza arrastro sus pies desapareciendo por la puerta luego de despedirse con la mano, y sin escuchar las palabras de Killua, se dispuso a seguir su propio camino por los pasillos de la aeronave.

Sentía que en cualquier momento se desmayaría. Además de tener sueño, su cabeza no paraba de darle vueltas.

― Uhg... Creo que voy a vomitar...

(🌷)

El albino caminaba lentamente con sus ojos cerrados y una mirada cansada, aún no podía despejar su cabeza del reciente enfrentamiento en la aeronave, pero bueno, no había mucho que hacer. No podía detener la molestia que escalaba por su cuerpo y segaba su visión.

Frente a él, dos aspirantes de cazador se acercaban, pasando a un lado de él. El chico prefirió chocar con ellos en vez de darles el paso, ya estaba demasiado cansado e irritado con todo como para soportar dos personas escandalosas.

― ¡Oye! Espera mocoso. ― El ojiazul ignoró las palabras del aspirante y siguió caminando ― ¿Te chocas con nosotros y nos ignoras?

― ¡Desgraciado! ― Exclamó el otro aspirante, acercándose listo para golpear a Killua, pero el golpe nunca llegó.

Ambos aspirantes cayeron al suelo ensangrentados con un fino corte en sus gargantas. Y sin más que decir, el albino siguió caminando con una pequeña sonrisa sin mirar atrás, dejando ver su mano convertida en una peligrosa garra. Lo único que logró calmar su molestia fue un poco de sangre en el suelo.

Su mirada se plantó en el piso mientras caminaba, sumido en sus pensamientos, sus ojos parecían cada vez más oscuros, en un profundo agujero negro. Su burbuja de raros pensamientos fue rota al escuchar una voz bastante familiar.

― ¿Dónde son los dormitorios?... ― Escucho la voz de Jisoo adormilada con un tono triste, y de inmediato distinguió sus torpes pasos. ― No puede ser, ¿me volví a perder? ¡Todas las paredes son iguales! Qué mal servicio... ¿Por qué está tan solo este lugar?

Su andar paró por un segundo luego de escuchar aquello, debatiéndose entre ignorar su voz o acercarse. Una extraña molestia invadió su pecho, pero finalmente decidió acelerar sus pasos, encontrándose con la joven de frente, quien sonrió como si acabara de ver a un ángel.

― ¡Killua! ― Jisoo sonrió ampliamente, acercándose torpemente.

― ¿Qué haces aquí?

― ¿Eh? ¿Dónde?

El albino se dio el tiempo de examinarla con la mirada, notando como la joven cabeceaba y se esforzaba por mantenerse despierta, además de que su frente aún se encontraba levemente roja por el anterior cabezazo, aun con algunas manchas de sangre.

― Espera... ¿Eso es...? ¡¿Por qué tienes sangre?! ¡¿Estás bien?!

De repente, Jisoo se acercó a él, invadiendo su espacio personal por completo. Sus cejas negras estaban algo fruncidas, y el sueño parecía no permitirle actuar con naturalidad. Con su manga consintió suavemente la mejilla de Killua, limpiando una pequeña gota de sangre que goteaba por su pálida piel.

El albino se quedó helado al sentir aquello, mientras sus mejillas empezaban a arder de un fuerte color rojo por la sorpresa, y sin darse cuenta, su ceño se frunció.

― No es mi sangre. ― Admitió de repente, fijando su vista en los brillantes ojos de aquella joven, atento por su reacción. Tal vez Jisoo correría por su vida, gritaría, o se escondería, como una niña asustadiza. Pero Jisoo no alejó su mano de su mejilla, y se limitó a fruncir su ceño, observándolo con reproche. Parecía una madre enojada.

― ¡Killua! ¡Sé que estabas enojado por perder contra Netero, pero lastimar a alguien no es la solución! ― Exclamó la joven, volviendo a pasar su mano sobre los cachetes del ojiazul, limpiando todo rastro de sangre, sin notar la mirada desconcentrada del chico. ― No te agrada tu familia ni tu vida programada, ¿verdad?

― ¡Obvio no!

― ¡Entonces deja de hacer lo que ellos quieren que hagas!

Killua permaneció en silencio, fijando su vista en los ojos rosas de su amiga, quien mantenía su mirada levantada, sin un rastro de miedo en ellos. Un extraño sentimiento inundó su pecho, obligándolo a alejar su mirada con un indescriptible sentimiento.

― ¿Qué ocurre?

― No es nada... ― Respondió, apretando la muñeca de la joven levemente, alejándola de él con cuidado. Ambos se quedaron en silencio por un rato, viéndose a los ojos sin saber qué decir. El primero en romper el silencio fue el albino. ― ¿Por qué no te asustas?

― ¿Quién dijo que no lo estoy?

― Uh. ¿Entonces por qué no saliste corriendo como niña?

― ¡Soy niña, y no necesito salir corriendo por eso!

― ¡Eres tonta! ¿Qué tal que te hiciera daño?

― Eres mi amigo, ¿por qué lo harías?

― ¡¿E-eh?! ¡Idiota! ― Exclamó con molestia, y de repente, Jisoo negó con diversión.

― Tengo tanto sueño que no logro pensar con claridad... ― Susurro, ladeando su cabeza mientras se tambaleaba de un lado a otro. ― No quise incomodarte con lo de antes...Oh, y un niño molesto como tú no me daría miedo. 

Killua dejo escapar un suspiro, acercando a Jisoo hacia él para posar su mano sobre hombro de la joven, evitando que sé callera hacia los lados, escuchando como la ojirosa susurraba balbuceos en su cuello, hasta finalmente quedar dormida, obligando al albino a cargarla como costal hasta los dormitorios.

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