Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

˗ˏˋ 014 ˎˊ˗

━━━━━━━ Capítulo catorce ━━━━━━━

======= :Llamada: =======

Sip, Todoroki Shoto ―chasqueó sus dedos Kirishima, para luego observar a Kiochi con una mirada cargada de curiosidad―. ¿Por qué tanto interés?, ¿eres su fan? Hace rato estaba pensando en que te pareces mucho a él ―empezó a reír, colocando sus manos sobre su abdomen. Poco a poco su risa fue cesando, mientras un rápido análisis de la situación lo hizo llegar a una, desde su punto de vista, descabellada conclusión―. Ay, no puede ser...―murmuró horrorizado, alejándose un poco del muchacho―, ¿acaso tu eres-...

―Espero que si ―lo interrumpe el Uchiha, acercándose un poco más a él. Toda la emoción que estuvo conteniendo momentos antes de pronto estalló, y sin pensarlo mucho empezó a bombardear al pelirrojo con preguntas―.¿¡Donde está!?, ¿¡como es!?, ¿¡tiene otra familia ahora!?, ¿¡si se parece mucho a mi!?-...

Mitsuki rápidamente se acercó a su amigo, cubriendo su boca con una de sus manos. El chico le mandó una mala mirada, a lo que él simplemente sonrió para tranquilizarlo―Si hablas tan rápido no te va a contestar nada, yo me encargo.―susurra, y de mala gana él asintió.

Kirishima los seguía observando anonadado, sin darle crédito a la situación. De pronto ese niño salía de la nada proclamando ser el hijo de uno de sus amigos, el cual seguramente desconocia en absoluto su existencia. No desconfiaba de él, es más, le creía ciegamente, pues el parecido entre ambos era obvio para cualquiera. Pero aún así le seguía pareciendo increíble, y ni siquiera podía imaginar la reacción del bicolor al enterarse.

Kirishima-sama-...

―Kirishima está bien, no son mis esclavos.―interrumpe a Mitsuki, sacudiendo ligeramente su cabeza para ahuyentar sus tormentosos pensamientos.

Bien, Kirishima ―asiente el albino, para seguidamente suspirar―. ¿Podría decirnos dónde se encuentra Todoroki? Por favor.―pide educadamente, haciendo bufar a Boruto.

Así nunca aflojará la lengua, tenemos que intimidarlo ―masculla en un susurro, dando un paso al frente para acercarse al hombre. Sacó rápidamente uno de sus kunais de su bolsito trasero, apuntando al pelirrojo con el ceño fruncido―. Hable ahora o calle para siempre.―lo amenaza, ganándose una risa de su parte.

El pelirrojo observó con ternura y diversión al niño, a la vez que se acercaba para colocar una mano sobre su cabello y revolverlo―Tranquilo, no pienso ocultarles nada.―sonríe, haciendo que Boruto bajara lentamente su kunai.

¿Ves? Funcionó ―sonrió con suficiencia, dando un par de pasos para acercarse a Kiochi y palmear su hombro―. Luego me das las gracias, aprovecha de preguntar ahora que está temblando por el miedo.

El Uchiha observó desconcertado a su amigo, para seguidamente sacudir su cabeza y observar con suplica a Kirishima. Este suspiró, haciendo una mueca mientras rascaba su nuca―Bueno... lo último que supe de Todoroki fue que volvió al país junto a Midoriya, pero desde entonces no hemos vuelto a hablar, así que no sabría decirte donde se encuentra.―contesta apenado, frunciendo sus labios en un mohín.

¿Y si lo llama? O también puede darnos la dirección de su agencia o casa.―habla rápidamente Kiochi, apretando fuertemente sus puños para calmar su ansiedad. Kirishima sonrió, sacando su celular del bolsillo derecho de su traje de héroe.

Rápidamente lo desbloqueó, buscando el nombre de su amigo entre los contactos de su agenda. Cuando logró encontrarlo, presionó la pantalla para realizar una llamada.

El primer tono de espera sonó.

El segundo igual, pero no atendió.

Kirishima ya estaba por rendirse cuando el tercero terminó de sonar. Retiró el celular de oreja para colgar, pero antes de hacerlo notó como el tiempo de llamada había empezado a transcurrir, lo que significaba que por fin había atendido.

¿Hola?―habló el hombre al otro lado de la linea, con su característico tono neutral―, ¿Kirishima?

¡Todoroki!, ¿que me cuentas?―saluda alegremente el pelirrojo, observando a los chicos con una sonrisa.

Kiochi tragó saliva nervioso, apretando fuertemente la manga del traje de Mitsuki en busca de apoyo emocional. El albino sonrió para reconfortarlo, girando la cabeza nuevamente al frente para escuchar la conversación entre ambos hombres.

Que te cuento... no lo se, ¿tengo algo que contarte?―cuestiona confundido, haciendo reír al pelirrojo.

¿Dónde estás, viejo?

Es confidencial, no tengo permitido decírtelosuspira, se le escuchaba algo cansado―. ¿Para qué me llamaste?

Oh bueno, es que...―paró de hablar al no saber que contestar. No podía decirle que su hijo, del cual no sabia absolutamente nada, estaba parado frente a él, pues seguramente se lo tomaría como una broma y colgaría la llamada―. Es que... ha pasado algo y necesito con urgencia reunirme contigo.

Oh, ¿es algo serio?

―Ni te lo imaginas...―masculla, mandándole una mirada fugaz a Kiochi.

Bueno, estaré devuelta en Musutafu dentro de tres semanas, deberás esperar hasta entonces.

Kiochi y Boruto intercambiaron miradas horrorizados. No podían esperar tanto tiempo, ya que en aproximadamente dos semanas Kakashi volvería por ellos, y quién sabe si luego tendrán otra oportunidad para volver a esta dimensión.

¿Seguro que no puedes decirme donde estás?―cuestiona el pelirrojo desesperado, rascando fuertemente su nuca.

Ordenes de mi padre masculla, soltando un corto bufido―. Si es tan importante, ve a hablar con él pídele que te diga. No estoy de humor para discutir con él ahora.

¡Genial!, ¿dónde vive?

Hmm, pues... deberás preguntárselo a Fuyumi. Normalmente es él quien viene a visitarme, así que no recuerdo muy bien donde vive.―contesta, haciendo suspirar al pelirrojo.

Bien, ¿donde vive tu herm-...

Ya me tengo que ir, llama a Midoriya y pídele que te diga. Nos vemos.

Kirishima se quedó un par de segundos inmóvil, escuchando el silencio al otro lado de la linea. Boruto soltó una exclamación enojado, pateando el suelo con frustración.

Menudo padre tienes, eh.―masculla, frunciendo el ceño mientras se cruzaba de brazos y observaba a Kiochi.

El Uchiha parpadeó repetidas veces, mientras una enorme sonrisa se formaba en sus labios―¿¡Escuchaste su voz!? ¡Es super varonil!―le pregunta emocionado a Mitsuki, el cual solo asintió mientras lo escuchaba festejar.

Es verdad, Todoroki es todo un hombre ―sonríe Kirishima orgulloso, acercándose a Kiochi para colocar una mano sobre su hombro―. Me imagino que viniera hasta acá exclusivamente para conocerlo ―comenta, a lo que él asintió repetidas veces―. Eso también es muy varonil.―halaga, dándole un ligero apretón en el hombro.

¡Gracias! ―como si fuera posible, Kiochi ensanchó aún más su sonrisa, observando con los ojos brillantes al hombre frente a él―. ¿Puede llamar a ese tal Midoriya? Por favor.

―¿Seguro que es por aquí?―cuestiona Mitsuki, observando los alrededores de la ciudad con una mueca.

Kirishima dijo que siguiéramos caminando recto hasta encontrar un enorme edificio, pero... todos los edificios son enormes.―murmura el Uchiha, frunciendo el ceño desconcertado.

Luego de contactar a Midoriya, Kirishima les dio la dirección de la agencia a los chicos, ya que desgraciadamente no podía acompañarlos porque debía cumplir con su patrullaje. No le dieron muchos detalles al peliverde, solamente que un trio de chicos lo estaría esperando en la entrada para conversar seriamente con él, y por suerte, el hombre no se negó.

El camino hacía la agencia de Deku no era muy complicado, pero ellos se sentían agobiados al no conocer los caminos que transitaban, y la enorme cantidad de rascacielos y edificios solo lograban confundirlos aún más.

Boruto se detuvo frente a un pequeño kiosco cuando una revista en el mostrador llamó su atención. En la portada salía un hombre con las peculiares características que poseía el padre de Kiochi, y sin dudarlo mucho llamó a sus amigos para que la observaran tambien.

Wow...―murmuró el Uchiha embelesado, observando por primera vez, una parte del rostro de su padre.

Salía de perfil, así que solo se lograba ver su lado derecho. Tal y como se lo imaginó, esa mitad de su cabello era completamente albina, pero algunos mechones color carmesí lograban filtrarse junto a los blancos. A simple vista se parecía mucho a él, solo que más adulto y maduro. No pudo ver mucho debido al angulo de la fotografía, pero con eso fue suficiente para hacerlo sonreír.

Parecía ser una revista de chismes populares, y el encabezado de esta le llamó mucho la atención―. "Todoroki Shoto el... retraído social"―masculló el titulo, mientras la sonrisa en su rostro se iba desvaneciendo con cada palabra pronunciada.

Estaba por abrir la revista para ojear el contenido, y de esa forma averiguar porqué llamaban a su padre de esa manera. Pero la señora que atendía el kiosco lo reprendió, diciendo que si quería leerla debía comprarla, y desgraciadamente él no traía dinero.

De mala gana la dejó nuevamente en el mostrador, retomando el paso hacía la agencia de Midoriya. De camino no paraba de pensar en aquella curiosa revista, y solo esperaba que el símbolo de la Paz pudiera contestar sus preguntas al respecto.

―¿Será aquí?―pregunta Boruto, observando el enorme edificio frente a ellos. El Uchiha rodó los ojos, colocándose frente a él mientras señalaba con su pulgar el enorme letrero sobre la entrada.

"Agencia de Heroes Deku" ―leyó el escrito con aburrimiento, mandándole una mirada de obviedad a su amigo―. No lo se, tu me dirás.

Los tres se sentían bastante emocionados, ya que el hombre que estaban por conocer era por mucho, el más fuerte del país. No podían dejar de imaginar lo intimidante y genial que el sujeto sería, y mientras pasaban los segundos, sus expectativas se iban haciendo aún más grandes.

Yo creo que mide dos metros, es super musculoso y usa un parche.―comenta Boruto, haciendo movimientos exagerados con sus manos.

¿Y el parche por qué?―cuestiona Mitsuki con curiosidad. Boruto chasqueó la lengua, haciendo un ademán.

Para ocultar su ojo biónico, obviamente.―contesta, ganándose un bufido de Kiochi.

Yo creo que es de estatura promedio, con el cabello verde y la cara repleta de pecas.―comenta, dejando a sus amigos con curiosidad.

¿Por qué piensas eso?―pregunta Boruto extrañado, observándolo con el ceño fruncido.

Porque ahí viene.―apunta con su dedo indice a un sujeto detrás de ellos. Ambos chicos se giraron rápidamente, chocando miradas con el hombre.

Este les sonrió tímidamente, acelerando el paso para llegar junto a ellos más rápido. Lo analizaron con la mirada mientras trotaba, llevándose una enorme decepción. Tal y como dijo Kiochi, era de estatura promedio, rozando el metro setenta y cinco. Sus alborotados cabellos verdosos y deslumbrante sonrisa lo hacían ver confiable y simpático, todo lo contrarió a lo que esperaban ver.

No dudaban de su potencial, puesto que, poseía el título del héroe numero uno. Y aunque a simple vista no se viera intimidante o poderoso, algo bueno debía tener.

Hola, ¿ustedes son los amigos de Kirishima?―pregunta amablemente, observándolos con sus enormes y brillantes orbes verdes. Los tres asintieron, haciéndolo sonreír―. Genial, síganme, hablaremos en mi oficina.

Ellos no replicaron, dejándose guiar por el peliverde. Al entrar al edificio, quedaron asombrados por lo elegante y lujoso que se veía todo. Habían unas cuantas personas en el lobby, las cuales saludaron al símbolo de la Paz apenas colocó un pie dentro del lugar. Parecían tenerle bastante respeto y admiración, casi la misma que los aldeanos le tenían al Hokage.

Oigan... ¿notaron que lleva la hebilla de una cinta de Konoha en su traje?―susurra Mitsuki, señalando disimuladamente el brazo derecho del hombre.

Boruto y Kiochi desviaron sus miradas a donde indicó el chico, confirmando que, efectivamente, la hebilla que pertenece a las bandanas ninja de Konoha estaba adherida al traje del peliverde, como si fuera una especie de adorno. Eso los dejó bastante desconcertados, pero ya tendrían tiempo de preguntarle al respecto.

Se subieron juntos al elevador, el cual los dejó en la enorme y lujosa oficina del hombre. Al bajarse observaron con curiosidad la decoración, percatándose de la masiva cantidad de posters que reposaban en las paredes. Absolutamente todos eran de un sujeto sumamente musculoso y de cabellera rubia, el cual sonreía de una manera bastante exagerada y alegre, causándole escalofríos a los ninjas.

«Ese tipo me parece familiar... ¿donde lo habré visto antes» frunce el ceño Boruto, sobando su barbilla mientras cerraba los ojos tratando de recordar. Al no conseguir resultados suspiró, dejando pasar el tema.

Midoriya se sentó en un enorme sofá color rojo, invitando a los chicos a tomar asiento en los lugares restantes. Los tres se colocaron frente a él, ya que querían analizar sus reacciones más cómodamente.

Bien, ¿qué es lo que...―dejó su pregunta al aire, ya que por primera vez, se había tomado el tiempo de analizar el aspecto físico de los jóvenes. Sus ojos se ensancharon al ver a Boruto, y con la mano temblorosa lo apuntó con su dedo índice―. ¿C-Como te llamas tú?

―Boruto Uzumaki, dattebas-...

―¿¡U-Uzumaki!?―repitió anonadado, sujetándose fuertemente del respaldo del sofá. El rubio asintió, fastidiado por la interrupción.

La mente de Midoriya empezó a trabajar rápidamente, creando y descartando cientos de teorías sobre el origen de aquel niño, cuando fácilmente podría preguntárselo directamente.

¿Hermano de Naruto? No, el era huerfano. ¿Hijo entonces? Posiblemente. Se ve que tiene como catorce años más o menos, y en ese tiempo Naruto ya se había ido, ¿habrá embarazado a alguna chica antes de irse? Imposible, me lo habría dicho, además, estaba enamorado de Fuyumi...

Siguió divagando entre murmullos durante un buen rato, en el cual los jóvenes solo lo observaban de forma extraña, sin comprender su peculiar comportamiento.

¿Nos estará lanzando un embrujo?―cuestiona Kiochi en un susurro, haciendo una mueca incomodo. Mitsuki negó lentamente, sin despegar sus ojos del hombre.

No lo creo, pero lo mejor será interrumpirlo, parece estar bastante inspirado.―sugiere, frunciendo ligeramente las cejas.

¡Oiga, cállese ya! Tenemos tiempo limitado ―exclama Boruto, haciéndolo sobresaltar del susto. Sus brillantes ojos se posaron en el pequeño rubio, a lo que este suspiró aliviado―. Soy hijo de Naruto Uzumaki.

―¡Lo sabía!―sonrió contento, apretando sus puños con emoción.

Naruto fue, por mucho, el mejor amigo que tuvo durante su adolescencia, y también fue quien le dio la seguridad que necesitaba para llegar a donde está ahora. Constantemente solía recordar sus divertidas experiencias con el chico, y más de una vez aquellos recuerdos lo ayudaron a seguir adelante. Sabía, sin que nadie se lo dijera, que había logrado cumplir su sueño de convertirse en Hokage, y durante años deseó poder contactarlo para darle la noticia de su ascenso al top número uno en el ranking de heroes.

Pero por obvias razones, jamás pudo hacerlo.

Y ahora mismo tenía a la viva imagen de su amigo frente a él, el cual lo observaba como si le faltara un tornillo. Eso lo avergonzó un poco, y de inmediato aclaró su garganta para disimular un poco su emoción―E-Es decir... ¿y eso qué?

Kiochi suspiró pesadamente, negando lentamente con la cabeza. Ya no hacía falta preguntarle si era amigo del séptimo, pues con aquella reacción, había quedado más que claro―Yo soy hijo de Sasuke.―habló, sorprendiendo aún más al hombre.

¿¡En serio!? Jamás lo hubiera pensado, no se parecen mucho.―comenta, observandolo con los ojos entrecerrados.

No, saqué el rostro de mi padre ―contesta, a lo que él asintió, torciendo un poco los labios―. Todoroki Shoto, si no me equivoco.

Midoriya ensanchó los ojos perplejo, quedando completamente inmóvil en el sofá. Un enorme nudo se formo en su garganta, impidiéndole por completo formular las miles de preguntas que rondaban por su mente. Al notarlo, Kiochi decidió continuar.

Hasta donde se, mi madre se embarazó antes de volver a Konoha, y yo nací... nueve meses después, obviamente ―rueda los ojos para si mismo, agitando un poco su cabeza―. Mi padre no sabe sobre mi nacimiento, creo, y he venido hasta acá porque quiero conocerlo.―termina de explicar, pero el hombre seguía sin moverse.

Creo que se va a desmayar ―susurra Mitsuki, observando al peliverde de forma expectante. Poco a poco el color fue abandonando el rostro de Midoriya, hasta que sus ojos se cerraron por completo y su cuerpo se desplomó en el sofa―. Y si, se desmayó.

Espero que les haya gustado el cap uwu

Lo iba a subir a las 5:30 am, pero lol, me quedé dormida haciendo el separador JAJAJAJAHSJAJA

💟 No olviden votaaaar

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro