˗ˏˋ 004 ˎˊ˗
━━━━━━━━ Capítulo cuatro ━━━━━━━━
======= :Suigetsu: =======
―Ya me voy a trabajar, Kiochi.―anuncia Sasuke, entrando a la habitación de su hijo.
Ladeo la cabeza al no recibir respuesta de su parte, y se acercó un poco a su cama para observarlo. Tenia los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta, y por la forma en la que estaba acostado, era más que claro que se encontraba profundamente dormido. Sonrió un poco y le retiró el cabello del rostro, para luego suspirar y salir de su habitación.
Cuando la puerta de la entrada sonó, Kiochi se levanto abruptamente de la cama, acercándose rápidamente a su armario.
―Ya pueden salir chicos.―habla, abriendo la puerta.
Boruto salió rápidamente, cubriendo su nariz con su mano. Más atrás salió Mitsuki, el cual se veía tan tranquilo como siempre.
―Eres un asqueroso, limpia ese armario o por lo menos ponle talco a tus zapatos.―se queja el rubio, observando con asco al Uchiha.
Este rodo los ojos pero no dijo nada. Eran las 7:00am, sus amigos llevaban más de cuatro horas escondidos allí. Y aunque no había necesidad de hacer algo como eso, Boruto dijo que le daría más emoción a su investigación.
Ahora mismo se arrepentia mucho de haber dicho eso.
Los tres se sentaron en la enorme cama del bicolor. Mitsuki sostenía una libreta junto a un lápiz, preparado para anotar toda la información que tenían hasta el momento.
―Muy bien, debemos empezar con lo básico ―habla Boruto, observando fijamente a sus amigos―. ¿Cuantos años tienes?―le pregunta a Kiochi, el cual abrió la boca indignado.
―¿Que clase de primo eres? Es obvio que tengo catorce... y medio.―responde, frunciendo el ceño. Boruto rodó los ojos, indicándole a Mitsuki que debía anotar aquello.
―Bien, entonces debemos suponer que... te concibieron hace quince años más o menos.―dice el rubio, sonrojándose avergonzado. Kiochi asintió, mientras Mitsuki anotaba.
―Entonces debemos investigar a las personas con las que mi madre frecuentaba en ese entonces.―añade el bicolor, a lo que ellos asintieron.
―Empecemos con sus amigos de la infancia.―sugiere Mitsuki, sacando la pequeña lista que hizo el dia anterior y pasándosela a sus amigos.
―El tío Naruto queda descartado, mi madre apenas y tolera comer en la misma mesa que él sin vomitar.―suspira Kiochi, tachando el nombre de Naruto de la lista.
―¿Y Sai? Parecen llevarse... bueno, es un hecho que no se odian.―comenta Boruto, a lo que ambos negaron.
―Lo dudo, tengo entendido que Sai ha estado con la señora Ino desde hace más de quince años ―contesta Mitsuki―. Inoru me lo contó.
―Entonces quedan... Kiba, Shino, el Kazekage y Shikamaru.―los enumera Kiochi, haciendo que Boruto frunciera las cejas.
―Te faltaron Choji y Rock Lee.―apunta el rubio, ganándose una mala mirada de su parte.
―Mi madre es muy bonita para ellos ―masculla, a lo que ambos asintieron de acuerdo―. ¡No hagan eso!, ¡Solo yo puedo decir que es bonita!
―Si, si, como sea ―bufa Boruto―. No me imagino a tu madre con Kiba o Shino, y al igual que Sai, Shikamaru lleva mucho tiempo con su esposa.
―Entonces solo nos queda el Kazekage...―murmura Mitsuki, ladeando la cabeza―. Nunca los he visto convivir... además, recuerden que Shinki es adoptado, ¿para que adoptaría a un niño si ya tenía uno biológico?
―Tal vez no le gustó Kiochi, no podemos culparlo.―sonríe Boruto, ganándose un codazo del chico.
―Entonces tambien queda descartado...―suspira el Uchiha, subiendo la mirada para observar el techo.
Todo esto era más complicado de lo que había pensado. Le costaba mucho imaginar a su madre con cualquier hombre que conociera, y eso lo hizo deducir que tal vez, ese sujeto no era de Konoha o sus alrededores.
―¿Y que hay de la adolescencia de Sasuke-sensei? Tal vez conoció a tu padre en ese entonces.―habla Boruto, tratando de animar un poco el ambiente.
Kiochi hizo una mueca, hace un año su madre le había contado sobre su caótica infancia y adolescencia. Dudaba mucho que su madre se haya enamorado mientras trataba de destruir el mundo Shinobi.
Pero hubo un detalle que pasó por alto, había olvidado el pequeño grupo criminal que su madre había creado en ese entonces. El cual para su suerte, estaba conformado por dos hombres.
―Mitsuki, háblame de los sujetos que están encerrados con tu padre.―le pide al albino. Este alzó las cejas sorprendido, para luego observarlo con curiosidad.
―¿Te refieres a Juugo y Suigetsu?―cuestiona, a lo que él asintió repetidas veces―. Pues... ellos siempre hablaban de Sasuke-san, parecen ser buenos amigos.―responde, a lo que Kiochi sonrió ampliamente.
―¿Tu padre esta encerrado?, ¿quienes son esos de los que hablan?―pregunta Boruto rápidamente, confundido.
Kiochi suspiró, para luego contarle brevemente toda la historia. Desde el tema de Orochimaru, hasta los sucesos que llevaron a su madre a crear el equipo Taka. El rubio se veía bastante sorprendido, y por alguna extraña razón, su admiración por Sasuke aumentó exponencialmente.
―¿Y como son esos dos? Me refiero a físicamente.―pregunta Boruto, observando a Mitsuki ansioso.
―Mmmm, Juugo es alto y algo robusto, con el cabello naranja ―responde, para luego dirigir su vista hacía Kiochi―. Y Suigetsu es un poco más bajo, delgado y albino.
―¿Albino?, o sea que tiene el cabello blanco...―murmura el rubio, observando tambien a Kiochi. Sin delicadeza halo uno de los mechones delanteros del cabello del chico, mientras una enorme sonrisa se plantaba en su rostro―. Viejo, creo que encontramos a tú padre dattebasa.
―¿Para que diablos debemos ir con mi papá?―cuestiona Boruto con fastidio, metiendo ambas manos dentro de sus bolsillos.
Kiochi rodó los ojos, ya era la quinta vez que le preguntaba lo mismo―No podemos ir con Orochimaru sin un permiso del Hokage.―responde con obviedad.
―¿Y como planeas convencerlo para que nos de uno? Si Sasuke-sensei se entera de que estas buscando a tu padre... bueno, no sabemos como pueda reaccionar a eso.―comenta algo preocupado. Kiochi solo sonrió, señalando con su pulgar a Mitsuki.
―Le diremos que Mitsuki quiere visitarlo, y como nosotros somos sus mejores amigos... lo vamos a acompañar.―responde con simpleza, sin dejar de sonreír.
Boruto se encogió de hombros y no comentó más al respecto, esa parecía ser la unica opción que tenían por ahora. El trio de ninjas continuó con su camino hacía la torre del Hokage, tratando de acelerar el paso todo lo posible.
Al poco tiempo llegaron a su destino, pidiendo permiso para hacerle una visita al séptimo Hokage. Al encontrarse uno de sus hijos con ellos, no dudaron en dejarlos pasar enseguida.
―Buenas tardes, séptimo.―saludaron Mitsuki y Kiochi, mientras Boruto solo bufaba.
Naruto levanto la mirada de sus tareas, observándolos con el ceño fruncido. No entendía que hacían en su oficina, pues no parecían tener ningún recado para él, y eran pocas las veces que pasaban solo para visitarlo, sobre todo Boruto.
―¿Que hacen aquí?, ¿quieren que les asigne una misión? Pueden hablar con la recepcionista, ahora estoy algo ocupado.―habla con poco interés, haciendo que su hijo frunciera el ceño.
―Queremos pedirte un permiso para visitar a Orochimaru.―habla el pequeño rubio, a lo que Naruto ensanchó los ojos sorprendido.
―¿Y ustedes para que quieren visitarlo? No se si lo sabían, pero es un crimi...―no terminó la palabra, no queria ofender a Mitsuki― persona algo complicada de tratar.―termina de decir, aclarando si garganta incomodo.
―Mitsuki lo extraña, y quiere que conozca a sus dos mejores amigos ―excusa Kiochi, frunciendo un poco las cejas―. Yo ya lo conocí cuando era pequeño, ¿no? Entonces no debe ser tan peligroso, además, dudo mucho que nos haga algo, ya sabe, por mi madre.―suspira, ganándose una mueca de Naruto.
No sabia como refutar lo que dijo Kiochi, y no estaba seguro de querer hacerlo. Él sentía algo de empatía por Mitsuki, no le gustaba verlo solo y sin familia, por eso siempre le cedia los permisos cuando este se los pedía.
Suspiro rendido, tomando una hoja de su escritorio para empezar a redactar el escrito. Orochimaru ya no era peligroso, no había problemas con que fueran a visitarlo un solo día, además, no tenia tiempo para discutir con los niños.
―Muchas gracias, séptimo.―le sonríe Mitsuki, haciendo una corta reverencia. Naruto volvió a suspirar, asintiendo con la cabeza.
―De nada, cuídense y no hagan nada raro.―contesta, colocando nuevamente su atención en el trabajo.
Los tres se despidieron cortamente del hombre. Para luego salir de la oficina y empezar a celebrar silenciosamente.
―Primer obstáculo superado, ahora directo a la guarida de Orochimaru.―habla Kiochi, levantando uno de sus brazos para apuntar el horizonte.
―Que miedo...―canturrea Boruto, observando los alrededores de la guarida con diversión.
Kiochi se sentía nervioso y ansioso, ahora mismo estaba por conocer al sujeto que probablemente sea su padre. No sabia como reaccionar cuando lo tuviera de frente, pero de algo si estaba seguro, le haría muchísimas preguntas.
―Oh, Mitsuki ―saluda Karin, saliendo de uno de los cuartos. Su vista fue a parar hacia los otros dos chicos, y al reconocer a Kiochi, una enorme sonrisa se plantó en su rostro―. Tu debes ser Kiochi... ¡Mírate, estas tan grande y guapo!―exclama sorprendida, acercándose al joven para apretar sus mejillas.
El bicolor se sonrojo avergonzado, sonriéndole tímidamente a la mujer.―Huh... ¿Karin-san?―cuestiona, tratando de adivinar el nombre de la pelirroja. Esta volvió a sonreír, asintiendo.
―Me sorprende que recuerdes mi nombre, no te veo desde que tienes cinco años ―suspira, acomodando sus gafas. Sus ojos se posaron en Boruto, e inmediatamente ladeo la cabeza con curiosidad―. Tu... ¿eres el hijo de Naruto? ¡Ambos son idénticos!
«Genial, a Kiochi le dicen guapo y a mi me comparan con mi padre» pensó el rubio con fastidio, bufando.
―¿Que los trae por aquí?―pregunta, colocando ambas manos detrás de su cuerpo.
―Bueno, vinimos a visitar a mi padre... y a Suigetsu-san.―responde el albino, dejándola confundida.
―¿Eh?, ¿para que quieren visitar al energúmeno de Suigetsu?―pregunta, haciendo una mueca de asco.
―Yo... usted tambien fue parte del equipo Taka, ¿cierto?―cuestiona Kiochi, a lo que ella asintió aún más confundida―. ¿Que clase de relación tenía mi madre con ese tal Suigetsu?
La pelirroja pareció pensarlo un poco, para luego encogerse de hombros―La misma que con todos, no era nada especial. ¿Por qué lo preguntas?
Antes de que el chico pudiera responder, otros dos tipos salieron de aquella puerta. Gracias a las descripciones de Mitsuki, Kiochi pudo identificarlos rápidamente, eran Juugo y Suigetsu.
El Uchiha tragó saliva al ver a Suigetsu. Físicamente no se parecían en absoluto, pero por ahora él era su primer y único sospechoso. Suspiró para calmar sus nervios, escuchando como ambos hombres saludaban a Mitsuki.
―¿Este es Kiochi?―cuestiona Suigetsu, sonriendo con división―. Mírenlo nada más, tiene casi la misma cara de amargado que su madre.―se burla, colocando una mano sobre el hombro del chico.
―Tiempo sin verte, Kiochi. Me alegra ver que creciste de forma saludable.―habla Juugo, asintiendo levemente como saludo.
―Si... me alegra verlos tambien...―murmura nervioso, desviando la mirada― Huh... señor Suigetsu...
―¿Señor? No estoy casado, y tampoco estoy tan viejo. Puedes llamarme super genial y guapo tío Suigetsu.―sonríe, haciendo que Karin ruede los ojos.
―Ellos vinieron a visitarte.―informa la pelirroja, sorprendiéndolo.
―¿A mi?, oye... no me digas que Sasuke te mandó para asesinarme o algo así.―cuestiona con miedo, retirando su agarre del chico y alejándose un poco de él.
El Uchiha negó rápidamente―No, no. Solo quería hacerle unas preguntas... sobre p-pues...
―Mejor entremos a la sala, así estaremos más cómodos ―lo interrumpe Mitsuki, mandándole una mirada a su amigo para tranquilizarlo―. Y por cierto, él es Boruto, el hijo del séptimo.―presenta al Uzumaki, el cual solo alzó una mano como saludo.
Los seis entraron a otra habitación no muy alejada de donde se encontraban. Esta contaba con dos sillones, uno frente al otro. Los adultos se sentaron en uno, mientras los jovenes hacían lo mismo con el restante.
―¿Qué querías preguntarme?―cuestiona el albino mayor con curiosidad. Kiochi inhaló profundamente, preparándose para soltar sus preguntas.
―¿Que clase de relación tenias con mi madre?, ¿fueron novios? Oh, claro que lo fueron. ¿Eres mi padre? Bueno, claro que lo eres. ¿Por que me abandonaste entonces? Soy un buen hijo, según mamá. ¿Fue por estar aquí encerrado? Te entiendo, no te juzgo. ¿Me das un abrazo?―habla rápidamente, atropellando las palabras. Sonrió con timidez, observando la expresión desconcertada del albino.
―¿Eh?―fue todo lo que pudo formular el hombre, perplejo.
―Agh, ¿eres el padre de Kiochi o no?―pregunta Boruto ansioso, observando fijamente a Suigetsu.
Este se quedó en silencio unos segundos, para luego soltar una larga carcajada. Karin observaba con pena al Uchiha, mientras Juugo se veía bastante confundido.
―¿Yo, tu padre?―cuestiona entre risas, negando con la cabeza― Hay más probabilidades de que Karin lo sea.
Kiochi frunció las cejas decepcionado. Por un momento se había emocionado ante la posibilidad de encontrar a su progenitor en el primer intento, pero parece que tendría que esforzarse un poco más para conseguirlo.
―¿Eh?, ¿estas seguro? Todo apuntaba a ti...―pregunta Boruto frustrado― La amistad con Sasuke-sensei, el color de cabello, tu elemento de agua...
―¿Que tiene que ver mi naturaleza de chakra?―cuestiona confundido, a lo que Boruto rodó los ojos.
―Kiochi tiene un poder de hielo, y el hielo es agua congelada, dah.―responde con obviedad, haciéndolo reír nuevamente.
―Lo siento viejo, pero te aseguro que yo no soy tu padre.―suspira Suigetsu, observando a Kiochi con una mueca.
―¿Y no saben quien podría ser? Ustedes conocen bien a mi madre... ¿No conocieron a su pareja?―pregunta nervioso, jugando con sus dedos.
―Lo siento, pero jamás llegamos a verlo, ni siquiera nos dijo su nombre.―suspira Karin, negando lentamente con la cabeza.
―Cierto, cuando volvió ya estaba embarazada.―añade Juugo, dejando a los tres chicos confundidos.
―¿Volver de donde?―cuestiona Mitsuki, y antes de que alguien pudiera responderle, otra persona ingresó a la habitación.
―Creo que Sasuke-chan se enojará si alguno de ustedes habla de más.―interrumpe Orochimaru, ingresando a la habitación.
―No se meta en esto, señora.―habla Boruto, observandolo con el ceño fruncido.
Kiochi alzó las cejas sorprendido al ver a Orochimaru. Llevaba años sin verlo, la última y primera vez que lo hizo fue cuando despertó aquel extraño kekkei genkai de hielo. El hombre le hizo algunos exámenes y análisis a petición de su madre, además de algunas inocentes pruebas para medir el potencial del poder. Ese mismo dia conoció a Mitsuki, él lo ayudo y acompaño durante todas las pruebas, y desde ese dia no han vuelto a separarse.
―Padre.―sonríe Mitsuki, levantándose para abrazar al mayor.
―¿Padre? Parece mujer...―murmura Boruto perplejo, haciendo una mueca.
Orochimaru intercambió algunas palabras con su hijo, para luego posar su vista en el Uchiha―Kiochi-kun, ven conmigo. Vamos a conversar un poco.
Espero que les haya gustado el cap uwu
Esto no tiene nada que ver, pero quiero que sepan que AMO A KIOCHI
💟 En fin, no olviden votaaaaaar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro