Park Amy se quedó perpleja al escuchar la propuesta de la manager de Namjoon. La mujer le explicó que Namjoon tenía una enfermedad cardíaca congénita que le causaba arritmias y dolores en el pecho. Era un secreto que solo conocían sus familiares, sus compañeros de banda y su equipo. Namjoon había estado tomando medicación y haciendo chequeos regulares, pero el accidente había agravado su condición. Necesitaba un trasplante de corazón, pero la lista de espera era muy larga. Además, si se hacía público su problema, su carrera se vería afectada y sus fans se preocuparían.

- Por eso te necesitamos -dijo la manager-. Queremos que seas la médico personal de Namjoon. Que lo acompañes a todas partes, que le des los cuidados que necesita, que le hagas las pruebas que hagan falta y que le busques un donante compatible. Te pagaremos muy bien, y tendrás acceso a los mejores recursos. ¿Qué dices?

Amy no sabía qué decir. Por un lado, le parecía una oportunidad única para aprender y ayudar a alguien que lo necesitaba. Por otro lado, le parecía una locura dejar sus estudios y su vida para seguir a un ídolo del pop. Además, no estaba segura de poder cumplir con las expectativas de la manager y de Namjoon.

- ¿Y qué dice él? -preguntó Amy-. ¿Está de acuerdo con esto?

- Por supuesto -mintió la manager-. Él confía en ti. Te ha visto operar y sabe que eres la mejor.

- Pero yo solo soy una estudiante -protestó Amy-. No tengo experiencia ni autoridad para hacer todo eso.

- No te preocupes -la tranquilizó la manager-. Tendrás el apoyo del doctor Lee y de otros especialistas. Y yo te ayudaré con todo lo demás. Solo tienes que decir que sí.

Amy se sintió presionada. No quería rechazar la propuesta, pero tampoco quería aceptarla sin pensarlo bien. Necesitaba tiempo para reflexionar.

- ¿Puedo darte una respuesta mañana? -pidió Amy.

- Bueno, está bien -aceptó la manager-. Pero no tardes mucho. Namjoon necesita tu ayuda cuanto antes.

- Está bien -dijo Amy-. Te llamaré mañana.

- Vale -dijo la manager-. Aquí tienes mi tarjeta. Y por favor, no le digas nada a nadie. Esto es un asunto confidencial.

- De acuerdo -dijo Amy-. No diré nada.

La manager se despidió de Amy y se fue. Amy se quedó sola, con la tarjeta en la mano y la cabeza llena de dudas. ¿Qué debía hacer? ¿Aceptar o rechazar la propuesta? ¿Qué pasaría si aceptaba? ¿Y si rechazaba? Amy no lo sabía, pero su decisión cambiaría su vida para siempre.