Park Amy se ajustó la mascarilla y entró en el quirófano. Era su primer día de prácticas en el Hospital Universitario de Seúl, y estaba nerviosa pero emocionada. Había estudiado mucho para llegar hasta allí, y quería demostrar su valía como futura cirujana. Siguió al doctor Lee, su tutor, que le explicó los detalles del caso. Se trataba de un joven de 25 años que había sufrido un accidente de coche y tenía una hemorragia interna. Amy se sorprendió al ver el rostro del paciente. Era Kim Namjoon, el líder de BTS, la banda de K-pop más famosa del mundo. Amy había escuchado algunas de sus canciones, y le parecía un rapero increíble y un hombre atractivo. Sin embargo, no era momento de pensar en eso. Tenía que concentrarse en la operación.

La cirugía fue complicada, pero exitosa. Amy ayudó al doctor Lee con destreza y profesionalidad, y se sintió orgullosa de haber salvado una vida. Cuando terminaron, el doctor Lee le felicitó por su buen trabajo y le dijo que podía ir a descansar. Amy salió del quirófano y se dirigió al vestuario. En el camino, se cruzó con una mujer rubia que llevaba un traje negro y una carpeta. Era la manager de Namjoon, y parecía muy preocupada. Al ver a Amy, se acercó a ella y le preguntó:

- ¿Eres la estudiante que acaba de operar a Namjoon?

- Sí, soy yo -respondió Amy.

- ¿Cómo está? ¿Se va a recuperar?

- Está estable, pero tiene que quedarse en observación. La operación fue difícil, pero creo que lo logramos.

- Gracias, gracias -dijo la manager, aliviada-. Eres una heroína. Namjoon te debe la vida.

- No hay de qué -dijo Amy, modesta-. Solo hice mi trabajo.

- ¿Puedo saber tu nombre?

- Me llamo Park Amy.

- Park Amy... -repitió la manager-. Bueno, Park Amy, te voy a hacer una propuesta que no podrás rechazar.