Único
El final de semestre siempre se vuelve todo un caos, en especial cuando eres de primer año y no terminas de adaptarte del todo a la preparatoria. Tal era el caso de Riley Andersen, cuyas últimas noches se le iban en tareas y más tareas.
Mientras tanto, dentro de su cabeza, las emociones tenían su propio embrollo: Alegría, como siempre, trataba de que todos vieran el lado positivo; Furia ya estaba hasta el copete de proyectos y ejercicios; Desagrado se quejaba de lo mal que se veían las ojeras en Riley y Tristeza se lamentaba por lo interminables que lucían esos labores.
Pero, había una emoción que estaba aún más activa que las otras, nada más y nada menos que Ansiedad, que en momentos así protagonizaba las acciones y pensamientos de Riley muy a pesar del cuartel. Es decir, agradecían el trabajo que hacía, manteniendo a Riley apegada a sus deberes, sin embargo había efectos colaterales que no podían ignorar.
— ¡Por favor, Ansiedad! ¿Podrías dejar de tirar cabello por todos lados? — Exclamaba Desagrado que ya estaba harta de ver mechones anaranjados en el suelo.
— Ansiedad, ¿¡Podrías dejar la consola ya?! Riley necesita un respiro — Gritaba Furia.
— Eso intento, solo que... — Siempre trataba de explicar, pero muchas veces no tenía ni las palabras organizadas, para empezar.
Era entonces cuando Riley ya se iba a dormir, al menos por unas pocas horas. Todos estaban agotados, lo suficiente como para ignorar que Ansiedad era la única que no podía dormir. Bueno, aunque había una sola excepción.
— ¿No puedes dormir, Ansiedad? — Una voz familiar llamó su atención, al parecer Temor había escuchado los ruidos que ella hacía cuando tenía insomnio.
— Estoy tratando, no sé porqué no puedo dormir si estoy cansada — Contestó en voz baja y se sentó en su cama.
— Lo sé, a veces me pasa eso, sobre todo después de que Riley tiene una pesadilla. El miedo me invade y no puedo dormir — Se estremeció y luego rio de manera suave.
— ¿Y qué haces para dejar de pensar en eso?
— No sé, me convenzo de que se trata de un sueño nada más e intento pensar en algo que me relaje.
— Ja, creo que yo sé muy poco sobre eso — Dijo con ironía, y luego suspiró. Temor frunció el ceño.
— Oye, sé que es un momento difícil el que estás pasando, todos lo sentimos. La escuela es muy pesada y Riley apenas descansa — La miró, estaba cabizbaja.
— Sería mejor si yo no estuviera aquí, ¿verdad?
— ¡Para nada! — Se apresuró en responder —. Ella necesita de ti, tú puedes impulsarla para que de todo de sí, de lo contrario, creo que estaría como Ennui todo el día.
— Eso tiene sentido — Sonrió, pero luego su semblante cambió —. Lo que menos quiero es hacerle daño, tan solo, me preocupa que si no hace sus tareas a tiempo, sus calificaciones sean malas, mamá y papá se decepcionará de nosotros y ya no nos dejarán jugar hockey ni salir con nuestros amigos y... — Ansiedad se iba alterando más, con la respiración agitada y el cuerpo tembloroso, pero antes de que pudiera pasar a ser algo peor, una mano se colocó sobre la suya, estrechándola suavemente.
Temor parecía algo asustado, pero tragó saliva y habló en tono tranquilizador — T-Tranquila, no le haces daño a Riley cuando la ayudas con sus tareas, pero no debes preocuparte así por algo que no está sucediendo ahora. Solo respira — Ella se fue calmando —. Creo que ambos sabemos que el mundo es aterrador, y aún más el futuro que es tan incierto, lleno de cambios. Pero poco podemos hacer por él, deberíamos enfocarnos en lo que tenemos enfrente, ¿no lo crees?
La emoción anaranjada lo miró a los ojos, el fino violeta de sus pupilas parecía destellar como las estrellas, y su rostro parecía tornarse de un color más intenso. Sintió calor, y una extraña agitación, pero que no era desagradable en lo absoluto.
Quizá era una nueva emoción naciendo entre ambos, un vínculo que no se limitaba a la amistad.
Ella sonrió y asintió con la cabeza — Tienes razón, importa lo que está pasando ahora —. Temor compartió su sonrisa —. Eh... gracias, por haberme escuchado.
— No, gracias a ti, por darme la oportunidad de ayudarte. En verdad creo que estás haciendo un gran trabajo. Pero recuerda que también necesitas relajarte.
Ansiedad, en un movimiento rápido, lo abrazó, algo que le brindó paz al instante. Temor correspondió al gesto y esbozó una sonrisa ladina. Le alegraba poder compartir un momento de seguridad y bienestar con ella en particular. En verdad hacían un muy buen equipo juntos.
— Y... ¿Crees que ahora puedas dormir? — Preguntó él.
— Creo que sí, al menos ya sé en qué puedo pensar para relajarme — Afirmó mientras lo miraba tímidamente, a lo que el contrario se sonrojó —. B- Buenas noches, Temor.
— Buenas noches, Ansiedad — Se despidió, cargó con su oso de peluche y fue directo a su habitación. Pensar en que Ansiedad estaría más tranquila sin duda le ayudaría a relajarse y soñar.
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No estaba en mis planes escribir algo de estos dos, pero ver tanto fanart en Twitter sobre ellos me hizo unirme al hype. Admito que me gustó mucho lo que escribí, algo que no sucedía en algún tiempo. Han sido meses difíciles para mí, e intento recuperarme de un terrible evento que me dejó marcada, pero escribir cosas como estas me ayuda a desahogarme, como una especie de catarsis.
En fin, espero les guste mucho, valoro en verdad cada pequeño apoyo a mis fics. Los quiero <3 ¡Hasta la próxima!
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