Alexis estaba acostado en la cama de su hotel usando su celular. Alejandro le había dicho que se iría a comprar unas cosas para comer pero aún no volvía. En algún momento llegaría así que lo esperaba en cualquier momento.

Cuando Alejandro llegó se notó al instante. El chico entró abriendo la puerta casi pateándola y la cerró de la misma forma. Alexis casi se tiraba de la cama por el ruido, con una mano en su pecho suspiró para acomodarse y mirar a su esposo. La sorpresa que se llevó al verlo llorando se le notó en el rostro por un segundo, ya luego fue suspirar.

"¿Qué pasó?" Preguntó Alexis levantándose para mirarlo.

"No lo sé." Dijo el menor entre lágrimas mientras dejaba las bolsas en la mesa. "Estaba volviendo de comprar comida pero..pero.." Al verlo de regreso pudo ver el rostro de cansancio en su esposo. Ya era algo casi común, había notado que Alexis ya estaba exhausto de tener que lidiar con él y sus momentos de colapso emocional. Obvio que el de greñas no se lo diría, pero Alex lo sabía.

"¿Pero?" Preguntó con suavidad.

"Compré una pizza de dolar." Dijo entre sollozos.

"¿Qué tiene que ver con qué estés llorando?" A pesar de estar cansado de estos momentos no dejaba de hablarle con suavidad y dulzura.

"¡Que se me cayó una pizza!" Exclamó llorando aún más.

Alexis se le quedó mirando en silencio. Negó y parpadeó repetidamente. "A ver, a ver.." Repasó las palabras en su cabeza y las dijo de nuevo. "¿Estás llorando por una pizza?"

"¡Por que se cayó!"

"Por que se cayó una pizza.." Alejandro asintió limpiando su rostro de sus lágrimas. "Ya." Con un suspiro miró las bolsas que trajo para preguntar. "¿Y eso qué es?"

"Te traje comida." Dijo acercándose a la bolsa para sacar la comida de su esposo y dársela. "Toma.."

Alexis dejó la comida de lado y se levantó para acercársele. "Ven." Dijo para abrazarlo. Alejandro lo abrazó de regreso y se aferró tanto como pudo cerrando sus ojos, no podía dejar de sollozar y llorar. "Solo era un pedazo de pizza, mi vida, no te preocupes por eso." Le decía con dulzura acariciando su cabello.

"Yo quería pizza.." susurraba llorando e hipando.

"Cuando regresemos a casa pediremos pizza, ¿sí? Pediremos Pizza Hut, todas las cajas que quieras." Aún así, el menor no dejaba de llorar como niño pequeño.

Cada vez se volvía más sensible. Alexis no era experto en la psicología pero una de sus clases en la universidad era justamente esta rama. Él pensaba que el despertar su trauma y no buscar ayuda ni en lo más mínimo estaba haciendo que se acumulara todos sus sentimientos junto a sus emociones, por ende, estaba siendo demasiado sensible en esos días. Su forma de desahogarse y de sacar todo lo que sentía era llorando, hasta por cosas muy pequeñas se podía a llorar, como lo era lo de la pizza. Al principio era hasta gracioso para Alexis pero, una vez se dió cuenta que eran llantos cien por ciento genuinos donde lo sufría mucho dejó de reír y comenzó a consolarlo aunque fuera muy tonto.

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