"¡Ey, Alejandro!" Maurice alzó la voz tan pronto vió al pálido caminar a la salida, este se detuvo y volteó a su amigo con una sonrisa. "¿Ya te ibas? Los chicos y yo vamos a hacer un asado para ver el partido esta noche, ¿te unes?"

"Nah, tengo cosas que hacer, perdón." Se disculpó.

"Que lástima, ya será para la otra." Suspiró haciendo al de ojos claros reír. "Nos vemos mañana." Antes de voltearse su atención fue llamada por el menor, quien le tomó del hombro. 

"Gracias por el café de esta mañana. No me dió tiempo a traer de casa." Rápidamente abrió su mochila y sacó su billetera. "Déjame pagártelo."

"No, hombre, no te preocupes por eso." Sonrió negando. "Me conformo con que la próxima vez pagues la ronda de donas." Bromeó riendo. "Te dejo, pronto son las cinco y ya sabes cómo es mi mujer." Alejandro sonrió y con una mirada suave asintió viéndole marcharse.

Poco después le imitó yendo a su auto y subiéndose para conducir.

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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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