El ruido de la televisión encendida fue lo primero que escuchó Alexis al entrar a la casa luego de estar toda la mañana de un lado a otro.

"Llegué." Avisó adentrándose más a la casa quitándose su gorra y su saco. "¿Qué hacen?"

La castaña y el pelinegro de ojos claros estaban sentados en el suelo de la sala rodeados de pilas de ropa mientras veían la televisión muy concentrados. Fijándose más, pudo ver que estaban doblando ropa mientras cuidaban de Nancy, quien dormía en el sofá, claro que no le respondieron con esa sencillez.

"Jugando baloncesto." Le respondió Alejandro para dejar lo que hacia y mirarlo. "¿Qué te parece que estamos haciendo?" Escupió.

"Uy, perdón." Alexis retrocedió alzando las manos y fue a la cocina a dejarlos solos unos segundos para buscar algo de comer.

"Hay comida en el microondas para ti." Le dijo Mary al ver que iba hacia allá.

El chico al calentar la comida fue a la sala con ellos a comer en el sofá, no sin antes ser puteado por ellos.

"Quítate, vas a tumbar la ropa y a despertar q la niña." Le decía Alejandro golpeándole las piernas a su novio con un cepillo de bebé.

"Ya, ya, está bueno, pues." Gruñó para irse al comedor a regañadientes.

Vivir con ambos era como tener dos esposas, eran muy fáciles de enojar, le regañaban y siempre le reclamaban cosas de la casa. Era curioso considerando que solo tenía un novio.

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