Las cosas caían en la maleta, una tras otra hasta casi llenarla, fue entonces que Alexis entró a la habitación y le encontró con las manos en la masa.

"¿Qué—" Murmuró confundido mirando todo lo que sucedía, esto no detuvo al menor. "¿Qué estás haciendo?" Preguntó con miedo a que fuera lo que creía que fuera.

"Te dije que si no funcionaba la terapia, esto se acababa." Soltó cerrando su maleta para tomar otra.

"¿Cómo?" La respiración de Alexis se detuvo al escucharle.

"Se acabó." Repitió con sarcasmo, cómo si dijera que era obvio.

"¿Perdón?" Exclamó frunciendo el ceño fingiendo confusión. "Me insistes para casarme contigo, me insistes en tener un bebé... ¡¿Y ahora que te di todo lo que siempre pedías me abandonas como si nada?!" Genuinamente estaba dolido, entendía que Alejandro tuviera sus razones pero eso no quitaba que él tuviera las suyas.

"Bien, me divorcio y me llevo a Nancy." Dijo alzando sus brazos un poco con las manos extendidas para encogerse de hombros. "¿Feliz? Así podrás vivir tu vida libre y disfrutar de toda tu... lo que sea que estés haciendo."

"No, no, Alejandro—" el llanto quería salir y así fue. "Somos una familia, no podemos separarnos." Insistía comenzando a sollozar.

"¿Entonces?" Preguntó volteando a verle con molestia. "¿Nos quedamos aquí y nos matamos en unos meses?"

"No... Pero, Alejandro... Mi amor..."

No hubo algo que se pudiera hacer.

En un abrir y cerrar de ojos Alexis se encontraba sentado en la cama con sus mejillas empapadas. Mantuvo a Delancey en sus piernas mientras veía a Alejandro caminar por la habitación recogiendo sus cosas, nunca creyó ver esto y menos por las razones que llevaba a este acto.

Habían intentado de todo en las ultimas dos semanas, arreglar la relación por Nancy, por ellos mismos, etc... Pero nada pareció funcionar obligándolos a tomar esta decisión que, en lo personal para Alexis, no se veía muy factible.

La maleta fue cerrada y el chico de greñas soltó un suspiro al viento cuando le vió acercarse, Delancey pareció saltar a sus brazos siendo alzada por Alejandro quien beso demasiadas veces sus mejillas. La imagen le daba ternura y tristeza al mismo tiempo, posiblemente no vería algo así otra ves.

Entre ambos decidieron que Alexis era el más competente para cuidar de la bebé al no mantener adicciones como las que tenía Alejandro, fue una decisión que tomaron juntos.

"Vendré a verte seguido, chiquita." Una sonrisa triste se dibujó en los labios del pálido de ojos azules. "Prometo no dejarte sola, nunca." Le decía con amor en un tono bajo para volver a darle otro beso.

Al terminar de despedirse se la entregó a Alexis y una mirada fría fue todo lo que Alex recibió de parte del de greñas. Una vez puso ambos pies fuera la puerta de la habitación esta fue cerrada y con ello llegaron los pasos en las escaleras junto a la puerta principal, la cual fue cerrada por el mismo chico pálido.

Como si Delance supiera lo que pasaba, comenzó a llorar en los brazos de su papá, quien sintió lágrimas saladas bajar de sus ojos a sus mejillas, aún así, las limpió rápido tratando de consolar a su pequeña.

Todo iba a ser muy diferente de a partir de ahora en adelante como papá soltero.

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Si hay faltas de ortografía o un error, por favor déjenme saber.
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