Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

124|Malditos Cólicos


El llanto constante de Delancey se escuchaba por toda la casa. Alexis se tapaba la cabeza con una almohada tratando de no escuchar nada, pero lo dejó de hacer cuando recordó que el llanto era de su propia hija.

"Vuelve a dormir... Yo lo tengo." Le dijo Alex con una voz baja y cansada. Estaba sentado en el borde de la cama y en sus brazos cargaba a su hija. Se notaba exhausto.

"Lleva llorando toda la noche, cariño. Déjame cargarla yo, podrás dormir un poco." Insistía sentándose para mirarlo.

"Estoy bien, en serio."

"Alejandro, trabajas mucho y en construcciones. Mereces descansar." Le pedía mientras le frotaba la espalda. "Por favor."

"Siempre te quedas cuidándola tú solo." Le dijo mirándole. "Debo cuidarla yo también."

"Pero, cariño..." Alejandro negó e iba a hablar, pero el llanto de Delancey les interrumpió.

[...]

Toda la noche y madrugada trataron de dormirla. La cambiaron, la bañaron, la alimentaron, pero no importa que hicieran, no dejaba de llorar.

"Tu hija y sus putos cólicos me van a matar." Le dijo Alejandro a su esposo.

Aunque quisieran, ninguno de los dos podía dormir. Era culpa del llanto de la pequeña.

"Tú fuiste quien se la jaló en una habitación de hospital. Es más hija tuya que mía." Respondió Alexis acostado con cien kilos de almohadas encima de su cabeza.

"Tú recibes por detrás, por estereotipos eres su mamá." Bostezaba el menor. "Y eres quien pasa más tiempo con ella. Es más tuya que mía."

Alejandro gruñó fastidiado sin dejar de mecerla contra su pecho desnudo. Ninguno de los dos hablaban en serio. Era la irritación por la falta de sueño. Ambos amaban a Delancey como si fueran ellos mismos quienes pasaron meses cargándola en sus inexistentes vientres.

"¿Sabes a qué me recuerda el nombre Delancey?" Murmuró Alexis de la nada acomodándose mejor para verle.

"¿A qué?" Alex no tenía interés, pero no había nada mejor para hacer.

"A Dulcinea del Toboso." La cara de Alejandro era como la de un niño confundido. "¿Aldonza Lorenzo?" Preguntó mirándole. "Alejandro, ¿no recuerdas Don Quijote? La profe Carmelita lo dió y también dió un examen de la historia."

"Eh.."

"¿Qué chingados hacías en la escuela que eres tan malo, cabrón?" Preguntó algo agresivo.

"Escaparme para comprar tortas y tratar de conquistarte regalándote esas tortas." Se defendió de una forma igualmente agresiva mirándolo mal. "De saber que eras tan culero ni te miraba, pendejo." Dijo indignado.

"Pero ya no hay nada que puedas hacer." Le dijo de regreso con ese tono molesto. "Legal y moralmente." Primero, le mostró su anillo y luego señaló a la pequeña en sus brazos. "Estás encerrado conmigo por el siguiente siglo y los que sean necesarios." Amenazó mostrando su dedo de en medio de forma insultante.

Parecía que estaban discutiendo, pero no era el caso. Recordatorio de que a pesar de ser esposos, también son mejores amigos.

"Sígueme hablando así y no te soltaré por dos milenios más." Le respondió Alejandro esbozando una sonrisa coqueta, misma que provocó la suave risa de su esposo.

Tan pronto Nancy dejó de llorar ambos chicos quedaron profundamente dormidos con la pequeña bebé en medio de ellos. Estabas exhaustos y sin energía.

.
.
.
Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
.
.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro