Meses pasaron y Alejandro no dejaba de levantarse temprano para irse a trabajar a la casa. Realmente estaba decidido en hacer el sueño de su esposo realidad. No dejaba de poner todo su esfuerzo y ánimos en cada día de trabajo. Hasta que finalmente, la casa estaba lista.

Alexis y él no tardaron en hacer todos los cambios para mudarse. Les emocionaba tanto y tanto que para la primera semana ya tenían todo listo. Hasta compraron nuevas cosas para la casa y demás. Alejandro había ido frecuentemente a sus terapias y se veía que estaba mejorando enormemente. Todo iba perfecto. El tema que tenían ahora y que los estaba haciendo discutir era la habitación de el bebé.

"No podemos ponerlo todo rosa si ni siquiera sabemos si será niña o niño." Decía el mayor.

"Será niña, yo lo manifesté." Contraatacaba el menor mientras terminaba de acomodar la cuna.

"No funciona así, Alejandro." Suspiró Alexis para negar.

"Ay, ¿vas a quejarte porque un niño tenga una habitación rosa?" Preguntó Alex colocando sus manos en sus propias caderas. "Eres el gay más homofóbico que conozco." Y volvió a seguir acomodando todo, principalmente, lo más pesado.

Alexis calló. Tenía un buen punto.

"Ya." Dijo el de ojos azules. "Que lindo se ve todo." Sonreía genuinamente emocionado y hasta feliz.

"Sí, se ve bonito." Apoyaba el de greñas para sentarse en el sofá de la habitación. Desde donde estaba pudo ver como Alejandro sacaba una libreta pequeña de su bolsillo trasero y la abría para tachar algo. "¿Esa es la libreta que te di en Las Vegas?" Preguntó frunciendo el ceño.

"¿Ah?" Alex lo miró y asintió. "Sí. Estoy tachando la idea de la casa."

"¿Neta aún la usas?"

"Sí. Aún apunto cosas." Dijo y le mostró las páginas que tenía con una sonrisa bastante orgulloso de si mismo.

Alexis no dijo del tema. Era algo que no entendía. Le había dado esa libreta como una forma de entretenerlo, no esperaba que lo siguiera haciendo meses después. En fin, lo que sea con que estuviera feliz.

Continuaron arreglando y acomodando cosas en la habitación. En unos días irían a hacer todo ese proceso para ser padres junto a la ayuda de la castaña. Estaban muy emocionados. No podían esperar para ser papás.

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