Alexis estaba en aquello del video de Jimmy, es decir, Mr Beast. Mientras, Alejandro estuvo editando en su casa y terminó viendo todos los videos de cómo gente del medio hablaban de su esposo luego de conocerlo allí. Ninguno hablaba mal de él, todos tenían cosas muy lindas y buenas qué decir de Quackity.

"Es muy linda persona."

"Siempre se ofrece a ayudar."

"No lastimaría ni a una mosca."

"Realmente es un rayo de sol."

Era lo que decían y tenían razón, Alexis era muy lindo en persona si lo conocías más allá de ser "Quackity".

Pero Alejandro no dejaba de sonreír divertido ante todos esos clips. Le encantaba ver que nadie lo odiaba ni nada parecido. Todos decían lo mismo y que no lo imaginaban con maldad, que era una dulzura de persona.

Alejandro reía y sonreía por esto. Pensaba que era gracioso. Ese mismo chico dulce que siempre iluminaba a todos era el mismo chico que le rogaba por más en la cama. Era el mismo chico que gemía como gata en celo mientras sus lindos ojitos café se ponían en blanco. Era el mismo dulce chico que le encantaba sentir como su esposo le agarraba y le asfixiaba con su gran miembro cuando le hacía trabajitos. El mismo que le hablaba de la forma más caliente del mundo mientras le ponía su gran y redondo trasero en el rostro para no dejarlo respirar. Por eso le parecía gracioso.

No podía mentir, hasta se estaba comenzando a prender. Sus mejillas estaban coloreadas en un rosa fuerte por recordar lo sexy que era su esposo. Claro, todos veían a Alexis como un chico lindo e inocente. Pero Alejandro lo veía como si fuera el chico más caliente y sensual del mundo. Ver su húmedo cuerpo delicado sin un solo vello cuando salía de ducharse era todo y suficiente para que quisiera empotrarlo contra una pared. Ese cabello largo del que tiraba cuando se lo pedía tan desesperado, la forma en la que sus glúteos se abultaban cuando se ponía con su cuerpo al aire y su hermosa carita contra la cama, su panza que resaltaba levemente cuando se sentaba, sus pequeños pies que se estremecían con facilidad, sus labios que se hinchaban por morderlos y besarlos... Todo era tan sexy para los ojos de Alejandro que pensarlo era suficiente para tener una erección. Era un verdadero fanático de su esposo, Alexis.

Terminó usando su laptop para poner uno de esos videos grabados con su esposo y comenzó a tocarse sin esperar. Hasta usó de los vibradores que había comprado para sobre estimular su glande.

El cogidón que le iban a dar a Alexis cuando llegara a la casa no iba a ser normal.

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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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