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🌠;;𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 26

Tem. 2; Cap. 2

El sol comenzaba a brillar un poco más intenso, pues se acercaba la hora del almuerzo, y nuestros protagonistas habrían notado eso para que el castaño sugiriera ir al restaurante de sus padres para comer algo. Todos aceptaron encantados.

Caminaban juntos mientras charlaban, pero de pronto una brisa fuerte pasó a su costado. Al ver mejor el panorama, era una joven de piel morena, ojos marrones y cabello azabache el cual sujetaba en una coleta baja. Su vestimenta era de la realeza, blusa de manga larga que dejaba sus hombros descubiertos y un pantalón hecho de la más fina tela. Su conjunto era de color violeta oscuro, y llevaba unas zapatillas doradas.

─ ¡ Hola a todos ! Perdón por la demora, vengo de una importante reunión real. ─ Explicaba ella mientras bajaba de la alfombra en la que llegó, acomodando su cabello al estar un poco despeinado.

─ ¡ Crystal ! Qué gusto verte. ─ La saludó el moreno de sombrero de copa mientras se acercaba a ella, quién le sonrió con alegría.

Los demás se acercaron a ella y se unieron todos en un abrazo grupal.

─ Íbamos al restaurante de Darien a almorzar. ¿ Vienes ? ─ Le preguntó la felina a la mayor.

─ Por supuesto, cariño. Me gustaría comer comida local alguna vez. ─ Bromeaba ella. Pues su vida al estar llena de lujos, un cambio a algo más simple no le venía mal.

─ ¡ Al fin se cumplió mi sueño de que Darien me brindara comida ! ─ Gritó burlón Facilier, despeinando el cabello de Hopper.

─ Si, si, si... ─ Murmuraba fastidiado un Darien ahora despeinado. ─ Pero esto no se volverá costumbre. Es sólo por hoy.

─ Cómo digas, renacuajo ~ ─ Lo molestaba Leonard recibiendo varias quejas del menor. Los demás no pudieron contra la escena y se empezaron a reír.

Todos empezaron a caminar nuevamente. Leonard cómo siempre, molestaba a Darien y este último trataba de no hacer el ridículo con la felina.

Crystal notaría eso y le sacaría una dulce sonrisa, hasta escuchar las voces de Hades y Octopes llamarla.

─ ¿ Qué sucede ? ─ Les pregunto a ambos, quienes se miraron entre si y volvieron a ver a la chica.

─ Pues... nos preguntábamos si sabías algo de Wilson. ─ Decía con algo de pesar la chica del Inframundo. Pues claro, ellos dos eran enemigos hasta la muerte, pero muy dentro suyo, extrañaba a ese idiota.

─ Ali al escuchar eso su rostro no pudo contener las ganas de pintarse en un bello color rojizo al pensar en su amado. ─ Am... B - Bueno, él y yo eh... Espera, ¿ Por qué me lo preguntas a mi ?

─ Es algo obvio. Ustedes dos siempre se veian que tenían algo que no nos sorprendería que terminaran juntos. ─ Habló está vez Duncan con obviedad en su voz.

─ Eh... ─ Trató de responder a la interrogante que le había puesto Zira. ─ Es verdad, sí, estamos juntos. ─ Confesó rendida ante el comentario de Duncan.

─ ¡ Lo sabía ! ─ Exclamó Zira con una sonrisa triunfante.

─ Tal vez ustedes si lo sabían, pero no mis padres. Les juro que mi papá casi le daba un ataque al descubrir que salía con el hijo de la bruja más poderosa de Disney.

─ Si se trata de Wilson, no es sorpresa alguna. ─ Comentó sin expresión el de cabello morado.

─ En fin, llevamos ya tres años juntos, pero en estas semanas lo he notado algo... ¿ Distante ? No lo sé, pero lo veía algo distraído y algo serio conmigo. ─ Les contaba a sus amigos, quienes escuchaban con toda su atención. ─ No sé que le sucede, y quisiera que me lo contara.

Cristal al decir esa oración sus ojos pardos se detuvieron en los dos jóvenes que la acompañaba, la semidiosa y el chico del mar. Ellos dos tenían una expresión curiosa, pues tenían una sonrisa apenas visible y las mejillas ligeramente infladas; como si aguantaran las ganas de reír a carcajadas.

─ Eh... ¿ Qué les pasa ? ─ La chica de cabello azul y el chico de collar de caracol mantenían esa expresión, y fue cuando Crystal sintió unos brazos que la tomaban de la cintura y la levantaban del suelo, sacándole un chillido de sorpresa. ─ ¡¿ Pero qué ?!

─ Je, también me alegro de verte, Crys ~ ─ Le hablaba su novio en su oído con una voz burlona. Pues le había gustado haberla asustado. Y si, Wilson estaba detrás de ella desde hace diez minutos, por eso Duncan y Zira estaban con las ganas de reírse.

Crystal se terminó calmando y sintió que la dejaban en el suelo, volteado su cuerpo para ver mejor al chico que tenía en frente. Un jóven de 21 años que conservaba su cabello marrón con mechas negras totalmente despeinado, usaba un suéter con capucha de color salmón, usando su chaqueta de cuero encima de este, pantalones negros era lo que vestía y usaba unos zapatos deportivos de color amarillo.

Algo que no cambiaba era esa cicatriz en su ojo derecho.

─ Hey, idiota, ¿ Qué tal ? ─ Ese comentario lo había dicho Zira en forma de saludar a Wilson.

─ Me da gusto verte, Fueguitos. ─ La saludaría de la misma forma.

─ Ay, estos dos nunca van a cambiar... ─ Le susurró Duncan a la nueva sultana de Arabia, quien no tardó en reírse levemente.

─ ¡ Hey, Octopes ! ─ Lo llamaba Wilson, rodeando al cuello del menor con su brazo y empezar a despeinar su cabello. ─ ¿ Acaso no me extrañaste ?

─ ¡ Lo haría si dejaras de despeinar mi cabello ! ─ Maléfica separó al joven escritor de su " cálido abrazo " y empezó a reír a carcajadas, molestando más al menor que ahora arreglaba su peinado. ─ No le veo la gracia.

─ Ay, vamos. ¡ Admite que te hice falta ! ─ Bromeaba el de verdes ojos hacia el chico pulpo, de quien recibió un bufido.

Wilson al ver esa reacción no pudo evitar rodar los ojos con una sonrisa, volviendo a ver a la chica de cabello azabache. Su expresión alegre se volvió más serena y relajada, pero algo nerviosa. Terminó desviando su verdosa mirada de la contraria y decidió en acercarse al jóven de vestimenta ochentera, la felina de vestido amarillo y al castaño de gorra color crema.

Crystal al notar eso había suspirado entristecida, cruzando los brazos mientras seguía caminando con el escritor del grupo y la jóven de cabello azul.

─ ¿ Ven a qué me refiero ? ─ Les dijo ese comentario a los dos jóvenes con los que estaba, notando que ellos asentían comprendiendo.

•──◤✧◥──•

Todo el grupo de amigos habían llegado al restaurante en el que trabaja Darien con sus padres. El castaño había sacado la llave de su bolsillo y se dedicó a abrir el local nuevamente, abriendo la puerta principal invitando a los demás a pasar.

Una chica de cabello oscuro iba a cruzar la puerta pero un agarre en su mano la hizo detenerse. Ella al darse cuenta era su novio de ojos verdes y característica cicatriz en su rostro.

─ Antes de entra hay... algo que quiero decirte. ─ Le hablaba Wilson algo dudoso a su chica, viendo que ella alzaba una ceja.

─ Am, claro. ¿ Qué sucede ? ─ Cuestionaba Ali con curiosidad, preguntándose que iba a decirle el mayor.

─ Pues eh... ¿ Podemos ir a un lugar privado ? ─ Ese comentario la sorprendió mucho a la sultana, pero de todas formas asintió a su petición.

El contrario había notado que ya los demás habían entrado al restaurante, siendo ellos los únicos que estaban parados cerca de la puerta.

Wilson había aspirado todo el aire que pudo, soltando de esa manera un fuerte y pesado suspiro para tratar de calmar la ansiedad que quería colarse en su sistema. Había tomado a la chica por la cintura y se teletransportaron a otra ubicación, un puente en el centro de Louisiana, dónde debajo de ellos se veían las aguas cristalinas de un río.

Él la había soltado con amabilidad, apoyando sus brazos en el muro de ese puente mientras su verdosa mirada estaba puesta en el río en el que se veían los peces nadando. Crystal por otro lado, se había colocado a su lado, colocando sus manos en ese muro.

─ Wilson. ─ El chico al oír su nombre volteó a verla. ─ ¿ Qué quieres contarme ?

─ Oh, pues... Am... ─ Su mirada se desviaba y se mordía los labios al no encontrar las palabras. Claro, el tema que quería sacar era muy delicado y complejo. ─ Crys, antes que nada, perdón por ser tan distante contigo estas semanas.

─ Está bien, no importa. Pero quiero saber por qué estabas así.  ─ Demandaba firme la chica a su novio, quien la miraba de reojo.

─ Un suspiró salió de los labios de Maléfica, para volver a ver el río. ─ Es que... he estado pensando en algo últimamente, y quería hablarlo contigo pero no encontraba cómo. Por eso he estado tan distanciado de ti.

Crystal escuchaba con total atención al chico dragón, teniendo una expresión de confusión y algo de lástima. No le gustaba ver a su dragón estresado por algo.

─ Y es que, bueno... ─ Había aclarado su garganta para decir lo que su corazón ha estado callando a la jóven que tenía a su lado. ─ He estado pensando que quizás tú y yo eh...

─ Creo que puedo saber que es lo que quieres decirme. ─ Habló por fin la morena de ojos marrones, captando la atención del chico.

─ ¿ En serio ? ─ Expresó con una leve sonrisa.

─ Ella había suspirado con tristeza, cruzando los brazos mientras desviaba su mirada de él. ─ ¿ Quieres que terminemos ?

En ese momento, los aires de alegría que se había posado en los ojos de Wilson se había esfumado y su expresión fue de confusión al escucharla.

─ ¿ Qué ? ¿ Terminar ? ─ Hablaba con confusión. No entendía por qué ella pensaba eso. ─ ¿ De dónde sacaste esa idea tan loca ?

─ ¡¿ No es obvio ?! ─  Exclamó con gran tristeza, haciendo callar al contrario. ─ Estoy segura que porque ahora que soy sultana y ya no tengo tanto tiempo libre te aburres de mi. No quieres estar estancado con alguien como yo. ¡ Por eso !

Decía ella dejando que pequeñas lágrimas cayeran de sus ojos, dando media vuelta y terminar sollozando por lo que sucedía. Pero sus lamentos habían cesado un breve momento al sentir que él la abrazaba fuertemente por detrás, rodeando sus brazos en su cintura y apoyando su cabeza en la de ella.

─ ¿ W - Wilson ?...

─ Ay, ¿ Qué voy a hacer contigo ? ─ Musitó dulcemente, soltando una ligera risa.

─ ¿ Q - Qué te causa r - risa ? ─ Trataba de hacerse la fuerte, pero sus lágrimas le impedían la tarea.

─ El hecho de que estás verdaderamente equivocada. ─ Le respondió a su pregunta antes dada, aún estando abrazado a ella y cerrando sus ojos al percibir ese dulce aroma que ella desprendía.

─ Entonces... ¿ No quieres terminar conmigo ? ─ Hablaba ella ruborizada y con ligeras lágrimas en sus ojos.

─ Claro que no. Jamás lo haría. ─ Comunicó mientras sonreía y le daba la vuelta a su chica, posando sus manos en su rostro y limpiar esos rastros de lágrimas. ─ Vamos, linda, muéstrame esa hermosa sonrisa que adoro ver.

Ella desvió su mirada avergonzada por lo que había pensado, pero de pronto sintió una respiración en su cuello resultando ser el mayor. Su aliento chocaba contra su piel y eso la haría estremecerse ante el contrario, quién no evitaba sonreír por eso.

Lo siguiente que se supo fue que la sultana empezó a reír, puesto que Wilson le daba ligeros besos a manera de hacerle cosquillas.

─ ¡ W - Wilson, basta ! ─ Vociferó entre risas, tratando de alejarlo de ella. ─ ¡ D - Detente o te g - golpearé ! ─ Amenazaba Crystal aún con sus carcajadas presentes.

─ Está bien, pero no hay que ser tan mala. ─ Bromeó Wilson causando que la chica se riera ligeramente, para dejar ver una bella sonrisa en su rostro. Esa sonrisa de ella lo había hecho sonreír a él. ─ ¿ Nadie te dijo que te ves hermosa cuando sonríes ?

Habló embobado al ver semejante belleza frente a él. Adoraba verla sonreír y claramente le encantaba hacerla reír. Su risa era algo... mágico para él.

Ella no pudo evitar sonrojarse por su comentario conservando esa linda sonrisa en su rostro.

─ Nadie más que tú, mi dragón. ─ Lo abrazó tiernamente rodeando sus brazos en su cuello, sintiendo que Maléfica rodeaba su cintura a modo de abrazarla. ─ Te amo, Wilson.

─ Yo más, Crys. Yo más. ─ Le contestaba en su oído, hasta recordar lo que quería decirle antes. ─ Es por eso...

─ ¿ Por eso qué ? ─ Preguntaba ella separándose levemente de él aún con sus brazos alrededor de su cuello.

─ ¿ Cómo reaccionarias si te dijera que... quiero tener un hijo ? ─ Reveló con nerviosismo y una torpe sonrisa.

Crystal era ahora un tomate maduro. Jamás pensó en eso, y hay que recordar que son muy jóvenes aún, pero la idea de considerar tener un bebé no era del todo mala.

Wilson en ese instante supuso que hecho a perder el momento, por lo que dejó de abrazar a la chica y una de sus manos la llevo a su nuca algo apenado y sonrojado. No pensó que en este momento se sintiera tan torpe.

─ E - Es que... Lo he pensado mucho, p - pero creo que aún es muy pronto. N - No quiero que lo malinterpretes, te amo y eso, y pensé que podíamos-... ─ Su voz la había callado la chica con un tierno y dulce beso que Wilson no había esperado. Su rostro no tardó en tornarse más rojo de lo que ya estaba.

─ Ella se había separado de su dragón ahora sonrojado. Se veía tan lindo ante su vista, y colocó sus manos en los hombros del mayor. ─ ¿ En serio quieres formar una familia... conmigo ?

─ B - Bueno... ─ Había tomado aire para calmarse después de ese beso, teniendo un rostro más sereno. ─ Sí... Si quiero. Crys, te amo más que a nadie en este mundo, y significas todo para mí. Quiero formar una familia con la chica que amo.

Ante sus lindas palabras ella no pudo evitar volver a besarlo, rodeando su cuello con sus brazos nuevamente. El joven hechicero está vez logró seguirle el ritmo a ese beso, rodeando su cintura con sus brazos.

Compartían ese amor mutuo por el otro, entregándole al contrario un pedazo de su corazón. Era un momento muy tierno para ambos y querían que no acabase nunca.

Claramente tuvieron que separarse de ese beso, juntando sus frentes con una sonrisa en sus rostros.

─ Me encanta la idea. ─ Contestó Ali sobre el asunto de tener un hijo, y Wilson la volvió a ver con una expresión de alegría. ─ Pero claro, debemos esperar un poco más para eso.

─ ¡ Maldición, me haces muy feliz ! ─ Le expresó con entusiasmo, abrazándola y dando vueltas con ella. Ambos reían por esa acción hecha por Wilson, estando abrazados y disfrutando el momento.

A él no le importaba esperar, lo que le alegraba era el hecho de que la chica que tanto amaba aceptaba su idea. Lo hacía el chico mágico más feliz de la tierra.

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