Mike no creyó que Lucy podría ser más bonita... hasta que la vio sonreír por primera vez.

Ninguna de sus ensoñaciones podía compararse a la realidad. La rubia estaba sonriéndole, hablaba con él, caminaba a su lado, era casi como una bella fantasía, aunque él seguía en sus cinco sentidos.

Sí, de cuando en cuando se perdía en los escenarios ficticios y melosos que le proponía su inconsciente, pero poco a poco fue dejándolos atrás para concentrarse en la jovencita que tenía enfrente. La misma que ahora sabía el secreto de sus cómics y que había prometido ser confidente de su pequeño secreto.

La mente de Mike dudaba si tomar todo aquello como algo verídico por ser demasiado bueno, con Lucy llamándolo "héroe" y permitiéndole escoltarla en su camino a casa. Parecían haber olvidado el proyecto escolar, porque con cada segundo que pasaba no podían pensar en nada más que en las palabras del otro. Él contaba chistes y le explicaba sobre el funcionamiento de los cómics, mientras ella escuchaba y hacía preguntas. 

En cuanto llegaron al portón de la casa de la rubia, un gesto de tristeza se reflejó en ambos rostros.

— Y bueno, aquí es donde vivo — Dijo Lucy, señalando vagamente su vivienda.

— Eres muy bonita... — Balbuceó Mike —. Qu-quiero decir, ¡la casa! Es una casa muy bonita — Se corrigió rápidamente. Lucy rio por lo bajo.

— Gracias, supongo. — Se quedó un segundo en silencio, pensando en lo que iba a decir —. Por cierto, me la pasé muy bien el día de hoy, fue divertido estar contigo.

— ¡¿En serio?! — Exclamó eufórico, luego carraspeó y continuó en tono normal —. Pues en ese caso deberíamos salir más seguido ¿no crees?

"Tonto" pensó, "eso sonó muy altanero. Es obvio que no va a..."

— Me parece una buena idea — Pronunció ella, interrumpiendo los funestos pensamientos de Mike. Él se sobresaltó, con los ojos brillando de emoción —. Podríamos reunirnos la próxima semana para acabar el proyecto y, no sé, visitar una de esas tiendas de cómics.

"A Lucy le gustaron los cómics, eso es una buena señal". El chico asintió con la cabeza, confirmando la salida.

— Entonces te veré después — En un torpe gesto le extendió la mano para despedirse. Ella lo miró con curiosidad y no tardó en darle la suya, aunque eso no fue todo.

Avanzó hacia él con un par de pasos y, sin que Mike lo previniera, le dio un corto pero cariñoso abrazo que fue correspondido por el castaño.

— Sí, nos vemos, Mike.

La de ojos azules fue en dirección a la puerta, la abrió y, antes de cerrarla, le dirigió al chico una última sonrisa, junto con una mirada tan tierna que se le derritió el corazón.

No era su imaginación ¡ella le sonrió por tercera vez! Mike se alejó en dirección a su hogar, anhelando el próximo encuentro y que éste estuviera lleno de más dulces sonrisas de parte de ella.

Porque si Lucy sonreía, entonces él también lo haría.

____________________

Sí, me inspiré injustificadamente en "Ophelia" de The Lumineers, ¿y qué?

En fin, espero les haya gustado. No hay muchos fans de la serie, lo cual es una lástima porque es bastante buena (en serio, ni parece de cartoon network). Ojalá tenga más apoyo, es una joyita. También le agradezco a mi queridísima Tat, quién me recomendó la serie, tqm mucho <3

Me despido, los quiero <3 

¡Hasta la próxima!