Leeknow llamó a Jisung para ver cómo estaba, y le tomó algunas llamadas antes de que contestara.

―Hola, Leeknow.

―Jisung. ―él sonrió― Lo siento, no pude llamar ayer, los niños a los que entreno estaban jugando y estaba bastante ocupado. ―Jisung estaba confundido hasta que recordó que Leeknow era entrenador de béisbol.

―¿Cómo fue eso? ¿Ganaste?

Leeknow soltó una carcajada:― Honestamente, fue una pérdida muy mala. ―admitió:― Son bastante jóvenes y no se lo tomaron bien. Uno de ellos le tiró un refresco a un jugador del otro equipo y causó algunos problemas entre los padres y yo.

Jisung se imaginó a Leeknow tratando de explicarse a sus padres y, sintiéndose culpable, le divirtió:― ¿Cómo te fue?

Leeknow se quejo.― Amenazaron con despedirme. Me acusaron de ser yo quien le dijera al niño que tirara el refresco. Me estaba enojando cuando uno de los jugadores se me acercó y me dijo que el niño había sido provocado para tirar el refresco porque el equipo rival lo llamó patito y le tiró cacahuetes.

Jisung se rió, abrió el microondas y arrojó una bolsa de palomitas de maíz instantáneas adentro.― ¿Qué le hicieron al equipo rival?

Leeknow suspiró.― Nada. No se metieron en ningún problema, pero uno de mis niños fueron suspendidos de los juegos.

―Eso es bastante injusto. ―Jisung frunció el ceño, apoyándose en la encimera de la cocina y jugando con sus uñas.

Leeknow se quedó en silencio por un rato.― Sí, pero voy a trabajar con él en privado de todos modos para que practique y no sea lanzado al siguiente juego cuando regrese.

Jisung sonrió, parecía realmente preocuparse por los niños del equipo, lo que le recordó su encuentro con Seungmin y su familia el día anterior.― Eso es dulce de tu parte, Leeknow. De hecho, también tuve un encuentro divertido con los niños.

―¿Ah, de verdad? ―Leeknow sonaba intrigado― ¿Qué pasó?

El microondas emitió un pitido y Jisung se puso el teléfono entre la mejilla y el hombro mientras lo abría e hizo ademán de agarrar la bolsa de palomitas de maíz que había dentro. Se quemó los dedos y decidió que era más fácil agarrarlo pellizcando las esquinas de la bolsa.― Un hombre llamado Seungmin vino a ayudarme, luego conocí a su familia.

―Seungmin. ―Leeknow pensó:― Es un nombre muy bonito.

Jisung se rió entre dientes al recordarlo:― Su hijo era muy gracioso. Estaba peleando con su amigo por un disco de videojuego, así que la esposa de Seungmin llamó a su tío para asustarlo y pedirle disculpas.

―Qué forma tan interesante de ser padre, ―sonrió Leeknow― ¿Funcionó?

―El niño sollozó y prácticamente suplicó perdón. ―Jisung se rió antes de comerse unas palomitas de maíz y colapsar en el sofá.

―Masticas bastante fuerte. ―Leeknow le dijo a Jisung, y Jisung se detuvo de inmediato, divirtiendo a Leeknow aún más.

Jisung tragó saliva― Lo siento, olvidé lo fuerte que sonaría por teléfono.

Leeknow negó con la cabeza.― No, es adorable. ―dijo, algo impulsivamente, pero sinceramente. No obstante Jisung se sorprendió por eso.

―Me imagino que será un poco molesto, pero gracias de todos modos. ―fue todo lo que pudo decir.

―Nunca te pregunté sobre esto, Jisung, ―comenzó Leeknow― Pero obviamente eres coreano. ¿Cómo es qué terminaste en Florida?

El primer pensamiento de Jisung fue el icónico― Si eres de África, ¿por qué eres blanco? ―línea de Mean Girls, pero sabía que Leeknow no captaria la referencia, así que se la guardó para sí mismo.― Obtuve una beca de una escuela aquí ―explicó Jisung―, la tomé, luego me dejé llevar por lo mucho que me gustaba aquí. Mi mamá y mi hermana no querían que me fuera, pero lo hice de todos modos. Terminé la escuela y no volví a casa. Me quedé con mi amigo de la escuela ChangBin, pero terminó mudándose a México. Por suerte, para entonces tenía un trabajo y podía pagar esta casa, y ahora-

―¿Visitas tu casa a menudo? ―Leeknow preguntó, su voz llena de genuino interés.

Jisung suspiró.― No. ―él respondió:― Envían tarjetas por vacaciones y cumpleaños, pero la última vez que las vi fue cuando tuve la discusión sobre vivir aquí. De todos modos, nunca hicieron el esfuerzo de invitarme a casa, así que nunca lo intenté.

―Deberías intentarlo. ―Leeknow instó:― Querían que te quedaras en casa en primer lugar, así que ¿por qué no querrían que estuvieras allí? Al menos para visitarlos o ver cómo están.

Jisung nunca había pensado en volver a casa hasta que Leeknow le sugirió que lo hiciera. Extrañaba a su familia y creció en un ambiente amoroso. Fue él quien se aisló con sus propias preocupaciones por su futuro y el arduo trabajo que le costó una infancia llena de amigos y conexiones. Fue fácil para él quedar atrapado en el trabajo. Todo lo que hizo antes de conocer a Leeknow fue trabajar. Ordenar comida para llevar, luego se quedaría en su casa quemando sus córneas con su enorme tiempo de pantalla simplemente haciendo su trabajo.
Conocer a Leeknow lo había sacado de su rutina mundana de no vivir, sino simplemente sobrevivir. Tenía una razón para dejar su computadora y, por primera vez en mucho tiempo, tenía a alguien con quien hablar. Había salido y se había dado cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que había hecho algo físicamente agotador cuando desenterró la cápsula del tiempo. Había conducido hasta la floristería y había conocido a alguien nuevo. Había salido y había pasado tiempo tratando de plantar flores que no sabía cómo plantar, lo que resultó en un nuevo amigo.

Leeknow fue el primer dominó en él viviendo de la forma en que debería haber estado viviendo toda su vida, y todo lo que era era una voz en el teléfono.

―¿Jisung? Lo siento si me parece que te estoy obligando a volver a casa, no sé nada de tu situación. ―Leeknow dijo después de un rato, y Jisung se sintió mal por dejarlo en silencio mientras estaba ocupado con sus pensamientos.

Jisung negó con la cabeza profusamente.― No, no. ―aseguró:― Solo estaba pensando.

―¿Acerca de mí? ―Leeknow bromeó. Jisung sonrió.

Su sonrisa había llegado a sus ojos, que desde que conoció a Leeknow ha comenzado a suceder con más frecuencia.― Oh, sí. Por supuesto, porque no puedo dejar de pensar en ti. ―respondió sarcásticamente poniendo los ojos en blanco.

―La honestidad es la mejor política. ―Leeknow dijo con total naturalidad.

―Ese eres tú. ―Jisung ni siquiera pudo encontrar las palabras, pero dijo las primeras que le vinieron a la mente.

―Es mi trabajo. ―Leeknow respondió con murmullos atrevidos, que a Jisung le parecieron tan irritantes en el buen sentido.― Jisung, ¿cómo te ves? ―Leeknow preguntó. Jisung sabía cómo era Leeknow, pero se dio cuenta de que no había forma de mostrarle a Leeknow su apariencia.

―Puedo describirme a mí mismo, si quieres.

―Sí ―coincidió Leeknow―, ¡Oh! ¿Qué te parece esto? Tú te describes a ti mismo y yo te dibujo en la pared. Miras el dibujo y me dices lo talentoso que soy.

―Me encanta cómo normalizamos arruinar las paredes.

―Oh, cállate. ―Leeknow respondió:― ¿Entonces? ¿Trato?

―Está bien, Leeknow. ―Jisung cedió― Creo que puedo limpiar las paredes más tarde.

Leeknow celebró:― Solo una advertencia, soy un artista increíble.

Jisung se quejo antes de hablar.― Bueno, tengo una cara bastante larga, pero supongo que se nivela. Quiero decir, creo que mi mandíbula le hace justicia. ―Jisung miró y esperó.

Y luego el contorno de un rostro comenzó a aparecer en su pared. Un poco agrietado y gastado con el tiempo, pero aún distinguible.

―Tengo el pelo oscuro. Es lacio y corto en este momento, y una especie de flequillo, pero no demasiado largo. ―miró su reflejo en su teléfono celular bloqueado, haciendo todo lo posible por describirse a sí mismo con precisión. Observó el dibujo― Oh, un poco más que eso. ―él instruyó, y de hecho el boceto del cabello se hizo un poco más largo. Jisung esperaba que Leeknow hiciera un dibujo de broma apresurado, pero sorprendentemente se esforzó al máximo.

―Háblame de tus ojos. ―Leeknow dijo.

―¿Mis ojos? ―Jisung pensó por un momento:― Tienen bastante forma de almendra, y mis pupilas son bastante grandes, por lo que se ven tontas cuando miro hacia un lado. Oh, y creo que son marrones.

Leeknow comenzó un boceto de los ojos, y se veían un poco más grandes que los suyos, pero aparte de eso, todavía se veía bien.

―Mis cejas. No diría que son gruesas, pero tampoco son extremadamente delgadas, están un poco más bajas y más cerca de mis ojos. ―Jisung continuó, y también lo hizo el dibujo.― No tengo idea de cómo describir mi nariz, así que supongo que solo diré mediana.

―¿Mediana? ―Leeknow se rió entre dientes.

―Sí. ―Jisung confirmó. La nariz podría haber usado algo de trabajo, pero no hizo que el dibujo se viera mal.

―Y tus labios, Jisung. ―Leknow preguntó, casi en voz baja:― Describe tus labios, son lo último.

Jisung lo pensó un rato:― Están lo suficientemente llenos como para que no desaparezcan cuando sonrío.

Era la única forma en que podía explicarlo. El dibujo estaba completo.

―Entonces, ¿cómo está?

Jisung estaba un poco sorprendido para ser honesto.― ¡Es genial! Si me pusieras en línea con la gente y le mostraras este dibujo a un extraño y les pidieras que eligieran a cuál de nosotros era el dibujo, me elegirían a mí.

Leeknow sonrío orgulloso de sí mismo después de eso.― Wow. Soy un gran artista. Solo estaba bromeando sobre eso.

―No es del todo exacto, pero eso es cosa mía por no explicar lo suficientemente bien. ―Jisung criticó.

―Tal vez el dibujo no sea tan bueno, pero te imaginé en mi imaginación, espero que sea más preciso ya que traté de hacer coincidir un rostro con tu voz. ―Leeknow le dijo:― Tienes suerte de tener una foto mía.

―La tengo. ―Jisung dijo en voz baja. Quería decírselo a sí mismo, pero obviamente eso no fue lo que sucedió.

Leeknow se rió.― Maldita sea, tienes razón. Soy una cosa bonita a la que mirar, ¿no?

―A veces te vuelves tan lleno de ti mismo. ―Jisung dijo, pero por dentro estaba profundamente de acuerdo.

―Lo entiendo. ―Leeknow admitió con orgullo:― De todos modos, me acostaré ya. Tengo que reunirme con mi hermana para ayudarla con su tonto proyecto, y el camino hacia la casa de ella y mi mamá está bastante lejos, así que estoy pensando levantarme temprano.

―¿Te vas a quedar ahí? ―preguntó Jisung.

―Es lo más probable. ―Leeknow suspiró― Lo siento, probablemente no pueda llamar por mañana, pero estoy seguro de que pasado mañana soy todo tuyo.

Jisung sonrió.― Está bien. Cuídate, Leeknow.

―Buenas noches, Jisung. ―Leeknow le dijo, pasando los dedos por la pared con el boceto del rostro de Jisung.