15. Primer acercamiento.

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Aún estaba acostado en su cama, con la música saliendo de su celular y sus dedos moviéndose agitadamente sobre las sábanas. Su corazón palpitaba con fuerza y en serio estaba temblando.

¡Hoy era el día!

Hoy era 09 de Junio, por lo que hoy tendría el primer contacto con su alma gemela. Había estado realmente nervioso desde la semana pasada, pues durante años había escuchado de este suceso por sus padres, sus abuelos, sus primos y de literalmente todo el mundo.

Debías tener 15 años o ese año debías cumplirlos y él tenía unos buenos tres meses de haberlos cumplido. Se supone que este día era el único en que podrías mandarle un regalo a tu alma gemela y recibir uno también por parte de ella.

Las reglas decían que debía ser uno que no tuviera tu nombre o fotos o cosas con las que pudiera buscarte, según su madre aunque enviaras algo que posiblemente tuviera un código secreto el destino lo sabría y el regalo no llegaría de la mejor manera o simplemente no llegaría.

El destino era un poco mierda, era injusto.

Aún si fuera injusto debía evitar  sucumbir a sus deseos de ¿y si? Por lo que debía ser sumamente cuidadoso y enviar algo que fuera lindo pero a su vez no revelará nada. Su padre había mencionado que eso lo hacía el destino para jugar de una forma retorcida y cruel con el mundo.

A Hyunjin le parecía bastante correcta esa afirmación, como sea de  todas formas a partir de esta edad, cada año este mismo día tenías la oportunidad de enviar tu regalo hasta que encontraras a tu alma gemela si es que logras encontrarla.

Así que durante años planeo una lista larga de cosas que podía mandar sin que tuviera problemas por hacerlo. Pero desde hace una semana su cabeza no pudo pensar en nada bueno para ella. Miro la lista mil veces y no se decidió por nada.

¿Un collar?

¿Un peluche?

¿Partituras de piano? Ni siquiera sabía tocar el piano, su hermana lo hacía tal vez podía pedirle ayuda, ¿no?

Durante años la lista no solo había cambiado si no que también se agregaban muchas ideas para nuevos regalos. Simplemente no sabía que mandar, hasta que bueno vio las conchas de mar que colecciona en un frasco. Muchas de ellas han sido recolectadas por él desde que era un niño, muchas otras habían sido regalo de Felix o de Chaeryeong. Eran especiales para él, el mar era un lugar muy importante en su vida.

Tomando una decisión y alejando la lista de sus ojos se puso manos a la obra, ayer en la noche pinto la concha con colores azules y rosas le hizo un pequeño agujero en la parte posterior en el que atravesó un hilo color rojo con varias cuentas que le robó a su hermana y así tuvo su regalo.

Un llavero hecho por él.

Uno que en serio esperaba que le gustara a su alma gemela.

Taylor se seguía reproduciendo en su celular cuando la puerta fue abierta mostrando la cabellera rubia y alborotada de su hermana.

—¿Listo?— preguntó entrando sentándose en su silla con una leve sonrisa—. ¿Estás emocionado?

—Mucho— suspiro sentandose poniéndole pause a la canción—. ¿Tu también estás nerviosa?

—Bueno...— ella movió sus hombros con desinterés—. Es mi tercer años así que ya no es taaan emocionante.

—No te creo, ¿cómo no te puede emocionar?— el chico bufo a su hermana quien sonrió.

—No lo sé Jinnie— se sujeto su cabello en una coleta—. Solo... No estoy tan interesada en mi alma gemela, y estoy segura que ella tampoco lo está.

—¿Entonces soy el único raro por sentirme emocionado?— rodó los ojos—. Literalmente Chae dijo que su regalo era solo por curiosidad de como funcionaba esto no por su alma gemela.

—No eres raro— nego con la cabeza—. Si te emociona está bien, disfruta el día y en serio deseo que esa persona te de un buen regalo si tú le darás esto.

Yeji tomo el llavero con cuidado observándolo maravillada:—Eres un jodido artista, hermanito.

Hyunjin nego con la cabeza, avergonzado cambio de tema al saber que su hermana comenzaría a alagarlo con más cosas:—Cualquier cosa que me dé estará bien— alzó sus hombros fingiendo desinteres.

Era mentira, realmente estaba nervioso con lo que pudiera recibir.

—Bueno— se levantó con una sonrisa dejando el llavero con cuidado en su escritorio para luego caminar a la puerta—. Mamá termino el desayuno. Vamos.

Eran las 2:50, faltaban diez minutos para las tres de la tarde. Sus manos estaban sudando y veía su reloj cada parpadeo, ¿debería ser muy puntual o esperar unos minutos?

La abertura que según se hacía duraba una hora, así que había tiempo para dejar su regalo pero no quería verse mal educado y hacer que su alma creyera que no se interesaba  en ella, cuando por años ha estado planeando este día.

No podían culparlo, era un romántico de primera y no por nada había hecho un millón de escenarios ficticios con este momento. Y tal vez unos más cuando por fin conociera a su alma gemela.

2:55

Okey, okey. Todo estaba bien solo debía esperar, ¿Y si no recibía nada? Había leído cada artículo en internet relacionado a esto, y claro que estaba la posibilidad de que sucediera eso.

Nego con la cabeza abrazando el llavero, no. Eso no pasara.

Dió un suspiro nervioso, sabía que sus padres incluso su hermana estarían afuera de la habitación nerviosos por el primer contacto, pero, ¿no podía ser tan malo, no? Su alma gemela no le daría nada raro ¿No? Dejo salir un gruñido molesto, no debía preocuparse.

Dejo su cabeza reposar en la silla esperando, hasta que por fin sonó algo; era como si rasgaran papel ese sonido satisfactorio, alzó la mirada con las manos temblorosas viendo una nube negra frente a él. No se podía escuchar nada, ni oler nada solo estaba ahí flotando.

Dio un suspiro cerrando los ojos.

/Por favor que te guste, en serio te tiene que gustar/

Decidido acercó sus manos a la nube viendo sorprendido como el llavero se desvanecía por completo de pronto la nube comenzó a hacerse más pequeña hasta que ya no quedo nadamás que sus manos estiradas. Para luego expandirse de nuevo al mismo tamaño de hace unos momentos. 

—Bien— dijo en voz alta sentándose—. Me toca esperar.

Miro la nube negra pero de ella no salía nada.

3:10

3:15

Tal vez su alma gemela estaba ocupada, no importaba aún faltaba mucho tiempo. Se mordió la uña de su dedo índice moviendo su pie derecho de abajo a arriba con rapidez.

De repente un sonido se escucho, vio como la nube espesa se movía como si pronto expulsará algo y fue así, algo choco con su frente como si lo hubieran lanzado con fuerza desde el otro lado.

Gracias al cielo no era algo peligroso porque no lo había lastimado, bajo la mirada a su regazo viendo... la cosa. Sus manos temblorosas tomaron...

La... ¿La servilleta?

Con las manos aún en un estado tembloroso desenrolló la servilleta que además la habían hecho bolita y que ¡Ja! Se la lanzaron, el patrón eran normal; circulitos que formaba una zanahoria de un lado y del otro la forma de un conejo...

Su alma gemela le había lanzado... ¿Una servilleta?

Vio con más detalle que en la esquina inferior derecha había un dibujo de un gato y el nombre de una canción que había escuchado gracias a Chaeryeong.

"These boots are made for walkin' ;)"

Era todo. La puerta de su habitación se abrió dejando ver las sonrisas nerviosas de sus padres y de su hermana. De forma automática alzó la servilleta llena de relieves.

—¿Eso es... una servilleta?

Había llegado a la escuela sin decir ni una palabra de su regalo, escucho en silencio como sus compañeros habían recibido regalos geniales fue peor cuando Felix llegó con una pulsera de hilos hecha a mano incluso Chaeryeong llegó con una libreta hecha desde cero con ambas pastas pintadas en acuarelas.

Había decidido alejar la conversación lo que más pudiera para no hablar de  de lo que había recibido, no es que no fuera lindo... Simplemente no entendía ¿Por qué una servilleta? ¿Con... Esa canción?

Tal vez simplemente a su alma gemela no le gustaba esto del destino y los regalos, tal vez no estaba interesado en él. Reprimió el leve dolor en su pecho, no importaba si no le gustaba el  podría simplemente no entregar nada el próximo año. 

—¡Hyunjin!— escucho el grito de Felix junto a los aplausos frente a él de Chae.

—¿Qué?— preguntó parpadeando varias veces.

—¿Qué fue lo que te dió tu alma gemela?— preguntó el pecoso emocionado.

Mierda, todavía no lo decía y ya empezaba a ver la lástima en ambas miradas. Esto sería complicado.

¡Holaaa! Espero que les guste este primer capítulo de este au de almas gemelas.

Espero también que se haya entendido la temáticas de los regalos :'). La idea original no es mía, la tomé (con autorización de la autora) de LinderZeta en ao3, solo tome la idea de la temática de las almas gemelas, la trama y todo lo demás es ya de mi imaginación.

Me encantaría saber que les pareció este primer capítulo.

Sin nada más que decir. Bye bye. ❤️

-Annie ☾-