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Déjame ir

Aquella mañana del del año 2000 en donde el baterista y guitarrista y cantautor de los Beatles Ringo Starr y George Harrison se habían levantado de buen humor sin ninguna razón aparente, hace casi diez años habían pasado desde que el menor de los dos fue diagnosticado con cáncer de pulmón, lo cual lo llevó a dejar de fumar pero las secuelas que habían dejado en él sumado al miedo de que aquello empeorara porque no mentiría, el cáncer era una de las peores enfermedades que te matan de a poco. Pero a las cirugías a las cuales se había sometido para eliminarla cómo la de boca y posteriormente de pulmón por palabras del médico aquel horrible mal que había azotado a su familia y aún más a su único hijo Dhani Harrison, el muchacho era demasiado apegado a él y no le gustaba alejarse de él para absolutamente nada desde aquello de lo cual había logrado escapar y superar, aunque las secuelas estaban presentes en su cuerpo, pero como marcaba su filosofía de vida, había que vivirla y si debía irse en algún momento, no era nadie para impedirlo.

Claramente su vida había cambiado, todo había sido un sueño para él, desde muy joven amaba la música y desde los catorce años ya estaba en una banda con su amigo de la infancia Paul McCartney junto a otras personas y en cuestión de muy escaso tiempo tenía tres hermanos (Tras la salida de Pete Best por decisión de su Manager ahora fallecido, Brian Epstein) que se cuidaban pero sin saber en qué momento aquella admiración que tenía por el baterista se había transformado en algo más profundo pero en esa época era algo de maricas y simplemente se conformó a salir con mujeres que claro, las amaba, amaba a cada una de ellas pese a las infidelidades de ambas partes, pero ahora, en donde no era de maricas ese amor se dió de una forma rara y peculiar aquello, aunque el temor de lastimar a las personas que ellos amaban cómo eran sus hijos y sus parejas, no quería dañar a Dhani, pero para sorpresa de varios, lo que el muchacho quería era la felicidad de su padre y Olivia que era la mujer que se encargó de darle esa paz y tranquilidad a su vida lo apoyaba, pero no quería que se alejaran de su vida y que ellos aún pertenecieran a la suya, no podía vivir sin las personas que amaba.

── ¿Estás bien, Geo?── Esa profunda voz que tanto adoraba lo sacó de su pensamientos y le miró algo agotado.

──  Oh si... Estoy bien, solamente me quedé pensando un poco en todo... Estoy bien──  Se giró para ver al hombre mayor con una pequeña sonrisa poniéndose de pié.

──  Sabes que aún estoy preocupado... Tanto como Dhani, Olivia y Paul, todos lo estamos──  Aún estando en pijama se acercó a su amado abrazándolo por su pecho pese a que fuera más alto que él. ──  Aún debes recuperarte de tus tratamientos ──

──  Vamos mi hermoso hombre de ojos color cielo, estoy bien, ya pasó, me recuperé de mis cirugías, estoy bien y el doctor dijo que el cáncer no va a volver, aún estaré aquí para ti. ── Tomó las mejillas de su amado y las acarició suavemente teniendo una sutil sonrisa al ver su notoria preocupación en su adorado y besó suavemente sus labios. ── Todo estará bien. ──

Ante aquellas dulces palabras el mayor no pudo evitar sonrojarse, sabía que George amaba decirle así, halagar sus ojos azules que para el colmilludo eran únicos y especiales, que más nadie los tenía y eso hacia que el rojo subiera a sus mejillas y deseaba que la tierra lo tragara. Pero es que al enterarse en los 90' que su amado por tanto tiempo tenía cáncer y más por haber sido fumador desde muy temprana edad se encargó de tirar todo aquello con ayuda de su hijo y Olivia se encargaron de que absolutamente nada quedara, George no quería fumar más pero él era ex adicto y alcohólico y sabía que estar en abstinencia era algo pesado, así que le ayudó en ello, en sus cirugías siendo un apoyo firme para él, no quería que la pasara mal, no quería perder a alguien más como cuando John les fue arrebatado hace veinte años.

──  Ahora el que piensa mucho eres tú, querido. ── Susurró divertido el menor acariciando los hombros del baterista antes de separarse e irse a cambiar.

── Solamente... Pienso que todo esto es una locura, pero quiero quedarme en el ahora, pasar tiempo contigo y tener nuestro día antes de que te lleve con Olivia y Dhani. ── Comentó rascando su mentón esperando para irse a cambiar, lavarse sus dientes y cara.

Así estuvieron, aún seguían siendo esos jóvenes que se iban de gira y en donde reiteradas veces necesitaba de George ya que entre ellos era el que mejor se afeitaba y no iba a mentir, varias veces se había cortado, además dicho de paso, veía con cierto tono romántico y cursi el que el otro lo afeite.

Al salir vestidos con ropa holgada por el calor que hacía y más por comodidad de ambos en donde Starr fue a ver qué había de desayunar mientras veía salir a su curiosa pareja al patio con su overol y eso solamente le decía una cosa y era que iría a ver a sus amadas plantas, cuando tuvieron más tiempo por la fama de los Beatles les daba notó como George empezó a explorar más sus hobbies, sabía que le gustaba la Fórmula 1, pero el tema de la jardinería era algo nuevo y amaba ver cómo cuidaba de sus plantas y hasta algunas veces les hablaba diciendo que hablarle era una forma de darles cariño y así crecerían más grandes y fuertes, pese a ser un hombre adulto, ante sus ojos era ese jovencito de 17 años que vió en Hamburgo tocando en aquella caverna.

Mayormente el que cocinaba era el menor pero quedaría como que jamás hacía nada así que tomó de uno de los cajones una libreta en dónde George le había escrito algunas recetas sencillas, no era la letra más legible pero como se conocían hace mucho podía leer lo que escribía su amado con suma facilidad. Su amado no consumía carne así que no había ni un solo rastro de carne en ningún lugar así que tuvo que acostumbrarse, aunque no era nada raro así que le terminó haciendo un desayuno simple. Salió al patio con una taza de té para George ya que él había tomado la suya.

Harrison estaba totalmente sumergido en estar regando unas flores de Oca las cuales trataba con una delicadeza monumental y tan especial que pareciera que temiera hacerles daño, les quitaba las hojas marchitas y las regaba para luego apreciarlas como el mayor monumento de todas, cómo si fuera una escultura de Miguel Ángel o las pinturas de Van Gogh. Richard se acercó lentamente por atrás y se sentó a su lado con cuidado ya que no eran jóvenes que rondaban los veinte años, eran hombres mayores de cuarenta años así que al lograr sentarse a su lado le dió una de esas sonrisas que siempre se regalaban que decían mucho más que mil palabras.

── ¿Cómo se encuentran tus plantas, cariño?──  Le preguntó el mayor entregándole la taza de té a su amado.

──  Están bien, aunque la helada se acerca y debemos cuidarlas, pueden morir así que eso es lo que me preocupa, estoy esperando a que empieces temporada de los jazmines y rosas, por ejemplo, aunque Eric me habló hace poco también, solamente debo recuperar mis fuerzas y estaré cómo siempre... Gracias, cariño. ── Agradeció el hombre portador de aquellos peculiares colmillos en donde dejó la regadera en el suelo para tomar aquella taza de té y beberla.

──  Eso oí en el noticiero anoche, podríamos llevarlas adentro o cubrirlas con algunas bolsas, no sé, tú eres el experto y sabrás que es mejor para ellas. ── Asintió acariciando la nuca del menor y ante aquella noticia de Eric sonrió de lado, no había rencor con aquel hombre por Patty y eso ciertamente era admirable. ──  Vas a recuperarte y verás que será como antes... Hablé con Olivia y Dhani, ellos te van a esperar ansiosos, Dhani compuso una nueva canción pero quiere la aprobación de su padre. ── Intentó animarle sabiendo cuánto amaba George a su hijo y a su ex esposa.

── Si... Debemos cubrirlas, ya hay un aire a un viento bastante gélido cuando me levanté, no me gustaría que se marchiten. ── Asintió con la cabeza apretando apenas sus labios mirando aquel amplio patio que tenían en donde habían varios árboles plantados recientemente y un pequeño invernadero que recientemente habían inagurado.──  Oh si, Olivia me lo comentó anoche, Dhani estaba algo avergonzado... Ese muchacho tiene un gran talento, de seguro es increíble lo que ha compuesto.──  Sonrió apoyando su cabeza en el hombro del baterista.

──  No se van a marchitar, yo me encargare de ponerlas bajo resguardo cuando te deje con tu hijo. ── Cómo lo hizo George imitó su acción viendo todo lo que su amado había hecho, si que amaba la jardinería y no sabía si era a tal grado que la Fórmula 1. ── Es igualito a ti, George, es tu copia idéntica... El susto que me llevé al verlo en uno de sus cumpleaños, me pareció verte a ti cuando nos conocimos en aquella Caverna en Hamburgo. ──  Remontó aquel recuerdo de hace tantos años en donde cada uno estaba en sus respectivas bandas y coincidieron en una de las noches en donde se animaron a entablar una conversación y ese recuerdo volvió a ver a Dhani en uno de sus cumpleaños en donde iba de camisa blanca, corbata negra, pantalón de vestir y zapatos negros, sintió que pudo darle un paro cardíaco pero es que nadie negaba, ni siquiera Paul de que el muchacho era la copia de su amigo aunque tenía rasgos de Olivia evidentemente.

Ante aquellas palabras George solo pudo soltar una pequeña risa mostrando sus colmillos, siempre recibía el mismo comentario respecto a su hijo y cuando lo miraba se veía reflejado en él, estaba sumamente orgulloso de su único primogénito. Y cerró sus ojos ante aquel recuerdo cuando conoció al baterista de la banda de Rory Storm, él era un joven menor de edad en Hamburgo, en donde el sexo, alcohol y drogas reinaba, estaba, entre muchas comillas, a cuidado de los demás si es que la policía aparecía y lo extraditaban del país por ser menor de edad, cosa que terminó pasando más adelante, aquel recuerdo le hizo sonreír como un idiota, todas las cosas que habían hecho siendo de jóvenes, eran buenos recuerdos, aunque habían cosas de las cuales no estaba orgulloso como el consumo de cigarro a tan temprana edad y que ahora le pasaba factura de una forma espantosa. Pero los extrañaba a todos, extrañaba a la gente que ya no tenía consigo, su mánager y padre en pocas palabras Brian Epstein... Aún le dolía la muerte de John y más sabiendo que no habían terminado en buenos términos en aquellos momentos, lo extrañaba, extrañaba su humor, sus chistes, su personalidad tan extrovertida que hacía a todos reír y pasar un buen momento.

Aquello hizo que se aferrara al brazo de su amado al sentir como su pecho se apretaba, un sentimiento similar al miedo inundó su alma... El pensar que podría irse y dejar a su amado de ojos azules sólo. Ringo había perdido a muchos y tenía una relación más fuerte con las personas que habían fallecido, veía a Brian como una figura paterna a John como su mejor amigo y a su ex esposa Maureen Cox, su amado había sufrido demasiado y temia causarle un daño irreparable si se iba de éste mundo dejándolo sólo, sin nadie y eso llenó de temor su afligido corazón.

Ringo notó que algo le pasaba a su amado al sentir ese agarre hacerse más fuerte y lo miró con esos ojos azules que al otro le encantaba halagar haciendo que su sonrojo se hiciera presente. Le miró preocupado y cuando esos ojos pardos que tanto lo tenían enamorado conectaron con los suyo vió algo de temor en ellos y eso hizo que su atención estuviera totalmente centrada en él.

──  ¿Qué sucede? ¿Acaso no me quedó bien el té?. ── Dijo aquello a modo de calmar el ambiente pero el otro seguía igual.

──  Nada... Solamente a partir de ahora quiero disfrutar mi vida con ustedes, no quiero perder más tiempo... No sé si el cáncer va a volver y no quiero arriesgarme. ── Le miró a los ojos siendo sincero, sabía que en cualquier momento el cáncer podría volver, lo había hablado con el doctor y estaba la posibilidad de que volviera. ── Quiero vivir mi vida como siempre lo hice y con ustedes. ──

Aquellas palabras instalaron el miedo en el corazón del mayor de edad, no quería pensar en la muy posible reaparición del cáncer en su amado, aquello le aterrorizó y no quería pensar en eso, pero debía ser realista y todo lo que Harrison quisiera hacer se lo iba a cumplir porque no podía ir en contra del espíritu del adverso.

Asintió con la cabeza con un nudo en la garganta que le impedía hablar y apretó sus puños con algo de fuerza ante aquello que le hubiera gustado imaginar que no era cierto y que George seguiría consigo hasta que tuviera que usar bastón y fueran al parque alimentar palomas como aquellas películas cliché, pero debía ser realista, debía afrontar que la posible reaparición d cáncer era posible.

──  Verás que vas a mejorar y estarás mejor, no nos preocupemos, debemos pensar en que vas a mejorar, irás a tus revisiones médicas, tomarás tus medicamentos, pasarás tiempo con tu familia, conmigo y con tus amigos, todos estamos preocupados por ti, no te dejaremos solo y haremos todo lo necesario para verte mejor ¿Si? No quiero que te amargues el día de hoy. ──  Acarició sus mejillas con cariño, ante sus ojos seguía siendo ese muchacho de diecisiete años que lo defendió aquella noche en la caverna y que terminó con un ojo morado, lo miró con más detención y sonrió al ver a ese joven aún ahí y besó sus labios suavemente. ──  Te amo, George Harrison. ──

Aquellas palabras llenaron el corazón de guitarrista, sonrió como nunca lo hacía, mostrando sus colmillos con sumo orgullo, no sabía cómo era que el otro podía tener esa compostura, siendo tan positivo, buscando el lado bueno de todo, haciendo que se creyera sus palabras, creyendo que viviría muchos años más, poder ser abuelo, tener sus nietos, niños pequeños corriendo por su casa, aferrados a sus piernas llamándolo y que les cantara sus canciones, sacarlos a pasear, a ver lo hermoso del mundo, quería pensar que tendría a sus ansiados nietos aunque eso sería decisión de Dhani el tener hijos o no. Poder amar a las personas que más quería, capaz que volver a tocar y si alguno de sus amigos lo llamaba para algún concierto en beneficio de alguna causa solidaria aceptaría e iría e invitaría a su amado para ir consigo, aunque iría aunque no fuera invitado diciendo que "Debo cuidarte, Geo, quiero estar al pendiente de ti".

──  Totalmente... Saldremos de esto, ya pasó el muy mal trago, ahora ya terminó la tormenta y viene el Sol. ── Suspiró suavemente viendo al forma en la cual amaba, esos bellísimos ojos que lo adoraban con totalidad y lo hacía sentir más amado que ayer pero menos que mañana seguramente, aceptó aquel beso sonriendo de lado. ──  También te amo, Richard, te amo de una forma en la que no te haces idea. ──

Una tonta risa escapó de los labios de Ringo al escuchar lo primero y se levantó con cuidado y le extendió su mano al ojos pardos dándole aquella sonrisa enamorada que siempre cargaba consigo.

George aceptó aquella mano soltando un pequeño quejido debido a la leve debilidad en sus piernas que aún persistía hasta levantarse y sostenerse del hombro ajeno soltando una risa diciendo que fue una pequeña torpeza suya. Limpio su overol que tenía algunas hierbas y arregló un poco su cabello para mirar una última vez sus plantas y ver qué en su taza ya no quedaba mucho té y le dió el último sorbo.

──  Te quedó muy amargo, Rings. ── Bromeó ante la primera pregunta que el más bajo le había hecho en un principio y empezó a reírse con ganas al ver la cara dramáticamente exagerada del adverso.

──  Eres un mal agradecido, George Harrison, usted es un ser muy diabólico. ── Le respondió con una falsa mueca de molestia seguido de unirse a la risa del amor de su vida mientras caminaba hacia la casa abriendo la puerta para dejar pasar primero al menor.

Empezaron arreglar las cosas para irse a la casa de la ex esposa de Harrison. Realmente no debía arreglar nada, solamente George debía cambiarse de ropa, buscar sus documentos y una cámara de fotos que siempre traía consigo. Mientras que Ringo se asesoraba de tener las llaves de su auto, sus documentos, verse de forma apropiada para ir a la casa de Olivia y Dhani, se acordó de los medicamentos de George, sabía que el menor no se olvidaría pero iría a ver por las dudas.

Al estar listos, Ringo lo esperó al lado del auto mientras frotaba su sien suavemente por un leve dolor de cabeza que se la había presentado en el momento. Pero rápidamente alzó la mirada a través de sus lentes de Sol al escuchar como su menor cerraba la puerta con llave y caminaba en dirección a él con una pequeña sonrisa.

Ambos se subieron al auto del menor y emprendieron viaje a dicha casa que no quedaba muy lejos, media hora de viaje más o menos si es que no había tráfico a esa hora del día, solo sabían que debían llegar antes del mediodía para el almuerzo que iban a tener en conjunto como una familia por así decirlo y es que era cierto, pero a Ringo le daba pena el sentirse parte de aquella familia porque normalmente antes fueron Dhani, George y Olivia y ahora él estaba como un "sumado" pero varias veces le dijeron y le hicieron saber que no era ninguna clase de estorbo y así de a poco se sintió menos intrusivo, pero le seguía diciendo a Dhani que le dijera "tío", no quería que le dijera "padre" él ya tenía a su padre George y a su madre Olivia, esa era la única regla que tenía con el menor al cual le tenía un cariño semejante.

En todo el transcurso del viaje se dedicaron a hablar de puras banalidades, bromas tontas y contando como iban las cosas, todo aquello estando tomados de la mano y solamente la soltaba cuando el mayor hacia algún cambio en la palanca de cambios pero después volvía a tomarla con sumo cariño.

Así que al llegar bajaron y enseguida vieron a madre e hijo salir de la casa con una sonrisa enorme y el menor se abalanzó a su padre para darle un abrazo muy fuerte haciendo que casi se cayera al suelo por el impulso del joven lo cual hizo reír al padre.

── Pero si solo me fui anoche. ── Soltó una risa el colmilludo abrazando a su hijo seguido de revolver su cabello tras trastabillar.

── No importa papá, te extrañé. ── Se separó apenas de su mayor seguido de darle paso a su madre.

Olivia abrazó con afecto a su ex esposo y el mismo hizo lo mismo con un cariño increíble porque aún la amaba y estaba agradecido de haber podido tener un hijo tan maravilloso con ella y la preocupación constante y cuidados que siempre tuvo con él.

──  ¿Te has comportado? No quiero escuchar que has sido un chico revoltoso con el pobre de Richard. ── Bromeo la femenina después de acariciar las mejillas del hombre y fue con el más bajo para poder recibirlo también.

── Yo no ocasiono problemas... No sé que cosas dices, Olivia. ── Dijo avergonzado cubriendo parte de su cara con una de sus manos.

──  Se ha comportado muy bien conmigo, ha sido un buen muchacho. ── Bromeó el hombre de ojos azules junto a la femenina dándole un abrazo y un beso en su mejilla.

──  Sabemos que en el fondo sigue siendo un niño pequeño. ── Le guiño un ojo la mujer seguido de separarse porque vió como su hijo quería darle un abrazo a su tío.

Cuando se separaron del abrazo recibió en los suyos al joven Harrison al cual le acarició el cabello, cómo adoraba a ese muchacho tan ingenioso y tierno como su padre. Richard tenía a sus hijos, claro que sí, pero le tenía un gran cariño al hijo de George.

Cuando todo aquel recibimiento se dió por concluido los cuatro entraron al hogar en donde todo estaba pulcramente ordenado, aunque ciertos lugares había desorden a causa del menor de la casa y lo que era el estudio de música en donde el mismo estaba horas encerrado, tanto que su madre lo tenía que sacar a rastras de ahí para comer y demás.

──  ¡Pa'! Cuando terminemos de comer quiero mostrarte lo que he compuesto y capaz que el tío Ringo quiere venir también, me gustaría que lo escucharán. ── Dijo tras ser empujado por su madre para que le dijera a los hombres lo que había hecho en su tiempo libre.

──  Claro, no veo problema en volver a encerrarnos en el estudio y escucharte, también podríamos tocar algo para pasar el rato ¿Qué dices Ritchie?. ── Dijo Harrison con una pequeña sonrisa en sus labios mirando al baterista el cual asintió con su cabeza.

Con ese pequeño acuerdo ya realizado, Dhani y George salieron al patio para poder ponerse al día mientras que Richard y Olivia preparaban las cosas para el almuerzo mientras hablaban de la persona que más amaban y tenían en común, de George, estaban preocupados claramente pero felices de saber que aquellas cirugías había logrado eliminar el cáncer que tanto temor plantó en sus corazones, pero ahora estaba mejor, se le veía con energía y ya no fumaba, ya nunca más, ese susto lo alejó totalmente de aquello. Pero aún debía seguir yendo a sus revisiones médicas para asegurarse de que el cáncer no volvería y que tomara sus medicamentos, aquello era controlado por Olivia y Richard mayormente cuando George se quedaba con ella o con él, así podías cuidar a ese hombre colmilludo que tanto amaban.

De la nada el joven de veintidós años irrumpió en el comedor, pese a ser ya mayor de edad aún tenía la energía y mentalidad de un niño de diez años muy energético cómo lo era su padre.

──  ¿Ocurre algo?. ── Preguntó su madre algo preocupada pero al ver entrar a George detrás de él con una pequeña sonrisa suspiró.

── No, todo bien, solo estábamos hablando y quisimos entrar a ver si necesitaban algo. ── Sonrió de forma amable y miró a su padre con un cariño increíble.

──  Es cierto, pero el jovencito está muy delgado, Olivia ¿Acaso no comes?. ── Le picó el estómago de forma divertida a su hijo el cual soltó una risa divertida.

──  Recuerda que es tu hijo y tiene el mismo metabolismo rápido que tú, comías más que cualquiera de nosotros y estabas sumamente delgado──  Habló Ringo limpiando sus manos con un trapo.

──  Estamos hablando de Dhani, no de mi, Ringo, no es mi culpa que los sandwiches sean tan ricos y las galletas... Tengo hambre. ── Al pensar en comida su estómago rugió demandando ser alimentado aquello que hizo que los demás integrantes del lugar rieran.

Aún seguía siendo el mismo George de siempre por suerte.

Aquel almuerzo estuvo entretenido, se ponían al día y contaban cómo les fue en el día, Dhani contó su día en el estudio siendo escuchando atento por los tres mayores y ahí surgió otra vez la anécdota cuando el hijo de Harrison se enteró que su padre era un Beatle y George dijo que posiblemente tuvo que haberselo dicho, aquello desató una conversación de como se dió aquello y la poca importancia que le dió al asunto de ser un Beatle.

Al terminar ayudaron a levantar la mesa y lavar todo para no dejarle todo a Olivia ya que no veían bien que ella hiciera todo, así luego pudieron decirle que podía ir a sentarse afuera o ir con una amiga ya que los tres masculinos estarían encerrados en el estudio escuchando al menor de veintidós años.

Y así lo hizo, tenía una reunión con una amiga cerca de la casa y se despidió por el momento de los tres hombres y que no hicieran mucho desorden y mayormente que se divirtieran haciendo aquello que tanto amaban y tenían en común, la música.

Así fue, entraron y los hombres mayores tomaron asiento en unas sillas quedando enfrente de Dhani el cual tomó su guitarra y con un poco de vergüenza mirando el papel con algunos garabatos y sonatas simples hechas a su compresión comenzó a tocar su guitarra sin mirar a los hombres mayores porque sabría que se pondría nervioso y no iba a tocar bien.

Mientras lo escuchaban tocar y cantar suavemente, su padre lo miraba atento con una sonrisa en sus labios sabiendo que había hecho bien a su sano criterio que Dhani estuviera más tiempo en el estudio de música que yendo a estudiar. Mientras que Richard lo miraba atento e impresionado del talento que demostraba a esa edad y manteniendo viva la impresión de ver a un George de esa edad enfrente suyo.

Dhani estaba ciertamente nervioso ya que era una de las primeras canciones que hacía él solo por cuenta propia, sin ayuda de su padre o de su tío o de su otro tío Paul, aunque no fueran sus tíos biológicos le gustaba decirles así porque así los sentía. Cuando levantó la vista tras dar el último acorde acomodó la guitarra entre sus piernas y miró espectante a los hombres mayores para que les dijera su opinión.

──  Por mi está bien, digo, no somos nadie para decirle que lo que compone está bien o mal, debe venir del corazón de uno. ── Opinó el hombre de ojos azules viendo al de ojos pardos.

── Es muy lindo, hijo, realmente que lo es y como dijo Ringo, si viene del corazón y a ti te gusta, es perfecta. ── Asintió con la cabeza viendo a su hijo con una sonrisa del más puro de los orgullo.

El muchacho solo atinó a sonrojarse ante los halagos de los adversos acompañado de una sonrisa seguido de asentir con su cabeza y colgar su guitarra del arnés en su hombro.

──  En todo caso creo que podríamos grabarlo ¿¡Qué dicen!? Mamá no está así que podremos hacer el ruido que queramos, así pasamos una tarde juntos. ── Animó el menor con felicidad alcanzandole a su padre su guitarra y buscó otra para su tío debido a que el lugar no era el adecuado para una batería pero sabía que podría con la guitarra.

── Creo que deberías tocarla primero y seguiremos los acordes y nos podremos coordinar. ── Le dijo George afinando una de sus amadas guitarras que su hijo le había dado seguido de acercarse a su pareja para ayudarle con lo mismo.

── Hace años que no toco una guitarra, creo que haré un show de payasos. ── Espetó Richard soltando una risa divertida ante aquello que era casi seguro debido a que casi nunca tocaba aquel instrumento.

Aquel comentario hizo que padre e hijo soltaran una risa y animaran al mayor a tocar ya que no debía ser perfecto, solamente iban a pasar un buen rato.

Dejaron que George arreglara todo para que no sintiera que debía estar supervisado y ser ayudado en absolutamente todo. Tras revisar que se estaba grabando sonrió de lado tras poner sobre la tabla de sonido su cámara empezando a grabar en dirección a donde ellos estaban y entraban en el campo visual de la cámara.

Dhani comenzó a tocar su guitarra de a poco enseñando en su papel los acordes de las guitarras y con hablarles les decía cómo debía empezar y ahí se fueron uniendo de a poco, tenían sus errores como el afinar bien la guitarra de Richard o se saltaban algunos acordes en donde se reían y no podían seguir el hilo. Hasta que lograron tocar todo de forma correcta cosa que fue celebrada por el menor por un alarido de alegría pura cosa que hizo reír a sus mayores al ver su espíritu tan vivo.

──  Quedó genial, de seguro. ── Sonrió antes de ver la cámara de su padre, se Inclinó para quedar en la zona de visualización y le sonrió mostrando los colmillos heredados de su padre. ── Me gustó como quedó... Podríamos tocar alguna de sus canciones ¿Les gusta la idea?. ── Ánimo el menor yendo a revisar su había quedado bien grabada la canción en donde se sentó en una de las sillas cruzando sus piernas.

──  Eso fue muy divertido... Hace mucho no me sentía así. ── Admitió George dejando la guitarra al lado suyo en la silla sacudiendo su cabello apenas y miró a su pareja que afinaba aquella guitarra. ──  Claro, creo que aún nos acordamos o cantaremos acapela, no estamos grabando para un disco. ── Propuso George parándose escuchando aquella grabación.

──  Cantar acapela suena bastante entretenido, me gusta la idea, si mamá entra seguro creerá que estamos matando al tío Ringo. ── Soltó una risa cerrando sus ojos al ver cómo el hombre nombrado lo miró por encima de sus lentes. ── Era broma, Tío, lo juro. ──

Tras aquella broma, Dhani volvió a sentarse en la silla y miró aquella cámara sabiendo que ahí estarían grabados grandes recuerdos que le gustaría resguardar para toda su vida.

Empezaron con "Got My Mind Set On You" dejando que el autor de la misma la cantara siendo apoyado por su pareja e hijo con la guitarra y en algunas partes en donde veían que la capacidad pulmonar de George llegaba al límite y ya no daba para más y debía tomar aire cosa que no era discriminada por los otros, al contrario les preocupaba un poco pero el hombre les decía que estaba bien.

No se dieron cuenta que la femenina había vuelto y que los miraba desde afuera del estudio con una enorme sonrisa de ver a las personas que más amaba juntos, pero Ringo la vió y salió de ahí dando una pequeña excusa para salir y hablar con la mujer.

── Creo que debería irme, me gustaría que George pasara tiempo con su familia, yo ya he estado mucho tiempo con él y quiero que tú y Dhani pasen tiempo de familia con él ¿Si? Además vienen las heladas y no quiero que las flores y plantas de Geo se marchiten. ── Le dijo con suma sinceridad a la mujer con una pequeña mueca tras ver cómo Dhani se acercaba a su padre para abrazarlo tras terminar de cantar una canción. ── Míralo... Sinceramente me gustaría que ésto del cáncer no vuelva a volver, en sus ojos veo el mismo espíritu de antes... Pero su cuerpo no dice lo mismo. ──  Suspiró bastante afligido y le extendió los medicamentos a la femenina. ── Cuídalo por favor, Olivia... Volveré por él en la noche y cualquier cosa, llámame o puede quedarse con ustedes... Si, mejor paso por él mañana, Dhani parece querer estar más tiempo con él y no soy nadie para separar a un hijo de su padre. ──

Olivia sonrió de lado escuchando las palabras del músico mientras miraba a su ex esposo y su hijo juntos riéndose cosa que hacía que en su corazón sintiera un calor enorme y llenara de emoción su cuerpo. Tenían razón pero pensar en positivo siempre era algo que quería pensar y que todo volvería a la normalidad, pero el miedo aún habitaba en algún rincón recondito de su ser.

── Me parece buena idea, además ya sabemos cuánto ama George a sus plantas y no queremos que les suceda algo. ──  Soltó una risa afligida tomando aquellas pastillas y las presionó contra su pecho con ambas manos mientras bajaba la cabeza. ── Lo vamos a cuidar... Estará bien. ──

Richard notó aquella acción de la mujer, sabía que debía ser fuerte y ser esa figura en la cual Dhani se apoyaría cuando creía que todo estaría mal, que era un apoyo firme y que ella era indestructible, pero también sufría, lloraba y tenía miedo, lo sabía bien y la abrazó suavemente acariciando su espalda y en ese silencio escuchó el sollozo ahogado de la femenina. No dijo nada, no era el momento adecuado y sólo dejó que quitara esa tristeza ahogada que la mataba de a poco, porque lo amaba, amaba a George como jamás lo hizo y saber de esa enfermedad la mataba también.

George notó aquello y alzó una ceja curioso queriendo saber cuál era la razón de aquel abrazo que no parecía ser algo amistoso sino más bien de cuidado. Así que dejó su guitarra en su lugar junto con la de su hijo y salió del estudio tras acariciar el cabello del menor.

── ¿Todo bien?. ── Dijo preocupado mirando a Richard y Olivia.

──  Oh si, todo está bien, solamente arreglamos los planes para hoy, yo me iré a casa, voy a poner bajo techo tus plantas luego de regarlas y tú te quedarás a dormir y pasaré por ti mañana al mediodía o en la tarde, me mantendré en contacto con Olivia y veremos cuando te vuelvo a secuestrar. ── Dijo lo último con tono divertido el mayor tras separarse del abrazo dejando a la femenina detrás de él para que pudiera recomponerse.

── Oh si, me parece bien, me gustaría pasar más tiempo aquí, tenemos muchas cosas que hacer ahora que he hablado más con Dhani. ──  Pensó acariciando su propio mentón asintiendo con la cabeza ante aquella idea planteada. ── No creo que necesites mucho para secuestrarme, pero te faltan centímetros para hacerme frente. ──  Le miró con una sonrisa traviesa y divertida ante su propio comentario.

──  Bueno, eso ya veremos más adelante, lo voy a charlar con tus flores y plantas cuando las esté poniendo en resguardo. ── Acarició el brazo de la mujer con cariño seguido de besar su mejilla a modo de despedida. ──  Dejaré que se pongan al día, fue un placer verlos, sigue así Dhani, lo haces genial y cuídate Geo, nos vemos mañana. ── Se despidió de los Harrison de la forma adecuada y no queriendo incomodar demasiado.

Ahí quedaron solos y se sonrieron dispuestos a pasar un buen día en familia, tenían pensando ir a caminar por algún lugar sin ser interrumpidos como una buena familia y hablar como siempre con la mujer, cómo le iba en su trabajo y la felicitaba por los logros que iba consiguiendo cosa que lo tenía orgulloso la verdad mientras que Dhani les daba su espacio para que sus padres hablaran y se adelantaba apreciando lo que era la naturaleza desde una perspectiva general hasta salir del sendero al ver un arbustos de flores en donde se escabulló y a los minutos volvió con algunas flores en sus manos que había arrancado.

── Dhani, las arrancaste del tallo, se van a marchitar en un par de horas. ── Dijo con pesar el mayor mirando aquello que su hijo le mostraba y luego le hizo inclinar para ponerla sobre su oreja y ver cómo hacia lo mismo con su madre.

── Son salvajes, nadie las planta, vengo mucho aquí, tranquilo, no le haré eso a las tuyas, solamente se me parecieron lindas y quise hacerlo, no busques una explicación lógica porque en realidad no la tiene, solamente lo hice y ya. ── Alzó sus hombros el menor con aquella singular sonrisa y se puso en medio de sus padres, su madre pasó su mano por su cintura y su padre por sus hombros para seguir caminando saludando a la gente que pasaba y los saludaba.

Era un buen momento, era momento de avanzar y de mejorar, a partir de ahora absolutamente nada podría salir mal, todo estaría genial.

★·.·'¯'·.·★

Aquella noche del año 2001 ambos hombres se encontraban en la cama durmiendo plácidamente hasta que una tos muy fuerte despertó de golpe al baterista que enseguida encendió la luz de la mesa de noche viendo a su pareja sentada en la cama cubriendo su boca mientras tosia de una forma bastante preocupante.

──  ¿Cariño? ¿Ocurre algo?. ── La pregunta era bastante tonta pero en realidad estaba preocupado y apoyó su mano en el hombro del más alto.

── Tranquilo... Fue un ataque de tos repentino, estaré bien. ──  No quiso preocupar a su adverso viendo en su mano algunas goticulas de sangre.

Hace días se estaba sintiendo bastante débil y sus dolores volvían de forma rápida y espontánea, sentía dolores al hablar y hasta respirar de vez en cuando y eso mayormente le recordaba todo lo que tuvo que pasar con el cáncer hace tan poco tiempo y eso le preocupó, lo primero que pensó era que el cáncer había vuelto, pero, si sus doctores le dijeron que iba a estar bien, que no había rastros del cáncer y que estaba haciendo evoluciones ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué volvía a sentirse de esa forma tan nefasta? Sintiéndose débil y adolorido por absolutamente todo.

──  ¿Eso es sangre?. ──  Afirmó más que preguntando en todo caso señalando la mano de su amado recibiendo un asentir de cabeza del otro. ── Dios George... ¿Qué está sucediendo? No lo entiendo, estabas bien hace unos días y ahora te cuesta levantarte de la cama y estás muy débil... Dime qué no es esto otra vez... Por favor. ── Le rogó tomando el brazo y apoyó su frente en su hombro rezando y orando a Dios que ésto fuera una pesadilla.

── Mañana iremos a ver al médico a primera hora... Solamente pásame mis pastillas... Estaré bien, no es nada, seguramente es porque tosí muy fuerte, tranquilo, cariño, todo está bien. ── Ante la preocupación de su amado lo abrazó tras recibir aquellas pastillas para su dolor y pasarlas con agua en donde se acostó y lo atrajo lo mejor que pudo a él.

── Iremos a primera hora, te van a revisar... Sabes que sé cuando me mientes, sabes que te conozco más que tú mismo, George, no mientas por favor. ── Le rogó el hombre de ojos azules aferrado al otro deseando que todo fuera un verdadero mal sueño, no quería perder a más nadie, ya había perdido a mucha gente que amaba y perderlo a él sería el colmo.

El hombre bajó su cabeza apoyando su barbilla en la coronilla de su amado y rompió en un llanto apagado por la debilidad que presentaba y se aferró al más bajo como si fuera su cable a Tierra. No le temia a la muerte, temia dejar a su amado en tan mal estado y que de la nada sus esperanzas de seguir su vida normal hayan sido despedazadas.

── Yo no lo sé... Siento que la medicina no me ayuda, cuando salgo siento que mis piernas fallan... Dhani y Olivia lo notaron, cuando me vieron tratando de ponerme de pié la otra noche y yo les dije que estaba bien y que era solo un viejo torpe que se apoyó mal al querer ponerse de pié... Esto es doloroso, Richard, el cáncer es muy doloroso porque te mata por dentro, te mata de forma lenta y progresiva... Esto ya no es vida, dejó de serlo y no sabes cuánto me arrepiento de haber fumado desde tan joven y tanta cantidad.──  Soltó aquello que lo tenía atormentado, por una decisión, por haber fumado toda su vida, ahora todo era recortado, ahora estaba así por esa decisión que tomó y no deseaba que nadie, absolutamente nadie pasara por lo que él estaba pasando.

Aquella confesión lo hizo llorar, sabía que el otro estaba adolorido y que de a poco el espíritu fuerte que solía tener se iba apagando de a poco y le costaba hacer muchas cosas y solo se la pasaba acostado en la cama, no podía culparlo y las alertas saltaron en toda la familia y amigos cercanos de que algo malo pasaba pero aquello que acababa de presenciar fue el colmo, no podía dejar pasar eso y lo llevaría al médico.

── Vístete George, iremos al médico, llamaré a todos... No quiero perder tiempo valioso, por favor te lo pido de todo corazón, cariño. ── Le musitó con un nudo en su garganta alzando su mirada para ver a su amado el cual estaba llorando. ──  Estaremos bien, de seguro es un pequeño susto, pero tenemos que ir a confirmar, no podemos esperar más... Ya tienes dos días así. ── Hizo el esfuerzo de levantarse y fue a vestirse con lo primero que encontró en su armario seguido de llamar a la ex esposa de su amado y decirle lo ocurrido para luego llamar al amigo de ambos Paul McCartney.

A Harrison le costó un poco hacer aquello que antes hubiera hecho en cuestión de dos minutos o tres si no encontraba su ropa, pero ahora sentía que cada músculo pesaba y sus huesos eran sumamente frágiles que en cualquier momento podrían quebrarse y quedar en el suelo. Pero lo intentó con ayuda de su amado de ojos color cielo que le daban la fuerza necesaria para hacer aquello que parecía una tortura. Volvió a toser y le raspó la garganta, su voz estaba cambiando y de a poco se iba apagando, eso le hacía sentir débil, inútil y un robo, un robo a mano armada a su voz, su forma de expresar sus sentimientos era arrebatado, podría escribir canciones pero no sé comparaba con poder ponerle su voz a cada una de ellas y eso le hacía sentir mal, le daban ganas de llorar hasta quedarse dormido pero no podía, no podía hundirse en la miseria absoluta.

Fue llevado a emergencia sin importar que eran casi las cinco de la mañana y el tránsito no existía básicamente así que llegaron rápidamente, entraron y pidieron revisión de urgencia y que llamaran al médico del guitarrista y Richard no se conformó con que la recepcionista llamara, también lo hizo él hasta que contestara, la desesperación y el miedo corría por sus venas al ver en ese estado tan débil y deplorable a su amado.

Lograron contactar con el doctor que estaba dormido evidentemente pero al saber lo que ocurría avisó que en media hora o un poco más llegaría y dando órdenes por el teléfono sobre los análisis que debían hacer para no perder tiempo mientras llegaba.

Ahí quedó Richard sólo, iba a esperar a Olivia, Dhani y Paul si es que llegaba el último o tardaría mucho más, pero estando ahí sólo sintió que su mundo se venía abajo, apoyó su cabeza en sus rodillas y cerró sus ojos con fuerza, no lo iba a permitir, no permitiría que más nadie se fuera, no quería, no podía en lo más mínimo, se sentía cuando Maureen falleció también, se sentía así pero más fuerte, mucho más fuerte y le quitaba el aire el mero hecho de hacerse una vida sin su amado George, sin sus chistes, sin ese apetito voraz, su amor por las plantas, los fines de semana viendo las carreras de fórmula 1, el que pusiera flores en su cabello mientras le decía lo tanto que lo amaba, que lo amaba mucho y que no lo dejaría y que tocaría su guitarra con él hasta que la muerte se lo llevara consigo, pero no era momento, no, era joven, no podía irse, no podía dejar de tocar esa guitarra junto a su batería así de la nada. Debía calmarse, debía respirar, no podía sufrir un ataque, sería peor para George que ya estaba bastante mal, sentía sus lágrimas bajar por sus mejillas, era tan doloroso como un puñal en el corazón y que giraba generando las dolor y que se apretaba encima, era espantoso.

Debía distraerse... Debía llamar a la hermana de George, avisarle a sus propios hijos de lo ocurrido, tenía que hacer más cosas y esperar a los demás.

Eso mismo hizo, mandó mensajes y respondió llamadas mientras caminaba de un lado al otro en el pasillo viendo a personas, enfermeros, camilleros y doctores pasar de un lado al otro sin parar y no había noticias hasta que vió pasar al doctor que los atendía que no venía con las mejores apariencias físicas pero no importaba, lo que importaba era la salud de su amado y así se lo hizo saber al doctor que no perdió tiempo en salir corriendo a la sala al saber que le harían exámenes para saber que ocurría con George Harrison.

Volvió a quedarse solo, otra vez pero no duró mucho, por la entrada aparecieron Olivia y Dhani totalmente alarmados por lo ocurrido y al ver a Richard fueron con él, la femenina empezó a preguntar y el joven solo se abrazó a su tío con fuerza porque estaba asustado, estaba muy asustado de lo que ocurría y que sus sospechas eran ciertas.

──  Se levantó tosiendo sangre... No quería esperar a mañana, esto me tiene sumamente preocupado. ── Susurró Richard a la mujer viendo la expresión preocupada que tomó su rostro ante aquel detalle. ──  Solo quiero que ésto sea un mal sueño. ──

── Se notaba que estaba mal pero es tan terco... Dios no puede ser. ── Se culpó la mujer apretando sus manos con fuerza ante la impotencia de no poder hacer ni saber absolutamente nada de su ex esposo.

── Todos lo sabíamos pero no se deja ayudar y nos miente para que no nos preocupemos por él. ── Explicó aún teniendo a Dhani entre sus brazos que se negaba a soltarlo.

Asintieron con la cabeza y fueron a sentarse en esos fríos asientos de metal estando el hijo del matrimonio en medio nervioso y preocupado con señales de leve insomnio. A la espera se unió Paul McCartney que al entrar los buscó a todos con la mirada y fue puesto al tanto de lo que estaba ocurriendo con su amigo de la infancia.

El suspenso se sentía en el ambiente y debían calmarse, dos de ellos eran mayores y estaba la posibilidad de sufrir un infarto si la tensión se extendía y era mayor. 

Pero el médico salió y eso eso que los cuatro se pusieran de pié y esperaban las palabras del profesional que los miraba con pesar.

── Hicimos los exámenes correspondientes... Lamento decir que el cáncer ha vuelto... Pero ésta vez tiene dos metástasis en su cerebro... Yo en realidad lamento dar esa información, se que no es lo que desean y ninguno de nosotros, pero lo lamento. ── Les informó aquel médico con pesar viendo como los rostros de los adversos se desfiguraban de la tristeza de recibir aquella noticia. ── Pero no es fase terminal, podemos someterlos a tratamientos agresivos... Pero no los hacemos aquí, les puedo recomendar un hospital en Suiza y otro en Nueva York, hablaré con los médicos especialistas y los mantendré al tanto. ──

Todos se habían quedado sin voz en ese momento, aquel miedo que tanto tenían se había vuelto realidad, el cáncer había vuelto junto aquello, eso desgarró al menor de todos que se abrazó a su madre la cual estaba llorando en silencio y fue reconfortada por Paul el cual tenía un nudo en su garganta.

── G-gracias... Gracias por todo... Nos mantendremos en contacto ¿Podemos v-verlo?. ── Dijo Richard limpiando algunas lágrimas que bajaron por su mejilla.

El doctor los acompañó hasta la sala en donde lo habían dejado monitoreado y siendo suministrado por suero por vía intravenosa, estaba con los ojos cerrados mirando en dirección opuesta a la puerta pero al escuchar como la puerta era cerrada giró su cabeza y miró a los cuatro visitantes con una sonrisa débil les recibió.

── Hola cariño. ── Dijo la femenina que fue la primera en acercarse y tomar asiento en la silla tomando la mano de su ex esposo. ── ¿Te encuentras mejor?. ──

── Un poco adolorido y cansado, pero bien... Supongo, ya no lo sé, con la noticia que me dió el doctor sinceramente ya no sé que pensar al respecto. ── Musitó el guitarrista acariciando con suavidad la mano de su ex mujer.

Detrás de su madre estaba Dhani el cual se limpiaba sus lágrimas teniendo sus ojos rojos y miró a su padre como cuando era un niño pequeño y se había raspado la rodilla tras jugar en el jardín y buscaba el consuelo de su padre para dejar de llorar y así se acercó a él poniéndose de cuclillas al lado de su madre y tomó la mano de su padre.

── Vamos a solucionar esto... El doctor dijo que hay hospitales que pueden eliminar el cáncer, están en Suiza y Nueva York... Son más agresivos pero podemos hacerlo, con que estés bien... Tenemos el dinero para costearlo. ── Miró fijamente a su padre con algo de ilusión que de con ello volviera a tener a su padre como antes.

── Eso lo hablaremos tu madre, los tíos y yo ¿Si? Veremos cuáles son las mejores opciones y lo vamos a intentar, no te preocupes, se que ya eres un hombre pero créeme que para mí sigues siendo mi pequeño muchacho. ── Extendió un poco su mano para acariciar la mejilla de su hijo con ternura seguido de revolver su cabello y así ver a los otros dos hombres que le miraban atento. ── Paul... Viniste. ──

── Ringo me llamó y no pude evitar venir aquí de inmediato... George enserio que me tienes preocupado y pese a nuestras diferencias sigues siendo mi amigo y no quiero perder a más nadie por cáncer, no quiero perderte y lo que me pidan lo haré, todo lo que sea capaz de darte o ayudarte lo haré. ── Habló el mayor de ellos dos acercándose quedando a los pies de la camilla.

── Lo sé... Aunque sigo molesto por tu actitud, te perdono por la amistad que tenemos, sino no sería de mi agrado tu vista nocturna. ── Dijo aquello con una media sonrisa para que viera que no era totalmente cierto sus palabras y que vieran los demás también que aún mantenía un poco de su humor.

Así hablaron y estuvieron analizando las posibilidades junto al médico que había venido a ver cómo estaba ya que realmente había venido al hospital solamente por aquello, pero era el gran George Harrison, claro que debía ir y no derivar a otro doctor que no sabía nada a profundidad por lo que el cantautor pasaba. Y en esas charlas llegaron a la conclusión que primero iría a Suiza y si ese tratamiento agresivo funcionaba mejor, pero si no era el caso irían a Estados Unidos por la otra opción y rezar a qué eso fuera suficiente para acabar con esa pesadilla que otra vez los azotaba.

Cuando Dhani, Paul y Olivia salieron para ir a comer y tomar algo en la sala de descanso que había y de paso dejarle privacidad a la pareja, el mayor se acercó y tomó asiento en donde anteriormente estaba la femenina y tomó su mano levantándola y besando sus nudillos y dorso oyendo una risa apagada por parte de su amado.

──  Todo estará bien... Ya verás que pronto volveremos a la normalidad. ── Susurró cruzando sus piernas y frotando sus ojos ante el cansancio que daba sus indicios pero aún se mantenía alerta para escuchar la voz rasposa del otro.

── ¿Te acuerdas cuando hicimos aquella obra? En la que eras aquel temible león. ──

──  Claro que me acuerdo y tú eras el hombre luna, claro que me acuerdo, cariño. ──

──  Y el Sol está por salir... La Luna debe irse para que el Sol aparezca. ──

── No me digas eso por favor... Me gustan tus bromas, cariño, pero estás muy delicado y no quiero pensar en eso. ──

──  Debes dejarme ir, Richard... Esto dejó de ser vida hace unos meses. ──

── ¡Quédate! Y juro que ésta vez voy a rugir como aquella vez... Rawr...──  Forzó su voz para hacer aquel rugido tal y como lo hizo aquella vez.

Cuando escucho aquél rugido soltó una risa de la más pura nostalgia sonriendo en grande y de aferró mucho más a su brazo para tenerlo cerca suyo y lo miró.

──  Sabes que no puedo evitar lo que pasará... Aunque no quiera dejarte, no quiero dejar solo a mi hermoso ángel de ojos azules... Pero debes jurarme que si no lo logro... Vas a cuidar de Olivia y de Dhani, por favor, es lo único que te puedo rogar que hagas por mí. ── Le suplicó tomando el rostro de su amado viendo la tristeza en sus ojos, su muchacho de ojos tristes.

── No digas eso... Tu vas a cuidarlos, vamos a cuidarlos los dos, George... Mierda... Lo juro, juro ante ti el día de hoy que los cuidaré con mi alma y corazón. ── Juró ante él viéndole a los ojos sin poder evitar que aquellas lágrimas de tristeza absoluta bajaban por sus mejillas y se estiró para besar sus labios justo cuando el Sol comenzaba aparecer por el horizonte.

Y así fue, lo hicieron todo al pié de la letra, hicieron los tratamientos agresivos para eliminar aquel cáncer lo cual hizo que le cortaran por completo el cabello a George y que estuvieran con él en todo momento por la exposición a la radiación rezando que diera resultados pero claramente parecía que un día mejoraba pero al siguiente se la pasaba todo el día en la cama adolorido o muy cansado hasta para cuidar de sus amadas plantas y eso preocupaba a su amado. Las horas de hospital eran largas, días de espera y de turnos entre Ringo, Dhani y Olivia hasta a veces cuando podía venía Paul y otros amigos de Harrison para animarlo y ayudarlo emocionalmente para darle lucha al cáncer pero esos tratamientos en Suiza fueron en vano y lo intentaron otra vez en Nueva York en donde trataron de no levantar sospechas pero en cuestión de días ya se sabía que dos de los ex miembros de los Beatles estaba ahí junto a una de sus ex esposas e hijo en un tratamiento, sinceramente no sabía cómo la prensa se había dado cuenta o como habían obtenido tanta información pero no tenían tiempo para eso, ya no había tiempo y era ahora, Nueva York era la última oportunidad para acabar con el cáncer de pulmón que había vuelto.

Pero para su desgracia así siguieron hasta finales de año, ya entrado Noviembre de 2001 específicamente un 22 de Noviembre en donde las noticias terminó de devastar a todos sus allegados, el cáncer estaba en carácter terminal y no había absolutamente más nada que hacer, solo restaban los cuidados paliativos para que pasara sus últimos días en paz, sin dolor y con sus seres queridos.

De esa forma volvieron a su hogar en donde George estando totalmente cuerdo de sus acciones y de que su vida ya estaba en el tramo final. Pero no quería que su casa fuera un lugar de luto así que tras hablar con un asesor de confianza que le recomendó pasar sus últimos días en Los Ángeles y gracias a la memoria de su ex esposa la cual sabía que Paul McCartney tenía una propiedad ahí mismo, le consultó y Paul no dudó ni un segundo en acceder y que todos fueran a la casa para que George pasara sus últimos días en paz rodeado de sus amigos y familiares. No perdió más tiempo y organizó una reunión con su ex esposa y su hijo Dhani para darles instrucciones sobre los planes que aún tenía con sus canciones y que quería que ellos los llevaran adelante por él y jamás había visto a su hijo comportarse con tanta seriedad y lealtad a sus palabras diciendo que lo haría y que estaría totalmente orgulloso de él sin miedo a nada, que sus palabras serían cumplidas, que no le fallaría a su palabra y con eso George no pudo estar más orgulloso del hijo que había criado juntos la mujer y no dudó en abrazarlo, en tener a su hijo cerca y decirle cuánto lo amaba y que aunque no estuviera ahí, lo iba a cuidar siempre junto a una pequeña petición que cuando ya no estuviera en el mundo, el día del funeral le diera un enorme abrazo a la persona que más amaba en su nombre y Dhani ya sabía quién era esa persona así que le aseguró a su padre que así sería. En ese entonces pasaron un par de horas más ellos tres juntos como la familia que eran, dejando de lado el miedo, estar en paz con las personas que más amaba volviendo a reír como hace meses no lo hacía.

También llamaron a su hermana Louise con la cual no estaba en buenos términos y quería estar en paz con ella y la misma no dudó en aparecer en la casa y estar con su hermano para hacer las pases y pasar sus últimos días juntos como fue siendo jóvenes niños y adolescentes  y ahora siendo adultos quería que entre ellos todo estuviera bien.

Y por último pero no menos importante hizo una reunión privada con sus amigos de toda la vida y el amor de su vida, Paul y Ringo estuvieron con él, en donde hablaron y se pidieron disculpas por las discrepancias del pasado, aunque los tres sabían que no había forma de solucionar lo inevitable no querían que George la pasara mal, porque pese a ser hombres mayores, George era el niño, era el menor de todos ellos y que ahora estuviera así les parecía lo más injusto del mundo, en esa habitación todos los recuerdos de sus show, conciertos, ensayos, comidas, locuras, aventuras, los momentos buenos y malos, todos ellos pasaban como fotografías en las mentes de los tres artistas los cuales los dos mayores bajaron la cabeza tratando de no llorar enfrente del menor.

──  Oye... Cuando estés ahí arriba y conozcas a Dios ¿Podrías pedirle que nos deje juntar? Porque dudo que los cuatro estemos ahí arriba, muchos estaremos en el infierno y no me apetece estar separados por muchos más años y una eternidad. ── Habló Paul sentado del lado izquierdo de la cama mirando a su mejor amigo de toda la vida.

── Si... Eso... También espero que nos saludes al señor Epstein, Linda, Maureen, nuestras madres.... Sobre todo a John si es que está ahí, cosa que dudamos. ── Los tres rieron a la vez por tener la imagen mental de aquellos sucesos. ── Y claramente espero que nos esperes a nosotros para volver a tocar juntos en el cielo, cómo cuando éramos jóvenes y todo era un sueño de película, en donde volvemos a escuchar los regaños de Brian por ser tan descuidados... En las bromas de John y lo espontáneo que era, ya sabes, volver a estar juntos. ── Le pidió Ringo tomando la mano de su amado teniendo los ojos rojos de tanto llorar por todo el tiempo que duró aquella conversación privada que derivó aquello que hablaban ahora.

── No lo duden que lo haré, los saludaré a todos y los esperaré a todos, dudo que John quiera dormir en cucharita conmigo. ── Sonrió débilmente ante aquella idea de irse de aquel mundo terrenal. ──  No tengo miedo chicos, no me arrepiento de nada... Solamente de haber fumado tanto, es lo único que me arrepiento, pero después de más nada... Mi vida fue bellísima, conocí a tres personas increíbles que considero hermanos... Bueno, dos, Ringo es distinto... Formé una familia, tengo un hijo increíble que cada día crece más y sé que podrá hacer frente al mundo sin flaquear, verá la belleza del mundo teniendo a su madre consigo, los tendrá a ustedes y me tendrá a mi aunque él no pueda verme y también estaré para ustedes aunque no me vean, trataré de estar ahí para ustedes y verlos hasta que nos veamos otra vez y nos podamos abrazar y ser la familia que siempre fuimos. ── Apoyó su cabeza contra la almohada hundiéndose en la misma cerrando sus ojos contento y conforme por lo que fue su vida. ──  Los amo chicos, los amo de verdad. ──

Ante lo primero dicho el que más soltó una risa fue Ringo seguido de decir "Que espere a Paul para hacer eso, usted es mío, señor Harrison" debido a la enorme confianza y la química innegable que Lennon y McCartney se tenían cuando el primero seguía con vida.

Lo escucharon atentamente y les alegraba saber que George no tenía miedo de morir y que si tuviera una sola cosa de la cual se arrepentía en su vida, pero era un asunto que no podían arreglar porque ya no tenía vuelta atrás. Aquellas palabras eran hermosas y lo asintieron con la cabeza dejando que sus emociones fluyeran, realmente las palabras del otro eran hermosas sin ligar a dudas y los hacía llorar con tanta facilidad que era increíble lo profundo que podía ser aquello.

Así pasaron los días en compañía de sus seres queridos hasta el día 29 de Noviembre en dónde con paz y sin miedo, George Harold Harrison French dejó el mundo acompañado de sus seres queridos, sin miedo y creyente a sus creencias.

"Abandonó este mundo como vivió; consciente de Dios, sin miedo a la muerte y en paz, rodeado de familiares y amigos"

──  George. ── Dijo el hombre de ojos azules abrazando a un muchacho de traje negro.

──  ¿George? Soy Dhani, tío... Es la segunda vez que me dices así... Pero si te sirve para algo, te permito que me llames así. ── Sonrió el jovencito abrazando al hombre mayor el cual estaba bastante confundido por su misma propia confusión de nombres, solamente le pareció volver a ver a ese joven de 17 años en la Caverna.

Here comes the sun, doo-doo-doo-doo
Here comes the sun, and I say
It's alright

Little darlin', it's been a long, cold, lonely winter
Little darlin', it feels like years since it's been here

Here comes the sun, doo-doo-doo-doo
Here comes the sun, and I say
It's alright

Little darlin', the smile's returning to their faces
Little darlin', it seems like years since it's been here

Here comes the sun
Here comes the sun, and I say
It's alright

Sun, sun, sun, here it comes
Sun, sun, sun, here it comes
Sun, sun, sun, here it comes
Sun, sun, sun, here it comes
Sun, sun, sun, here it comes

Little darlin', I feel that ice is slowly melting
Little darlin', it seems like years since it's been clear

Here comes the sun, doo-doo-doo-doo
Here comes the sun, and I say
It's alright

Here comes the sun, doo-doo-doo-doo
Here comes the sun
It's alright
It's alright

──  Pensé que el que llegaría primero sería Ringo... Pero que gusto verte, pequeño George. ── Habló una voz un poco burlona a las espaldas de un joven de traje que aparentaba unos diecisiete años.

── Espera... ¿John?... ¿¡John!?.──  Los ojos del joven se llenaron de lágrimas al ver a su amigo.

Si, estaba demasiado emocionado, cuando estaba con vida no habían logrado hacer las pases y aquello lo atormentó toda su vida. Muchas veces quisieron hacer las pases pero por muchos problemas entre ellos no se pudo.

"¿Dónde estabas cuándo más te necesitaba?"

Aquellas frías palabras suyas que le gritó a John cuando le pidió que asistiera a un concierto cuando con anterioridad le había pedido su asistencia a su concierto en Bangladesh y no fue por Yoko.

Aquel recuerdo lo atormentó hasta ese momento en dónde tenía enfrente suyo a su amigo, a su hermano y cómo un niño pequeño se levantó y se abalanzó hacia el otro para abrazarlo haciendo que el de nariz aguileña soltara una risa.

── Hola George, tranquilo... Todo está bien, no llores.── Susurró acariciando el cabello del menor el cual lloraba. ── Todo está bien... Te perdono y espero que puedas perdonar a éste idiota por naturaleza.──

── Hola John... Demonios maldito, te extrañé tanto.── Soltó una pequeña risa apartándose del otro limpiando sus lágrimas y le sonrió mostrando sus colmillos blancos seguido de extenderle su mano. ──  Te perdono... Y esperé más de veinte años para tener el tuyo.──

John soltó una risa que George había extrañado tanto y estrecharon sus manos, sintieron una fuerte descarga eléctrica recorrer todo sus cuerpos haciendo que se vieran a los ojos antes de soltar sus manos.

──  Y dime ¿Qué haces aquí arriba?.──

── Oh nada, hice un trato, cada vez que uno de ustedes dejen el mundo puedo venir a verlos, es un trato justo ¿No? Todos sabemos que no estaría en el plano divino.──  Dijo con su tono de voz agudo y bromista haciendo reír al muchacho de traje en dónde por fin la paz entre ellos se hizo presente ante tanta espera.

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Metástasis: Es el proceso de propagación de un foco cancerígeno a un órgano distinto de aquel en que se inició.

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