El primer dia de clases de la trigueña, si clases, el padre de las gemelas no quería que esta perdiera clases así que la inscribió en la escuela y la madre de esta estuvo de acuerdo con esa loca idea, de parte que tenía que aguantar a la insoportable de su hermana tenía que ir a clases eso era el fin del mundo para la trigueña. Había visto a Bella con cara de felicidad y no sabia por qué ¿Se podría ser más insípida y falsa que ella?

El ambiente se volvió aburrido para la trigueña, por lo que decidió acercarse a la pareja que hablaba en voz baja

-¡Enano Black!-saludo con una enérgica sonrisa la trigueña, hacia el chico de tostada piel. El nombrado se giró sorprendido al verla-Por tu cara puedo decir que nadie te dijo que vine

El licántropo salió de su trance de embotamiento y se acerco con rapidez a la trigueña ignorando por completo a la palida

-No has cambiado en nada-admiró el joven

-Tu sin embargo ahora tu estas, uf.. capacitado de llevarte a cualquiera a la cama incluyéndome a mi-celebro, el casi invisible sonrojo en el contrario causo una enorme sonrisa en el rostro de Paola-Dime, guapetón Black, ¿Sigues lamiendole los pies a mi hermana o te apetece probar algo super mejor?

-¡Paolla!-el regaño de su hermana fue fuerte, más este fue opacado en su mente por la cautivante y disimulada sonrisa que acababa de escuchar a su espalda. La trigueña se giro y se mordió el labio a ver al cobrizo con descaro

-¿Que? Estas pálida, no sabias que a las personas de piel pálida se arrugan más rápido-dice la trigueña con una sonrisa de maldad

El rostro de Isabella padeció de color

-Eso no es verdad-el pánico en su voz era notable

-¿Que te pasa? Admito que eres raro pero no hasta tal punto-pasando uno de sus brazos por los hombros de las más blanca.

-Estaba de broma, Isabella, nadie puede arrugarse de un día para el otro, así que no te pongas nerviosa

《Era verdad pero no se lo iva a decir tampoco soy un monstruo》

Bella infló sus mejillas de aire y cundo descubrió que su hermana menor por así decirlo se estaba burlando de ella expulso el aire, tanto Edward como Jacob intentaban contener su risas por el comentario de la trigueña

Apareció de la nada el cobrizo este tenía una exprecion seria pero se veía igual de sexi, al verlo la trigueña la mente de esta viajó hacia lo que había hecho el otro día en el auto donde pensó todo lo que podía a ser con cada parte de su cuerpo. Edward entro en un estado de pánico a leer aquellos pensamientos que evito el otro día

-Saven me voy a buscar mis horarios ya que este ambiente esta un poco cutre y aburrido-dice la trigueña dando media vuelta, el cobrizo da una sonrisa de bobo, Bella le pega un puñetazo en el hombro

La trigueña llego a ma entrada de ma escuela y hay había una señora algo mayor.

-Buenas-dice la trigueña con timidez

-Hola jovencita ¿Que se te ofrece?-dice la señora

-Hola soy Paolla...-La señora la interrumpe

-A Paolla Swan, la hija menor de el oficial Swan-dice la señora y la trigueña asiente-Aqui tiene tus horarios y las llaves de tu casillero esta cerca de el casillero de tu hermana

-Okay-dice la trigueña

-Si me permites un comentario-la trigueña asiente con intriga-Su padre es guapísimo-la trigueña ase una mueca y levanta una ceja, da media vuelta.

Una chica camina a su lado sin decir una palabra, era una chica con el pelo negro corto, era palida como la nieve, parecia una adita y tenía unos ojos hermosos ya que eran dorados brillantes algo extraño, aunque el silencio no era incomodo, la expresión en el rostro de aquella chica levanto la curiosidad de Paola, esta gira a la derecha para ver si esta le estaba siguiendo y su sospechas fueron comprobadas cuando giro al igual que esta

-Aunque debo admitir que te ves una chica interesante, ¿Quien eres y por que me sigues?

La chica se detuvo de golpe Swan la imita

-Soy Alice Cullen y tu eres Paolla Swan

Dice la pequeña hada, la trigueña algo asustada ya que ella era la chica nueva y esta chica no debería saber su nombre. Pero el apellido le sonaba conocido

A la trigueña se asusta ya que el brillante de los ojos de la hada ya no eran brillantes sino opaco

-¿Te sientes bien?-dice la trigueña preocupada

-Si estoy bien-esta sonríe de oreja a oreja

-Okay y porfavor solo Paola odio mi nombre.

Ignorando lo anterior sucedido, se dan la mano y la trigueña se da cuenta que esta estaba congelada

-Soy hermana de Edward el novio de tu hermana.

Las palabras salían con cierta rapidez de la boca de Alice, Paola soltó una carcajada ante lo dicho.

-Hmm, creo que tu y yo nos llevamos bien.

-¿A donde vas?

-En busca de mi aula, pero no se donde queda ya que la señora de resección en vez de darme instrucción lo que iso fue elogiar la belleza de mi padre que no se donde esta pero ella la vio

-Yo te puedo ayudar pero dime ¿que edad tienes?. No luces mucho menor que Bella

-No los aparento por que tengo su misma edad, ya que somos gemelas, ella es mayor que yo por 10 minutos.

-¡Guau!, nunca me imaginó que Bella tuviera una gemela, ya que las pocas veces que hablaba de ti decía que eras su hermana menor.

-Si a ella le encanta a serme menos, pero eso se lo permití cundo era chiquita, pero ahora que veo que es una insípida, ya no tengo que envidiarle

-Dejame hacerte una pregunta circunstancial ¿Te gusta la moda?-la trigueña niega con la cabeza con una sonrisa ya que la enana se le borro la sonrisa

-No me gusta, ¡Me encanta!-dice la trigueña y la pelinegra sonríe divertida

-Tu y yo vamos a ser buenas amigas-ase una sonrisa

-¿Vamos? Ya somos buenas amigas-dice esta-Ahora cuéntame ¿como mi hermana consiguió enamorar a Edward?

-Bueno ellos se conocieron...-Paola le presta mucho mas atencion a la hadita y esta comienza a ser el cuento de principio a fin

-Dime la verdad, ¿no te cae bien mi gemela?

Alice decidió ser sincera

-No, ella no me cae bien pero yo no puedo hacer nada contra eso ya que es la novia de mi hermano

Y Paola decidió hacer lo mismo

-Te seré sincera, a mi tampoco- confieso-Me vas a prometer algo

-Lo que sea-dice esta con curiosidad

-Me voy a follar a tu hermanito-dice esta susurrando