𝓘𝓷𝓿𝓲𝓮𝓻𝓷𝓸

Fecha: 4 de Septiembre del 2026

Hora: 8:22AM
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El frio infernal era el gobernante de todo el paisaje, los árboles fruteros permanecían sin hojas esperando el verano, las aves buscaban refugio de la densa nieve, y alguno otros dormían profundamente; pero en una pequeña cabaña en casi el centro de un basto bosque nevado se encontraban nuestros protagonistas. Ya habían pasado meses desde su encuentro con Los Lobos y las heridas de su amiga poco a poco sanaban, claramente tuvieron que ir en busca de suministros médicos y la caza se hacia cada vez mas necesaria.

Samuel salia a cazar y Camila cuidaba del estado de Holly, teniendo en cuenta los pocos conocimientos médicos que esta tenia no debía de ser un trabajo difícil; la albina por pero lado llevaba tiempo sin mostrar signos de vida, su pecho subia y bajaba y la falta de sangre hacia que su piel se viera palida hasta el punto del papel, estaba claro que la pelea le había dejado en un estado crítico. De todas formas, ya era hora de ir afuera y cazar, los suministros eran poco y los conejos no saciaban el hambre de dos días.

Samu: Bueno me voy, tengan cuidado

Cami: Igual tú..

El chico salió de la cabaña y subia al lomo de Tank el cual se encontraba descansando.

Samu: Perdón por arruinar tu sueño amigo, pero te necesito

El perro se levantó de su pequeña siesta y ladró, para luego avanzar a las profundidad de ese oscuro y nevado bosque.

La nieve adornaban las ya secas hojas de los árboles, el cespdes antes verde era gris y la densa nieve lo cubria por completo, algunas pequeñas lagunas se encontraban congeladas y con una frágil capa de hielo que dejaba ver a los peces que sin ningún problema nadaban; los pequeños ruidores en busca de comida y el sonido de las pisadas de Tank en la pesada nieve aullentaba a las presas pequeñas como conejos o ardillas. Era un grave invierno, el sonido seco de su escopeta golpenado un poco su cuerpo hacia eco en los múltiples caminos, los antes sanos robles eran grises y lo poco de su fruta se había congelado en una fina capa de nieve y hielo; el frío era mortal, agradecía haber robado de una pequeña villa abandonada algo de ropa de invierno, de no ser ese el caso seguramente hubieran muerto de hipotermia hace tiempo, su nariz estaba roja, su aliento cálido se contemplaba cada vez que exalaba en busca de algo de calor.

Era en esos momentos en que envidiaba a Tank, el grueso pelaje en abundancia del can seguramente lo mantenía muy cálido.

En un preciso momento su vista lo llevó a un ciervo, un milagro debido a la poca yerba que este había encontrado apartando toda esa nieve, el animal estaba en paz comiendo como si no sintiera la aguda visión del chico quien ni lento ni perezoso bajo de Tank pidiéndole que en caso de escape fuera tras la presa; tomo la escopeta y colocándose en un puñado de rocas que estaban cerca de donde estaba el ciervo, una distancian favorecible, tomo el arma y apoyándola en una de las rocas fijando su vista en donde tenia que apuntar, quito el seguro y disparo.

El sonido del disparo alejo a algunas pequeñas aves que rondaban la zona y el animal no tardo en caer al suelo por la bala.

Samu: ¡Si!

El chico se acerco con rapidez a su presa, estaba aun respirando pero sabia que tarde o temprano tendría que dejar de hacerlo, en su más primitivo instinto sabia que ese ciervo los alimentarias muy bien algunos días, si sabían administrar bien la carne tal vez una semana, pero sentía empatia por el animal que luchaba por su vida, sus ojos completamente negros observándolo atentamente y su pecho subiendo y bajando con velocidad afirmaba que enserió luchaba por sobrevivir. Le daba algo de pena, pero las cosas eran así y aunque lastimosamente para su alimento era un requisito la vida de otro ser vivo, no tenia de otras más que aceptar la ley del más fuerte. El sus último momentos de vida acarició el cuello del animal y se quedó con el hasta que en unos minutos dejo de moverse anunciando su ya muerte, se levantó y tomo una soga que se encontraba en su mochila, ató las patas delanteras y traseras para acto seguido cargar el pesado cuerpo del animal y subirlo encima de Tank. La cacería había concluido de una muy buena manera, pero antes de despejarse del área pudo ver a dos conejos de blanco pelaje intentando camuflarse y seguramente entrar a alguna madriguera.

Comida es comida pensó el joven antes de volver a empuñar su arma y en menos de 10 minutos ya había matado a ambos animales, los cuales cayeron rápidamente dejando solo la marca de sus patas en la nieve.

El joven tan rápido como llego a ese lugar se fue, dejando solo los casquillos bala y las pisadas de el can.

Grave error.

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@LEMON PIE