ˏˋ🎈°•[ GIRLS JUST WANNA HAVE FUN ]*⁀➷ೃ

❝-¿Que se supone que hacen las chicas de nuestra edad? ¿Hablar de chicos y trenzarse el cabello? ❞

- ¿Qué demonios sucede aquí?-escuchó a sus espaldas.

Alaska volteó asustada al escuchar la voz.

Era Beverly quien la miraba con duda desde el otro extremo del lugar.

-Oh, mierda-comenzó a buscar con la mirada al resto del club, pero no había rastro de ellos.

Alaska estaba preocupada, no sabía que era lo que pensarían ahora de ella pues no quería perder la amistad de los chicos.

-Yo, yo, yo...-no término la oración porque las lágrimas se lo impidieron.

-Oye, Alaska ¡Mírame!-la tomo por los hombros al ver que no detenía su llanto-No llores, no hiciste nada malo solo explícame que sucede.

« Ahí tienes tu apoyo Alaska... » Escuchó nuevamente esa voz.

(...)

-Y no sé qué es lo que siento.

Las lágrimas de Alaska se habían detenido, llevaba aproximadamente una hora contándole todo a la pelirroja (Omitiendo su locura y las voces que escucha) quien la escuchaba atentamente.

- ¿Realmente estás hablando de Bowers? Me cuesta trabajo creer que él puede comportarse así con alguna persona.

-Es complicado-limpió un los delgados hilos húmedos que caían de su nariz-Es una persona totalmente diferente cuando nadie nos observa.

- ¡Vaya!-dijo sorprendida, miro a la rubia y se dio cuenta que mantenía la mirada en el suelo-Así que... te gusta Bowers-trato de relajar el ambiente.

-No lo sé.

-Ese beso no fue un "no lo sé"-le dijo de manera pícara.

La rubia no pudo evitar sonrojarse y tuvo que cubrir su rostro con sus manos. Beverly tenía razón ¿Cómo no pudo darse cuenta antes? No solo le gustaba Bowers, estaba enamorada de él.

-Oh dios, no. No puedo estar enamorada de Henry.

- ¿Por qué no?-cuestionó Bev.

- ¿Es enserio?-exclamó con obviedad-Es Bowers, Henry Bowers. El jodido matón de Derry-se puso de pie y comenzó a caminar de un lado a otro-Los chicos me mataran, oh claro que lo harán, primero me gritaran y después me mataran ¡No querrán saber nada de mí, Beverly!

-Relájate, somos tus amigos ¿Por qué habríamos de juzgarte?

-No lo entiendes...-miró al cielo y pudo ver que comenzaba a oscurecer-Es tarde y si no vuelvo a casa antes del toque de queda mis padres me matarán.

-Claro.

- ¿Quieres ir a mi casa mañana?-le preguntó-Ya sabes una tarde de chicas.

-Seguro, será divertido.

(...)

- ¡Maldición Danny, se suponía que debías despertarme!

Alaska corría de un lado a otro por su habitación ordenando sus cosas, guardaba ropa en cestos, escondía zapatos bajo su cama. La única parte que estaba impecable era su librero.

-Rayos-dijo por lo bajo al escuchar el sonido del timbre de la casa.

Lanzó su mochila en el armario y corrió escaleras abajo para recibir a la pelirroja.

-Hola-le dijo con la respiración agitada.

-Hola ¿estás bien? Perece que acabas de correr un maratón.

-Claro-dijo de manera despreocupada-solo estaba ejercitándome un poco, ya sabes para mantener la figura-se dio un par de palmaditas en el estómago sacándole una risa a Bev.

Se hizo a un lado para que la chica entrara a la casa. Beverly no pudo evitar abrir la boca con asombro al ver la casa de la chica. Todo era lindo e impecable, las paredes tenían un color crema que combinaba con los muebles.

-Es hermosa.

-Supongo, es aterradora por las noches. La luz de la luna convierte lo ordinario en algo aterrador.

-Eso sonó muy poético.

Ambas chicas soltaron la carcajada y subieron al cuarto de la rubia.

-Tu habitación también es linda-le dijo mientras se sentaba sobre la cama.

-Gracias... ¿Que se supone que debemos hacer?-Alaska rasco su nuca nerviosa-Eres la primera chica que viene a casa, de hecho eres la única amiga que he tenido.

-Creo que debemos hablar de chicos y trenzarnos el cabello.

« Mi primer amiga »

(...)

-When the working day is done oh girls, they wanna have fun ¡Oh girls just want to have fun!

Beverly y Alaska se encontraban cantando a todo pulmón mientras bailaban graciosamente, en la radio sonaba Girls Just Want To Have Fun de Lauper.

-Some boys take a beautiful girl and hide her away from the rest of the world.

-I want to be the one to walk in the sun. Oh girls, they wanna have fun-terminó Alaska mientras tomaba una frazada y la usaba como bufanda.

Se dejaron caer en la alfombra sujetando sus estómagos para detener el dolor que les provocaba reír. Alaska (y pudo estar segura que también se Beverly) jamás se había divertido tanto en su vida, disfrutaba estar con los perdedores, claro, pero no se comparaba con compartir el tiempo con una chica.

- ¡Lo tengo!-exclamó Beverly mientras se arrastraba hasta llegar a su mochila.

- ¿Qué cosa?-Alaska intentaba ver que era lo que la pelirroja sacaba se su mochila- Oh no.

-Oh si-dijo meneando el pequeño bolso rosado- ¡Vamos a maquillarnos!

Alaska se acercó con curiosidad, su rostro jamás había tenido ni un poco de maquillaje y ver todo lo que su nueva amiga traía consigo era algo increíble. Beverly la tomó por la barbilla y comenzó a pasar delicadamente el labial rojo por sus labios.

-Listo-dijo mientras limpiaba lo que salía de sus labios-Te ves hermosa, deberías usarlo más seguido.

Alaska se miró al espejo y pensó que tal vez tenía razón. Jamás había creído que tenía una belleza sobresaliente ni mucho menos era alguien vanidosa, pero lo que veía a través del espejo le gustaba...la hacía sentir linda.

-Si... no creo que eso sea posible-miró nuevamente a Bev-A mamá no le gusta que use maquillaje.

- ¿Por qué?

-Tiene ciertas creencias muy apegadas a la religión y dice que solo lo utilizan las prostitutas-explicó avergonzada.

Un silencio incomodo se formó después de aquella declaración. La Señora Hockstetter tenía una mente muy cerrada y tenía opiniones muy diferentes a las de la chica. Podía decirse que era una mujer con una moralidad exagerada.

-Bueno ¿tienes hambre?

Antes de que Marsh pudiera responder Alaska escuchó la puerta principal ser abierta, seguida de las voces de sus padres y Patrick.

- Creo que debo irme.

-No, está bien. Patrick no puede hacer ninguna estupidez-señalo la herida de su frente.

Alaska bajó seguida de Beverly, su corazón latía rápidamente. No sabía que era lo que sus padres le dirían al ver a la chica pero estaba dispuesta a enfrentarlo.

-Hola-les dijo a lo que ellos respondieron de la misma manera sin mirarla.

-Buenas tardes, señor y señora Hockstetter.

Al escuchar esa voz que no era de su hija voltearon rápidamente, Beverly se sintió pequeña bajo la penetrante mirada de los adultos. Alaska se dio cuenta de ello e intervino antes de que su madre dijera algo hiriente.

-Ella es Beverly, mi amiga.

Sus padres se miraron entre sí, la señora Hockstetter miró a su esposo de manera paranoica en busca de ayuda. Él asintió entendiendo lo que debía hacer.

-Un gusto Beverly, me alegra conocer a las amigas de mi pequeña-saludo amablemente extendiendo su mano que la chica acepto sorprendida.

Alaska susurró un gracias casi inaudible para su padre, en cuanto a su madre ella estaba completamente sorprendida por la actitud de su esposo. No comprendía como podía aceptar semejante cosa.

Cuando estuvo a punto de reclamar, la mirada de Alaska la hizo callar, en los ojos verdes de la chica solo podía verse a través de sus pestañas súplica e inocencia por lo que no le quedo más que aceptar (por esta ocasión) la presencia de la joven Marsh.

-Un gusto cariño-murmuró con incomodidad mientras estrechaban sus manos.

Nuevamente las palabras quedaron cortas y el silencio se hizo presente, tan oscuro y penetrante como siempre. Para la suerte de ellos la estupidez de Patrick salvó el momento.

- ¿Van a seguir mirándose con asco o prepararan algo para que esta pobre alma pueda comer?

-Tienes razón muchacho, ¿Quieren bocadillos, chicas?

Ambas asintieron y se acercaron para ayudar al hombre, comenzando una entretenida charla con los padres de la chica.

"Sí, el amor está muy bien a su modo, pero la amistad es una cosa mucho más alta. Realmente nada hay en el mundo más noble y raro que una amistad verdadera."
-Oscar Wilde

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