𝙖𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙣𝙤 𝙖𝙙𝙚𝙘𝙪𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙖𝙙𝙪𝙡𝙩𝙤 𝙝𝙖𝙘𝙞𝙖 𝙪𝙣 𝙢𝙚𝙣𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙚𝙙𝙖𝙙, 𝙟𝙪𝙚𝙜𝙤𝙨, 𝙩𝙤𝙘𝙖𝙧 𝙖 𝙢𝙚𝙣𝙤𝙧𝙚𝙨.

Emma no comprendía nada lo que su joven cerebro pudiera entender, aún era una niña que venía floreciendo, su padre le había que jamás en su vida se acercara a su abuelo, aunque la niña era rebelde en si, solo acepto pero su abuelo encontraba la forma de contactarla, creando un vinculo que el sovietico no queria con su pequeño girasol.

La pequeña niña miraba atenta a los cuentos que su abuelo le contaba, además de varias cosas que miraban por las tiendas que pasaban, la gente se emboba con la hermosa escena de una niña tomando la mano de su alto 'padre' algunas mujeres contraron interés en esto, suponiendo que era un padre soltero pero el ruso las rechazó despiadadamente, emma se rio ante ello.

"Abuelo, ¿Por que papá no quiere que esté contigo?" la curiosidad la carcomía gravemente y de cierto sentido, la había desconcertado la fuerte orden de su padre, otro familiar que tiene aparece y su padre lo quería apartar de ella.

¡No es justo!

"Por que tu papá está celoso de mi, como te amo más que él." suaves y empalagosas mentiras había metido en la cabeza de su pequeña nieta, quien con ellas en sus ojos rio por su descubriendo descarado, el imperio asumo una sonrisa y beso la frente de su adorable nieta.

Suave piel de porcelana, ojos avellana brillantes y sedosos cabellos carbón, mejillas rellenas y labios rojos, una auténtica muñeca de porcelana.

Algo que adoraría corromper demasiado, su mente morbosa exploraba las infinidades de asquerosidades que le haría a la niña en su corta edad, pero sabía lo pronto que era, tenía que empezar con suaves toqueteos y besos rebosantes, pequeñas caricias en sus diminutivos muslos y jugar con sus gordos labios carnosos.

Dulce y desafortunada niña, desearás jamás haberlo conocido.

"Emma." Tomó un mechón de sus cabellos, mirando a la niña de cinco años de edad con la espalda recta y una sonrisa en sus labios, besando uno de sus olorosos y hermosos cabellos sonrió lleno de maldad.

"¿Te gustan los juegos, mi dulce niña?" Pregunta el mayor apartándose y ordenando sus cabellos, llevando su enguantada mano por la cara rellana de la adolescente y con su pulgar retocar sus labios rosados.

"¡Si!¡Me gustan mucho!" La inocente e ingenua niña exclamó llena de felicidad, escuchando la risa nasal de su abuelo que lo miró con una cierta sonrisa postrada en sus labios.

"Bueno, vamos a jugar un bonito juego pero solo será entre nosotros así que," Su largo dedo se posó en sus labios, "Debes de guardar en secreto, mi corazón." Endulzadas palabras escapaban de su boca, mirando a la menor con ojos hambrientos.

La menor asintió, mirando con ojos ansiosos a los de su querido y amado abuelo ruso, quien le dio una sonrisa llena de amor con ojos pesados.

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Emma se miró, llena de curiosidad en el espejo, observando sus pequeñas piernas y brazos, donde su abuelo había tocado con sumo cuidado, dándole endulzados halagos de lo hermoso y suave que eran.

¿A su abuelo le gustaba jugar a esto?

Dejó de verse en el espejo y corrió en busca de un cuaderno que Alisa le había dejado, hojeando y mirando los dibujos que hacía además del cómo rápidamente cambio.

Dejando de lado el dibujo de su padre lastimando su brazo, le dio vuelta y como uno de sus crayones, comenzando a dibujar a su abuelo y ella.

'hOy jUguE cON abUelLO' la mal escrita letra que estaba arriba del dibujo, además de cómo las manos amarillentas de su abuelo tocaba específicamente sus muslos, escuchando del mayor que son adorables y suaves.

Bromeando sobre morder como dulces apetitosos sus muslos blancos y nítidos.

Cerró su libro, y lo guardó en el cajón de su ropa, corriendo en busca de algo para entretenerse, probablemente irse a ensuciar sus delicadas y finas prendas.

Sus risas resonaban por los pasillos, en la oficina de URSS el cántico de su adorado angelito resonaba, deseando poder charlar con ella y darle de su amor, escuchando su aniñada y bella voz.

Pero no, él simplemente asustó a su pequeña flor, la asustó hasta la médula y no quiere saber nada de él, algo que lo desespera continuamente.

Oh dios, como adora a su hija.

La mas hermosa niña en todo este universo, su adorable muñeca de porcelana que protegerá hasta sus ultimos días de aliento.

Sus dulces sonrisas dedicadas a el y solamente el, la forma en que sus ojos lo miran amorosos algo que de niño siemore habia querido pero ahora du hija le podría dar y el darle su amor paterno.

Emma, el nombre se endulzaba en sus pensamientos y los vagas recuerdos sobre adorables escenas siendo malditamente hermosa y adorable como siempre deberia de ser.

Joder, ¿Por que admira tanto esa niña?

Siempre su cabeza esta llena de pensamientos sobre su dulce hija de cinco años de edad.

Sus faltantes dientes y dibujos hermosos que siempre le hace, guardandolos en un folder especial y atesorandolos como si fuera la unica cosa que tiene.

Por que emma es su pequeña salvadora y dulce niña, quien le dedicaría todo para proteger su dulce inocencia.

Oh sovietic, creo que tus sentimientos por ellas se estan saliendo con la suya cuando piensas en ella.

Carcomiendo la jaula que les habías hecho a esos morbosos y pecaminosos pensamientos.

Sin saber que tu padre, ya comenzó a jugar y dañar a tu hija.