☁𓂃' Capítulo 08 𓇢🌟ˎˊ
Jisung se movía vagamente por la cocina tratando de terminando el desayuno, tenía notorias ojeras debajo de sus ojos y se notaba demasiado cansado. No durmieron en casi toda la noche debido a que San no paraba de llorar y de quejarse por algo, Minho logró hacerlo dormir recién a las seis de la mañana y desde entonces no se volvió a despertar. Realmente deseaba que duerma unas horas más para dejarlos descansar un poco.
La puerta del departamento se abrió y luego de pocos segundos dos grades manos lo tomaron de la cintura y unos labios dejaron un beso sobre su marca. Iba a decir algo pero el llanto de su hijo lo interrumpió haciéndolo suspirar del cansancio.
—Ve, yo termino—Dejó un beso en su mejilla y lo soltó.
Jisung fue hasta la habitación de su cachorro de casi ocho meses, San se removía en su cuna llorando y frutando sus manitos por su cara, lo tomó en brazos y lo arrulló con sí para tratar de calmarlo.
—Shh, ya, San... Sé que te duelen las encías pero deja de llorar un ratito, por favor—Le ruega afligido a su cachorrito que lloraba a mares en su hombro.
A San le estaban creciendo sus primero dientes de leche por lo cual sentía molestia constante en sus encías, el pediatra les había recomendado comprar un mordedor y llenarlo de agua fría para que muerda y calme las molestias, también frotar las encías con una gasa pues la presión alivia las molestias pero hasta ahora ni Jisung ni Minho se animaron a hacerlo por miedo y por último remedios de venta libre para niños.
Cuando San tenía seis meses lo llevaron al pediatra el ver que babeaba mucho o tendía a llevarse su puño, y el peor de los casos sus juguetes, para morderlos, ahí Gong Yoo les hizo saber que le estaba por crecer los dientes y por eso el babeo y la tendencia a morder algo y que por un tiempo iba a tener molestias.
Jisung volvió a la cocina y se sentó en la isla bajándose la enorme camisa para alimentar a su bebé, con su mano libre froto y rostro suspirando de cansancio. Minho se sentó a su lado y le dio un sorbo a su té.
—Le hice una papilla a San, amor.
—Lo sé pero no la va a querer y que tome leche es la única forma para que deje de llorar—Suspira—Realmente estoy harto de la situación, ya no quiero escucharlo llorar... Y me siento horrible por pensarlo porque sé que le duele.
—¿Tú piensas que no pensé lo mismo? Cuidar un bebé no es fácil, mi amor—Dice tomando su mano—Yo realmente prefiero esta etapa, ¿te imaginas cuando sea adolescente? Eso si va a ser un infierno.
—No lo había pensado así... ¿un adolescente de tú y yo mezclados?
—Exacto, eso va a ser un batalla campal.
[🍼]
El omega se encontraba sentado en el sillón viendo la serie Merlina en Netflix, su alfa se estaba encargado de bañar a San lo cual agradecía ya que su espalda lo estaba matando. Luego de casi media hora Minho entró corriendo con el bebé en sus brazos y se sentó a su lado.
—¿Y a ti que te pasa?—Dice burlón pero su sonrisa desaparece al ver que su alfa esta apunto de llorar.
—Mira—Acomodó a San en el regazo del omega—¿Puedes hacerlo, corazón?
—¡Pa-pá!
El omega observó a su hijo y luego a Minho que ya estaba derramando algunas lágrimas. San había dicho su primera palabra.
—Oh, Dios...
—¡¿Oíste?! ¡Me dijo papá!—Grita eufórico sacando sus lágrimas de felicidad.
—¡No es justo! ¡Yo también quiero! San, di papi, ¿puedes decir papi? Pa-pi... San... ¡Oye!
Pero el niño no cedía, simplemente tironeaba de la camisa de Jisung buscando alimentarse, el omega resoplo y le dio lo que quería mientras observaba de mala gana a su alfa.
—Tú no tienes ese privilegio todavía—Se burla.
—¡No es justo! Pequeño traidor... ¡Ay!
—¿Qué te pasa?
—¡Me mordió!
Los días pasaban y Jisung no se daba por vencido, cada vez que podía le repetía a San la palabra "papi" para que la diga. Él también quería experimentar lo que sintió su alfa al ser llamado "papá" por primera vez.
Y lo logró.
—¡Ma-mi!
Pero no como esperaba.
—¡Minho!
—¡Te lo dije!
[🍼]
—¡Mami, mami, mami!
Jisung sonrió a su cachorrito y lo tomó en brazos.
—¿Emocionado?
—¡Sí!
—Bien, vamos porque papi esta abajo esperándonos—Jisung tomó la pequeña mochila de San y las llaves del departamento antes de salir.
Desde que San le dijo "mami" por primera vez no dejo de llamarlo así y no le disgustaba, muchos cachorritos llamaban a los omegas hombres "mami" había algunos que no les gustaba y preferían ser llamados "papi" o "papá" y otros, como a él, que le encantaba ser llamado así.
Su cachorrito tenía seis años y era su primer día en la escuela, anteriormente lo llevaron al prescolar, que para ambos padres fue difícil pues no querían separarse de su hijo, sentían que estaba creciendo muy rápido.
Una vez llagaron al establecimiento abrazaron a su hijo por varios minutos antes de dejarlo ir, varios padres y madres estaban en su mismo situación abrazando a sus hijos, otros llorando y otros negándose a soltarlos.
—Pórtate bien, mi amor, ¿si? Haz caso a la maestra en todo momento—Dice Minho acomodando el cabello castaño de su hijo.
—¡Sí, papi! Prometo ser bueno.
—Cuando salgas yo estaré esperándote, ¿si, amor? Ahora ve y diviértete—Habla Jisung dejando un beso en su mejilla.
Ambos padres vieron como San entraba a la escuela dando pequeños saltitos de emoción, luego de un pequeño rato ambos se dirigieron a sus respectivos trabajos, Minho dejó a Jisung en el instituto dental donde empezó a trabajar luego de que San cumpliera tres años y él se dirigió al colegio para dar un examen a sus queridos alumnos.
Cuando San llegó a casa no para de parlotear de lo bien que lo había pasado y que había aprendido, no paro de hablar hasta que se durmió. Pero al pasar las semanas la pareja empezó a darse cuenta que algo no iba bien, San se veía decaído y ya no hablaba de lo que aprendía.
Minho observó a su omega y luego a su hijo, se relamió los labios y sonrió levemente.
—¿Qué viste hoy en la escuela, bebé?
San simplemente se encogió de hombros y no contesto.
—¿Y si lo llevamos a un psicólogo infantil?—Sugirió Jisung.
—Puedo hablar con Hyunjin para que nos saque un turno con alguno de sus colegas—Respondió Minho acostándose a su lado.
También San mentía sobre estar enfermo o que algo le dolía para no ir al colegio.
—¡No quiero! ¡No quiero!—Chillo aferrándose el cuello de su padre.
—San, amor, por favor, vamos a llegar tarde—Jisung trato de apartar a San de Minho pero esta lloró peor y se aferró al alfa.
—¡No, no, no! ¡No quiero!
—Nos vas a decir por qué no quieres ir, ahora, San—Exige Minho separando a su hijo de su cuello. El niño solo sollozó y se encogió en los brazos ajenos sin decir una palabra—Si no nos dices vas a entrar al colegio, ¿oíste?
San se removió hasta ser soltado en el suelo, tomó su mochila y entró al establecimiento secando sus lágrimas. Ambos padres se observaron un momento.
—Eso fue rudo, Ho...—Dice Jisung abrochándose el cinturón de seguridad.
—Lo sé, pero... joder, no sé que más hacer Jisung. La maestra nos dicen que esta todo bien, el psicólogo de San no ha dicho nada fuera de lo común...—Suspira frustrado.
Algo andaba mal con su hijo.
La historia original todavía sigue en emisión y este es el último capítulo que hay hasta ahorita, así que cuando actualice yo les voy a actualizar.
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