Otra noche tranquila a dominaba a Seúl, el invierno estaba cada vez más cerca por lo tanto las noches se tornaban frescas y las casas se enfriaban rápido. Las mantas gruesas, bebidas calientes y películas en el sillón mientras afuera nevaba ya los estaban llamando.

El hogar de la pequeña familia se encontraba silencioso, todas las luces apagas, San dormía tranquilo en su cuna junto con dos remeras con el olor de sus padres. El pequeño dormía y estaba en silencio.

Sus progenitores todo lo contrario.

Jisung cerró sus puños en el rojizo cabello de su alfa mientras este se movía sobre él lenta y deliciosamente, sus ojos se encontraban cerrados y su labio inferior atrapado entre sus perfectos dientes para no hacer ningún ruido alto. El cuerpo del mayor estaba prácticamente acostado sobre el omega, sus brazos a cada lado de la cabeza ajena apretando en puños la sábana, tenía las piernas de Han bien posicionadas en su cintura permitiéndole llegar más profundo en un adictivo vaivén.

La habitación olía a feromonas, lubricante y sexo, ambos intentaban ser lo más silenciosos posibles. Vamos, eran padres jóvenes, cuidar un bebé y trabajar todo el día es estresante. Nadie los puede culpar.

Minho salió de encima de Jisung y de la cama para tirar el preservativo a la basura. El omega suspiró y tomó la botella de agua dándole un largo trago.

—¿Te encuentras bien?—Pregunta el alfa sentándose a su lado ya con sus boxers puestos.

—Sí... solo deja que recupere el aire—Murmura con una pequeña sonrisa.

Por otro lado, los pequeños ojitos del cachorrito se abrieron al sentir una molestia en su pañal, arrugó la nariz y no tardó dos segundos en empezar a llorar mientras movía sus pequeños brazos y piernas. La luz de la habitación se encendió y unas manos lo tomaron arrullándolo a la vez que tarareaba una cancion de cuna para tranquilizarlo, su cuerpecito fue depositado en otra superficie y sentía como lo despojaban de esa molestia.

Sus ojitos se enfocaban en Jisung mientras soltaba pequeños sollozos y algo frio paso por su pequeño traserito.

—Ya, papi esta aquí—Murmura Han colocándole un nuevo pañal.

Tomó al pequeño en brazos y empezó a cantar hasta hacerlo dormir nuevamente, lo dejó con cuidado en su cuna y volvió a la habitación ya ventilada y con nuevas sábanas, pues el alfa se encargo de eso. Se acostó en la cama y se acurrucó en el pecho de Minho.

Ambos soltaron un suspiro. Cuidar de un bebé no era nada fácil.

[🍼]

Jisung entró al gran colegio donde su alfa daba clases junto con su cachorro dormido en el cochecito. Minho le había mandado un mensaje pidiéndole que le alcance una carpeta azul que se había olvidado, luego de un pequeño regaño por parte del omega ahí se encontraba.

San estaba dormido, no quería despertarlo para subir esas horribles escaleras del establecimiento así que caminó hasta la sala de profesores donde Jungkook se encontraba.

—Yo lo cuido, ve tranquilo.

—Gracias, Kook—Sonríe aliviado antes de salir de la sala.

Subió lo más rápido que pudo las escaleras hasta el salón donde su alfa da clases, los pasillos estaban casi desolados, los alumnos caminaban con algún libro en la mano para aprobar la materia que deben, profesores yendo hasta algún salón o estudiantes rindiendo algún examen. Tocó la puerta y entró cuando le fue permitido.

—Que sea la última vez, Lee—Advierte tendiéndole la carpeta.

—Gracias cosita—Toma la muñeca de Jisung y le hace sentar en su regazo escondiéndose en su cuello justo donde esta su marca.

—Ho, nos pueden ver—Murmura viendo las ventanas que dan al pasillo.

—¿Y cosita dos?—Pregunta ignorando lo dicho por su omega.

Jisung rueda los ojos—Lo deje con Jungkook, esta dormido.

—Quiero verlo un momento.

La pareja sale del salón y van hasta la sala de profesores tomados de la mano, Minho se acercó al otro alfa que sostenía a San observando todo lo que puede de ese nuevo lugar. Jeon se lo dio y salió de la sala para darle privacidad a la feliz familia. El cachorrito soltó una pequeña risita y alzó sus manitos para tocar las mejillas de su padre sacando sonrisas en sus padres.

—Mi bebé hermoso—Canturrea dejando besos en las regordetas mejillas de su hijo. Toma la muñeca de Jisung y lo tironea hasta él—Y mi otro bebé hermoso.

—Que cursi eres—Dice con falsa molestia. Sonríe y deja un besito en sus labios—Voy a comprar los adornos de navidad.

—Genial, cuando salga del trabajo te ayudo a decorar—Promete dejando a su cachorro en el cochecito tapándolo con las mantas. Se irguió y señaló a su omega en el dedo de forma amenazadora—Haz galletas.

—Bien, haré galletas—Rueda los ojos con diversión. Dejó un último beso y salió del establecimiento.

Se dirigió al centro y entró primero a un supermercado para comparar los ingredientes para las galletas y otras pequeñas cosas, luego de pagar fue hasta una tienda donde vendían múltiples cosas de las diferentes festividades. Dejó el cochecito en la entrada y tomó un carrito de compras dejando a San en el asiento para niños, recorrió los pasillos tomando diferentes adornos y luces, el decidir que ya era suficiente empezó a caminar hasta la caja pero algo lo detuvo y sin poder evitarlo lo tomó mientras moría de ternura por dentro. 

[🍼]

Minho entró al departamento soltando un suspiro de cansancio mientras dejaba su abrigo colgado en el perchero. Caminó por el living viendo el arbolito de navidad en una esquina y con adornos a su alrededor, fue hasta la cocina y se quedó parado en el umbral al ver dos pequeños cuernitos asomándose desde la sillita de San.

—Oh por Dios—Dice tomando a su pequeño en brazos.

—¿Qué te parece?—Dice el omega con un sonrisa.

—Voy a tener diabetes.

Jisung le había comprado a San un traje de reno color marrón y en la gorra tenía unos pequeños cuernos de un color más oscuro, en los puños de los piecitos estaban adornados como pesuñas, en el sierre del traje tenía una decoración de un moño dorado y rojo, y la pequeña nariz de San estaba pitada de un rojo muy sutil para no arruinar su delicada piel.

—Oh Dios, esta hermoso—Chilla Jisung con una sonrisa—Espera, le tengo que sacar una foto.

Minho ríe y sale de la cocina para irse a la sala y sentarse en el sillón con su cachorrito en brazos.

Luego de unas casi 15 fotos la pareja empezó a armar el arbolito y a decorar el departamento con luces y adornos, llegando la noche deciden acostarse en el nido mientras ven una película comiendo las galletas que el omega preparo junto a chocolate caliente y mientras San se alimentaba del pecho de su padre.

Las fiestas estaban a la vuelta de la esquina y la pareja estaba demasiado feliz, iba a ser su primera navidad y año nuevo con su pequeño hijo.